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Yoongi camina de un lado a otro con un cigarrillo en su boca, puesto que lleva mucho tiempo sin tener noticias de , y antes de entrar a la sala de cirugía para verificar que su corazón sigue latiendo, prefirió tomar su nicotina y meterla a sus pulmones para tranquilizar su nerviosismo. Hacía tiempo que no se sentía de esa manera, de pronto, se encuentra recordando aquella fatídica noche en la que Yeonsoo fue operada, la desesperación y la angustia que lo invadía. Está seguro que ya reconoce a todo el personal médico del hospital, ya que siempre terminan en él de una u otra forma.
Él mira el cielo inquieto, todo sucedió demasiado rápido. Desde que Taehyung disparó hasta que la bala, por error, entró en el estómago de Jimin en vez de su hombro como se suponía que debía ser. El castaño se movió un segundo antes que Tae disparara, provocando que su intento de no lastimarlo fuera un fracaso total, mientras que, por otro lado, el mismo Jimin fue quien disparó al mismo tiempo, justo sobre el pecho de Yeonsoo.
Y aunque corrió para auxiliarla de inmediato, no puede quitarse aquellas imágenes de su sangre brotando a cascada, mientras ella mantenía la vista justo sobre el cuerpo inerte se Jimin. Taehyung se mantuvo a su lado en todo momento. Él tuvo que cargar a Yeonsoo, mientras Tae cargaba a Jimin intentando no causar más daño del ya hecho. Fue así que a duras penas y con una velocidad inhumana lograron llegar a salas de emergencias, dónde los dos chicos heridos desaparecieron con equipos de médicos.
Yoongi vuelve a ver el reloj, ha pasado aproximadamente tres horas desde llegaron, y nadie salió a dar noticias. Él, impaciente, pisa la colilla del cigarro, dispuesto a generar cualquier drama con tal de conseguir cualquier dato sobre el bienestar de ambos. Pero no logra ni siquiera cruzar la entrada, cuando Taehyung lo llama desde la sala de espera junto a dos médicos.
Él corre hasta ellos con el pulso latiendo detrás de la oreja, está consciente que aquellas dos personas pueden decirle las palabras que acabarán con su existencia por completo, o permitir que el aire vuelva a sus pulmones.
-¿Cómo esta? -articula agitado.
-La señorita Goo se encuentra estable y fuera de peligro. -Asiente con media sonrisa-. La bala quedó atascada en la tercera costilla verdadera derecha, por lo que no daño ningún órgano interno, aunque deberá hacer reposo y tendrá que usar un soporte por un tiempo.
Las lágrimas en los ojos de Yoongi pelean por salir, sin embargo, las retiene, pues su corazón ha dado un salto y el aire se hizo paso hasta sus pulmones, pero no quita el hecho de que ya no quiere seguir haciendo estas cosas. Ella no tiene que seguir entrando a los hospitales por su culpa, o por creer que hace lo correcto solo para mantenerlo a salvo, es demasiado y esto es la gota que rebalso el vaso. Por otro lado, puede ver cómo Taehyung ni siquiera intenta ocultar sus sentimientos, pues ha dejado que las lágrimas caigan en cascada sin vergüenza alguna, como si aquellas palabras le hubiesen vuelto a la vida.
-Sin embargo, el señor Park. -Carraspea-Sufrió varias laceraciones internas, y una hemorragia que logramos contener, está en estado crítico y ahora lo hemos inducido a un coma.
-¿Va a morir? -susurra Taehyung lleno de culpa.
-No lo sabemos, hicimos todo lo que pudimos por él, lo demás no depende de nosotros, él debe querer vivir. -El médico asiente en su dirección.
Los chicos hacen una reverencia y el par de médicos se van, probablemente, por dónde vinieron.
Una enfermera les anuncia que pueden ver a los heridos, pues los han dejado en la misma habitación ya que es un tema policial. Taehyung les informó que ella era policía y él un testigo, así que evitaron llamar a la estación que, aunque hubiese sido buena idea, traería personas llenas de preguntas que ellos no pueden responder.
Taehyung y Yoongi entran a la habitación, encontrándose con el par de chicos completamente sedados, mientras que Yeonsoo descansa plácidamente con un soporte en el hombro, Jimin está intubado conectado a máquinas que lo mantienen vivo. Es lamentable ver cómo aquellos dos chicos que sufrieron desde que eran unos críos, no puedan respirar con tranquilidad.
-Gracias -susurra Yoongi, acariciando la fría mano de Yeonsoo.
-No me agradezcas, no lo hice por ti. -Se acerca al ventanal, observando a detalle la nocturna vista de Seúl-. Le dije que se fuera conmigo a Busan, y si la amas tanto como dices, déjala ir.
