25- Plan cupido
~7mo año~
Remus Lupin:
El chocolate era el dulce favorito de muchas personas.
Para mi yo de 11 años, era una forma de perdición.
Me había obligado a consumir aquel delicioso dulce desde que había leído en algún libro que podía matar a los lobos, al igual que me había privado de muchas cosas.
Pero todo fue cambiando conforme pasaron los años... Y mis temores fueron apaciguados con su compañía.
Ella se veía tan dulce con cualquier chocolate, que me vi obligado a consumirlo, pero esta vez, a voluntad propia, y sin deseos de fallecer.
O eso quería creer.
—¿Lunático?
Levanté la mirada en dirección hacia los chicos, percatándome de que me estaban hablando.
—¿Si...?
Al estar en una misma habitación, cada quien tenía su propio espacio, aunque claro, alguien siempre invadía el lugar del otro.
Peter era un poco desordenado, pero realmente se esmeraba en ordenar su espacio.
James, en cambio, solía dejar su habitación dependiendo su estado de ánimo, algo sumamente raro e irónico.
Sirius, por su parte...
—¿Has oído lo que dijimos?
—Yo...
Traté de buscar una excusa rápida, algo que me ayudase a salir de este embarazoso momento.
—Déjalo, Canuto —Respondió James mientras "peinaba" su cabello—. Está muy distraído estos días —Dijo, con un tono de burla.
—Claro que no.
—No niegues lo que claramente es posible —Peter continuó la burla—. ¿Aunque me pregunto por qué será?
—¿O por quién? —Intervino Sirius.
—Creo que es por una rubia —James inició.
Por mi parte, preferí arreglar mi uniforme e ignorarlos.
—Alguien que empieza por N...
—Y termina en Atalie —Sirius y Peter hablaron a la vez, causando que ambos chocarán sus manos en el aire.
—Chicos...
—¡No lo negó! —Gritó James, con emoción—. ¡Lunático no lo ha negado!
—Basta Cornamenta, o te dará un infarto —Traté de sacármelo de encima.
Acto seguido, Sirius se acercó a James y murmuraron algo, para luego empezar a actuar.
—¡A Lunático le gusta Natalie! —Gritaron los tres en coro—. ¡A Lunático le gusta Natalie! ¡A Natalie le gusta...!
—¿Quieren callarse?
—Lo haremos cuando lo aceptes —Peter fue el que habló—. Vamos, Remus.
—¡Dilo!
—No voy a decir nada —Les di la espalda, buscando mi corbata.
—Entonces...
Y luego, los tres se abalanzaron sobre mí y juntos caímos al suelo, golpeando nuestros cuerpos con la fría cerámica.
—¡Colagusano! ¡Tómalo por los pies!
—¡Cornamenta! ¡Mantén sus brazos!
Intenté sacármelos de encima, pero cada vez que intentaba un movimiento, éste era reemplazado por una risa.
—¡Qué lo diga! ¡Qué lo diga! —Siguieron insistiendo.
—¡Sí! —Grité, con tal que me dejaran en paz.
Todos dejaron de apoyar sus cuerpos para escucharme.
—Lo admito, sí... Me gusta Natalie, pero...
—¿Pero...?
—¡Pero! —Exclamó James—. ¿¡Pero qué!? ¿Qué excusa pondrás esta vez, Lunático?
—Es cierto —Razonó Canuto—. No puede pasar lo mismo que años anteriores, donde no te acercabas a las chicas por tu secreto.
—Es que...
—Remus —James me interrumpe—. Entiendo que tengas miedo, si yo fuera tú, también lo tendría.
Estás acostumbrado a la soledad y al miedo, pero por una vez en tu vida, permítete ser feliz.
—James tiene razón —Opina Peter—. Ella sabe tu secreto, y tú el de ella, ¿qué podrías perder?
—Yo...
—Sé que te preocupa hacerle daño, pero ella va a entenderlo, al fin y al cabo, ambos comparten aquella condición.
—Además... No puedes dejarla escapar —Continuó Sirius, con burla—. Natt es una chica muy guapa, y cualquiera podría robártela en menos de un minuto.
—¡Sirius! No colaboras —James lo reprende.
—Lo que quiero decir es...
