🪻┆Tengo un hermano
La semana que le di a mi abogado para que hallara algo sobre el otro propietario de la fábrica, no dio resultados, y ahora con la fecha límite en la que debía pagar; me sentía perdido.
- Estoy arruinado -dije, ocultando mi rostro detrás de mis manos; en un acto de desesperación.
- Lamento no haber conseguido las pruebas, señor Jimin, pero tal parece que esta persona no quiere ser encontrada.
- Supongo que este es el fin, al menos di batalla.
Mi padre sabe que luché para retener la fábrica, sin embargo, no puedo evitar sentir esta angustia creciendo en mi pecho.
-Es entendible, pera aún está su madre.
Vaya con ella ¿Siguió mi consejo de darle lo que quiere?
-No he tenido tiempo en estás semanas
confesé-. Mi cuñada está recibiendo ayuda profesional para superar su depresión. Todo se ha vuelto muy complicado y no puedo dejar a mi esposo
solo en estos duros momentos.
- Es comprensible, pero tiene que saber que si hoy no logra al menos conversar con su madre, en dos días le quitarán la fábrica.
-¡Lo sé! -exclamé exaltado-. Cada maldito
segundo no he dejado de pensarlo, y ya no sé cómo actuar.
- Mi recomendación es que deje de lado su orgullo y hable con su señora madre, ya se lo dije. Ella es la única que podrá ayudarla a solucionar el problema.
Nunca creí que diría esto, pero... Está vez necesitaba con urgencia a mi madre, más que a cualquier otra persona.
- Bien-suspiré-. Imagino que situaciones
extremas, requieren medidas desesperadas.
Después de reunirme en el café con mi abogado, me fui directamente a visitar a la antigua casa donde vivía. En mi cabeza tenía la idea de las probables respuestas que recibiría de ella. Si no era grosera, al menos me echaría como a un desconocido. Sin embargo el tiempo de penas pasó, ya no era ese niño llorón, ahora tengo más seguridad en mí, y sé que todo lo que he logrado es porque yo decidí esforzarme.
Con la presión de mi dedo contra el timbre, esperé a que alguien respondiera a mi llegada. No tardó en salir la empleada quien algo ojerosa abrió los
párpados de sorpresa.
- Señor Jimin, no esperábamos su visita.
-¿Podrías decirle a mi madre que me es urgente hablar con ella?
-oh, no sé si este sea el mejor momento.
-¿Por qué lo dices? ¿No se encuentra?
-No es eso, se trata de..
-¿De qué?-Me mostré interesado.
La mucama se veía indecisa, pero optó por contarme, ella abrió los labios, mas al pronunciar la primera palabra, fue interrumpida por mi madre.
-¿Con qué derecho divulgas la vida de tus patrones?-se veía enfadada con la mirada congelante.
-S-señora -ella retrocedió asustada, corriendo prácticamente como un ratón asustado.
-¿A qué has venido? -gruñó ella con su postura altanera y de creerse siempre superior.
-Sabes la razón -respondí-. Y está vez no voy a irme sin tener una respuesta.
-Ja, ja, ja ¡Por el amor a Dios! ¿Qué te hace creer que voy a ayudarte?-dijo con arrogancia– Muchachito ignorante, no tienes nada que yo pueda querer.
-¿Estás segura? Por la cara de la empleada parece que algo está ocurriendo dentro. No me interesa saberlo, pero imagino que es sobre dinero ¿o me equivoco?
-¿A dónde quieres llegar? ¿Piensas comprarme con tu dinero?
-¿Ese es el único idioma que hablas, verdad?
Ella arqueó una ceja con interés en mi
ofrecimiento.
-¿Y de cuando estamos hablando?
-Cien mil -fui directo al grano--. Es lo que te doy, solo si me dices la pura verdad.
- Mmm, interesante oferta, pero la deuda es mucho mayor, así que…
- Lo tomas o lo dejas. No. volveré a hacerte la oferta dos veces.
-Uh, que mal humor. Está bien querido, adelante -abrió su puerta, dándome el paso a entrar-, Siéntate en la sala ¿Deseas algo? ¿Un té o café?
- Lo único que quiero es tu respuesta, no
necesito más de ti.
