🪻┆La deuda
Lo observé pasar saliva, su mirada azul se mantenía fija en un solo punto, al mismo tiempo que su "'amigo" despertaba como un resorte listo para la
acción.
-P-pensé que habías acompañado a Jennie junto a Hyejin -dije nervioso, cubriendo mi pecho tras mis brazos, pero ¿Cómo borrar la imagen de la mente de
Jungkook? ¿Cómo tranquilizar a la tremenda erección que le volaría un ojo a cualquiera?
-No hagas eso -comentó, manteniéndose en su lugar.
-El qué? -pregunté, dirigiendo mi mirada
inocente a él.
Jungkook dio unos pasos, levantando su brazo para atrapar mi muñeca y con un movimiento suave, apartarlo de eso que a él le provocaba una onda de calor dentro de sus pantalones.
- No te cubras... -susurró, con su voz
acariciando mi rostro.
-Jungkook, tengo que terminar con los…
-Shh -colocó un dedo sobre mis labios-. Dėja que me embriague con tu delicioso aroma.
Temblando entre la excitación y la adrenalina de que alguien pudiera vernos, dejé que Jungkook hundiera
su nariz y boca en mi cuello.
-Nunca me cansaré de tu aroma, es el más dulce y adictivo que debe existir en el mundo.
Sus manos bajaron a acariciar mi cintura y luego a mis glúteos.
Mmm -mordí mis labios, mientras él me los apretaba y acariciaba.
¡Santo cielo! Este hombre es un experto con las manos, sus dedos saben como ir estimulándome y provocando que quiera más.
En menos de lo que imaginé ya estábamos besándonos sobre la mesa de la cocina, él me tenía sentado, mientras yo lo abrazaba con mis piernas. Sin
dejar mis labios, procedió a desabrochar mi camisa, ansioso por probar su comida favorita; mi cuerpo.
- Ah... gemi enredando mis dedos en los
cabellos de Jungkook, dejando que me succione y muerda suavemente los pezones.
Dejando de lado su boca que me hacía ver estrellas, su virilidad se frotaba en ese lugar exacto, yo estaba tan húmedo que si lo hacíamos ahora, seguro
resbalaria suavemente en mi interior. Con su hábil y contoneo de caderas se descontrolaria y sin importar el lugar, no pararía hasta dejar todo su simiente
en mi.
-E-espera -le pedí colocando mis manos en sus hombros.
- Preciosa flor mía, no me pidas que me detenga, porque no puedo. Simplemente estoy en una agonía desde que no puedo hacerte el amor. Calma a este moribundo, cuya única medicina es tener a su dios
entre sus brazos.
-Pero es que…
-¿Qué?-me miró fijamente, casi con súplica-¿Estás ovulando? ¿Te duele la cabeza? i¿Qué?!
-No, este lugar es…
-Qué importa el lugar. Jimin... -suspiró
frotando sus dedos sobre mis bragas-. Estas húmedo, también lo deseas.
- Ah… jungkook -mordí mis labios conteniendo un grito.
-No puedo… Jimin no puedo parar -confesó antes de llevarse las manos a su cinturón y desabrochar su pantalón.
Lo haríamos en la cocina, esto era peligroso, pero a la vez excitante. Esta vez no lo detendría, yo también estaba en mi límite. Lo quiero, deseo a mi-
-Señor Jimin, ya he... AH! ¡Perdón! Perdón! -cubriendo sus ojos con sus manos Hyejin nos descubrió, cuando estábamos cerca de sucumbir a nuestros deseos. Totalmente avergonzada, salió de la cocina.
Solo unos segundos después, Jungkook y yo salimos ya con la ropa acomodada.
-¿Por qué entras así?-Jungkook se veía más decepcionado que furioso.
-Lo lamento señor, yo no sabía que…
- No te preocupes, Hyejin. No es tu culpa, en todo caso ese no era el lugar para... ¡Bueno esas cosas!-dije avergonzado.
- Me muero de la vergüenza, señores. Les pido otra disculpa por haber entrado sin hacer ruido.
- Ya pasó Hyejin. Dinos ¿Cómo está Jennie? -tenía que desviar el tema de conversación.
- La señora está durmiendo, tardé un poco porque estuvimos conversando.
-Me alegra que las terapias den resultado -dije Jennie necesita más que nunca nuestro apoyo.
- Ese mal nacido le hizo mucho daño a mi
hermana, sin contar que también estuvo a punto de lastimarte.
