FINAL DEL LIBRO 1

–Quiero saber algo- dijo firmemente George mientras veía como el hada sentada suspiraba

-¿Qué quieres?- respondió con voz neutra mientras levantaba la vista y los veía con sus ojos grises

-¿sigues tratándome como a cualquiera?- dijo enojado, el hada solo bajo la mirada -¿no responde nada? ¿Él, Ángelo?-

.

Milori por fin logro llegar a la ventana. Salió en un pasillo que no tenía ni la más tenue luz, él estaba totalmente empapado y de su pelo salían hileras de agua. Agudizo su vista y pudo ver tres túneles, los tres eran distintos "elige bien, si te equivocas la perderás para siempre" escucho la voz del trébol, el suspiro y miro los tres túneles "era una broma, todos son largos... tardarás en encontrarla , es todo" explica la voz con un tono divertido. Milori resoplo convencida de que esa cosa tenia y vida y una personalidad ¡y vaya personalidad! Cerro los ojos unos momentos y murmuro un "ayúdame" al abrirlos una de los túneles estaba iluminado, sonrió y entro.

En un momento del trayecto él se sintió mal y empezó a marearse, sintió que algo pasó pero no tenía una mala impresión "Debo hablar contigo" escucho la voz de Dante. El hada invierno suspiro y se dejo caer en el piso, ya inconsciente. La luz era blanca y rosada, esto confundió al peliblanco

–Tranquilo, estoy aquí- sonrió el castaño.

.

George miro furioso a la castaña tirando delante de ella al maltratado ojigris

-¡¿lo sabías?!- grito furioso señalándola

-¿saber qué?- murmuro preocupó al ver al hada que tenia en frente

-¡que al estar en tu situación no podías volverte Cali!- grito con furia mientras la agarraba de cuello y la elevaba ahorcándola

–Pero esto se termina ahora- dijo malvadamente mientras sacaba una yerbas

–no... no lo hagas... si matas al bebe la mataras a ella... ya Cali- tocio el hada que estaba en el suelo mientras se arrastraba más cerca se ellos dos

-¡¿Qué?!- grito furioso mientras la dejaba caer sin ninguna consideración

–es cierto... arriésgate y la perderás a ella también- dijo mientras levantaba su mirada. El pelinegro grito de furia y le dio una patada haciéndolo golpearse contra la pared

-¡sois unos tramposos!- grito mientras veía como Ángelo se secaba un hilito de sangre que corría desde su nariz. Clarion miro con horror la escena, sintio que el abdomen le dolia

–Entonces deberás quedarte aquí... ¿Por cuánto?- dijo mientras la miraba amenazante

–No lo sé- murmuro ella mientras las lágrimas corrían por sus mejillas –pues tendré que esperar... pero tiene que haber una solución- dijo mirando otra vez al ojigris y acercándosele. Lo levanto teniéndole del cuello –dime... quiero hacerlo hoy mismo- dijo furioso

–No... hay... forma- dijo de forma forzada, pero George sabía que mentía. Lo golpeo contra la pared... puso un cuchillo en su cuello y miro a la castaña que seguía llorando de impotencia

–Dímelo... o él muere- dijo bastante serio mientras entraba más el cuchillo

-¡yo no lo sé!- exclama con angustia, la verdad que si lo sabía pero no se lo podía decir

–ok- con una sonrisa macabra empezó a hundir el cuchillo logrando un alarido de dolor

-¡espera!- dijo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas y su corazón latía fieramente, era lo que era, no esperaba en ella primero si no en los demás

-¡no se lo digas!- exclama el chico mientras saca unas sales de su bolsillo tragándoselas. George tiro el cuerpo ya muerto del chico al suelo

–Maldito valiente- gruño mientras volvía a mirarla. Ella sollozaba mientras la culpa la consumía... ella siempre fue la causa de todo esto, las muertes, el hechizo, que sus hermanos se vallan y que Cali se halla vuelto mala... un hilito de sangre empezó a descender por su nariz recorriendo sus labios hasta llegar al suelo

–Te odio...- murmuro mientras veía como se acercaba –dímelo...- dijo mientras la ahorcaba

–No puedes matarme- dijo bastante seria

–no... pero puedo hacerte daño- dijo dando una sonrisa mientras acariciaba su rostro con una mano. Ella lo miro con miedo y empezó a moverse. De repente una cuchilla de hielo afilada se clava en la mano del pelinegro haciéndola que la suelte. Él miro su mano llena de sangre siendo curada por el colgante que tenía en su mano

–esta pelea es entre nosotros- dijo seriamente el peliblanco mientras Clarión los miraba horrorizada ¡sabía lo tramposo que podía ser George!