-Bueno, yo sí quiero -tomando asiento, levantó su mano para pedir a la empleada que trajera un cafė para ella.
-Madre, no tengo tiempo para esto. Mi esposo está en casa y no sabe qué estoy aquí.
-¡Oh! pero que mal, eso no se hace niño ¿ocultarle cosas a tu marido? Hiciste muy mal.
- ¿Vas a hablar o no?
-Ese carácter de querer todo de inmediato, me recuerda a tu padre.
- Pues vengo a hablar de él. Necesito que me digas todo, y quien es el otro dueño de la fábrica.
- Aquí tiene señora -interrumpió la empleada, entregando el café a mi madre. Ella se llevó el líquido caliente a sus labios, bebiėndolo sin ningún problema -. Está exquisito ¿Estás seguro que no quieres uno? Es tu favorito.
-¡Ya te he dicho que no quiero nada! -alcé la voz.
Mi madre frunció el ceño, dejando la taza de su café en la mesita de centro.
-¡A ver niño! El hecho de que tu padre te haya malcriado, no significa que vas a venir a faltarme el respeto ¡Soy tu madre! Tenlo en mente! Y que eso jamás cambiará!
- Imaginé que esto sucedería. Tiempo es lo que menos tengo -me levanté decidido a marcharme.
- Aguarda Jimin -me detuvo al llamarme-
¿Quieres saber quién es el otro dueño? ¿En verdad estás seguro?
-Si eso salva a la fábrica de mi padre, si.
-¿Aunque esto provoque que tu pierdas la mitad de la propiedad?
-Harė lo que sea -dije firme.
Esa mirada y ese porte, si tan solo tuvieras algo más de malicia, seríamos muy unidos Jimin.
-¿Unidos tú y yo? Lo dudo. Nunca me has visto como ser humano, solo como mercancía –respondí con el rencor en mi memoria.
-Aunque no lo creas Jimin, yo todo lo hice por ti, me preocupaba tu futuro. Tal vez tu lo hayas visto desde otra perspectiva, pero siempre busque lo mejor para mi único hijo, después de quedarnos en la
miseria que nos dejó tu padre, vi en ti el futuro de nuestra salvación. Sería un camino largo y tedioso, sin embargó dio sus frutos, y ahora mírate. Eres un hombre brillante, rico y destacado en la sociedad.
- Tú sabes que esas cosas nunca me importaron, tú me obligaste a dejar de estudiar para dedicarme por completo a convertirme en un esposo.
- Fueron sacrificios, Jimin. Tenias que enfocarte en el comportamiento y estilo de un Joven de sociedad, no había
tiempo para otras cosas sin razón.
-¡Fuiste cruel! -le reclamé-. Estabas dispuesta a entregarme a cualquier hombre asqueroso. Felizmente el señor Jeon, nunca me vio como otra cosa, más que un jovencito que necesitaba protección. Si no hubiera caído en sus manos, mi destino ahora sería estar bajo tierra.
-Pero estás casada ahora con su hijo. Al final las cosas fueron bien para ti.
-¿Eso crees? Durante años necesité tu ayuda, tu compresión... Pero en lugar de eso, solo te preocupaba que te llegará el maldito cheque–apretando mis manos sobre mi pantalón, recordaba todo
con rabia--. Mi padre jamás hubiera permitido que eso sucediera.
-¿Tu padre? ja, ja, ja -soltó en carcajadas con sarcasmo-. El hombre más cínico en mi vida.
-¿De qué hablas? No deshonres la memoria de mi padre -le exigí que se disculpara.
- Lamento tener que arruinarte tu idealización, Jimin. Pero tu padre no fue más que un pobre idiota manipulable.
-¿Qué?
-Es la verdad, él nunca tuvo la fortaleza de ser avaricioso, siempre pensando en hacer "lo correcto".
-¿A qué te refieres con hacer lo correcto?
¿Qué estás ocultando?
-A ver querido, tu padre dejó a otra persona a parte de ti como dueño de la fábrica ¿No te imaginas los motivos?
-Él nunca me habló nada de eso al respecto, en aquel entonces, yo era un niño.
-Pues tú querido y amado padre era un falso. Nunca tuvo el valor de confesar que... tenía otro hijo.
