🪻┆Puedo contar contigo

Como el agua más pura, el había sido claro. Sus labios no lo habían dicho por rabia o en un intento por herirme, se le veía tranquilo, seguro de sí mismo. Y no sé de qué me sorprendo, si el es así. Un ser humano con mucho por admirar, alguien que solo dice lo que piensa y Jimin merece solo lo mejor.

Sus seis años de desolación y sufrimiento, no eran nada comparados con estas semanas de compañía, aunque sí fueron más que suficientes para darme cuenta de lo equivocado que viví todo este tiempo.

Pensando lo peor de el único hombre que nunca dejó tenerme en su mente, incluso hasta el detalle de mi enfermedad ¡Por Dios! ¿En qué Diablos me convertí?

Al cerrar los ojos sólo recordaba a un joven asustado por el que decía sentir asco y otras cosas, que sólo eran producto de la ira del momento.

Con esto ardiendo en mis venas y desgarrado en mi pecho, me di cuenta de la razón que tenía mi hermana sobre Jimin.

Y duele, maldita sea, duele. Es como estar desangrándome, pero sin ver la sangre. Solo es un corazón que me deja este amargo sentimiento, que se expresa en unas gotas gruesas que salen de mis ojos.

¿Cómo fui capaz de ser tan duro con alguien que solo fue una víctima en este matrimonio? ¿Cómo pude pensar que el era el hombre de mi padre? ¿Qué clase de estúpido soy, que he dañado tus pétalos? Ni siquiera merezco tocarte.

- Mi pequeña florecilla...

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(Pov Bamban)

Luego de hacer las compras que habían tenido tan entusiasmada a Jennie, salimos con el auto repleto. En verdad, apenas había espacio para nosotros, a lo que ella reía con rubor.

- Creo que exageré con los detalles -comentó encogiéndose de hombros.

- Descuide, lo importante es que entremos y no vayamos caminando.

Jennie se acercó colocando una mano en mi hombro.

- No sé qué hubiera hecho si no estuvieras aquí. Aunque no es tu responsabilidad, siempre estás ahí, cuando más te necesito. De no contar con tu ayuda, seguro que ni siquiera estaría hoy aquí.

- Exagera, yo no...

- ¡Oh no! No hagas menos de tus acciones. Soy sincera Bamban. Aún tengo fresco en mi memoria el día que nos conocimos y que fuiste tú quien me salvó de ese auto.

- Solo fue una casualidad.

- Bueno, casualidad o destino, eso me tiene hoy viva. Y la felicidad de saber que pronto seré madre -la calidez de su palma, pronto pasó a sostener mi mano, y con sus brillantes ojos me miró con ternura-. Estoy segura que tendré una niña, pero si llegase a tener un varón, me encantaría que sea como tú.

- ¿C-como yo?

- Ya sabes de lo que hablo. Esa lealtad, tu fortaleza, la inteligencia. En realidad me sorprende que no hayas formado hasta ahora una familia. Pienso que serías un estupendo padre.

Lo que Jennie decía, no estaba del todo lejos de mis pensamientos. El deseo de formar una familia; era algo que anhelaba durante mucho tiempo.

Imaginarme disfrutando la vida común, casarme, vivir en una casa con amor desbordante, una dama que sostuviera mi amor de la misma forma que yo con el suyo, y nuestros hijos corriendo a abrazarme. Sí, un hombre de hogar, y algo que muchos lograban sin valorarlo, pero que yo miraba como algo inalcanzable.

- No es algo que esté dentro de mis planes -mentí a propósito-. Mi única idea ha sido el trabajo y crecer personalmente.

Ella relajó su postura, tomando distancia de mí.

- ¿Y después? -se. cruzó de brazos.

- ¿A qué se refiere con después?

- Hablo de lo que harás cuando logres alcanzar ese objetivo ¿No tienes otras metas?

- Mi lugar siempre será al lado del Señor Jackson y el de usted.

- No me refiero a eso, Bamban. Escucha, yo estoy feliz de que seas tan servicial, pero no quiero que este trabajo te aleje de buscar tu propia felicidad. Cada uno es libre de buscar lo que necesita, no quiero que algún día des la vuelta y veas un vacío de lo que pudo haber sido tu familia.

