Shoot III: El juego de correr y atrapar
— Cuando veas las fotos seleccionadas quedarás impactado. — Dice Candy terminando de peinar mi cabello.
Hoy sería el Gala, Brillo y Glamour donde por fin presentarían la sesión en colaboración con Partenon wear. Wang y Suhan nos habían echado del set en cuanto dejamos de provocarnos como sinverguenzas frente a todos, querían sorprendernos.
Aunque para ser sincero yo fui el sorprendido al final de la sesión, apenas pude llegar a mi camerino por lo débil y tembloroso de mi cuerpo, frente al espejo me di cuenta que mi piel estaba rojiza y cosquilleando.
Estaba excitado. Que vergüenza y que ironía, por eso esta noche me mantendría al margen, el haber trabajado juntos y dejarlo tocarme seguramente lo haría creer que una barrera de confianza ha desaparecido entre nosotros.
Llegando al festival Wang me recibe con un abrazo efusivo antes de darme un pequeño tour por el enorme palacio elegante y lleno de glamour brillante haciéndole honor a su nombre.
Candelabros gigantes de diamantes, pantallas brillantes mostrando a los fotógrafos y directores de las colecciones cada cinco segundos y en otras a los modelos que representaban a las empresas. Meseros en trajes de vinil llevando vino y champagne por todo el lugar.
Las luces bajas combinaban perfectas con las de colores, el vapor y la música retumbando alta en las bocinas creaban un ambiente íntimo y misterioso.
— Pareces alegre esta noche Ceo Wang— Me cuelgo de su brazo coqueto.
— Cómo no estarlo Mimi, la sesión fotográfica fue maravillosa – Me besa la mejilla — Te luciste, me muero por que veas las fotos, estoy seguro que ni tu vas a creer lo perfecto que lo hiciste.
Avergonzado me recargo en su hombro riendo, en el camino nos encontramos con otros colegas y modelos amigos. Bebo otro poco de mi segunda copa de vino cuando por fin veo a Jeon Jungkook abrirse paso entre la gente. Un escalofríos me recorre la espina dorsal y odio sentirme así, detesto sonrojarme y todo el cambio que provoca desde aquel beso en mi camerino.
— Wang, Meatball. Esta noche pinta para ser muy prometedora. — Sus ojos se clavan en mi mientras sonríe de lado.
La mención del apodo me hace rodar los ojos.
— Mientras estés fuera de mi camino, por supuesto.— Digo por lo bajo, terminando con lo último de mi copa.
Wang se ríe y palmea mi mano aferrada a su brazo, divertido como siempre de la enemistad entre Jeon y yo.
— ¡Bienvenidos a todos esta noche! – Leehu, el coordinador de estos eventos da por comenzado el festival — Es hora de que comience esta fiesta donde derrochamos piel y sensualidad para nuestros adorados clientes, para que sepan y vean que incluso en la cama se puede estar de Gala, tener Brillo y mucho, mucho Glamour.
El vitoreo de emoción se expande por el inmenso lugar mientras la pantalla gigante se enciende mostrando el nombre de todos los colaboradores y las colecciones que se mostrarían. Pasamos a la sección de descanso donde estaban las salas lung para disfrutar del show.
El primero en aparecer es la colección Passionate kink, donde lo principal son los arnés y ligueros. Estoy dándole un trago a mi tercer copa cuando siento a Jeon inclinarse contra mi cuerpo.
— Esa colaboración debió ser nuestra. Tienes las piernas perfectas para lucir arneses.— Susurra en mi oído.
Me atraganto con el vino sorprendido, volteó a verlo mostrando mi peor mirada de odio.
—Tienes razón, los luzco espectacular.— Digo fanfarrón antes de empujar lejos su cuerpo.
Las colecciones pasan y son presentadas por los fotógrafos responsables. Después de tres espectáculos veo a Suhan subir al escenario luciendo maravilloso en un traje extravagante de satin con plumas en el pecho.
— Espero que nuestra colección Oro e Innortalidad los deslumbre justo como a nosotros durante el proceso. Nuestros modelos Jeon Jungkook y Park Jimin dieron todo de si para ustedes.
