🪻┆Espera
-El agapanto fue testigo de que en aquel
Entonces, un joven lleno de temores y con el dolor de no haber superado la muerte de su madre, sonriera al jovencito que me salvó de caer en la depresión.
Estabas roto y aún así parchaste mi corazón. Busqué una luz que me ayudara a salir de esa oscuridad...y te encontré -Jungkook se levantó entrelazado mi mano a la de él-. Tú me salvaste, tú eres mi pequeña florecilla, y si tengo que rogarte seis o cien años, lo haré. Y
aunque suene egoista, no quiero que nadie más te tenga. Solo yo deseo ser el que baile contigo, solo yo deseo regalarte flores, solo yo quiero estar en tu corazón.
-¡Ya bésalo! -gritó alguien a nuestras
espaldas. Al darme cuenta, se trataba de Hoseok.
-¿Qué hacía él aquí?
- Me descubrió en las florerias, y no quiso
perderse de esto.
¿Hiciste todo eso por mí?-solté una tímida carcajada.
- Mil cosas haría, y ni con eso seria digno, así que si me aceptas, prometo luchar todos los días de mi vida para ganarmelo.
Entre la alegría y las ganas de llorar, lo abracé, colgándome de su cuello.
- Eso quiere decir que…
- Lo pensaré -afirmé.
-oh, bueno..
- Ja, ja, ja Usted no entiende, señor Dictador, no soy tan fácil como usted cree. Quiero más, pero esto.. si, me agradó mucho y eso marchito, está renaciendo. Acepto que tambien siento muchas cosas por ti, pero demuéstrame que puedo confiar en ti y que no me equivocaré.
-Entonces…
-¿Esto responde a tu pregunta? -contesté
robándole un beso que él se tomó por sorpresa, pero que no tardó en corresponder, apretando mi cintura.
- Creo que deberíamos dejarlos solos -escuché susurrar a Jennie.
-Ay no, yo quiero seguir tomando fotos -se quejó Hoseok, sin embargo, al final nos dejaron a solas.
Luego de que nuestro beso finalizara, él me tomó de ambas mejillas, pegando su frente a la mía. Estuvimos así unos minutos, escuchando el aleteo de las aves junto a su canto sobre los árboles y el viento rodeandonos.
En silencio caminamos por el jardín, hasta llegar a un lugar apartado para sentarnos, donde veíamos a Bam correr detrás de las mariposas y el agua de los aspersores rociando a las flores.
-Y exactamente ¿Desde cuando te empecé a gustar? le pregunté con curiosidad.
Jungkook miró sus manos, dudoso de contestar a mi pregunta. -Siendo sincero, he de admitir que fue desde la primera vez.
-¿Cuando me viste en la graduación?
- No -suspiró girando a tomar mi mano-. Soy muy orgulloso para admitir algo, así que... Es difícil para mí confesarlo. Considerando que tú eras más joven que yo.
-¿Cómo?-me sonrojé.
-Al principio era como un sentimiento de
ternura, que conforme pasaron los días fue transformándose en algo que hiciera que viera tu rostro en cada parte de mi vida cotidiana, y con los años, empecé a experimentar nuevas cosas. Fue ahí
cómo lo conocí a él.
-Jihoon.. -dije su nombre.
-Si, sin embargo... ¿Quieres saber por qué creí estar enamorado de él?
-No estoy seguro, pero quiero saberlo. Si vamos a empezar esto de nuevo, es necesario que te escuche.
- En realidad, la alegría y la ternura que el
fingía, me hacía recordar en cierta manera a ese niño que nunca pude olvidar. Ahora entiendo que solo busque un sustituto para rellenar ese vacío. Una pésima decisión, y cuando volví a verte en la lectura del testamento, yo ya tenía todo un proyecto de vida en mi cabeza. Saber de la noche a la mañana que estaba casado fue una gran sorpresa para mi, y más pensando que tú habías estado con mi padre. Eso… eso me llenó de rabia, pues por un lado lo tenía a él, pero por el otro estabas tú, que al fin te tenia frente a mi. Sin embargo, mis celos me cegaron. Jihoon y yo ya no estábamos bien en aquel tiempo, Nuestra relación de seis años, en realidad fue solo de uno. El resto no lo pasamos juntos, prácticamente vivimos separados, encontrándonos de vez en cuando.
- Tus palabras me dolieron.
-Lo sé, créeme que lo entiendo y estoy
profundamente arrepentido de haberte dicho tales cosas, cuando la realidad era que sentía todo lo contrario. Cada vez que decía odiarte, era cuando más me sentía atraído por ti, pero mi maldito orgullo no me dejo. Me comporté como un completo imbécil.
- Ambos fuimos orgullosos -comenté
recostando mi cabeza en su hombro.
- No estoy seguro que algún día puedas olvidar todo lo que dije por mis celos, pero si puedo darte mejores recuerdos que perduren en el tiempo.
-Yo también hice algunas cosas indebidas, pero no me arrepiento, porque en cierto modo te lo merecías.
-Y yo soy el dictador?
-El dictador que me atrapó -me abrigué en su pecho, disfrutando de los latidos de su corazón.
…
-No era necesario todo esto -dije sonrojado, después de entrar a un restaurante que Jungkook hizo cerrar para que solo los dos pudiéramos disfrutarlo-. Pobre de los demás comensales ¿Que dirán? Qué tengo dinero-bromeó.
-¡0ye!