–No lo creo- rio de una manera sarcástica –pero te dejare fuera de combate primero- dijo mientras sus labios sonreían de una manera macabra.

George levanto el trébol y el colgante se tornó rojo mientras sus ojos brillaban

–Tú no sabes controlar su potencial- dijo empezar a reír

–No le hagas daño ¿no vez que lo que le hagas a ella se lo haces a Cali?- dijo el peliblanco sin sentir miedo por la amenaza. El pelinegro asintió y miro a la castaña que estaba arrodillada en el suelo mirándolos con sus profundos ojos celestes, pero él solo le sonrió sin sentir pena por el tan notable miedo de la chica. Una luz negra empezó a crecer a un costado de él mientras sonreía

-¿no piensas correr?- dijo mientras la luz se volvían lenguas de fuego. Milori solo lo miro amenazante, George dio una carcajada mientras le tiro la gran bola de fuego que no podía ser apagada ni con hielo. Aun así Milori se quedó quieto, miró fijamente a las llamas, respiro estando en calma... no pasó nada... el fuego estaba cada vez más cerca "no tengas miedo" esas palabras de Dante recorrían su mente y su corazón se calmó, su expresión era serena y calmada... el fuego al llegar a su destino exploto esparciendo el fuego en otros lados pero apagándose de inmediato...

George miro sorprendido... esto era imposible...

Milori le sonrió, no tenía rastros de que él fuego lo haya tocado... el colgante estaba verde otra vez

-¿Cómo lo hiciste?- dijo sorprendido el pelinegro -¡ese fuego era mágico!- dijo enojado. El peliblanco lo vi divertido

–Soy su dueño no su guardia ¿recuerdas?- dijo levantando una ceja. George resoplo molesto gruñendo... dejo el colgante a un lado y empezó a atacarlo con arena negra y gris, él las detenía con su escarcha. Ambos elementos luchaban entre si... el fuego que lanzaba George con el hielo y escarcha que lanzaba Milori...

Ambos estaban al nivel del otro, se atacaban por igual. La energía azul empezó a formarse en el lado del peliblanco y la energía negra empezó a aparecer al lado del pelinegro. Ambos, con el mismo movimiento, hicieron que ambas energías chocaron... al pasar esto empezó un remolino en el medio, pero ninguno cedió. Los ojos rojos del chico brillaron haciendo más fuerte su energía para que destruya a la azul, pero Milori también aumenta la energía ¡rayos! ¡No se puede ver! Alrededor de ambos se había elevado una masa de aire con tierra y hojas, les quitaron el pelo y la capa con furia y violencia.

Ninguno cedió, aumentando la energía y, como consecuencia, el remolino del medio. Un pequeño hilito de corriría desde la nariz del señor sangre del invierno y el sudor resbalaba desde su frente, sintió un inmenso dolor en el pecho pero debió resistir... miro el cielo, ya casi...debe resistir. George estaba en las mismas condiciones, se sintió debilitado pero no iba a perder ante ese mocoso menor que él ¡no lo podía permitir!

Los rayos consiguieron formarse en ese mini remolino, estos hacían grandes estruendos y lograban hacer que la masa de alrededor se moviera más de prisa. El viento los golpeaba, tratando de hacerlos caer, pero no lo haría ¡ya casi! El viento los golpeaba con violencia arrancándoles la capa y nublándoles la vista... pero el remolino seguía creciendo, con rayos, relámpagos y dos energías que no podía consumir a la otra.

Clarión miraba la escena desde afuera, miraba con miedo todo lo sucedido, el remolino y la bendita capa de viento que no la dejaban ver nada. Sentía su corazón latir con fuerza, quería acercarse ¡hacer algo! El dolor de las muñecas le hiso recordar que estaba encadenada. Sentía frustración y preocupación... una lágrima se resbalo de sus ojos celestes que miraban todo con miedo.

El pelo lo tenía suelto, el viento que le llegaba lo movía con fuerza y ​​había hecho rodar la corona lejos del lugar ¡tenía que hacer algo! Otra lagrima de impotencia recorrió su hermoso rostro –Milori...- murmuro mientras bajaba la mirada y las lágrimas empezaban a correr.