Las fotos desfilan en la pantalla mostrándome ante todos con mi piel expuesta envuelta en lencería provocativa. Escucho silbidos, elogios y uno que otro comentario morboso, me sonrojo de inmediato pero me agrada ser halagado por el público y los atractivos modelos.
Me pongo nervioso de nuevo cuando las fotos individuales acaban... Y por fin veo el dúo, la primera foto es cuando estoy entre las piernas de Jungkook; de rodillas. Su rostro tosco mira a la cámara feroz mientras me sostiene, nuestros rostros están rojizos y se notan las pupilas dilatadas.
En la siguiente foto aparezco a cuatro pies con un traje de pijama de dos piezas, shorts cortos y camisa de botón corta para mi y lo mismo para Jeon pero más largo. Estoy gateando hacia él mientras está sentado frente a mi con la camisa abierta.
Me bebo de un sorbo la copa sintiendo mi cuerpo ardiendo en calor por la vergüenza y el alcohol llenando mis venas. Estoy acalorado por el extasis del estreno y del festejo después de meses tranquilos sin diversión alocada de celebridades exóticas mezcladas en un mismo lugar privado lleno de alcohol y tabaco.
— Meatball jamás creí que fueras de los que bebían con entusiasmo.— Dice Jeon viéndome coger una copa de champagne cuando el mesero se acerca nuevamente.
— Ay Mimi, será mejor que te bebas esa copa ahora mismo para soportar la ultima foto.— Me advierte Wang.
Mi corazón se acelerada de repente ansioso por sus palabras y la risa de Jeon solo me hace seguir el consejo de Wang. Le doy un tran trago al líquido dulce justo cuando la foto ilumina la estancia; yo recostado sobre la alfombra mirando a la cámara con una mirada vidriosa pero imponente, arqueando mi cuerpo contra la jaula enorme y pesada de Jeon sobre mi, mirándome como a un filete.
La foto es magnífica.
Me bebo todo el champagne antes de ponerme de pie, no podía seguir allí por mas tiempo mientras el alcohol seguía calentando mi piel y Jeon poniéndome los nervios de punta.
— ¿Qué pasa Jimin? ¿A dónde vas?— Wang sujeta mi mano.
— Necesito ir al baño.
Alza una ceja mostrando curiosidad pero me suelto de su agarre y desaparezco entre la gente. Me tambaleo sutilmente dándome cuenta que los efectos del alcohol han comenzado, cada paso se siente tembloroso y descordinado.
Encuentro un corredor vacío después de no ver por ningún lado los baños. El vapor lo hace parecer casi a oscuras distorsionando un poco mi visión. Me detengo contra la pared ventilando mi rostro con la mano, el sudor baja por mi nuca hasta mi espalda pegoteando la camisa a mi piel.
Cierro los ojos aturdido por la música alta retumbando junto a mi corazón, aturdido por el alcohol y aturdido por la vergüenza de sentirme excitado de solo recordar la intensidad de la sesión fotográfica. Una tensión palpable entre nuestros cuerpos que jamás imaginé que se podía crear.
— Meatball, si querías esconderte fallaste completamente.
La voz que me llama apenas llega a mis oídos, pero lamentablemente soy capaz de escucharla. A regañadientes volteo a ver al sin vergüenza de Jeon Jungkook.
— Largo de aquí. — Digo con voz lenta por el alcohol.
Solo se ríe.
Ruedo los ojos molesto de que sea tan cínico. Decido que no necesito quedarme a soportarlo, doy media vuelta adentrándome al fondo del pasillo donde me encuentro con algunos colegas; les doy una sonrisa brillante sin mostrar intension de detenerme a conversar.
Al doblar mi derecha me encuentro unas escaleras, no dudo en subirlas con tal de perder al molesto modelo de cuerpo completo. La pequeña estancia privada parece estar vacía para mi suerte.
— Me gusta este juego de correr y atrapar, es excitante.
Brinco del susto y volteo encontrándome de nuevo con Jeon recargado en la pared sosteniendo una copa de vino.
