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Al parecer las cosas habían vuelto a estar en relativa calma o al menos así lo sentían ellos.
Cada quien estaba inmerso en su rutina y en el conteo de los días, ya faltaba tan poco que no cabían en la felicidad.
Dos semanas más y el nuevo miembro de la familia estaría en sus brazos recibiendo todo el amor que tenían para darle.
En cuánto a la situación que preocupaba al menor de los Way, ya estaba casi todo listo para poder ir a levantar la denuncia. Afortunadamente Kristin había conseguido la información de Lindsey que Mikey le había pedido, fue un poco difícil pero nada que con un poco de persuasión no pudiese lograr, era importante conocerla para saber los porqué de muchas cosas.
Resulta ser que Lindsey Ann Ballato no era la madre biológica de Brendon, ella y su esposo, Robert McCracken habían adoptado a ese bebé cuando eran jóvenes y el bebé tenía unos cuantos meses de vida, ese dato nunca fue del conocimiento de Brendon. Al principio la mujer se comportó como la madre más abnegada del mundo, puesto que su mayor anhelo se había vuelto realidad, era madre a pesar de no haber dado a luz a una criatura de su propia sangre, pero eso no importaba porque ella adoraba a ese pequeño e inocente ser con todas las fuerzas de su alma.
Lindsey había quedado estéril luego de haber sufrido un accidente en caballo, cuando se casó, ella no se lo dijo a Robert por temor a que la abandonara, pasados los años tras intentar embarazarse a pesar que ella sabía que era imposible, tuvo que confesarle la verdad a su esposo, McCracken estuvo a punto de dejarla pero se las ingenió para engatusarlo y lo convenció para la adopción, según ella se encargaría de criar al pequeño para que fuese lo mejor del mundo.
Todo estuvo en perfecto orden hasta que Brendon entró en la etapa de la adolescencia y por extraños cambios que el joven sufría tuvieron que llevarlo al médico, dónde luego de varios chequeos les informaron que éste tenía la capacidad de tener hijos y debían tener ciertos cuidados con él, les aconsejaron no decirle nada hasta que tuviera clara su sexualidad, porque si gustaba de las mujeres eso no representaba ningún problema, en cambio si era gay debía cuidarse.
Ahí empezaron todos los problemas entre Lindsey y Robert, él no perdía oportunidad para echarle en cara que hasta un mocoso que no era nada de ellos podía tener hijos y ella no, muchas veces estuvo a punto de golpearla.
Hubo un tiempo en el que aparentemente Robert desapareció de sus vidas, sin embargo estaba en constante contacto con Lindsey, hasta que la convenció de que obligara al chico a operarse para que nunca pudiera tener hijos, ella así lo hizo porque después de todo Robert era el amor de su vida.
La cereza del pastel llegó cuando se enteraron de que Brendon era gay, Robert le aconsejó a Lindsey que lo mejor era encerrarlo en la casa para que no cayera en pecado, porque la unión de dos hombres era mal vista ante los ojos de Dios, él era el hombre más homofóbico del mundo, por eso ni en sueños volvería a casa para estar bajo el mismo techo que un desviado como su hijo adoptivo.
Lindsey cumplía todo al pie de la letra, ella quería a Robert de vuelta en su vida y también a su hijo, así que haría lo que él le pidiese. Pero los planes fallaron, Brendon escapó de casa a los 17 y no supieron de él en un buen tiempo.
Durante esos años Robert terminó de concretar sus planes y enrredarla a ella, le lavó el cerebro para que estuviera en contra de todos los que eran como Brendon, no era justo que ellos, siendo hombres pudieran tener hijos y ella no.
Así fue como empezó, primero investigaron a todos los candidatos, eran chicos ya en estado de gestación, se enteraban de su estado porque Robert tenía una amiga que le pasaba la información en la clínica donde trabajaba Amber, su nombre era Stephanie Welsh, la del laboratorio, (levantarían cargos en contra de ella también), luego él se las ingeniaba para que ellos requirieran de sus servicios y en su taxi fingía llevar un bolso olvidado de la señora Lindsey, ellos iban a la casa de ella y se volvían sus amigos, al poco tiempo ella les daba suero abortivo en una bebida cualquiera que provocaba que perdieran a sus bebés.
Nadie había tenido el valor de denunciarla, siempre se quedaban callados por temor, hasta que un par de esos chicos descubrieron a Brendon y le contaron la verdad sobre su madre, luego de eso vino la muerte de él y en el fondo ese dolor terminó de enloquecer a Lindsey, quedó más vulnerable y solo obedecía las órdenes de Robert.
