El día de la visita a Hogsmeade llegó, Ginny ya le había entregado a la profesora McGonagall su permiso

—Y recuerden, las visitas a Hogsmeade son un privilegio, si su comportamiento es malo en clases, ese privilegio, no se les volverá a otorgar—dijo McGonagall, la castaña-rojiza vio como Harry corrió hasta la jefa de la casa de Gryffindor con su permiso en mano

—Si el permiso no está firmado no podrás acompañarnos, son las reglas Potter—apuntó la profesora para comenzar a avanzar junto a Flich

—Los que tengan permiso síganme, los demás apártense—dijo Flich, Harry paró a la profesora McGonagall

—Pero profesora, si usted lo firma podré ir—afirmó Harry, Ginny lo miró triste, ella sabía que los profesores no podían hacer eso aunque quisieran

—Creo que no, solo el padre o tutor están autorizados, yo no puedo porque sería inapropiado—terminó McGonagall y volvió a avanzar pero volvió hacia Harry—Perdona Potter, no puedes venir

Le palmeó el hombro y alcanzó al grupo de niños que estaban más adelante, Ron, Ginny y Hermione se quedaron

—Olvídenlo, hasta luego—Harry iba a dar la vuelta pero Ginny lo interrumpió

—Podemos quedarnos si quieres—la declaración hizo sorprender al azabache quien dio la vuelta sorprendido, Ron también se sorprendió

—¿Qué?, ¿¡Estás loca!?, ¡Es Hogsmade!, ¡La mej...!, ¡Auch!—el pelirrojo calló cuando Hermione le pisó el pie—Ah, si, si, nos podemos que-quedar, si, claro Harry—dijo Ron con miedo cuando su hermana lo fulminó con la mirada

—No es ningún problema quedarnos Harry—declaró Hermione

—No, tranquilos, no quiero que se pierdan la visita por estar conmigo, vayan, está bien—les dijo el elegido, sus mejores amigos asintieron y se dieron vuelta para alcanzar al grupo, de vez en cuando Ginny se daba la vuelta para despedirse de su mejor amigo con la mano

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Ya estaban en Hogsmeade, Ron, Ginny y Hermione no se separaban por nada, Ron no se quería perder y Ginny y Hermione simplemente no parecían querer ir por un lado diferente a la otra. Vieron la tienda de dulces, la de artículos de broma de Zonko

—Esto es grandioso, ¡De todos los sabores!—exclamó Hermione cuando compraron las famosas grageas de todos los sabores, Hermione lo abrió pero antes de que comiera una Ginny la interrumpió

—Ah, si, pero cuidado—dijo dejando de comer su helado y apuntando a la caja con una mueca pues al comer un poco de su helado se le congeló la garganta

—Sí, cuidado, cuando dice de todos los sabores, son todos los sabores—dijo Ron dejando de comer su rana de chocolate que Ginny le compró mientras recalcaba la última oración—Una vez comí una de vómito, Fred una de cerilla de oreja y George una de tierra

Hermione, quien tenía una gragea en la boca, se la sacó rápidamente sin dejar de ver a Ron, Ginny lo miró mal y el pelirrojo se encogió de hombros

—No solo hay malos sabores Her, también hay de chocolate, vainilla, hierba buena, fresa, durazno, plátano, tutifruti, sandía, limón, canela, manzana verde, arándanos, algodón de azúcar y muchos más—dijo Ginny tranquilizándola

—Mira—dijo la castaña-rojiza y agarró una gragea, sin darse cuenta de cuál agarró, cuando la mordió se arrepintió profundamente pues comió una de huevo podrido, sabía horroroso, pero no quería que Hermione no probase las grageas por lo que hizo como si fuera una gragea de un sabor delicioso, Ron se había dado cuenta de cual grajea era por lo que hizo una mueca de preocupación

—Mmmmmmm, delicioso, malvavisco—dijo para luego sonreír un poco—¿Me permiten?, voy al baño—dio uno pasos hacia atrás con las miradas de Ron y Hermione en ella

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Cuando los perdió de vista corrió con una mueca de asco, pidió un vaso de agua en el calero chorreante y cuando se lo dieron se la tomó como si fuera lo más rico del mundo