— Ya cierra la boca por Dios – me llevo la mano al rostro frustrado — ¿Es que no te sirve el cerebro?
Un mesero aparece de pronto y tengo que tomar otra copa de champagne para hacerle frente a este hombre sin conciencia. Jeon lo echa para estar a solas conmigo. Reviso mi alrededor en busca de una salida express antes de que se le ocurra alguna estupidez.
— Lo pensaste demasiado.
Lo miro de nuevo solo para darme cuenta que ha comenzado a acercarse. El corazón me da un vuelco brusco en el pecho dejándome alerta, me quejo nervioso cuando me empuja contra la pared y derramo un poco de champagne sobre mi pecho.
— Sabes, a pesar de traer esta ropa holgada que insistes en usar – Su mano libre sujeta la mía contra mi cadera inmovilizándola, después acerca su rostro a mi pecho descubierto donde lame la humedad— Hoy te ves sensual.
— O quizá no has encontrado tu revolcón de esta noche y estás tan desesperado por meter tu polla en algo que decidiste acosarme— Respondo con la voz ahogada, mordiéndome el labio sintiéndome cada vez más agitado.
— Me sobran agujeros, solo tengo que elegir y lo tendré dispuesto.
— Eres un cerdo, Jeon Jungkook – Forcejeo tratando de liberar mi brazo, recordando que aún sostengo una copa con la otra mano al igual que él — ¡Déjame ir!
— Me encanta cuando dices mi nombre completo. Me recuerda que eres un niño aún.
Succiona mi piel mojada un par de veces más antes de separarse y beberse su copa de un trago. La sonrisa que se expande en su boca me derrite completamente, el alcohol hace algo en él que deja escapar su verdadera aura, o quizá soy yo aceptando con facilidad lo mucho que me gusta; con su cabello rizado cayendo contra sus ojos vidriosos, esa sombra de ojos rojiza y toda esa actitud depredadora.
Jadeo agitado al sentir sus manos en la piel de mis caderas, mi pecho sube y baja agitado por la adrenalina del momento.
— Detente.
— ¿Traes lencería de la colección?
Acaricia mi vientre bajo con la palma, llegando al borde de mi pantalón presionando ligeramente enviando cosquilleos a mi ingle. No puedo moverme en este momento, sus ojos tienen cautivos los míos dominándolos con facilidad, literalmente le estoy dando ventaja para manipularme.
Me quita la copa dejándola en el suelo para después pasar un brazo por mi cintura. Me pega a su cuerpo bruscamente alzándome en el aire unos centímetros, vuelvo a forcejear peleando por liberarme de sus manos escurridizas que ya han pasado bajo mi ropa.
Odio lo ruidoso que comienzo a ser cuando llega tentativamente cerca de mi polla pulsante. Sus dedos largos no son cariñosos conmigo, rasguñan mi piel y la acarician entre apretujones desesperados; soy sensible y su salvajidad me enciende a tal grado de sentirme inestable y mareado.
— Jeon, esto ha ido muy lejos. He dejado que me molestes...— Me corta las palabras con un movimiento inesperado, camina hasta el sofá tumbándose sobre mi — Uhm... Q-Que me manosearas para la sesión y que te aproveches de la diferencia de edad. Pero creer que yo voy a ceder a-
— Ábrete la camisa, o lo haré yo.
Su mandato me deja mudo. Lo miro con los ojos abiertos en su totalidad por la sorpresa, observo sus dedos inquietos revolotear con los botones de mi camisa como advertencia de que habla muy en serio y mi polla brinca entusiasmada. Estoy a nada de obedecerlo como aquel día en las grabaciones, donde me hipnotizó por completo, cuando tomó mi cuerpo, controlándolo. Pero caer ante él sería mi perdición, así que con todas mis fuerzas aferro las manos al sofá en busca de apoyo y un poco de fuerza de voluntad.
— Deberías seguir ignorándome, ¿no crees? Te deja en evidencia que solo viste bajo mis capas de ropa que no soy una bola de grasa y tu polla tomó el mando como siempre.