-Pero no lo hizo le recordė, para calmarlo-. Llegaste cuando más te necesite y me salvaste.
- Bueno, con permiso. Yo me retiro a descansar -dijo Hyejin.
- Yo también haré lo mismo, estoy en los días límites para arreglar el tema de la fábrica.
- Puedes hacerlo, eres un hombre inteligente y brillante-afirmó Jungkook, antes de darme un beso en la frente.
Noté que sus ganas seguian intactas, pero analizando toda la situación, supe que no era el momento correcto. No me sentía bien, sabiendo que nuestra querida Jennie, aún estaba pasando por un momento de recuperación.
- Hasta mañana -le sonreí, dejándolo en medio de la sala.
…
Al amanecer, exactamente en el desayuno, nos llevamos la sorpresa de que Jennie tomara la iniciativa a la conversación.
- Después del desayuno, iré a dar una vuelta por el parque, la psicóloga me ha dicho que pasar momentos fuera de casa me ayudará a superar todo esto.
-Eso es magnífico hermana, le diré al chofer que te lleve a donde quieras y que Hyejin te acompañe.
- No, no es necesario. Si quiero salir de esto, tengo que esforzarme por mi cuenta.
- Pero Jennie, no podemos dejarte sola. Estamos en esto juntos ¿lo recuerdas?
-Y lo sé, estás primeras semanas han sido muy difícil para mi, y el hecho de que me acompañes a las terapias y que estės conmigo; me ha reconfortado muchísimo, pero tambiėn quiero hacerlo por mi
cuenta. No puedo depender de alguien todo el momento.
-Te comprendo, cuñada. Si te hace sentir bien, hazlo -le contestė.
-Pero Jimin -intervino Jungkook.
-Tranquilo, nuestra Jennie es una mujer muy fuerte, y estoy segura que pronto volveremos a ver esa sonrisa ancha en sus labios.
Cruzando su mirada con la mía Jungkook lo pensó, pero al final terminó dándome la razón.
-De acuerdo, pero si necesitas algo tienes mi número y llámame ¿Lo harás, Jennie?
-Ya no soy una bebé. Soy tu hermana menor, pero también soy una adulta.
- Así tengas cien años, yo seré siempre tu hermano mayor, y cuando lo necesites sea el momento que sea, no dudes en contar conmigo, ahí estaré para ti, incluso cuando estemos lejos.
- De acuerdo, es imposible decirte que no -ella colocó su mano sobre la de su hermano, transmitiendo ese sentimiento de confianza único entre hermanos.
Tras salir de casa, me acerqué a Jungkook, tenía que decirle que llegaría tarde a la oficina, no quería un mal entendido entre nosotros.
- ¿A dónde irás? -quiso saber. Sus ojos y
expresión se mostraban serios.
-Tengo qué reunirme con mi abogado, he
descubierto algo que podría ayudarme a salvar la fábrica.
-¿De qué se trata?
No estaba seguro de decirle, no sabría cómo lo tomaría, ya que de hecho, ni yo estaba tan seguro, pero opté por confiarle este secreto.
- Ayer fui a hablar con mi madre, y me reveló algo que jamás creí que fuera una realidad.
-¿Qué exactamente?
- Yo... tengo un medio hermano.
Por la mirada y su reacción fue evidente que él no esperaba esa respuesta de mi parte, le tomó unos segundos antes de preguntar, pues no era algo para tomarse con simpleza.
-¿Un hermano? ¿Cómo es eso posible? s
Eres hijo único de tu padre y de la señora qué te dio la vida.
- Tambiėn pensé lo mismo, pero ayer, ella me reveló que mi padre tuvo un hijo antes que a mí, no tengo mucha información de él, salvo unas iniciales que son K. P. B. Supongo que ese es el nombre del hijo
mayor de mi padre, y ahora necesito encontrarlo para salvar la fábrica. Él es el otro dueño, de eso estoy seguro.
- Bueno, con esto si me has dejado sorprendido, un hijo secreto, me pregunto por qué te lo ocultó, si dejaba la fábrica a nombre de ustedes dos, sabía que en cualquier momento deberías enterarte, por qué callarlo durante tantos años.
-¿Cuál sería el motivo? Ya no puedo tener respuestas, mi padre está muerto y se llevó ese secreto a la tumba, pero me queda está sensación de que cuando lo conozca, podré entender muchas
cosas. Nunca tuve una familia verdadera Jungkook, pienso que con mi medio hermano podría iniciar lo que siempre desee. Cuando te miro a ti y a Jennie, imaginaba sentir ese mismo cariño de alguien que me protegiera al que yo quisiera tanto y abrazarlo cuando más lo
necesitará.
