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LUNA LLENA

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EN UNA VIEJA CASA SE ENCONTRABA UN hombre alto, castaño y con algunas cicatrices adornando su cara. Ese día se sentía muy nervioso, no paraba de asomarse por la ventana ya que próximamente la luna llena llegaría a su máximo esplendor.

No tenía noticias de James, y el saber el destino de uno de sus mejores amigos lo estaba volviendo loco pues Sirius Black había sido juzgado y encarcelado injustamente en Azkaban.

Se sentía vacío, y el hecho de que esta noche se convertiría en una bestia no ayudaba mucho. Sus nervios crecían con el pasar de los minutos, decidió prepararse antes de que la luna llena se posara en el cielo. Hoy no sería una gran noche para Remus Lupin.

***

JAMES POTTER se encontraba sentado en la punta de la cama frente a la ventana del cuatro que Margaret había acomodado para él, decidió levantarse y salir de ahí pues le incomodaba la soledad y oscuridad que desprende de ese lugar, o tal vez era él.

Mientras James se sumía en sus pensamientos, Margaret llevaba la difícil tarea de alimentar a Harry. LLevaba más de veinte minutos intentando hacer que el bebe comiera pero Harry estaba muy inquieto y simplemente no abría la boca

—Vamos Harry— Pidió Margaret intentando acercar la cuchara a Harry pero este se lo impedía moviendo su cabeza en todas las direcciones posibles— No se ni de qué te quejas, lo hice yo, debe estar bueno— Margaret le dio una sonrisa a Harry y alejó la cuchara de él y la metió en su boca saboreando la comida— Mierda...— Susurro sin siquiera tragar ya que el sabor era tan amargo que terminó escupiendo en el lavaplatos

—Supongo que no heredaste los dotes de cocinera— Habló James sobresaltado a la pelirroja. Margaret limpio su boca con una servilleta y se volteo hasta quedar frente al hombre apoyado en el marco de la puerta

—Creí que estabas durmiendo

—Lo intente pero parece que el universo no quiere que descanse— James se acercó hasta su hijo quien estaba externado sus pequeños brazos hacia su padre pidiéndole que lo cargue.

El Potter mayor sonrió y cargo a Harry para dejarlo reposando en un de sus brazos mientras que con su mano libre dejaba suaves caricias en su mejilla.

—No importa, deberías intentar dormir— Margaret camino con lentitud hasta quedar frente a los dos varones en la cocina— Con todo lo que a pasado

—Mar— James la interrumpió dirigiendo su vista a la nombrada— Estoy bien

Margaret asintió y con un poco de incomodidad salió de la cocina dejando a Harry y James encerrados en ella. Reposó su cabeza en la puerta de madera intentando calmar su respiración e intentando aguantar las lágrimas que quiera salir de sus ojos

Con su corazón latiendo a mil, caminó hasta llegar a la sala principal donde se permitió soltar un sollozo que tapó con su boca para evitar ser escuchada por James.

***

PERO COMO RECORDARAN, NO MUY LEJOS de donde se encontraban la pequeña familia reunida había un hombre que se encontraba torturando a una pobre mujer con el poder de decirle todas las respuestas que buscaba.

—Señor, con to respeto— Comenzó a halar con temor Luke— Debería soltarla, está pálida y no creo que pueda aguantar otro golpe más— Con voz temblorosa, Luke se acercó más a la mujer atada a la silla

—Tu no deberías preocuparte por eso— Michael caminó en dirección a Luke manteniendo su bastón firme

—Lo tengo muy claro, señor. Sólo asegúrese de obtener lo que quiere antes de acabar con su vida

—Lo tendré en cuenta muchacho— Respondió el hombre con indiferencia— Ahora prepárate, en unos minutos partirás

Con la mirada baja camino hasta la puerta, intentando no pensar en ninguna maldición en su cabeza, sabía que su jefe podría leer su mente y eso era lo que menos necesitaba en ese momento.

***

MARGARET entró en la habitación que le había otorgado a James con Harry en brazos, el pequeño estaba dormido así que decidió acostarlo antes de que le diera por levantarse con más energía de la que ya tenía.

Había sido un día largo para ambos.

Dejó a Harry en la cama y lo arropo dejando la sábana hasta su cintura pero este se removió y Margaret tuvo que darle caricias en el pelo para evitar que despertara.

Cuando confirmó que Harry se había dormido del todo salió de la habitación en silencio y cerrando la puerta con mucha delicadeza.

Cuando se volteo para bajar las escaleras chocó con el pecho de James quien se había interpuesto en su camino.

—Lo siento— Dijo James alejándose de la pelirroja para darle su espacio

—Creí que ibas a dormir

—Lo intenté lo juro

Margaret respiró profundo y siguió de largo bajando las escaleras hasta llegar a la sala. James quedó unos segundos inmovil pero en cuanto reaccionó y vio que la pelirroja ya no estaba frente a él decidió seguir su ejemplo y bajó hasta llegar detrás de ella.

Ambos se mantuvieron en silencio, un silencio muy tranquilizador para ambos. Es como si el solo sonido de la noche acompañándolos fuera suficiente para combinar lo que ambos sentían.

—Mañana saldré al pueblo, ahora que ambos se quedaran aquí supongo que necesito comprar comida de verdad— Escucho la risa de James detrás de ella que otorgó la confianza para seguir hablando— Tal vez podrías venir si quieres— Le sugirió sin voltear a verlo aunque se arrepintió luego de no escuchar respuesta de James después de unos segundos por lo que se volteo para verlo directamente— Pero si aun no te sientes listo puedes quedarte con Harry aquí

James seguía sin decir nada y eso a Margaret la estaba volviendo loca, tenía miedo de haberlo arruinado.

El Potter caminó hasta la ventana en la cual se recostó del marco suspirando con la mirada fija en la luna llena.

—¿Cómo crees que la está pasando Remus?— Preguntó James

Margaret copia la acción de James viendo el perfil del hombre junto a ella.

—Estoy segura de que está bien— Respondió Margaret logrando sacar una sonrisa en James, sonrisa que borró de inmediato al recordar a su amigo pelinegro

—Quien no la debe estar pasando bien es Sirius— Margaret se tenso y cerró los ojos negando con tristeza— Dumbledor dijo que lo habían culpado por la muerte de Lily

—Es solo un malentendido James, en cuanto sepan que estás vivo y des tu declaración será libre

James guardó silencio y quitó la mirada de la luna llena para ponerla en Margaret, ahí fue cuando ella se dio cuenta de las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos.

—Lo arruine Mar

La nombrada frunció el ceño con confusión pero no puedo preguntar nada ya que los brazos de James se encubrieron en su cuerpo por lo que también hizo lo mismo dejando pasar aquel momento.