🪻|En la fiesta II
La fiesta iba perfectamente bien, la decoración, las mesas, la comida, bebida; todo estaba saliendo bien.
-Cuñada, se te ve muy feliz -dije al
encontrarme a Jennie, colgando una llamada.
-oh, Jimin, pensė que estabas con mi
hermano.
-Lo estaba, pero tuve que llevar a Hoseok a una de las habitaciones a descansar, pedí que le llevaran un café bien cargado. Espero que reaccione.
-Es un tipo bastante agradable y alegre, se ve que se han hecho muy buenos amigos -comentó Jennie.
- Lo es, lo conocí de casualidad en un bar, y desde entonces somos excelentes amigos. Aunque claro, tendré que dejar de lado mis locuras por un buen tiempo.
-¿Por qué? ¿Estás enferma?
-No-negué-. Todo lo contrario, estoy…
- Señor Jeon-me llamó con una voz amable y cariñosa.
-¡Señora choi! -me di la vuelta para saludarla.
-. Pero qué es eso de Señor, solo digame Jimin.
-Lo haría querido, pero ahora estoy trabajando y no debo olvidar mi lugar.
-Esas son tonterías -respondí-, Me conoce desde hace mucho y…
-No querido, tú me contrataste para el catering. Cuando termine el trabajo volveremos a ser amigos.
- Supongo que será imposible hacerla cambiar de opinión ¿Verdad?
-Ya lo sabes, querido
.
-Ja, ja, ja Así era mamá -comentó Jennie-. con papá y conmigo era muy estricta y cuando decía "No" era no. Salvo con Jungkook, él siempre estuvo apegado a ella.
-Oh querida, tu vientre está enorme -comentó la señora choi tentada a tocar- ¿Puedo?
- Adelante -sonrió Jennie.
-¿Cuánto tiempo tiene, linda?
- Pronto serán siete meses y será un hermosa niña.
-Oh, será una pequeña muy hermosa-al mirar los ojos de Jennie, le devolvió la sonrisa-. Se te ve muy ilusionada, esperas con ansias a tu bebė.
-Es lo que más quiero en el mundo.
Al ver la sonrisa que Jennie mostraba con tanta ternura, inevitablemente mi mano bajó a mi vientre, tocando esa área ya ocupada, por un ser del que hoy me había enterado.
'Flashback
Acababa de salir de casa para ir al trabajo, pero cuando me dirigía al auto, sentí un mareo intenso que por poco provocó que me desvaneciera.
- Uff-solté el aire, recargándose en la puerta-. Dios, otra vez estos mareos. No creo que sea nuevamente por debilidad. Deberé ir al doctor, seguro me recetara alguna medicina para calmar este
malestar.
Esa mañana fui a hacerme una revisión. opté por no decir nada a nadie, no quería preocuparlos antes de tener los resultados.
Llamė solo para asegurarme de que pudiera atenderme y obtenido el espacio, me dirigí con prisa.
…
Fue solo cuestión de unos minutos, aunque me encontraba nervioso, le conté al doctor de los malestares que había tenido, y muy contrario a la última vez, él mostró un rostro con duda.
Debere tomarle unas muestras para mandarlas a analizar. Tengo una sospecha, pero se lo comunicare
mañana muy temprano.
-¿Mañana? Pero será la celebración del
cumpleaños de mi esposo, No creo poder tener el tiempo suficiente.
-En ese caso, lo llamaré, pero las pruebas serán necesarias.
-Ay no me diga... ¿Sangre?.
El doctor ocultó una sonrisa detrás de sus
manos.
"Fin Flashback*
Y así había sido, esta mañana cuando daba las indicaciones de donde quería los adornos y decoraciones, recibí la llamada del doctor.
Al darme la noticia, creí que me desmayaría, pero no por los mareos, más bien era de sorpresa.
Mis labios temblaron, y como si me saludara, sentí una gran calidez subir desde mi vientre hasta mi pecho. Estaba ahí. Una vida crecía dentro de mí. Mi
bebé había llegado para darme el mejor regalo en el cumpleaños de mi esposo.
-¿Estás bien, querido? -me preguntó la señora Choi al notar mi emoción.
-¿Eh? Si.
-Estás llorando, tus mejillas están húmedas. me señaló.