Pasando sus dedos sobre mis mejillas, me sonrió, entendiendo lo que pasé durante tantos años.
- Tienes mi apoyo, haz lo que creas conveniente, sé que sabrás sacar todo adelante.
Mostrando una sonrisa ancha con mis mejillas sonrojadas, afirmé para luego correr a mi auto, listo para encontrarme con mi abogado.
(Pov Jennie)
Mi hermano siempre se preocupaba por mi y lo agradecía infinitamente, pero no quería seguir siendo más una carga. Necesitaba depender solo de mí, y si bien aún dolía lo que Jackson me había hecho, debo poner todo de mi parte para pasar la página, por mi y por mi bebé que viene en camino, saldría adelante. El amor que tuve por ese hombre no se iría
de la noche a la mañana, incluso había momentos donde lloraba en silencio en la soledad de mi habitación, sin embargo, el mundo no se ha acabado.
Tengo mucho por ver en el futuro.
Siendo esta vez por mi cuenta, me dirigí al parque cercano a nuestra casa, teníamos un jardín amplio, pero no era lo mismo que ver a otras personas corriendo y sentir el aire libre golpear a mis mejillas, Saber que ahora podía hacerlo yo sola, me despertaba esa sensación única e indescriptible a mi pecho.
Mientras tomaba asiento sobre una de las
banquetas, miraba a los niños correr jugando tras balones y animales corriendo, hasta que vi las parejas
que llegaban a pasar un hermoso día entre ellos. La nostalgia invadió mi corazón, llenándome de una tristeza que se expresaba en mis ojos, apretando los
labios me dije en la mente en qué yo podía. Nada me volvería a derrumbar.
Sin embargo, las lágrimas bajaban por mis mejillas, dando a notar que aún me faltaba mucho para lograr superar esto.
Entonces, cuando limpiaba mis mejillas con mis dedos, noté un pañuelo estirado frente a mi, Al divisar el rostro de esta persona, mis labios quedaron semiabiertos.
-Bamban. -pronuncie su nombre.
- Señora Jennie, cuánto Lamento encontrarnos en esta situación, no sabe lo avergonzado que estoy.
Su rostro mostraba una clara expresión de arrepentimiento, parecía estar sufriendo por dentro, lo cual no entendía.
Él no era culpable de lo que Jackson había hecho.
Entonces, me levanté del asiento abrazándome a su pecho, sentí mi alma liberarse.
-¡Señora Jennie!-dijo sorprendido
- Ya te había dicho que no me digas señora, solo Jennie -le respondí sin soltarlo.
- Pero creí que usted estaba enojada
conmigo.
-Mi enojo no era hacia ti. Tú no eres el culpable, eres mi amigo, una de las personas en quién más confío -le confesé, volviendo a mirarlo a los ojos -. Es ilógico que te culpe por algo que no hiciste. Siempre has estado conmigo cuando más lo necesitaba, incluso más que el padre de mi bebé.
Pov Jimin.
Revelarle los hechos al abogado no sirvió de mucho, con sólo unas iniciales era difícil de encontrar a la persona que era dueño de la mitad de la fábrica.
- He logrado que nos esperen una semana más, señor Jimin. Tenemos este tiempo para averiguar el nombre completo de la persona, así que es nuestra última oportunidad.
Yo me preguntaba si en tres semanas no
habíamos encontrado nada ¿Qué podríamos lograr en una? No quería admitirlo, pero cada vez veía más lejos
la solución a esto.
La semana pasó, y eventualmente como lo supuse, el día llegó. Este día jamás lo olvidaría, tendría marcado con dolor la pérdida del sacrificio de mi padre.
Tengo contactos con influyentes, si lo
deseas…
-No Jungkook, eso solo retrasará lo inevitable, la suerte está echada. Ya no hay vuelta atrás.
Cuando me disponía a salir a reunirme para entregar los papeles en mi poder.
Recibí una llamada de mi abogado.
Seguro era para decirme que estaban
esperando mi presencia, más mi sorpresa se vería reflejada cuando dejé caer el celular al suelo.
-¡Jimin!se asustó Jungkook, tomándome en sus brazos antes de que me desmayara de la impresión.
-¿Qué pasó? ¿Qué te dijo?
- La fábrica... -musité.
-¿Qué ocurrió con la propiedad?
-A-alguien pagó la deuda en su totalidad.
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Maratón 1/3❤
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