3. quiero besar la primavera en ti
¿Qué te parece el viernes en mi casa? ;) sigo teniendo las flores.
siiiii, hace tiempo que quiero fumar. Recuerda que me pongo caliente cuando lo hago ;)
Lo recuerdo jajajaja. Haré pizza, ¿quieres?
Me gusta la pizza pero no sé si me gusta tu pizza, no tienes cara de buen cocinero.
Quizás no tenga cara pero si cocino!!
Eso lo veremos el viernes, bebé! ;)
No le gustaba cocinar con nervios, así que hizo la masa la noche anterior, cuando estaba feliz y emocionado. Ahora, solo le tocaba cocinarla y agregarle el queso, la salsa, la cebolla en una y el huevo en otra. Y a eso de agregar y cocinar no le afectaba si estaba nervioso.
No comenzó a hacer las pizzas hasta que Doyoung llegó, fue cerca de las diez, tarde, porque habían quedado a las nueve. Hasta había pensado que no iba a llegar, no contestó en ningún momento los mensajes que le mandó preguntándole si se había atrasado o ni iba a llegar, pero no, apareció.
Lucía cansado y agitado, vistiendo una remera holgada gris, seguramente una o dos tallas más grandes que la suya y un skinny jean negro. Jaehyun sonrió al verlo, imaginando como nadaría Doyoung en su ropa, que era tres tallas o más que la suya (o eso creía).
— ¿Qué pasó? ¿Le robaste ropa a alguien más grandote que tú y por eso viniste corriendo? —Preguntó divertido, soltando un par de carcajadas luego.
— Idiota, —soltó como respuesta Doyoung, pegándole en el pecho con su mochila, la que cayó después al suelo, y rodando los ojos — Era de Taeyong.
Jaehyun frunció el ceño.
— ¿Por qué la tienes tú? —Preguntó, su ceño fruncido — ¿Te acostaste con él? ¿No era que folló a otro?
—Sí, lo hizo —murmuró, sacándose sus zapatillas y dejándolas junto a su sofá, sintiéndose muy como en su casa — Ésta se la saqué de su casa, cuando fui a una fiesta. Me gustaba por como olía y vestía.
Jaehyun frunció el ceño, tratando de tragar los celos que sentía. No lo consiguió. Se fue en dirección al pasillo sin decir ni una palabra, hacia su cuarto. Volvió a los segundos con una camisa estampada suya.
— Ponte ésta — Ordenó, a punto de usar su voz de alfa.
Doyoung se estremeció apenas, no reaccionando de alguna forma que es común en un omega, y después, sonrió. De forma burlona, divertida y coqueta. Jaehyun frunció el ceño.
— Tú me gustas porque eres tontito, — murmuró divertido, se acercó y besó su mejilla sonoramente — ¿Para qué me cambiaría de remera si dentro de un rato me voy a quitar toda la ropa?
Sonrió abiertamente y Jaehyun suspiró pesadamente.
—Si muero de un infarto, va a ser tu culpa.
Comenzó a cocinar la pizza poco después, poniendo la masa con queso en el horno y verificando cada tanto para cuando estuviera lista agregar los demás ingredientes. Doyoung estaba a un lado, sentado en la mesa, contándole sobre su día, como había tenido que estar apurado todo el tiempo; primero porque se quedó dormido y llegaba tarde a clases, después a su trabajo de medio tiempo y por último a su casa, por haber estado hablando por teléfono con Yeri antes.
Jaehyun lo interrumpía a veces, diciéndole en una que seguro se había dormido por quedarse leyendo fanfic toda la noche (Doyoung se ruborizó por ello).
Cuando la pizza estuvo lista, un poco quemada porque se besaron por bastante tiempo, se sentaron a comer. Evitaron las sillas y la mesa y se sentaron en el suelo, Doyoung entre las piernas de Jaehyun, apoyando los vasos y la pizza sobre la mesa ratona. Se besaron más de lo que hablaron, terminaron la pizza fría, después de una hora.
Se reían entre besos y se sonreían tontamente, mirándose fijamente de vez en cuando. Ya parecían drogados pero de igual manera Doyoung quería fumar flores, así que le insistió hasta que Jaehyun cedió. Se levantó, haciendo que Doyoung se caiga hacía atrás, contra el costado del sofá que estaba detrás de ellos, y las fue a buscar a su habitación.
Pero no alcanzó a salir, porque cuando las tomó de su mesa de luz, junto al papel para hacer cigarrillos, Doyoung estaba entrando en la habitación. Le sonrió y Jaehyun le respondió contra sonrisa. Luego se acercó, torpemente, y lo tomó por la cintura, besándolo.
Dientes chocando, lenguas jugando, labios sonriendo. Fue un beso torpe y brusco, con fuerza, apenas teniendo velocidad. Pero después de un par de segundos, se volvió desesperado, Jaehyun tomó a Doyoung por su trasero, y él envolvió sus piernas alrededor de su cintura.
