CAPÍTULO 9 - Es para usted
Milori caminaba por el bosque del invierno luego de que el sastre lo haya dejado en paz (pfff, sí que era pesado) realmente se había decidido por un negro normal, no opaco ni tan luminoso... había sido una decisión difícil con todos los negros que tenía, uno medio rojo, medio azul, medio no sé cuánto... pero al fin estaba libre. Las invitaciones ya estaban hechas, aunque realmente se alegraba que el reino norteño y el occidental estuvieran taaaaan lejos, así no podrían arruinar la fiesta ni nada por el estilo.
Pensó una vez más en lo que le habían puesto en la última carta que había recibido, había sido una clara amenaza ¡y sí que había resaltado! Sintió como que si le estuvieran hablando en un costado, realmente esa reina sabía escribir cartas que dieran miedo.Pero él no se iba a dejar intimidar, simplemente no podía hacerlo, no les iba a responder la carta solo para que crean que no llego... frunció levemente el ceño ¿mandarían otra por su matrimonio? Supuso que sí. Sabía bien que no debía subestimarlos, eran reyes poderosos y en cierta forma estaba jugando con su suerte. El cerro los ojos mientras se apoyaba en un tronco, esa carta aun le daba vuelta en la cabeza... ¿y si estaban arriesgándola a ella y al pequeño por no hacer lo que pedía? Negó con la cabeza, no iban a ganar.
No iba a dejarla sola por el simple hecho que si lo hacía corrían más peligro, él iba a estar para protegerlas.Cerro sus manos en puños, nada les iba a pasar de eso estaba más que seguro y si creían que así lo alejarían ¡se equivocaban! Le estaban dando una razón más para no apartarse de su lado.
Miro unos segundos al cielo que ahora estaba nublado, algunos copitos pequeños caían sobre él
–Lord Milori- la voz inconfundible de Viola lo hiso desviar la mirada, sonriéndole al hada que lo miraba
-¿Qué quieres?- pregunto amablemente. Ella suspiro como pensando y algo indeciso le agujereó una carta, era de la corona occidental
–Prefiero dárselas a usted señor, no sé si traerá algo bueno y no me gustaría angustiarla, ellos suelen usar puntos fijos y que lastiman mucho- dijo mientras dejaba el sobre en la mano más pálida. milori sonrio
–gracias ¿sabes? ¿Podrías darme cualquier carta que llegue para ella primero a mí? Me gustaría leerlas primero si vienen de otra nación- dijo con una sonrisa despreocupada. Viola asintio
–La otra es de las islas del sur y créame que no creo que traiga nada malo- dijo haciendo una leve reverencia
–nhaaa, los de esa nación no creo que digan algo malo si fue su idea- dijo mientras llamaba a su lechuza y se despedía del hada mientras la montaba.
Entro a su habitación y abrió el sobre. Murmuro algunas cosas antes de leerla. Realmente lo que esta causa fue incluso peor que la otra, sentí la sangre helarse y hervirse a la vez ¡rayos! Enojo, frustración y miedo se mezclaban en su cabeza, sentía una pesadez realmente grave. Apretó la mandíbula y también sus puños
–Idiotas- gruño enojado ¿Cómo rayos hacían para saber cosas tan exactas sobre su pasado? Realmente si ella hubiera leído esto hubiera quedado destrozada ¿¡cómo iban a incluir recordar la muerte de Dante y Denis echándole toda la culpa a ella?! Eran realmente perversos, Milori sabía más que bien que Clarión seguía culpándose por eso y esa era la razón por las que él nunca hablaba de ellos. Además no solo eso, recordaban esos años en los cuales peligraba la tierra de las hadas por el colgante y que eso no era lo peor, si no haberlo entrometido a él y hacer que su vida peligrara ¡imbéciles sin alma! Tenía ganas de gritarles, de saltar sobre ellos y pegarles.