— Tienes razón Meatball, tu silueta me tomó por sorpresa – Empieza a desabrochar los botones fácilmente. — Pero tú, ya me gustabas. Por favor, siempre hemos sabido que eres más que un buen culo.
Tras dejar mi piel expuesta sus manos descienden por mis muslos, jadeo agitado por sus palabras, no creyéndolo cierto. Jeon siempre ha gustado de molestarme y disfrutar de ponerme nervioso al punto de hacerme explotar.
Quiere acariciarme el rostro pero me niego arisco, su risa me sonroja tanto que siento como toda mi sangre hierve.
— Jeon Jungkook, te juro que si pones una sol...
Me calla con un beso. Sus labios están húmedos mientras abren mi boca profundizando la intensidad, sabe a vino tinto combinado deliciosamente entre nuestras lenguas con champagne. Me arqueo temblando con escalofríos cuando succiona mi lengua ansioso como a una paleta.
Golpeo su pecho con falso enojo porque debo alejarlo, sigue jugando conmigo, con mi paciencia. Sus manos se encajan en mi culo para tirar de mis caderas y restregarse, dejándome sentir la campaña bajo su ropa. Gimoteo inquieto apretando su hombro, apenas puedo respirar cuando se separa y me retiene las muñecas juntas sobre la cabeza.
El cosquilleo del roce baja mis defensas otro poco, dejando mi cuerpo laxo y dispuesto a sus caricias. Su mano libre desabrocha el botón de mi pantalón sin perder el tiempo de deslizarlo abajo lo suficiente para encontrar mi polla. Gimoteo necesitado mientras la lengua caliente de Jeon vuelve a saborear mi boca intensamente, envolviéndome en la trampa sensual de su hechizo.
— Eso es Meatball... – Susurra Jungkook masajeando mi carne sensible, el pulgar presiona la punta resbaladiza provocando que me encoja con un gemido roto. Me siento mareado por los cosquilleos en todo mi cuerpo al punto de agitarme contra su boca astuta — Ríndete para mí.
Se que estoy aturdido por el alcohol, mareado y acalorado. Mi polla pulsa llena de sangre en muestra de excitación mientras la estimula pero aún soy algo consciente para negarme a esa petición tan absurda.
— Detente, Jungkook.
—Diablos.
Jungkook se separa unos centímetros para meter su mano en su pantalón y sacar su polla totalmente erecta uniéndola a la mía. No me puedo callar el gemido necesitado al ver lo hinchado que está, es más grande que yo por unos centímetros pero mucho más grueso.
Odio que sea Jeon quien esté haciendo esto, odio estar tan receptivo a él, odio lo meloso y dulce que es al besarme la mejilla al mismo tiempo que me susurra un ¿se siente bien Meatball? Mientras aprieta el glande de mi polla contra el suyo.
— Vamos Meatball, disfrútalo.
Gimoteo cuando comienza a besarme el rostro a pesar de que lo giro para evitarlo. Que sea dulce me pone todavía mas nervioso, no es su naturaleza mimarme y ser sutil así que tenerlo sobre mí todo meloso comienza a avergonzarme.
Su boca cae en mi cuello besando y lamiendo antes de volver a mi rostro, me besa la mejilla presionando un beso y quedándose ahí para comenzar a moverse contra mi cuerpo.
El roce de la piel caliente y estimulada de nuestras pollas envía ondas de placer rápidamente a todo mi cuerpo. Mi vientre bajo se contrae y mis testiculos se van cargando, me siento desesperado de tanta excitación y mis gemidos se lo hacen saber a Jeon, quien gime gustoso contra mi mejilla meciéndose feroz.
De la nada libera mis muñecas llevándose dos dedos libres a la boca ensalivandolos con una sonrisa macabra. Giro el rostro cuando intenta meterlos a mi boca protestando pero termino rasguñando sus manos entre quejidos mientras introduce sus dedos por la fuerza presionándolos sobre mi lengua.