- Eso no sucederá -respondí de inmediato. Abriendo la puerta del auto para darle paso a entrar, mencioné eso que una vez me mencionó-. Además, usted ha dicho que me considera parte de su familia, y pienso que mientras pueda tener eso, no necesito más.

- Está bien Bamban, supongo que eres igual de necio que Jimin. Cuando algo se le mete en la cabeza es difícil convencerlo de lo contrario.

- Muchas personas son así -argumenté, pues no me agradaba esa comparación- ¿Y dígame, ahora donde desee que la lleve?

- Bueno, tengo algo de apetito, mi bebé está rugiendo por comida.

- ¿Quiere ir a casa?

- No, dejemos a mi hermano y Jimin a solas. Ellos no han vuelto a estar juntitos desde que han regresado de su viaje. Al menos ahora no tendrán excusa para no pasar tiempo como esposos.

- De acuerdo -subí al automóvil y encendí el motor, dirigiéndonos a un restaurant, donde servían platillos para distintos gustos y paladares.

Ubicado el lugar, manejé con cuidado de no quebrar algún objeto que Iris había comprado, lo último que deseaba ahora, sería ver su mirar de decepción al llegar a su casa y ver que por mi imprudencia, algo estaba roto.

No era un lugar de esos grandes y lujosos, pero sí se veía confortable. De la mano ayudé a Jennie a entrar al restaurante, pedimos una mesa dónde hicimos nuestro pedido al mesero. Solamente quedaba esperar a los exquisitos platillos qué servían.

- Este lugar ya lo había visitado antes ¿verdad?

- Es muy Modesto, me agrada la tranquilidad qué me proporciona al comer, siento que desde aquí puedo olvidarme de los problemas cotidianos que enfrento en la vida

- Ay Bamban, en verdad lamento que tengas que pasar tu día libre conmigo. Deberías estar haciendo algo que te agrade y disfrutes.

- Por eso no se preocupe Jennie, desde que soy muy joven he estado acostumbrado al trabajo. Es más, no me imagino estar sin hacer nada productivo por mi vida.

- Pero te das el tiempo de estar conmigo. Ojalá que Jackson tuviera ese pequeño detalle de también pasar momentos a mi lado -al hablar de su esposo, su rostro decayó y su mirada bajó a la mesa -. Entiendo que está muy ocupado con su trabajo, sin embargo, no puedo evitar sentir su lejanía ¿Sabes? Deseaba tanto que él estuviera presente cuando hiciera las compras para nuestra bebé. Lamentablemente hice planes muy pronto.

Con mis dedos temblando sobre la mesa mire de un lado a otro sintiendo algo de nerviosismo pero luego de apretar fuertemente Mis ojos me di el valor de preguntar algo que tenía atorado en mi garganta durante mucho tiempo

- Jennie, no quiero que piense que soy un confianzudo ni mucho menos un entrometido, pero solo por curiosidad ¿Por qué se casó con el señor Jackson?

Ella levantó la mirada con sorpresa en sus ojos, se notaba la incomodidad que tuvo al escuchar mi pregunta, pero simplemente borró esa expresión de su rostro a una pequeña sonrisa.

-Perdone no quise incomodar En verdad lo lamento mucho -me disculpé de inmediato.

- No pasa nada, sobre el tema de mi matrimonio es algo que no lo he tocado muchas veces con alguien. Admito que ni siquiera Jimin lo sabe, pero ya que la curiosidad está rondando tu cabeza, puedo responderte -tomando una pequeña pausa mientras recordaba un evento en su vida, me miró fijamente con algo de tristeza-.Yo estuve una vez comprometida, antes de Jackson, iba a casarme con un hombre qué era el hijo de uno de los accionistas de la empresa de mi padre .Nosotros nos habíamos visto un par de veces en la empresa y al poco tiempo empezamos a salir como amigos. Eso se fue convirtiendo en un sentimiento más fuerte y sin darme cuenta ya éramos pareja. Con el pasar del tiempo me pidió matrimonio. Mi padre estaba tan feliz, todo iba de maravilla, nada haría presagiar que lo qué ocurriría después marcaría para siempre mi corazón.

- ¿Un accidente? -pregunté, a lo que ella negó con la cabeza.

