-Nᴜᴇᴠᴀ ᴍᴀᴇsᴛʀᴀ

—¿Los despertamos?—oía la voz de Hermione.

—Si, y si no lo haces tú lo haré yo.—ese era Ron, algo bastante molesto.

—Chicos, chicos...—movía Hermione, Ginny se quejó aún dormida, —Niños, levántense, ya llegamos...

—Ya voy...—Ginny abrió un poco los ojos y los volvió a cerrar, estaba echada sobre algo.

—Cinco minutos más...—esa era la voz de Harry, Ginny al fin fue consciente de que donde sea que se encontraba recostada, eso subía y bajaba, respiraba.

—Carajo...—se levantó rápidamente, haciendo que Harry también se levante despacio, confundido y algo demasiado despeinado, —¿Nos dormimos así?

—No es la primera vez.—recordó Hermione restándole importancia, Ginny recordó lo de su primer ataque de pánico, su mejor amiga dijo que los encontró durmiendo en el baño en la misma posición de ahora.

—¿¡No es la primera vez!?—repitió Ron, histérico.

—Mejor hay que irnos.—sugirió Harry y los demás asintieron, menos Ron que parecía estar calmándose mentalmente.

Ginny agarró su bolsa entre brazos, le pesaba un poco.

—Me sorprende que el Ministerio te permita seguir libre, Potter.—llegó Draco, Ginny rodó los ojos, solo venía a molestar, —Mejor disfrútalo mientras puedas, ya tienen una celda en Azkaban con tu nombre.

Harry trató de abalanzarse sobre Draco pero Ron lo agarró por detrás.

—¿Qué les dije? Está loco.—el rubio miró mal a Harry y luego se fue con sus "amigos"

—¡No te metas conmigo!—gritó el azabache.

—Es Draco Malfoy ¿Qué esperabas?—recordó Ron.

—Que se quedara como un niño.—suspiró Ginny para seguir caminando.

—Agh ¿En serio? Mírala, espero que esté fingiendo si le va a sonreír así a Harry luego de que su pareja haya muerto.—se quejó Ginny molesta cuando Cho le sonrió a Harry mientras se iba con sus amigas en el carruaje.

—Hola, chicos.—saludó otra persona, ninguno de los cuatro necesitaba voltear para saber de quien se trataba.

—Hola, Neville.—el cuarteto devolvió el saludo del Gryffindor.

—¿Qué es eso?—la voz de Harry hizo que los demás volteasen.

—¿Qué es qué?—preguntó Ron.

—Eso, lo que tira del carruaje.—Harry miraba el aire como si por primera vez tuviese forma, como si viera algo que nunca nadie había visto, parecía un loquito con alucinaciones.

—Nada tira del carruaje.—negó Ginny, confundida, —Se mueve solo, igual que siempre.

Harry pasó por el lado frontal del carruaje, volteando a ver algo que nadie más veía. Todos fruncían el ceño ante la acción del elegido, estaba aún más raro de lo normal.

—No estás loco, yo también los veo.—una voz suave, dulce y fina se hizo presente, la chica bajó el periódico y se vio a una rubia platinada, Ginny la reconoció como Luna Lovegood, la pareja de Neville para el yule ball, —Estás tan cuerdo como yo.

Nadie le respondió, los demás subieron, Neville, Harry y Hermione al frente del banco donde la rubia estaba.

—Ginny, pasa tú primero.—a la petición de su hermano, la castaña-rojiza supo que él no quería sentarse junto a la chica, ella rodó los ojos y se sentó con gusto.

—Les presento a la lunáti...—Hermione paró por la mala mirada de su mejor amiga, todos miraron raro a la castaña.

—Luna Lovegood.—presentó Ginny cuando Hermione no había podido encontrar su voz por la vergüenza, —Que bonito collar...—halagó al ver lo que colgaba del cuello de la rubia.

—Es un dije.—corrigió amablemente, luego acercó su rostro al centro, —Para alejar a los nargles...tengo hambre, ojalá que haya pudín.

—¿Qué es un nargle?—preguntó Ron murmurando hacia las dos chicas.

—No tengo idea.—contestó Hermione.

—Su papá los inventó, los chicos la molestan y le quitan sus cosas, según su padre, los nargles acostumbran a infestar los muérdagos y a robar las cosas de las personas, para luego devolverlas de manera muy extraña.—susurró y los dos asintieron.

—¿Quieres?—ofreció Hermione su tarta de fresa, —Es la última.

—¡Si!—se la quitó, —¡Ay Her, te adoro!—metió un pedazo a la boca.

—Ya lo sé, ya lo sé, sin mi no puedes vivir.—alardeó divertida.

—Ja, ja, muy graciosa—entrecerró los ojos e hizo una mueca, —Oye...—llamó Ginny a Harry, —No te preocupes por ellos, se les pasará, no has mentido, no tienes que preocuparte por decir la verdad.