Con esto sentí que mi presión había descendido y mi cabeza se había mareado. Lo que se me ha revelado, es algo que no puedo asimilar.
-E-esto es una farsa ¿Verdad? Mi padre no pudo... No, no ¡Tú estás mintiendo!-la señalé con la mano temblorosa.
- ojalá fuera mentira ¿Crees que me agrada saber que hay otro por ahí con la sangre de tu padre y que tenga los mismo derechos que tú? De ninguna manera.
-P-pero..
- Tengo entendido que se trata de un hombre, de hecho jamás lo conocí, ni deseo hacerlo, es mayor que tu.
-Y cómo lo aseguras, si no lo conociste?
-¿Cómo? ¡Lo escuché! El idiota de tu padre mandaba cada mes dinero con la empleada a aiguien de iniciales K. P. B Imagino que es el nombre del bastado ese.
Estaba en shock, no podía creer que mi padre hubiera tenido otra familia, pero había lógica. El hecho de que dejara la fábrica a alguien más, solo significaba que mi madre hablaba con la verdad.
-¿No sabes de esa persona algo respecto?
-¿Qué parte de que nunca lo conocí, no
entiendes?
Sabiendo que no tendría más de ella. Saqué de mi bolso mi chequera, pero cuando estaba por firmar el dinero. Ella me detuvo diciendo.
-Por ahora no lo necesito, tampoco quiero que ese bastardo se quedé con la fábrica, así que usa el dinero sabiamente.
Sorprendidi de que rechazara el dinero, asentí. De modo que, parándome del sofá, me dirigí a la puerta.
No iba negar que esto fue como un balde agua helada, pero ya tenía una idea cercana, y aunque la sorpresa de que mi padre me haya ocultado esa valiosa información me dejó decepcionado, sentía esa emoción de saber que tenía un hermano ¿Quién lo diría? Yo deseaba uno iLo tuve durante muchos años!
Me preguntaba ¿Cómo sería? ¿Dónde viviría? ¡Tal vez incluso ya nos hayamos visto! Tenía tantas emociones recorriéndome, que era difícil explicarla en un sentimiento.
Sacando mi celular para llamar a Taehyung y contarle a mi mejor amigo de esto, fui directamente enviada al buzón de voz.
- Sigue apagado -murmuré para mi. Hace más de dos semanas me había enviado un mensaje, en el que me decía que se iba de viaje por una temporada indefinida, desde ese momento, hasta ahora, no he
tenido noticias de él.
Llegué a casa luego de haber tenido una
reveladora charla con mi madre. Me dio gusto ver a Jennie cenando en la mesa como hace días no lo hacía.
-Buenas noches, señor -me saludó Hyejin-. ¿Va a cenar?
-¿De dónde llegas? Pensé que estabas en casa, pero cuando regresė con Jennie, los empleados me dijeron que te habías ido muy temprano -preguntó Jungkook, levantándose a ayudarme con el asiento.
-Estuve con mi madre- respondí - ¿Recuerdas el tema de la fábrica?
- Por supuesto -contestó, regresando a su lugar.
-Bueno, tenía que averiguar algo con ella, y ahora que tengo la respuesta, tengo más posibilidades de salvar la fábrica -no quería decir acerca de que tengo un probable hermano, sobre todo delante de
Jennie, quien estaba en el inicio de sus terapias-Y cómo te encuentras cuñada? le pregunté, extrañaba su sonrisa contagiosa.
- Bien, supongo que iré mejorando -contestó sin nada de emoción en su voz.
-Aquí está la familia para apoyarte, hermana -Jungkook apoyó la mano sobre la de Jennie, ese acto me enterneció, y el deseo de conocer a mi hermano, incrementó.
Él resto de la cena transcurrió con normalidad, y al terminar, Jennie fue la primera en retirarse con ayuda de Hyejin. Yo me ofrecí a ayudar con los platos, pero mientras lo hacía, él agua salpicó mi camisa. Solté una pequeña carcajada por mi torpeza, y cuando me giré a buscar algo con que secar, Jungkook entraba con la intención de ayudarme, más su postura cambió al recibir la imagen de mis pezones con la camisa pegándose a ellos.
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