-Oh -llevé mis manos a mi rostro, limpiando las lágrimas que habían caído al recordar la mejor noticia que había recibido en toda mi vida-, Simplemente
Estoy feliz, supongo que me he vuelto algo llorón -bromeé.
Esta noche, después de que todo terminara, le contaría a Jungkook de mi embarazo, no estaba seguro de cuál sería su reacción, pero la confianza que él daba, me hacia sentir segura.
- Todo estará bien, tu padre estará tan feliz cuando sepa que ya estás en camino -me dije en la mente, antes de regresar con los demás invitados.
(Pov Jungkook)
Jimik se veía muy especial esta noche, traia un brillo especial en la mirada. Como si quisiera hablarme con los ojos. Envuelta en ese hermoso traje, resaltaba su belleza natural, todo un dios.
- Acabo de dejar a Hoseok en la habitación de huéspedes, el café que le Ilevó Hyejin; hará efecto muy pronto.
- Bueno, debo agradecerle por hacernos pasar un buen rato a todos. Las risas que nos arrancó será inolvidable.
-No debió contar nuestros secretos, cuando despierte le diré que lo de los bailes no debían divulgarse.
- No hagas corajes, no pensemos en eso, y disfrutemos la fiesta.
-Y ahora qué te pasa a ti?-me preguntó
levantando una ceja –. Creí que el enojado serías tú.
-No hay nada que pueda hacerme enojar el día de hoy. Pues todo lo que amo está cerca. Mi hermana.. mi esposo-susurré, acercando mis labios a su oído-. Estoy ansioso por recibir tu regalo.
-¡Espera! -se alejó sonrojado-. Hay mucho público hoy.
-¿ Y qué? Tu regalo lo quiero en nuestra
habitación y sin interrupciones.
-Jungkook…
-Vamos a bailar!
Cuando estaba a punto de robarle un beso, Una mano me quitó a mi esposo de los brazos.
-¡Hoseok! -dijo sorprendido-. No creí
que…
-Si, me pasé con las copas, pero exageré un poco. Además para eso son las fiestas, para divertirse.
-Y tú, bombón. Baila con tu hermana, que está detrás de ti.
Tanto Jennie como yo, sonreímos por las ocurrencias del amigo de Jimin.
- Ese sujeto es muy extrovertido -comentó la mujer que estaba a cargo del catering- En mis tiempos no eran así.
-Cambio de pareja! -gritó Hoseok intentando bailar conmigo, pero me negué. El baile no era lo mío. Los demás invitados ya estaban contagiados de la
alegría del tipo, sin duda esto estaba saliéndose de control. La música que en un principio era lenta, ahora era movida y alegre.
-Tú te lo pierdes guapo -dijo acercándose a la mujer mayor-, Venga abuela, vamos.
La mujer que hace unos segundos miraba con desaprobación el comportamiento del sujeto, ahora estaba contagiada del ambiente.
Dirigiendo mi mirada al frente, me encontré con una escena bastante agradable. Sonriendo con esa belleza única que cada uno tenía, ambos bailaban.
Jennie, bailando con su abultado vientre de casi siete meses, y mi esposo, moviendo los hombros y brazos con
alegria.
-Esto es la felicidad, está es la vida que casi pierdo por mis malas acciones y decisiones. Gracias por llegar a mi vida Jimin, gracias por darme esta oportunidad y tomar mi vida entre tus manos.
-Volveré en unos minutos, baila con tu esposo - se acercó Jennie, sacando el celular de su bolsillo.
Jimin se acercó, dudando en si hacer lo que las otras parejas hacían bajo la música.
-Contigo siempre está la excepción -murmuré, atrapando su brazo para pegarla a mi pecho.
- Ja, ja, ja ¿De verdad? No me imagino al señor dictador bailando para su esposo.
- Puedo hacer muchas cosas más, pero las más íntimas me las reservo para hacerlas en nuestra habitación.
- Umm el fingió pensarlo-. Creo que hoy no podré, tengo mucho por hacer.
-i¿Qué?!
- Solo bromeó-me envolvió el cuello con sus brazos-. Además, tengo algo muy importante que contarte.