—Si, gracias, es increíble como cambian las cosas por un simple rumor.

—Já, ni me lo digas, he escuchado muchos rumores sobre mi.—recordó algunos de ellos.

Ginny anda con Cedric Diggory.

Ginny se liga a todo Hogwarts.

No me sorprendería si la chica Weasley anda en una relación secreta.

Algo hace Ginny para tener a todos tras ella.

Ginny solo es una presumida.

Apuesto de que Ginny ni siquiera ha tenido un novio.

La Weasley solo quiere atención.

—Si, hay muchos rumores sobre mi.—sonrió un poco, la verdad es que no le importaba lo que dijeran de ella, conque ella supiera quien es y lo que vale, era suficiente.

—Buenas noches, alumnos.—empezó el director, haciendo que todos lo miren, —Tenemos dos cambios en el personal este año, por favor reciban de nuevo a la profesora Wilhelmina Grubby-Plank, quien estará a cargo de las criaturas mágicas mientras el profesor Hagrid, regresa de sus vacaciones.

—¿Hagrid de vacaciones?—preguntó Harry en el oído de Ginny, ella estaba antes que el.

—Reuniendo aliados, por si acaso, eso fue lo que Dumbledore me comentó.—murmuró para que nadie escuche.

—También quiero que le den la bienvenida a la nueva maestra de Defensa Contra Las Artes Oscuras.—seguía diciendo el director, Ginny quiso reír al ver a Snape hacer una mueca de disgusto, —La profesora Dolores Umbridge, seguramente todos como yo le deseamos la mejor de las suertes a la profesora. Como siempre nuestro celador, el señor Flich me ha pedido que les recuerde...

El sonido de una risita proveniente de la mesa de profesores interrumpió al director.

—Agh, eso es demasiado rosa, incluso para mi.—se quejó Ginny en el oído de Hermione.

—Que bueno que no usa el lila.—suspiró pesadamente la castaña.

La profesora se levantó de su asiento y se encaminó al frente.

—Estuvo en mi audiencia.—dijo Harry a Ginny, —Trabaja para Fudge.

—Muchas gracias, señor director, por sus amables palabras de bienvenida.—se paró al lado del director, sonrió un poco y luego se giró al frente, —Y que hermoso, es ver sus brillantes y felices rostros sonriéndome.—Ginny volteó a ver a los demás, todos estaban serios, nadie le sonreía, —Estoy segura de que todos seremos muy buenos amigos.

—Si, claro.—escuchó a Fred y George ironizar.

—El Ministerio siempre ha considerado que la educación de jóvenes brujas y hechiceros es de vital importancia, aunque cada director ha traído algo nuevo a esta histórica escuela, el progreso, solo por progresar no puede continuar.—siguió hablando, Ron se volteó a los demás, Hermione, Ginny y Harry estaban solo mirando a la profesora pero su hermana le dio una mirada divertida, —Hay que preservar lo preservable, perfeccionar lo que se debe perfeccionar, y eliminar las prácticas que deberían...prohibirse.

Luego se fue, soltando una pequeña risa, el director le aplaudió y los demás tuvieron que hacer lo mismo, aunque no quisiesen.

—Gracias, profesora Umbridge, eso fue muy motivador.—halagó el director, Ginny pudo notar que Dumbledore no había querido decir esas palabras.

—¿Motivador? Fueron puras tonterías.—bufó Ron, cansado.

—¿Qué significa?—preguntó Harry.

Ginny y Hermione se miraron antes de que la castaña-rojiza hablase, —Significa que el Ministerio está interfiriendo en Hogwarts.

Las hermanas Patil habían hecho una grulla mágica de papel, estaba volando por todo el salón, los demás trataban de atraparla o hacerla volar más alto, cuando llegó a Ginny, esta la hizo posarse en su dedo índice y luego la hizo volver a volar.

—Es divertido.—aseguró riendo mientras miraba a su derecha, en dirección a su mejor amiga, quien leía y anotaba algo, luego las risas de los demás pararon, la castaña-rojiza se giró a ver y vio cenizas de papel en el escritorio de las hermanas Patil, vio a la responsable, Umbridge, —Era divertido.

—Buenos días, alumnos.—se escuchó su voz, todos los demás se giraron atrás para verla, Umbridge empezó a caminar mientras con su varita escribía algo en el pizarrón, —Título Indispensable de Magia Ordinaria, T, I, M, O, mejor conocido como, timo. Estudien mucho y serán recompensados, fracasen en esto y las consecuencias podrían ser...—se encogió de hombros, —Severas.—con su varita hizo que libros vayan a las mesas de todos, —Su instrucción previa en esta materia, ha sido terriblemente inconstante, pero afortunadamente, desde ahora seguirán un curso de magia defensiva aprobado por el Ministerio, cuidadosamente estructurado.