Milori se sentía ya morir, las piernas le dolían y los brazos le ardían, sentía punzadas en el tórax y en el corazón, se le dificultaba respirar, y mantener la energía se le hacía difícil... sus ojos se querían cerrar ¡pero no podía ahora! ¡Ya casi! Apretó los dientes mientras trataron de no caer al suelo... cuando la vio, allí arriba de la cueva, serena y hermosa... la luna azul.

Sonrió, solo un poco, ya todo terminó. Saco fuerzas desde donde pudo y siguió luchando de repente la luz de la luna empezó a iluminar el remolino haciendo los rayos más fuertes "¡ahora Milori! ¡Es tiempo!" escucho una voz, sonrió mientras sentía la sangre recorrer su rostro. En un esfuerzo sobrehumano lanzo todo el remolino hacia el lugar donde estaba el colgante. Ambos cayeron de rodillas al suelo...

El remolino se hiso más fuerte al entrar en contacto con el colgante, cuando la luz de la luna se volvió un gigante rayo azul que dio directo a la joya todo se hiso más violento. Una luz violeta empezó a inundar el remolino y levantando viento haciendo que nadie pueda distinguir nada. Cuando por fin todo se despejo se vio a George que estaba inconsciente en el suelo, Milori giro la vista hacia donde estaba el colgante... estaba partido en dos.

Se levantó con gran esfuerzo y camino hacia donde estaba Clarión que miraba el colgante atónita

–Confía en mi- murmuro él mientras tomaba su mano. Ella asintió... empezó a sentir punzadas en el abdomen, sintió ganas de vomitar y un dolor agudísimo no la dejaba hablar. Cerro los ojos con dolor mientras sentía la mano de su pareja teniendo la suya –tranquila... ya pasa- murmuro casi en un ronroneo teniéndola contra él. La había desencadenado, pero las muñecas le dolían como que si se las hubiera roto. Sentía que algo le quemaba la garganta, cerraba los ojos angustiada mientras la cabeza empezaba a arderle a horrores

–Milori...- murmuro mientras lágrimas de dolor mojaban su rostro

–Ya va acabar...- murmuro mientras rodeaba con sus brazos su cintura. Una luz le hiso una herida en el brazo derecho, sintió que pequeña estaba quemándose con fuego ¡por dios! Un dolor en la garganta le impidió gritar, solo podía dar algunos gemidos de dolor... un extraño líquido negro empezó a emanar de su herida, sintió que donde la tocaba la quemaba y consumía.

Milori le susurraba cosas tiernas y la tenía con seguridad contra él, acariciaba su abdomen y le decía que ya iba a pasar. Sintió una punzada en el corazón y la respiración le empezó a doler... el líquido negro salía en un hilito y parecía no acabarse. Sentía que llamas la asfixiaban y apretaban su corazón... el dolor era agudo y era insoportable, las lágrimas salían solas y no se movía tanto porque Milori la sostenía... cuando el líquido dejo de caer la herida se curó sola.

–Adiós- murmuro la chica antes de desaparecer igual que el cuerpo ya inerte de George. Clarión abrió los ojos sin sentir más dolor... pero se sintió débil

–Todo acabo- murmuro él mientras le acariciaba su rostro y la besaba con pasión

–No hagan eso, que sigo siendo celoso- dijo una voz atrás de ellos, era Dante, ambos sonrieron –lo hiciste bien compadre- sonrió mientras le daba la mano al peliblanco ya su hermana que aún estaban arrodillados en el suelo. Atrás de él apareció Denis y el ojigris

–Te voy a extrañar- sonrió Ángelo abrazando a Milori

–Supongo- sonrió

-¡no se olviden de mí!- exclama Denis mientras abrazaba a su cuñado ya su hermanita –adiós... nuestra misión a terminado, podemos descansar en paz- sonríen los tres antes de despedirse y desaparecer. Milori la miro

-¿Por qué no me lo dijiste?- dice acariciando su abdomen. Ella se sonroja y baja la mirada

–Lo supe ayer- suspiro abrazándolo

– Será precioso o preciosa- dijo con cariño mientras acariciaba el pelo de su mujer y la besaba...

Todo había terminado, por lo menos el problema del colgante... Clarión sintió una sensación de paz inundarla mientras se aferraba más a él. El sol empezó a salir

–Fue una noche bastante agitada- sonrió el peliblanco –y tenías razón, la luna azul quiere decir renacimiento como el mismo otoño- murmuro antes de volverla a besar.

Los daños ocasionados fueron arreglados, los herederos siguieron creciendo y aprendiendo ¿y él bebe? ¿Qué aventuras esperan a esta encantadora pareja? Demasiadas en su vida...