Toda esa información Kristin la consiguió con la ex mejor amiga de Lindsey, Alicia, ella muchas veces la aconsejó pero Linz estaba cegada por el amor, su amiga nunca quiso denunciarla porque no tenía pruebas y porque era creyente deque "todo en la vida se paga".
Con aquel testimonio grabado, la parte "A" estaba lista, luego de ello investigó los nombres que Gerard y Ryan le habían dicho, encontró a la mayoría y los puso al tanto de la situación, ellos aceptaron y serían testigos en el posible juicio.
La última parte y más difícil del plan era conseguir un par de pruebas, estas serían tomar fotos en la casa de Lindsey, la labor estaría a cargo de Mikey y la efectuaría el día que Frank se fuese a Chicago, Ray cuidaría de Gerard y todo estaría bien.
Tenían aproximadamente 3 días para afinar detalles y ejecutarlo, cuando las fotos estuviesen en sus manos, Gerard iría a interponer la denuncia porque era la víctima más actual, también le contarían todo a Frank.
Gee trataba de mantenerse sereno con todo ese tema porque el estrés solía provocar que su vientre se tensara y eso era malo para Lily, por ello había tomado la costumbre de salir a caminar todas las tardes al parque con Lois y a veces con Frank.
—Hola Gee, llegaré a cenar con ustedes esta noche —Mikey le había hablado por teléfono.
—Hola Mikes... —Gerard contestó en medio de su caminata, estaba algo cansado porque ya no era muy fácil lidiar con su enorme vientre—. Está bien... te esperamos...
—¡Ay Gee! No me digas que interrumpi una sesión de sexo otra vez —Mikey rodó los ojos, ya se estaba resignando a escuchar o ver a su hermano en pleno acto, era como su maldición.
—¿Qué? —Gerard se río— No... claro que no, que mente la que tienes Michael, estoy caminando en el parque
—Bien, ¿estás solo?
—No, con Lois.
—Que gran compañía Gee, ya te dije que no salgas solo.
—No te preocupes, ya vamos de regreso.
—Vale, llámame cuando lleguen.
Se despidieron y ni bien Mikey había colgado cuando su celular sonó, un número desconocido le había enviado dos mensajes, el primero decía "Hola ¿me recuerdan?".
Y el segundo era una foto de Gee hablando por teléfono sosteniendo la correa de Lois, el alma se le fue del cuerpo.
Estaban siguiendo a Gee.
Tan pronto reaccionó, tomó las llaves del auto y abandonó su casa, no estaba muy lejos de Gerard.
Antes de arrancar volvió a recibir otro mensaje, otra foto de Gerard de espalda, caminando.
Las manos de Mikey no paraban de temblar, pero aún así se esforzó por marcar el teléfono de Gerard y ponerlo en alta voz.
—Gerard te están siguiendo —fue lo primero que articuló.
—¿Qué? ¿Cómo?
La llamada fue interrumpida con un nuevo mensaje. Era otra foto, de Gee volteando a ver.
—Me están enviando fotos de ti, Gee llevas puesta la puta sudadera rosa de Britney Spears, la que no te cierra —le informó esto para convencerlo.
—Pero Mikey no hay nadie atrás de mí.
Una nueva foto llegó, está vez se reflejaba claramente a Gerard con cara de confusión mientras sostenía el celular.
—Mierda Gee, estoy llegando, no cuelgues el teléfono.
Fueron los cinco minutos más eternos, Mikey parecía que iba destruir los cambios por la agresividad con la que manejaba, la desesperación movía su cuerpo, sin embargo respiró con un poco de alivio cuando llegó al parque y divisó a Gerard sentado en una banca con el teléfono en mano, se parqueo y su hermano rápidamente entró.
Al momento en que Mikey se disponía a enseñarle los mensajes a su hermano, una nueva foto cayó.
La foto de ellos dos en el auto, voltearon a la dirección en que aparentaba haber sido tomada la foto, en una banca un poco alejada y entre unos arbustos estaba Lindsey sonriéndoles.
—No volverás a salir sólo Gerard, hasta que esta perra esté tras las rejas.
Sin esperar respuesta Mikey volvió a poner en marcha el vehículo rumbo a la casa de Gerard, necesitaban efectuar el plan y detener a Linz lo más pronto posible.
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