-Y no podría esperar hasta mañana? No te imaginas las ganas que tengo de llevarte a la habitación y encerrarnos hasta mañana, donde lo único que se escuche sean tu voz y la mía unidas a un
solo grito.
El me golpeó el pecho con su delicada y suave mano, mostrando una sonrisa y un falso enojo.
-¿Qué? Tú también lo quieres ¿o dirá que no, señor Jeon?
-Eres insaciable, pero lo que tengo que contarte es muy importante y no puedo dejarlo esperar.
-Pero dímelo ahora -pedí con más interés en el tema.
-No creo que sea el momento, esto será primero para nosotros y luego podremos compartirlo con los demás y..
-¡AHHH!
Con un fuerte grito, acompañado del sonido de los cristales rotos regados en el piso, todo en la fiesta se detuvo.
-¡JENNIE!
La ambulancia llegó al hospital, y con ella mi hermana.
Mirando como la llevaban de emergencia con su pómulo amoratado y la sangre cayendo de su cabeza, me sentí caer en agujero sin fondo ¿Cómo ocurrió? ¿En
que momento tanta felicidad se convirtió en esto? Yo yo no soy tan fuerte.
-No pueden seguir, desde aqui nos
encargaremos nosotros -dijo el doctor frente a nosotros.
-Oh Dios. Pobre de la señora Jennie -comentó Hyejin.
-¡No puedo dejar a mi hermana! ¡Ella me
necesita!.
-Jungkook, tienes que tranquilizarte. Nosotros no seremos de ayuda, solo ellos pueden ayudarle ahora.
Sosteniendo mi brazo, Jimin me miraba con el mismo dolor y preocupación que yo tenía. Así que, reuniendo todo mi valor, solté la camilla donde se llevaban a Jennie.
Ver esas puertas cerrarse con ella adentro, fue como revivir ese aterrador día.
Mi madre, había muerto ante mis ojos, pero sus palabras aún hacían eco en mi memoria.
«Eres el mayor, y tu hermanita necesitarå de alguien que la cuide, nunca lo olvides, mi pequeño gran héroe.
-¡Mamá!
Cerré los ojos, restregando mis manos contra la pared.
¿iPor qué me detuviste?! Debí haber abortado a este bebé! «¡Estoy sola y la bebé también lo estará!
Cada recuerdo llegaba a mi mente con un dolor intenso a mi pecho.
«Nadie me ama «Nadie me amará"
A cada segundo que pasaba, me hundía más en la desolación.
Mi pobre hermana había caído de las escaleras, golpeando su cabeza en repetidas veces hasta chocar contra el adorno que se estrelló contra el suelo.
-Jennie...-apreté los ojos, conteniendo mi temor, de pronto, las manos de Jimin encerraron la mía, él se apoyó a mi lado para darme calma, en realidad la
necesitaba.
-Roguemos para que todo salga bien -escuché al amigo de Jimin hablando con Hyejin.
Tenia que salir bien, mi hermana volvería a salir con esa brillante sonrisa.
Y como una eternidad; pasaron los minutos, dejándonos en incertidumbre, hasta que las puertas se abrieron, saliendo el médico con expresión fatal.
- Familia Jeon.
- Doctor ¿Cómo está Jennie? Díganos cómo salió - preguntó Jimin acercándose al hombre que había atendido a mi hermana.
Él apretó los labios, quitándose los anteojos.
-¡Hablé! ¿Por qué se queda callado?-le exigi saber.
- Señor Jeon…
-Maldita sea, habla!
-Jungkook cálmate -me pidió Jimin,
interponiéndose entre nosotros.
-Yo lo lamento, se hizo todo lo que se pudo y no pudimos salvarla.
Para todos fue como oir la peor noticia de
nuestras vidas. Jimin se llevó las manos al rostro y yo solo sentí mis ojos cristalizarse.
-iiDe qué está hablando?! i¿Cómo qué no
pudieron salvarla?! -En mi desesperación tomé al médico del cuello su uniforme.
- Hicimos todo lo posible tanto con la madre como con la bebé, pero no pudimos salvar a la bebé.
-Jungkook.. -Jimin me alejó del médico,
enterrando su rostro en mi pecho.
Para mi nada de esto era real, veía a los que me rodeaban, y todos lloraban, pero yo me negaba a hacerlo. Esto era una pesadilla.