—Sé lo que quieres decir, Canuto —Hablo, por fin—. Pero debes entender... Deben entender, que no es así de simple. Ustedes pueden abrirse con cualquier persona, en cambio yo... Tengo miedo.
—No quieres lastimarla.
—Y yo tampoco quiero salir lastimado.
Los tres chicos se miran entre sí, y cada uno vuelve a levantarse.
—Bien... —Peter sacude su uniforme—. Pero al menos dime que lo vas a intentar.
—¿Intentar qué?
—Salir con ella —Sirius insiste—. Vamos Lunático... Todos somos testigos de las miraditas de ambos cada vez que están juntos.
—¿Pero y si no resulta?
—Al menos lo habrás intentado —Apoyó James.
—Y si dice que no... —Sirius se acerca a mí y deposita su brazo sobre mi hombro—. Yo puedo decir que sí.
Sirius guiña el ojo coquetamente, mientras James se burla y nos une a todos para un abrazo grupal.
Tenían razón, quizás pueda intentarlo. Al menos debía saber si lo que sentía era real o no.
—Bien —Solté—. Le diré, pero no quiero que empiecen a molestarme, o a ella.
—Lo juramos solemnemente —Dijeron en coro.
No pude evitar soltar una carcajada, y por fin cada uno terminó de tomar sus cosas para bajar al gran comedor.
Hoy sería un largo día.
—Ok, el "Plan Cupido" está listo para ser ejecutado.
Me limito a rodar los ojos al escuchar las palabras de James, mientras los chicos miraban el Mapa del Merodeador.
—Esto me parece un poco exagerado...
—Remus, Remus ... —Sirius niega, rotundamente—. Parece que no has aprendido ninguna de mis lecciones.
—¿Cuál de todas? ¿La de planear citas a las que nunca irás? ¿O a las de...?
—Me refiero al toque Merodeador —Me da un golpe en la cabeza con la palma de su mano—. Hasta Peter lo hace.
—¡Oye! —Se indignó mi mejor amigo.
—Es broma, Colagusano —Respondió Sirius, con sinceridad—. Pero hablando en serio, Lunático, debes mejorar tu técnica.
—¿Y qué se supone que haga?
—Tú debes plantearte la idea en la mente... Espera.
Sirius tomó a Peter y lo ubicó a su frente.
—Imagina que soy tu, y que Peter es Natalie.
—¿Por qué yo debo ser siempre el que hace de chica?
—Te plantarás frente a ella como si tu fueras el sauce boxeador —Lo ignora.
—Obviamente no vas a hacerla pedazos —Le recuerda Peter, rodando sus ojos—, valga la redundancia. No serás como James, que una vez se tomó el consejo de forma realista...
—¡Te he oído! —Gritó el otro.
Y cómo olvidarlo... Si ese día su cita tuvo que salir corriendo mientras Cornamenta la seguía en su "papel de Augurey".
Solo tenía que hacer una cosa, solo una: Hablarle de frente, en tono firme.
Pero como estas criaturas tienden a gritar, la pobre chica salió asustada.
—El punto es —Continuó Sirius, entre risas—, que no te vas a poner nervioso.
—Vaya incentivo... —Exclamé, con sarcasmo, ganándome un golpe de James—. ¡Auch!
—Eres más terco e inquieto que una Doxi.
—Me van a dejar con dolor de cabeza...
—¡Remus! —Gritaron los tres en coro.
—Ya... Ya me callaré.
—Tu solo... Usa tu "encanto" para decirle lo que sientes —Exclamó Sirius, con preocupación—. Iré a prender una vela por ti.
—Ja, Ja, Ja —Solté—. De verdad chicos, agradezco todo lo que están haciendo por mí, pero no es necesario...
—Claro que lo es —Continuó Peter—. Eres nuestro mejor amigo, y vamos a apoyarte en todo.
—Ahora, tomarás ese ramo de lirios blancos que traje del jardín de Hagrid y buscarás a Natalie.
—¿Hagrid planta flores?
—¡Lunático!
Levanto mis manos con diversión, para luego tomar el ramo y suspirar.
—Tienes menos de 10 minutos antes de que vaya a las cocinas —James vuelve a revisar el mapa—. Suerte.
—Aunque igualmente iremos contigo —Dijo Sirius.