-Ya te dije que no la dejaré.
-Solo mírala, otra vez está aquí. -Ríe seco por lo bajo-. Por ti.
Yoongi prefiere callar, pues lo que Taehyung le dice, no está lejos de ser verdad. Sin embargo no puede tomar una decisión ahora, no de forma espontánea y siendo prisionero de la presión y la angustia. Por supuesto que sabe que las cosas están mal pero, en definitiva, no la obligará a irse si ella no quiere, esto es una conversación que deberán tener en algún momento, cuando todo pase. Y hasta que eso pase, la mantendrá fuera de peligro.
La puerta se abre,y un teniente completamente furioso, junto a Jae entran a la habitación. Yoongi ni siquiera se inmuta, no está dispuesto a soltar su mano está noche.
- ¿Cómo...? -Tae susurra confundido.
-No hay nada que pase en mi cuidad y no sepa. -El sujeto toma el expediente en los pies de Jimin y lo lee atentamente-. Jodida mierda.
-¿Está bien? -Jae le pregunta a Yoongi, quién solo asiente-. Debe ir a un chamal, porque puta suerte de mierda tiene.
-¿Qué pasó, Kim? -El teniente encara a Taehyung, quién solo se relaja.
-Dijo que Ghots tenía a Haneul, y la única forma de soltarla sería si mataba a Yeonsoo -dice en un suspiro.
-¿Dónde está la enfermera? -Jae frunce el ceño y saca su móvil.
-Ya no es enfermera, es policía. -Yoongi levanta la mirada, llenando sus palabras de veneno-. Jimin no lo dijo, solo mencionó que le pidió que se escondiera.
-¡Mierda! -grita el teniente, asustando a los presentes.
El hombre de edad mayor nunca había perdido la compostura como lo esta haciendo ahora, es claro que su castillo de cartas se esta desmoronando de a poco, a tal punto de acorralarlo. Yoongi se levanta y se coloca frente a la pelinegra, impidiendo que alguien se acerque.
-Ella está fuera de esto -suelta.
-¿Crees que así puede hacer algo? -Ríe sarcástico el hombre-. A demás de ser un puto estorbo que debo cuidar a cada segundo, porque la hija de puta no sabe hacer otra cosa que...
Un puñetazo en su rostro le hace callar. Jae abre los ojos asombrado al ver la osadía de Yoongi al golpear a un hombre mayor y con más poder que él. Es claro que aquél chico de mirada felina tiene más historia de lo que él pensaba, pues no teme, nunca tuvo miedo, hasta que la conoció y se volvió lo único que cualquiera puede utilizar en su contra. Por supuesto que no se detuvo a analizar todo a detalle, pues debía defender a su jefe, y antes de siquiera sacar el arma, Taehyung levantó la suya en alto, apuntándolos.
Es cierto que al principio ni siquiera lo había pensado, pues el teniente podría meterlo a prisión por días, evitando que proteja a su novia; sin embargo, su cuerpo se relajó al ver cómo Taehyung le apoyaba, aunque no fuera de la manera más conveniente.
-¿Cómo se te ocurre...? -Jae espeta.
El hombre levanta la mano callándolo.
-Si vuelve a hablar así de Yeonsoo, o siquiera pensarlo, lo buscaré y me importa una puta mierda su placa, le sacaré la lengua con mis propias manos-suelta Yoongi, pero no hay agresión en sus palabras, ni siquiera rencor, está tan tranquilo que hace estremecer. Porque aquello no es una amenaza, es una advertencia.
-Lo siento. -Hace una pequeña reverencia de cabeza-. La situación me sobrepasó, Yeonsoo es una acogida por mí, y la considero parte mi familia.
-Pues, de la familia que se quiere no se habla así. -Taehyung guarda el arma y vuelve al ventanal, como si quisiera encontrar a Ghots desde aquél lugar.
-Necesito que atrapemos a ese infeliz, porque está acabando con todos.
-Primero hay que encontrar a Haneul, y si es que Ghots la tiene, entonces vamos contra reloj. -Yoongi vuelve al lado de Yeonsoo y la toma de la mano una vez más.
-¿Es cierto? -Taehyung le pregunta directo a su amigo.
Ni siquiera debe preguntar el contexto de su pregunta, es claro que la confesión de Jimin le ha hecho eco en la cabeza, es por eso que solo se limita a asentir.
-Sí, Haneul está embarazada -suelta tortuoso.
-¿Disculpa? ¿Qué? -La voz enronquecida de Hoseok aparece por la puerta.