Mis mejillas arden por la situación, no ha dejado de masturbar nuestras pollas y sus gemidos ahogados son tan calientes que me hace jadear junto a él. Cada segundo avanzando en la calentura convierte su cuerpo en algo glorioso, sonrojado hasta el cuello pero sin perder el brillo de su piel.
Por fin aleja los dedos largos de mi cavidad bucal dejándome echo un desastre pegajoso y húmedo por las lágrimas. Escabulle la mano entre mis piernas hasta la partidura de mi culo, la humedad de nuestra saliva fresca me eriza la piel, sin embargo su toque en mi entrada hace que tiemble visiblemente.
— No, alguien v-verá.
— Sh-Sh, estamos bien aquí.
Nuestros rostros quedan enfrentados a centímetros, su rostro lindo y guapo mirándome con deseo puro explotando de sus ojos negros. Su ceño fruncido por la excitación y esa sonrisa sátira que siempre me da la impresión de que su mente planea algo macabro.
La presión de sus dedos entrando en mi me hace elevarme con un suspiro de sorpresa, juguetean con mi piel fruncida yendo profundo en círculos. Me sostengo de la cintura de Jeon, encajando las uñas en su piel húmeda y caliente.
Sus dedos largos terminan completamente hundidos con un empujón que me obliga a jadear contra la boca rosada sobre mi, que me acompaña en el jadeo. Se mueven curiosos cepillando mis paredes sensibles y yo a este punto ya no puedo ni quiero resistirme, solo quiero correrme y liberar las ansias del orgasmo.
Impaciente, comienzo a montar sus dedos mientras tiro de su torso contra mi para volver a crea fricción en nuestras pollas. El movimiento nos acomoda de tal forma que la punta de sus dedos presiona mi próstata.
— ¡Mgh!... – Me arqueo tembloroso gimiendo ronco ya cansado y sin aire — De nuevo a-ahi.
Mi voz apena se escucha, Jeon está enfrascado moviéndose en busca de su propio orgasmo, gimiendo contra mi boca que aún sujeta. Más sin embargo, sus dedos se deslizan dando de lleno de nuevo en mi próstata. El placer me invade ferozmente, deslizo una mano por el abdomen de Jeon sintiéndolo erizarse por mi tacto.
— Monta mis dedos.— Susurra en mi oído.
Desliza su boca por mi mejilla hasta mi boca donde comienza un beso profundo, hambriento y demandante. Abriendo mis labios y chupándolos como caramelos, mientras tanto obedezco su orden automáticamente, mis caderas se impulsan arriba y abajó lentamente follandome a mi mismo con sus dedos largos.
Nuestras pollas siguen rozándose pero no lo suficiente, mientras me impulso uso mis dos manos para rodearnos y masturbarnos al ritmo de mis movimientos. Jeon gime junto a mi al instante en que todo es demasiado, me besa desesperado tragándose mis gemidos, gimiendo conmigo y aplastándome como si quisiera formar uno solo conmigo.
Mis gemidos se transforman en súplicas desesperadas conforme mi órgasmo se acerca, dejo de montarlo y el me folla agresivo con su mano mientras yo lo masturbo impaciente.
— Mis pelotas, apriétalas — Me dice entre dientes.
Entre la bruma y mis gemidos, llevo una de mis manos más abajo cumpliendo su petición. Tomó lo posible en mi mano y Justo entonces mi placer ya no soporta tanto golpeteo en mi próstata, me arqueo en convulsiones sintiendo una explosión de cosquilleos en mi pelvis que se concentran en la cabeza de mi polla mientras expulsa el semen.
Es tal mi emoción que aprieto los testiculos con un poco más de fuerza de lo que debía. Jeon gruñe un gemido bestial y sujeta mi mano sobre su polla para moverla rápidamente hasta que también se está corriendo echando la cabeza atrás.
Más despejado, me abrocho la camisa apresurado y me guardo la polla con el rostro en llamas. Salgo del regazo de Jeon de un salto tomándolo por sorpresa, todavía está en estado post-orgasmico así que me acicalo como puedo, porque claramente sigo borracho, y huyó de ahí.
Ay dios. Ay no. Ay tonto de mi carajo.
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