—Al menos, hasta dejarlos solos —Continuó Peter, al ver mi cara de espanto—. Merlín, sí que eres dramático.
—Mejor vamos.
James cerró el mapa y lo guardó junto a su capa invisible, para luego salir de la habitación.
Mis nervios aumentaron considerablemente, y parecía que mi corazón saldría de mi cuerpo en algún momento.
Por el contrario, ellos conversaban muy animadamente.
—¡Chicos!
Escondí rápidamente el ramo conjurando un hechizo, mientras la chica nos miraba confundida.
—Lily...
—Remus... Necesito hablar contigo.
—¿Ahora?
—Es urgente...
—¿Pasa algo, Evans? —Inquirió James—. Si quieres, yo puedo ayudarte —Acto seguido, le guiñó el ojo.
—Remus...
—¿Dime, Lily? —Pregunté, ignorando a mi amigo.
—Es mi culpa —Soltó con nervios—. Todo es mi culpa.
—¿A qué te refieres?
De pronto, varios latidos se sumaron al ambiente, con Mary y Marlene llegando a la escena.
Lily se quedó en silencio, a la vez que bajó su mirada al suelo.
—¿Qué ocurre? —Volví a insistir.
—Chicas, tenemos un asunto pendiente... —Continuó Sirius—, si nos disculpan...
—Debemos buscar a Natalie.
—De eso queríamos hablarles.
Mi atención se va directamente hacia la morena, quien parecía estar más nerviosa que sus amigas.
—Remus... He sido yo quien ha divulgado sus secretos.
Mis amigos abrieron los ojos son asombro, y Lily decidió hablar por fin.
—Pero es mi culpa... —Mary intentó interferir.
—¿Lily? ¿De verdad? —Preguntó James decepcionado—. De todas las personas...
—¿Por qué lo hicieron? —Preguntó Peter—. ¿No pudieron hablarlo con ella personalmente...?
—¡Demonios, Peter! ¿Cómo se supone que vamos a ocultar esa noticia?
—Pero tampoco fue la excusa perfecta para arruinar su vida, Marlene —Continuó Sirius—. ¿Acaso sabes lo que ha pasado?
—¿O cómo estuvo lidiando con ello?
—¿O cómo...?
—¿¡Por qué la defienden tanto!? —Exclamó la morena—. Ella...
—Si vas a decir algo malo sobre ella... —La interrumpo—. Me estarás insultando a mí también, te recuerdo que también soy como ella —Trago con dificultad—. No me voy a hacer responsable...
—¡Ella está con Regulus! ¡Y aun así la defienden!
La mirada de todos pasó de Mary a Marlene, quien se cruzó de brazos.
—¿Qué dijiste?
—Natalie se ve a escondidas con tu hermano —Se dirigió a Sirius—. Y no es la primera vez que lo hace.
—La hemos visto con él en varias ocasiones, y parecen muy unidos —Continuó Mary.
—¿Y eso que tiene de malo? —Preguntó Peter—. Quizás son amigos.
—O salen juntos.
Pude recordar algunas veces donde Natt desaparecía del mapa, en ocasiones con Pandora, y en otras con Regulus.
También recordé su confianza durante las rondas, y las veces que hacían juntos la guardia.
—O ustedes se han equivocado —Me permito contradecir—. Natt...
—Lo niegas porque estás enamorado de ella —Interviene Mary, nuevamente—. ¿Es cierto? ¿O me equivoco?
Las chicas miraron a su amiga, y automáticamente se dirigieron a mí.
—Eso no les incumbe...
—¡Claro que nos incumbe! ¡Eres nuestro amigo...!
—Solo es tu compañero de casa, McDonald —Intervino James—. Si te sientes enfadada por eso, no podemos hacer nada, así que deja tranquilo a Remus.
—¿Crees que... Estoy celosa? ¡Por Merlín! ¡No somos unos niños!
—¿Y por qué has soltado esa información de la nada? —Pregunta Sirius—. El tema inicial era otro.
—Porque tiene relación.
—Entonces averigüemos la verdad —Intervino Marlene.
—¿A qué vas con esto? —Pregunto.
