Un viernes por la tarde, el sol comenzaba a ocultarse entre los edificios de la gran ciudad dejando a su paso una basta oscuridad en la cual las luces de los establecimientos tomaban el protagonismo de un bello ambiente, sin embargo, había alguien que no lo disfrutaba.

Con cierta pereza y algo desanimada.. Yarel Se decía a si misma en sus pensamientos.

{💭} :¿Como se supone que reúna todo el dinero de golpe?... Mi único sustento es la tienda, además de mi trabajo en la heladería claro..

{💭} :Supongo que tendré que buscar más trabajos de medio tiempo o ¿Podría pedir un préstamo?.. No, no.. Solo quedaría más endeudada.

Suspiro abrumada mientras caminaba por las calles en dirección al metro de la ciudad, seguía pensando la manera de poder obtener el dinero que le hacía falta para pagar la renta del local de manera rápida, más no lograba encontrar una buena solución.

Faltaba poco para poder llegar a su destino, el semáforo se pinto de rojo y ella avanzó por la vía peatonal. Fue entonces cuando a lo lejos pudo escuchar el motor de un auto deportivo; un Maserati MCXtrema negro a toda velocidad se aproximaba por el camino sin respetar las luces, Yarel corrió hacia el otro lado logrando llegar a la banqueta, sin embargo cuando el auto pasó, hizo brindar a su vestido el agua residual qué se encontraba en la calle.

🅈: ¡Respeta las luces maldito loco!

-Exclamó Yarel con rastros de amargura y molestia en su voz hacia el conductor.

Este simplemente se delimito a verla por el retrovisor con una sonrisa burlona en el rostro, Yarel no pudo reconocer sus rasgos faciales; tan solo pudo ver el tatuaje de sol en su muñeca izquierda, pues llevaba el brazo fuera de la ventana.

🅈: Vaya insolente...

-Dijo para si con el ceño fruncido, observando su vestido totalmente arruinado por las aguas-

Este fue un escenario de mal gusto para ella, y más en la situación que se encontraba.

{💭} No puede ponerse peor.. ¿Verdad?

E

n el transcurso del camino, con su vestido empapado y los ánimos por el suelo, finalmente llegaba a la estación del metro lo cual le trajo un pequeño alivio qué se desvaneció al instante tras escuchar pasos a a la par de los suyos.

-sus ojos se abrieron de par en par mientras caminaba, abrazándose a si misma por el frío que sentía, y así mismo por cualquier cosa.-

El miedo e incertidumbre invadió a Yarel ante la cercanía de los pasos, más trato de mantenerse en calma. Continuo su camino hasta la puerta de la estación, donde creyó ilusamente qué la persona se iría, más no fue así.

{💭} Tranquila Yarel.. Probablemente sólo tomará el metro también. Aunque casi nadie lo toma a esta hora..

Comenzaba a preocuparse a medida que avanzaba, pues los. Pasos no se distanciaban o detenían, trato de acelerar un poco más el paso haciendo que la persona tras ella también lo hiciera. Una vez entro a la estación y se quedo de pie frente a las vías donde el metro se detiene no quiso voltear atrás. La persona que la seguía desde hace unos minutos finalmente había hecho sesar sus pasos.. Justo a las espaldas de ella. La respiración de aquella persona era suave, aunque algo cercana, Yarel estaba completamente asustada.

{💭} ¿que es lo que hace ahí de pie?, váyase por favor..

-Yarel apretaba la cinta de su bolso cruzado con nerviosismo, rezando para que el metro llegará de una buena vez.-

Yarel sudo frío, cuando de la nada sintió una mano helada y delgada en su hombro, la persona tras ella se inclino y susurro al oído..