A los pocos minutos, sacaron a mi hermana sobre la camilla, sus ojos cerrados, esa sensación de solo estar dormida, los parches en su cabeza, y el pómulo amoratado; me dejaron en shock.
Jennie…
- Podrán verla en unos minutos, hasta que recupere la conciencia. Nuevamente les doy mi más sentido pésame, con permiso.
…
Deshecho, asi me siento. Incapaz de despertar de esta pesadilla en vida ¡Qué alguien me despierte! ¡Mi querida hermana! ¡Aquella que juré proteger con toda mi vida!
- Disculpen -salió una enfermera de la
habitación de mi hermana-, La paciente ha despertado, si gustan pueden pasar.
- Gracias -respondió Jimin. Vamos Jungkook, tu hermana nos necesita -me dijo Jimin, tomando mi mano para que la acompañe, pero lo cierto es que no
tenia el valor de verla a los ojos en ese estado.
- Vayan ustedes, yo.. no puedo.
- Jungkook..
-Jimin, entiéndeme. Ahora no me siento bien– suspiré.
Él me entendió, lo supe cuando besó mi frente antes de irse.
De alguna manera, me quedé sentado pensando en cómo reaccionaría Jennie al saber de la bebé, para ella esa niña era su mundo.
Jungkook, serás tío «Al ver la imagen de mi ultrasonido, supe que ya no estoy sola
Tras meditarlo mucho, me levanté de la sala y me encamine a la habitación de mi hermana.
Al llegar a la puerta que estaba entreabierta, miré a todos los que rodeaban a mi hermana. Ella empezaba a despertar, tratando de acomodarse en la
cama.
-Jennie... -sollozó Jimin, al verla con los ojos abiertos, ayudándola de inmediato.
- Señora Jennie...-Hyejin se cubrió los labios.
-Oh Dios... -Hoseok se dio la vuelta limpiando sus ojos.
-Por qué... ¿Por qué están llorando?-preguntó confundida.
- Jennie... -Jimin se se sentó a su lado,
acomodando un mechón del cabello de mi hermana.
- Jimin ... ¿Qué sucede? ¿Por qué esa mirada triste?
-Señora Jennie, su bebé…
-¿Qué pasa con mi bebė? Ya nació,
verdad? Mi hermana parecía no entenderlo.
-Jennie, por favor mírame…
-¡No! ¿Por qué no traen a mi bebé? Quiero verla.
-Jennie... -Jimin mordió sus labios, derramando lágrimas que resbalaron de sus mejillas–. Tú bebé no va a venir, ella no..
-¡Por favor no digas tonterías! ¡Mi bebé está bien!
- Señora Jennie...-Hyejin se ocultó tras sus manos.
-Ya no lloren, ella me está esperando. Mi bebé me dirá mamá ¿verdad? Ansío poder verla. Jimin ¿Recuerdas el suéter? Por favor ve a traerlo, sé que le quedará algo grande, pero ella crecerá. Los bebés
crecen rápido -la sonrisa en los labios de Jennie eran acompañados de un temblor en su voz-. Su habitación estaba casi lista, pero la terminaré cuando me den el alta. Pronto ella será una niña saludable
¡irá al preescolar!-dijo con ilusión--. Me contará sus secretos, yo seré su amiga... Mi hija me espera…
-Jennie... -sollozó Jimin.
-Les digo que nada le ha pasado a mi hija.
Yo no pude seguir mirando su dolor, y me di la vuelta, entonces…
-Jimin, Jungkook está afuera, dile entre. Nada me ha pasado a mi ni a mi niña.
Al saber que mi hermana había notado mi
presencia, me giré a verla a los ojos, nuestras miradas se cruzaron y no hizo falta palabras. Yo no pude reprimir más mi sentir, y mis ojos soltaron las lágrimas
que me negaba a liberar.
Ella pareció entenderlo, pues sus ojos se abrieron grandes y llevando sus manos a su vientre, se derrumbó en el dolor.
Jimin y los demás la abrazaron, mientras ella rompía en llanto.
-¡No..! jNo puede ser! ¡Mi bebe no... i
NOOO!
- Perdóname... -susurré-. Perdóname por no haberte protegido como lo prometí.
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