—Que si tienen razón, la dejaremos en paz. Pero lo único que queremos es que nos crean. Todos sabemos que Regulus no anda buenas acciones, sin ofenderte Sirius, pero todos saben la situación de los licántropos.
La rubia da media vuelta, insinuando algo, y empieza a caminar seguida de sus amigas, y nosotros dudamos en seguirlas.
—¿No vendrán?
De mala gana aceptamos, siguiendo el recorrido hacia las mazmorras.
Varios estudiantes transitaban con normalidad, y como era de esperarse, varios nos dedicaban miradas enfadadas.
—No sabes cuan agradecida estoy contigo, Reg.
Pude reconocer una carcajada de Natalie, la cual fue seguida por el Slytherin.
—Si necesitas otro favor, no dudes en decirme.
Marlene me tomó del brazo y nos ocultó de ellos en un aula, y el ruido fue silenciado por los pasos de los estudiantes.
—Todo estará bien ahora —Veo como ella sonríe—. Te lo voy a agradecer infinitamente.
Lo que vi a continuación me dejó totalmente desconcertado.
Natalie se acercó rápidamente y depósito un beso en su mejilla, a la vez que le dio un abrazo.
—¿Ven? Se los dije...
—¡Sirius! ¿Qué haces?
Los gritos de las chicas fueron interrumpidos cuando Canuto salió literalmente corriendo hacia la pareja hasta separarlos.
—¿Sirius?
La mirada de Natt cambió de totalmente, pasando de alegría a confusión y miedo.
—¿Qué te pasa? —Empezó a reclamar Regulus.
—Aléjate de ella.
—¡Sirius! ¡Lo vas a lastimar!
Natalie intentó interponerse entre ambos hermanos, pero fue Peter quien la atrapó por su antebrazo.
—Chicos, hay que separarlos.
Peter negó, y ella pasó la mirada por todos los presentes, hasta quedar frente a mí.
—Remus, tienes que ayudarme.
De pronto, su rostro se puso pálido, entonces supo que todos los habíamos visto juntos.
Ella tomó la caja que tenía en sus manos y la empuñó con fuerza, para luego hablar.
—¿Qué ocurre? —Preguntó, con inocencia.
—Natt, no podemos creerlo.
—¿Con Regulus? ¿De verdad?
—No entiendo a qué se refieren...
—¡Te hemos visto! —Comentó Mary—. ¡Estás loca!
—¡Pudo pasarte algo!
—No entiendo...
De pronto sus ojos se abrieron con intensidad, captando a qué nos referimos.
—Regulus no sería capaz...
—¿Sales con él? —Pregunto, de repente.
La rubia gira su rostro hacia mí, sintiendo aquella conexión como cada vez que nos mirábamos fijamente.
—No es lo que parece, Remus...
—¡Demonios Natt! ¿Entonces que era?
—Me estaba ayudando a...
—Admítelo —Mary se interpone en la discusión—, Mientras Remus se sentía mal por tus constantes salidas... Tú salías a escondidas con Regulus.
—¿Qué...? ¡No! ¡Claro que no!
Sus ojos se cristalizaron, al igual que sus manos empezaron a temblar.
—No la escuches... —Vuelve a dirigirse a mí—. Nada es lo que parece.
Giró nuevamente su rostro, tratando de que Peter la ayudara.
—Ni siquiera sé por qué confíe en ti... —Dije, casi en un susurro.
—¿De qué hablas?
Por un momento olvidé que ella también podía oír como yo, aunque el resto no pudo escucharme.
Yo mismo me había roto el corazón con una falsa ilusión.
—¿De qué hablas?
Esta vez fue James quien trató de separar a los hermanos, quienes peleaban al fondo de la discusión.
—Yo... Yo iba a pedirte que saliéramos...
La mirada de los presentes pasó sobre mí, y pude sentir su lástima.
—Remus...
—Pero creo que me equivoqué...
—Yo...
Sus palabras quedaron en el aire, y preferí darme la vuelta para irme del lugar.
—No es así...
—¡Eras mi amiga! —Escuché a Mary a mi espalda—. Se supone que sabías que él me gustaba. Pero no te bastó con quítamelo, sino que lo traicionadas con el hermano de su mejor amigo.
—Mary, lo lamento, yo...
Seguí caminando por escasos segundos, escuchando como Lily y Marlene se había unido a James para separar a Sirius de Regulus.