Defensa Contra Las Artes Oscuras, conceptos básicos para principiantes. El título del libro no le hizo gracia a ninguno del cuarteto.

Ginny levantó la mano, disgustada por todo eso, la profesora la vio, —¿Si?

—Aquí no hay nada sobre como usar hechizos de defensa.—empezó a quejarse.

—¿Hechizos de defensa?—soltó una risa, acercándose a la chica, —No sé para que necesitarías hechizos de defensa en mi clase.

—¿No usaremos magia?—preguntó Ron frunciendo el ceño.

—Van a aprender sobre hechizos de magia de una manera segura y sin riesgos.

—¿Y de qué nos serviría?—la castaña-rojiza agradecía que Harry se dignara a decir eso, —Si nos atacan sería un gran riesgo.

Dolores Umbridge empezó a caminar, dándole la espalda a los estudiantes, —Deben levantar la mano para hablar en mi clase.—luego se giró de nuevo, —En la opinión del Ministerio, el conocimiento teórico será suficiente para que pasen sus exámenes, que después de todo, es para lo que sirve el colegio.

Genial, tampoco aprenderían nada ese año.

—¿Y cómo nos preparará para lo que existe en el exterior?—seguía Harry, alterándose poco a poco.

—No hay nada en el exterior, querido ¿Quién te imaginas que atacaría niños como tú?

—Am, no lo sé.—soltó irónico, —Tal vez, Lord Voldemort.

Todos empezaron a murmurar cosas, mirando de reojo a Harry, Ginny se sentía mal por su mejor amigo. Ahora lo miraban como bichito raro.

La maestra vio a todos los alumnos antes de hablar, —Les explicaré, claramente...les han dicho de que cierto mago tenebroso. —comenzó a caminar por entre las filas de Harry, Ron, Ginny y Hermione, —Está al acecho, nuevamente. Eso. Es. Una. Mentira.

—¡No es mentira! ¡Lo he visto! ¡Luché contra el!

—¡Está castigado, señor Potter!—las protestas de Harry tuvieron una consecuencia.

—¡Según usted Cedric Diggory murió solo porque si!

—La muerte de Cedric Diggory fue un accidente trágico.

—¡Fue homicidio! ¡Voldemort lo hizo! ¡Y usted lo...!—hasta Ginny sabía controlarse mejor que Harry.

—¡Basta!—gritó, perdiendo la paciencia, —Basta, lo veré luego, señor Potter, en mi oficina.—soltó una risita.

—No puedo creerlo, Harry castigado.—suspiró Hermione, cansada.

—Bueno, no debió insistir con el tema.—Ron se encogió de hombros, ambas chicas pararon para voltear a verlo, el pelirrojo se encogió de hombros, —¿Qué? Solo digo que no tuvo que seguir hablando, hasta Ginny se controló.

—Si, pero quería gritarle en su cara.—admitió la castaña-rojiza, entrando a la sala común. Los gemelos estaban siendo noticia con sus dulces para enfermarse y sus artículos de broma.

—Ah si, y volviendo al tema, no les estoy pidiendo que lo hagan. No les pido que hagan  mi trabajo.—siguió hablando Ron.

—Ay, por favor.—caminaba Hermione, divertida.

—Es que he estado ocupado estudiando para el examen TIMO.—se excusaba sin saber que decir.

—Agh, de acuerdo, te haremos la introducción. Es todo—aceptó Ginny luego de unos momentos.

—Ginny, Hermione, son las personas más maravillosas que he conocido.—empezó a halagar el pelirrojo al lograr su cometido, —Y si alguna vez volviera a molestarlas...

—Habrías vuelto a la normalidad.—se dejaron caer a los lados de Harry.

Ginny, quien estaba al lado izquierdo de Harry, frunció al ceño al ver algo raro en la mano de su mejor amigo, —¿Qué tiene tu mano?

—Nada.—mostró su mano derecha.

—No, esta mano.—agarró la mano izquierda del azabache, poniéndola sobre su regazo y delineó la cicatriz que tenía, —No debo decir mentiras.—leyó.

—Harry, debes decirle a Dumbledore.—sugirió Hermione.

—No.—negó rápidamente, —Dumbledore tiene mucho en qué pensar ahora.—miró a la castaña, —Y no quiero darle a Umbridge la satisfacción.

—Al diablo con ella, te está torturando.—trató de razonar Ron, —Si nuestros padres se enteran...

—Sabes que yo no tengo padres, Ron.—recordó el azabache.

Ginny suspiró, —Harry tienes que denunciarla, es bastante simple, tienes que...

—No, no lo es.—cortó el chico, —Pelirroja, sea lo que sea, no es algo simple.—pasó la mirada a sus tres mejores amigos, —No lo entienden...

Se paró, Hermione frunció el ceño al instante por la acción del chico, —Explícanos...

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