Cerro los ojos con frustración, sabían que cosas ella seguía culpándose y las tocaban con gran audacia. Y no se conformaron con eso ¡claro que no! Decían que la boda era un gran error y amenazaban con robar y matar al bebé en cuanto nazca, porque iba a hacer una humillación total para todos los reinos y que esa ya era suficiente falta como para acabar con la vida del pequeño ¡estúpidos! ¡Nadie amenazó a su familia! Volvió a apretar los puños negando con la cabeza, la frase "o lo pierden al bebe antes o después que nazca, ustedes eligen. Puede ser por voluntad propia oa la fuerza por medio de ello" ¡AAAA! ¡Eran unos degenerados! ¡Viles mandones, gente sin sentimientos! Tenía ganas de pegar un grito, pegarles, exterminarlos... ¡no le iban a hacer daño! ¡Claro que no! Ahora que estaba anunciado haría lo que fuera con tal de que ellos no le hicieran nada a su familia. Cuando se quiso dar cuenta la carta estaba hecha trizas en sus manos, el hielo la habia sufrido y luego roto en mil pedazos. Suspiro, a veces le pasaba que el hielo se formaba por sus emociones, aunque nadie sabía eso... respiro tratando de tranquilizarse... miro los restos de la carta y les lanzo un rayo de hielo que termino de incinerarla. Luego se volvio a sentarse en la cama, no deberia mostrar preocupacion ni nada, todo saldria bien,
Se recostó en su cama mirando el techo, debía decírselo a alguien... pero ¿a quién?
Alguien toco la puerta sobresaltando al señor del invierno, pero luego respiro y tratando de que su voz no sonara nada fuera de lo normal respondió un "pase". Entro su mayordomo con una carta
–Es para usted, viene de las islas del sur- sonrió con algo menos de pesadez y le agradeció que le haya traído la carta. Respiro cuando el chico se desprende y miro la carta ¡ojala no trajera algo malo! Sonrió levemente y la abrió.
Querido (¡tonto! Creerá que lo estoy ligando. Empecemos de otra manera!) Estimado (¡¿Qué es eso?!) buen (buen se le dice al pan. Cámbialo) apreciado señor del invierno (eso me gusta más): le ofrecemos estas humildes notas para decirles (¿¡ofrecemos?! ¡No le estoy dando nada! Y no son humildes, son importantes) (está bien) le mandamos esta carta en consideración de (¿consideramos algo?) (La situación mi señora) (Si es así sigue) la situación agravada con los subestimados norteños (¡subestimados?! ¡Querrás decir infelices, odiosos y escandalosos norteños!) (bueno) con los no agradables norteños y occidentalitas (¡esos son unos perversos, irónicos, malos y horribles seres de todo el universo!) (Alteza, no puede decir eso) (Continua)-Milori no pudo evitar una sonrisa por esos errores, el sirviente escrito había todo lo que le dijo la reina y todo lo que respondió él-queremos expresarle que tiene todo nuestro apoyo. Sabemos que los ha amenazado y creo que el único que sabe de eso es usted, ya que como cuida también a su reina no deseará alertarla en su situación (¿escribiste todo?) (Si señora) le digo que tiene todo nuestro apoyo, podemos mandar guardias o cuidadores que se hagan pasar por personas de visita en su país y así cuidarlos (¡pon que manejan la espada, pistolas y la lanza! Además de la ballesta) (no lo creo necesario) (¡ponlo!) ellos serán expertos en armas y estarán a sus órdenes. Aunque no los necesiten ellos estarán alertas a cualquier actitud sospechosa de algún infiltrado que pueda hacerle daño a su familia (eso sonó bastante honorable) (lo es) queremos que el pequeño (¡o pequeña! ¿Y qué tal si es nena? ¡La cuidaremos igual! No hay que dejar mal entendidos) o pequeña crecer lo mejor posible. Sé que usted puede protegerlas pero dos reinos contra uno no es justo y nos parece bueno ayudar. Gracias por invitarnos a su boda, ahí lo encontraremos y hablaremos sobre eso (¡ponle que después de la boda! ¡No lo vamos a interrumpir cuando la novia este pasando!) Después de la fiesta. Atentamente (atentamente? ¡No seas malo y escribe exactamente lo que te digo!) (¿Qué escribo?) (...) (¿Señora?) (Quedémonos con atentamente) los reyes sureños.
Posdata: ¿podemos ser la madrina de su hija/o? ¡Así juntos les pateamos el trasero a los que no están de acuerdo! (eso no me parece una buena forma de expresarse) (ok) a si mandamos al diablo a todos (mi señora, esa tampoco) (¡grandioso!) así sacamos a patadas (mi señora) (¡está bien!) así le hacemos frente a los que no están de acuerdo (¿te parecía bien?) (Si) chau! (Eso no es un saludo formal) hasta pronto a ambos...-
Milori dejó escapar una carcajada ¡sí que escribía todo tal y cual lo dicto!
Miro para el cielo el cual ya habia oscurecido
–Debo volver con ella- murmura para sí mismo mientras montaba su lechuza.
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