Lo llevó hasta la cama, cayéndose encima suyo pero sin aplastarlo, las flores trituradas y secas quedando olvidadas sobre el suelo. Lo besó, fuerte y brusco, acariciando sus costado por encima de su holgada remera y gruñendo al sentir un ligero olor a otro alfa en ella, su garganta vibrando. Doyoung sonrió contra su boca, separándose.
— Osito gruñón —Murmuró divertido en un suspiro, acariciando con su nariz el cuello del alfa.
Jaehyun frunció el ceño — ¿Osito?
—Sí —Contestó con una sonrisa y un asentimiento, a la vez que se hundía contra el colchón y se levantaba, quitándose la remera. Jaehyun hizo un pequeño puchero con sus labios. — ¿Qué?
— Quería arrancártela —murmuró en un fingido tono triste.
Doyoung rodó los ojos y rió. Levantando su pelvis volvió a hablar: —Puedes arrancarme el pantalón.
Jaehyun sonrió y lo hizo, tomando la tela que estaba por encima de sus piernas y tirándola hasta desgarrarla. Doyoung soltó un suspiro tembloroso y tomó a Jaehyun por los hombros, pidiéndole silenciosamente que lo besara. El alfa negó con una sonrisa entre divertida y traviesa en los labios. Rompió también sus bóxers, que estaban húmedos en el centro. Doyoung gimió alto y agudo.
Entonces, volvieron a besarse, bruscos y desesperados. Jaehyun acariciaba su cintura, sus muslos, apretaba sus muslos internos, dejando marcas y haciendo a Doyoung gemir agudo y agarrarse de su espalda. Llevó sus pequeñas manos a la cintura del alfa y levantó su remera hasta sacársela por encima de la cabeza. Jaehyun se separó un poco para quitarse él mismo el pantalón. Ya desnudo, llevó nuevamente sus manos a los muslos internos del omega, apretando y acariciando hasta llegar a su entrada húmeda que había llegado a mojar la sábana debajo de ellos.
La tocó apenas con sus dedos, superficialmente, probando, queriendo ver los músculos de todo el cuerpo de Doyoung contraerse y relajarse solo con su tacto. Le sonrió, admirando. Los movió por encima de la sensible piel delicadamente un par de veces más antes de meter un dedo dentro. Casi se fue hacia delante, contra Doyoung, al sentir el calor y la humedad envolver su dedo.
Cerró los ojos y sintió, la humedad y el calor envolviendo su dedo, logrando que se deslizara con facilidad. El olor que los envolvía; del aroma de la humedad de Doyoung, de la excitación de Jaehyun, de sus hormonas juntándose en el aire. Lo estaba volviendo loco y apenas lo estaba preparando.
Estaba listo para embriagarse de él, de su aroma, de sus ojos miel, de su sonrisa, de su sexo, de su excitación, de sus gemidos. Quería besar la primavera fuera de él, pasar el verano, y convertirlo en un invierno fresco y lluvioso, con sonrisas cansadas y músculos relajados. Así que introdujo dos dedos dentro suyo y los movió dentro y fuera solo un par de veces sin poder resistirse, antes de quitarlos de dentro suyo, haciéndolo soltar un sollozo en forma de queja, y embestirlo con su pene. Lento, probando, derritiéndose con el calor que lo envolvía. Con el húmedo y caliente verano que era Doyoung en ese momento.
Se quedó en el lugar, asegurándose de que esté bien antes de volver a moverse, fueron embestidas lentas, contenidas a un principio pero luego Doyoung soltó un quejido y entonces aceleró su velocidad. Embistiéndolo con fuerza, apretando sus caderas. Sus movimientos eran bruscos, fuertes, desesperados y con velocidad, golpeando varias veces contra su próstata.
Se corrió después de varias embestidas más, salpicando su estómago, gimiendo fuerte y agudo. Jaehyun lo hizo poco después, mordiendo por impulso en el hueco entre su cuello y su hombro. Clavando sus colmillos salidos, marcándolo.
Se quedó lamiendo la sensible y reciente marca, mientras su nudo crecía en el interior de Doyoung. Se alejó poco después, para verificar cómo estaba su omega. Doyoung sonreía cansado, con pereza, su cuerpo relajado y sonrojado.
— Me marcaste — susurró bajito, agrandando ligeramente su sonrisa y cerrando los ojos. Jaehyun abrió los suyos, entre sorprendido en shock.
—Oh, por Dios, — exclamó, alejándose apenas — Te marqué.
— Lo hiciste.
— Te conozco hace semanas, Doyoung, no te puedo marcar sin tu permiso ¿No es... —Suspiró, intentando calmarse — ¿No es ilegal?
Doyoung se rió, la carcajada no se escuchó, sonó como si hubiera soltado aire.
— Jaehyun, está bien, —susurró tranquilo —Eres tú. Mi alfa.
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