- Estando solo dos días de nuestro matrimonio, llegue a su casa para contarle de los últimos detalles que se preparaban para nuestro gran día, sin embargo, cuando toqué su puerta, salió una mujer de cabellos rizados, bastante hermosa muy diferente a mí y estaba semidesnuda, con una camisa que le pertenecía él. Pero lo que más me dolió fue ver que detrás de ella salió quien hasta ese momento era mi prometido. Recuerdo claramente que en ese instante escuché el sonido de algo quebrarse; aquello eran mis sentimientos.

Imaginar la escena de Jennie, con el corazón destrozado; fue incluso doloroso para mí. Existen cosas que en nuestro pasado nos marca para siempre a cada uno. Y así como a mí, ella también guardaba una gran pena en el alma.

Inmediatamente, cancelé todo el matrimonio. No quería saber nada, me deprimí profundamente durante meses, hasta que después un tiempo tuve el valor de volver a verlo a la cara, para al menos poder recibir una explicación de lo que había sucedido y cerrar por fin ese ciclo de mi vida. Allí él me contó de que la joven estaba esperando un hijo suyo, y que se iba a casar con ella, ambos vivirían en el extranjero , y aunque creía estar lista para decir adiós, más me dolieron sus palabras al preguntarle los motivos de su infidelidad. Lo que tanto temí, salieron de sus labios.

- Habla de su...

Ella asintió limpiando una lágrima bajo sus ojos.

- No quería a una carga como esposa. Mi problema con mis piernas fueron lo que sembró la duda en su decisión final.

Al hacer una pausa larga el mesero llegó con nuestra comida, el apetito que sentía Jennie parecía haberse esfumado con el recuerdo de esa traición. Luego de que el hombre se retirara, ella tocó con el tenedor su plato y continuando con su relato.

- Creí que nunca más volvería a sentir lo mismo ¿pero sabes algo? Cuándo creí que una puerta se cerraba, otra se abría. Conocí a Jackson por accidente, yo salía de la empresa de mi padre con unos papeles que él había olvidado en casa. En ese entonces, Jungkook estaba de viaje por trabajo, así que yo era la única en la que papá podía confiar. Jackson llegaba con un portafolio a visitar a uno de los encargados de las gerencias de mi padre. Recuerdo que choqué contra sus cosas, y él de inmediato, se disculpó recogiendo los papeles. Me pareció tan tierno ver esa actitud en él, incluso me acompañó a tomar el auto donde me esperaba el chofer de nuestra familia.

Las cosas fueron sucediendo por el destino, y con el pasar del tiempo cerré esa herida del pasado. Jackson era un excelente tipo, me hacía reír y me aceptaba tal cual era. Llegado el día de nuestro matrimonio él no hizo lo mismo que el otro. Me besó frente a nuestros invitados haciéndome una promesa de que nunca nos separaríamos. Y así fue. Con el pasar de los años creí que él rompería su palabra, pues hasta el momento yo no había podido quedar embarazada. Sin embargo, la dicha que ahora me llena al saber que por fin tendré entre mis brazos al fruto del amor entre mi esposo y yo, me reconforta tanto a pesar de sentirme en algunas ocasiones sola.

Aunque ella decía sentirse feliz de estar con el señor Jackson, se veía en su mirada la tristeza del tiempo, lágrimas fueron cayendo de sus ojos azules, y mis dedos fueron atraídos como un imán, atreviéndose a limpiar una de esas gotas cristalinas que bajaba por su mejilla. Nuestras miradas se cruzaron y simplemente dejé que de mis labios salieran unas palabras que supe que serían eternas.

- Si en algún momento necesita de alguien, no dude de mí. Mi lealtad puede ir más allá si se trata de usted.

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Pov Jimin

Tras tres semanas pasaron luego de haber tenido mi última conversación a solas con Jungkook, si conversábamos, era en compañía de los demás o sobre trabajo.

Regresaba a la oficina después de haberme reunido con el abogado que me ayudaba en el caso de la fábrica, lo curioso fue que al llegar me encontré con algo que llamó mucho mi atención. Había una nota sobre mi escritorio, junto a una flor que me recordaba a aquella que él puso una vez sobre mi cabeza.

Llevando ese suave aroma a mi nariz, leí el papel, consiguiendo que soltara una sonrisa al reconocer la letra y lo que traía escrito.
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😶‍🌫️🪷No

se les olvide votar ❤️‍🔥🪷😶‍🌫️

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