- Ja, ja, ja Pero es verdad, nada, ni siquiera el dinero de todas las sedes Jeon podría ser suficiente para compensarte.
- Sabes que para mi el dinero no es importante, puedo ser feliz comiendo incluso comida rápida en nuestra habitación.
-¿Nuestra habitación? levantó una ceja con doble intención.
-Eh... Yo, yo no quise decir eso -respondí
nervioso.
¿Te digo algo? Esa vez que estuvimos de viaje, bebiste de más…
-¡Ay no me hagas acordar! -me cubrí el rostro avergonzado-. Hice muchas cosas de las que hasta ahora sigo recordando.
-¿incluso tu baile?
-¿Baile? -dije incrédulo--¿Qué clase de
baile?
-Te subiste sobre mi en la cama y empezaste a mover las caderas de una manera muy sensual. Nunca imaginé que fueras capaz de hacer algo así, pero debo admitir que me encantó.
Con la sangre llenándose en mis mejillas, me negaba a creer que yo hubiera sido capaz de hacer todo eso ¿o si? Ya no estaba seguro de nada.
Él resto de la cena transcurrió tan
romanticamente. Música, comida, y una plática que por el momento se tornaba picante. Comprendía que tanto ėl como yo compartimos cosas en común y que
el orgullo fue nuestro principal enemigo.
…
"Hip -solté cubriendo mis labios luego de
salir a la calle-. Cre-creo que no debí haber bebido mucho vino "Hip' ¿Ay, y por qué se mueve el piso?.
-No es el piso lo que se mueve, eres tú que se te pasaron las copas -me contestó, ayudándome a Llegar al auto.
-¿Tú por qué no estás ebrio? Ja, ja, ja Ay que lindo te ves con la luna bañando tus ojos azules.
-Tú también estás hermoso, pero presta
atención por donde pisas, de lo contrario vas a…
-¡Ay!-terminė "metiendo la pata" literalmente
Había metido mi pie en un hueco en la tierra, provocando que casi me cayera con Jungkook, quien tuvo que sostenerme para no lastimarme.
-Creo que para la próxima voy a pedir que el vino sea escondido en todo caso sea reemplazado por algo sin alcohol.
-¿Entonces no quieres que te baile?–
bromeė.
- Jimin... ya vámonos a casa.
-No, espera mira como puedo moverme -me solté de sus brazos, empezando a mover mis caderas lentamente, según yo, esto era sexy-¿Qué tal? ¿Parezco una danzante arabe?
-Jimin...tu ropa está dejando ver mucho de tus piel, vamos a.. ¿Qué putas miras! ¡Si no quieres que te arranque los ojos, lárgate a mirar a tu
abuela!.
Un hombre que estaba cruzando la calle, se había quedado mirando, y cuando estaba por sacar su celular y empezar a grabarme, Jungkook reaccionó furioso.
-Oye, muñeco ¿No quieres bailarme a mi? Puedo pagarte muy bien.
Otro que me había visto, se había detenido en su auto, mordiendo sus labios me recorría con la mirada.
-¡Más te vale encender tu motor y pisar el
acelerador, porque cuando te vea otro segundo mirando a mi esposo, será lo último que tus ojos verán!
-Ya Jungkook, no te enojes -le pedí tomando su brazo--. No es como si yo fuera a aceptar irme con ellos.
-No estoy celoso... Solo que..-apretó los
dientes-. Perdona, se que no te gusta que actúe así, pero cuando otro tipo te mira no puedo evitar que mi sangre se vuelva más caliente que la lava de un volcán.
Llegar a casa fue algo complicado para él. pues.. cómo decirlo. En parte era verdad que yo con una botella en la mano era un peligro, y está era la tercera vez que él lo comprobaba.
-¡Llego el rey!-grité al salir del auto-. Ay, el piso sigue temblando -me sujeté de sus hombros.
- Agarrate de mi cuello -me recomendó.
-¿Eh? ¿Y por qué debo...? ;Woah! -me levantó en su espalda, obligándome a aferrarme a su cuello.
- Te llevaré a tu habitación, trata de no hacer ruido, mañana tendrás un dolor terrible de cabeza.
- Tu espalda es cálida -dije, ignorando por
completo su comentario-¿Puedo dormir aquí?
Él subió por las escaleras, me llevó por todo el camino hasta llegar a mi habitación, una vez que todo fuera seguro, me dejó resbalar sobre mi cama.
Sentí sus manos bajar por mi pantorrillas, quitando mis zapatos.
-Vamos a hacerlo?-pregunté mordiendo mi dedo con un rostro que provocó que Jungkook pasará saliva.
-Jimin, estás ebrio. No creo que sería correcto que…
-¿Acaso no te provoco?-susurré con voz
seductora.
-Jimin, me lo estás poniendo difícil. Yo.
- Atrévete... -Lo provoqué.
Solo un segundo después, tenía la boca de Jungkook devorando mi cuello, con mis piernas abrazando su cintura, mientras él acariciaba mis muslos.
-Ah...-gemí contra su oído.
-¡Mierda! Jimin... no puedo esperar, no puedo más, lo intenté, pero…
-Espera…
-Jimin lo que tengas que decir puede esperar mañana. Ahora…
-Es que sí es importante -afirmé.
Él usó toda su fuerza de control, lo sentía todo excitado, su bulto estaba presionando en mi estómago.
- Bien, dime.. -respondió con voz ronca.
- Lo que pasa es que…
-¿Qué? Jimin, me estoy muriendo.
-Estoy en mis días fértiles.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top