—¿Mal rato?—preguntó Madame Rosmerta secando algo y tendiéndole el quinto vaso de agua a Ginny quien lo tomó rápidamente de nuevo, apoyó un hombro en la mesa mirando a la castaña-rojiza

—Grageas—la leona hizo una mueca y se secó la boca con su manga derecha

—En ese caso...—Rosmerta se levantó y se puso a preparar algo, Ginny no vio que hacía pues tenía los brazos cruzados y su cabeza enterrada en ellos, alguien le tocó el hombro y la chica levantó la cabeza

—Una cerveza de mantequilla—Madame Rosmerta sonrió dejando la cerveza de mantequilla frente a Ginny quien le devolvió la sonrisa pero fue una de boca cerrada y se apresuró a sacar dinero, se lo extendió pero Rosmerta la detuvo poniendo—La casa invita, considéralo como un consuelo por las grageas, cuando la termines solo déjala ahí, tengo que hacer algo, adiós pequeña nueva Weasley, o Ginny, como prefieras

Rosmerta se fue a atender a otras mesas y Ginny sonrió, se tomó la cerveza de mantequilla, cuando terminó la dejó y puso el dinero encima, no iba a dejar que no le cobraran, salió del caldero chorreante buscando a Ron y Hermione

—Lo siento andaba distraída—se disculpó cuando chocó con alguien haciendo que caigan

—¿Qué te pasa traidora?, tal vez hayas sido una sangre pura antes, pero ahora que estás con los Weasley no eres más que una sucia traidora y sin padres—ambos se levantaron y se miraron, las palabras del chico parecían que escupían veneno puro, Draco quien estaba al lado del moreno no tenía expresión, Ginny no se inmutó, al contrario se rió en su cara

—¿Y piensas que esas palabras me van a afectar Zabini?—preguntó irónica—Prefiero ser eso a ser alguien como tú, sin sentimientos, si es cierto, yo perdí a mis padres, apuesto que los tuyos te dan mucha atención para andar diciendo eso... ah no... espera—hizo una pausa—Ellos ni siquiera saben que existes ¿No?, tan solo eres un estorbo para ellos, al menos los Weasley son cariñosos, atentos y les importan sus hijos, eso es algo que tú nunca podrás experimentar

Ginny escupía las palabras con mucho orgullo, vio como las manos de Zabini estaban en puños y los apretaba tanto que se volvieron blancos, ahí supo que se había pasado aunque haya sido verdad

—¿Cómo te atreves sucia traidora?—dijo Levantando su manos listo para darle una cachetada a la castaña-rojiza pero antes de que siquiera la pudiera tocar, Draco avanzó un poco, listo para parar a su amigo pero Ginny lo paró a la vez que paraba a Blaise

—Uno, no te atrevas a tocarme ni con una rama Zabini porque te va a ir muy mal—dijo fulminando a Blaise con la mirada, este mostró un poco de miedo pero luego parecía lleno de rabia—Y segundo Malfoy...no necesito que me salven, soy mi propio héroe—mencionó segura mirando al rubio platinado para luego soltarlos

—Vámonos Blaise, ella no vale la pena—dijo Draco dándose la vuelta y caminando—¡Blaise!—exclamó al ver como el moreno no se movía y seguía en una guerra de miradas con las casi pelirroja

—Sí Zabini hazle caso a tu dueño, anda como un perrito faldero pero no me vuelvas a provocar—escupió Ginny, el moreno solo la fulminó con la mirada y se fue tras Draco mientras se peinaba con una mano. La leona se quedó parada ahí cuando un grito la hizo voltear

—¡Ginn!—Hermione parecía agotada al igual que Ron, la castaña se apoyó en el hombro de su mejor amiga mientras respiraba

—Aquí estas Ginny, nos habías preocupado ¿Qué pasó?—preguntó Ron tomando aire

—Ah, nada, es que no encontraba el...el baño, y luego se me antojó una cerveza de mantequilla, me quedé hablando con Rosmerta, ya saben como es, le encanta hablar, y luego los fui a buscar—mintió la castaña-rojiza y sonrió al final para tranquilizar a sus mejores amigos

—Bueno no importa, tenemos que irnos ya si no queremos quedarnos aquí hasta la próxima visita—dijo Hermione

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