[Creyente]

En un cuarto oscuro ni mi propia mano miro, encerrada en mi propio ser, esclava de mi propio yo.

Memorias grabadas con frenesí en el concretó frío de la pared puestas ahí para el recuerdo sin fin de la herida que di, mi pecado del cual me arrepentí, una cadena más de mi condena que debo cumplir.

En un cuarto oscuro donde yo misma me encerré y la llave extravíe, intentando no decaer en el bullicio de mi ser sin saber que yo misma lo provoque.

Mi condena cumplo yo arrastrando con mis hombros cansados y mis brazos destrozados mi pasado infernal, pasados sellados, pecados rezados pero la cadena solo pesa cada noche un poco más.

Despertar, caminar, sangrar, rezar simplemente desear sanar mientras te hundes en un destino particular,
cambiar mis rezos a súplicas, magullar mis rodillas para adorar a alguien que no parece escuchar, sacrificar mi fe para salvar mi propio ser.

¿Es algo de un Santo abandonar a su hijo?.

En este cuarto oscuro pierdo mi fe y mi cordura, la locura pura inunda mi vida, la locura pura inunda mi alma y el desenfreno empuña mis entrañas deseando enredarse en ellas.

En este cuarto oscuro que es mi cabeza desenfrenada por la tortura, loca por la escritura que tapiza el interior del craneo recordando mi pasado.

Despertar, caminar, sangrar, suplicar, un círculo sin final, un hábito de mi delirio, aun cuando mis gritos sean ahogados, aun cuando mis lágrimas sean invisibles para ella, aun cuando sin cambio permanezca mi sufrimiento ,mis rezos clamaran el nombre de mi madre, mi fe permanece así sola no me siento, en este cuarto oscuro que mi mente representa, sola en mi condena encerradome a mi misma castigando mi pecado, mi fe permanece deseando que algún día mi madre me perdone.

Mi mayor miedo, no ser digna del cielo, no ser parte del descanso divino, rezar para sanar, sanar para soñar, soñar descansar.

Deseos incompletos, corazones desechos, pecadores sin derecho, un hábito sin fin que tuve hasta morir.

Despertar, caminar, sangrar, soñar, rezar y suplicar.

Te doy mi plegaria madre Santa, te doy mi esperanza madre pura, te doy mi vida madre sabia, te doy lo que soy y lo que fuí.