—¡Remus! —Oí su grito—. Por favor, escúchame.
—¿Qué dirás ahora? ¿Qué lo sientes? —Gritaba Mary—. Si tan solo tuvieras una pizca de...
Oí una tos, y como claramente un líquido cayó al suelo.
El olor a sangre invadió mis fosas nasales, trayendo consigo varios recuerdos a mi mente.
Un escalofrío recorrió mi dorso.
—¡Natalie!
Al escuchar un grito preocupado de Peter, me sentí en la obligación de voltear mi cuerpo.
Como si en fuera una especie de cámara lente, vi su cuerpo caer con lentitud hacia los brazos de Peter, al igual que un líquido muy rojizo corría bajo sus labios.
Natalie volvió a toser, la caja cayó al suelo, y los hermanos dejaron de pelear al oír el "Plop" del cartón en el suelo.
—¡Natalie! —Gritó Lily, horrorizada.
Regulus se libró de su hermano para finalmente socorrer a la rubia, al igual que todos empezaron a amontonarse.
—Necesito que le den espacio —Dijo el Slytherin alarmado—. Necesita...
—¿Desde cuándo eres medimago? —Soltó Sirius—. ¿Acaso madre te ha inculcado algo sobre su magia oscura?
—¡Cierren la boca! —Grité, enojado.
Ambos chicos de ojos grisáceos se miraron entre sí con furia, mientras Peter cargaba el cuerpo de nuestra amiga.
—Hay que llevarla a la enfermería —Peter jadeó por el peso.
—¡No uses magia! —Exclamó Marlene, al notar que James iba a conjurar un hechizo—. No sabemos lo que tiene, y sería peligroso.
—Vamos, Peter.
Corrí hacia mi amigo para ayudarle con el cuerpo, y Regulus se unió, aguantando las malas miradas de Sirius.
—Iván... —Natalie mpezó a quejarse—. Patrick me ha contado que...
—¿Quienes...?
—Son su familia —Interrumpí a Lily, mientras subíamos unos escalones—. Está...
—Hablando con su padre... —Comentó Sirius, con preocupación.
—¿Y eso es malo? —Inquirió Mary.
—Sus padres están muertos.
—Esto no es bueno —Aportó Marlene—, las alucinaciones son mala señal...
—¿Qué es todo este escándalo?
Agradecí mentalmente cuando la profesora Sprout habló a nuestras espaldas.
—¿Qué es lo que están haciendo...?
Entonces su rostro mostró preocupación al ver a Natalie desmayada y balbuceando.
—Se lo explicaremos luego —Escuché a Lily, detrás de mí—. Ahora necesitamos llevarla a la enfermería para...
Pero su voz se fue apagando mientras nosotros seguimos corriendo hacia la enfermería.
—¡Madame Pomfrey! —Gritó Regulus, intentando llamar su atención una vez que ingresamos al lugar.
—¿Qué es todo ese...? ¡Por Merlín! ¿Qué han hecho?
La bruja mayor corrió hacia nosotros, mientras cuidadosamente dejamos a Natalie sobre una camilla.
—Todo estaba bien...
—¡No! —Exclamó Regulus, interrumpiendo a Mary—. Nada estaba bien, ella...
—No quiero oír sus pleitos de adolescentes —La enfermera empezó a caminar a un lado de la habitación en busca de una poción—. Me urge saber qué le ha pasado.
—No lo sabemos a ciencia cierta —Dijo Peter—. Estábamos... Mejor dicho, ellos peleaban, y luego tosió...
—Tosió sangre y sufrió un desmayo —Completé, como si lo hubiera visto todo.
La mujer me miró con preocupación, notando que algo malo estaba pasando.
Ella sabía que podía presentirlo, pero no diría nada delante de los chicos.
—Todos afuera.
—Pero...
—¡Afuera!
Por obligación, cada uno salió de aquella habitación, empezando a caminar en círculos durante la larga espera.
¿En qué momento llegamos a esto?
N/A: Ay Merlín... Pobre Natt.
El drama adolescente es bastante grande, pero debemos admitir que es nuestro favorito, pero Poppy se niega a aceptarlo JAJAJAJAJ
¿Qué creen que tiene Natt?
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