La idea de pedir el traslado de Yeonsoo e irse con ella le pica, tanto que debe reprimir las ganas de gritar. En definitiva, las cosas comienzan a ir de mal a peor, y explicarle a Hoseok todo lo que ha sucedido en su ausencia sería demasiado complicado, sin mencionar que solo tiene una versión de la historia.
-¿Dónde está mi hermana, Yoongi? -Hoseok avanza con cuidado.
A su espalda, dos figuras completamente familiares se hacen presente. La postura erguida de Seokjin le causa recelos, pero la sonrisa burlona de Jungkook, le hace querer correr a él y golpearlo hasta que todo su ser desaparezca.
-¿Qué haces aquí? -El pelinegro vuelve a interponerse entre las personas en la entrada de la habitación, y la menuda.
-Me fui por tres días, solo tres días y te encargaste de darme la razón -masculla burlón-. Pidieron mi regreso de inmediato, para arreglar tu desastre.
Un puño colisiona contra la mejilla de Jungkook, haciéndolo tambalear. Sin embargo, el pelinegro no reacciona, solo se toca la zona afectada aún con una sonrisa en su rostro.
-Eso fue por usar a Yeonsoo -farfulla Tae, tocando sus nudillos, que ahora arden por el golpe.
-También es un gusto verte, Tae -saluda sin dirigirle la mirada. Se encuentran observando meticulosamente el rostro sereno de Yeonsoo. Los recuerdo de cuando ella estaba en coma le hacen estremecer.
-¿Dónde está mi hermana? -La paciencia de Hoseok parece agotarse con cada segundo que pasa.
-No lo sé. -Yoongi niega con la cabeza, puede entender la desesperación de su viejo amigo, pero no tiene las respuestas que busca-. Jimin es el único que lo sabe.
-Llama a un médico para que lo despierte o lo haré a puñetazos. -Hoseok se acerca al castaño, sin embargo, es Jin quién se interpone.
-No lo toques, el jodido imbécil está luchando por su vida y si hay una posibilidad de que despierte y nos diga dónde está tu hermana, entonces no te dejaré que te acerques -advierte sereno.
-No me jodas, Jin. Estamos hablando de mi hermana. -Hoseok aprieta la mandíbula con fuerza.
Jin ríe seco por lo bajo y se cruza de brazos.
-Sabíamos lo de Ghots antes de que todo se fuera a la mierda, y sabías que tu hermana estaba involucrada, así que no te hagas el moral ahora. La buscaremos, pero no tocaras a Jimin, a menos que quieras terminar en una bolsa de la morgue.
Un escalofrío corre por el cuerpo de Yoongi, puesto que aquél chico no es ni de cerca lo que una vez fue Kim Seokjin, aquél chico temeroso, que solo se preocupaba por sus amigos, que evitaba la violencia y siempre hacía chistes sin gracia; ahora, es más bien una máquina, no parece generar empatía alguna, y de las dos veces que lo vio en una situación comprometedora, jamás perdió la compostura. Cómo si toda humanidad de él desapareció.
-Si quieres hacer algo por tu hermana, entonces busca a Ghots -dice Tae, suavizando su tono.
Hoseok se gira sobre su propio eje y sale hecho una furia de la habitación, seguido de Taehyung, dispuesto a calmar tanto como pueda sus nervios y convencerlo de que Haneul se encuentra bien y fuera de peligro. Aunque está seguro que a estas alturas, es probable que este bajo el cuidado de Ghots.
Está seguro que no la matará, al menos, no por el momento, y eso le atemoriza aún más porque la usará a su favor para terminar de destrozar aquel grupo.
Seokjin, por otro lado, relaja sus hombros y camina hasta la camilla de Yeonsoo, sin embargo, Yoongi se interpone. Sabe que no será capaz de lastimarla, pero a estas alturas, debe cuidarla hasta de él mismo.
-No te estoy pidiendo permiso, ni siquiera necesito tu aprobación. -Jin coloca una mano en su brazo y lo empuja levemente para quitarlo del camino.
De cualquier forma, Yoongi no opuso demasiada fuerza, aunque está seguro que no dejará que Jungkook se acerque.
-Te dije que debías trabajar en oficinas, Yeonsoo. -Jin la toma de la mano-. Sabes que, aunque lo adoro, no quiero vivir otro secuestro contigo. Es suficiente drama, ¿no crees?
Yoongi suspira pesado, había olvidado por completo que quién estuvo a su lado en aquella ocasión fue el pelinegro a su lado.
-¿Es cierto? ¿Haneul está embarazada? -cuestiona Jungkook con el entrecejo arrugado.
-¿Fingirás empatía?
-No seas idiota, Haneul siempre será el amor de mi vida. Lo que pasó con Yeonsoo y contigo no tiene nada que ver con ella. -Enseria por completo.
-Sé que quieres quedarte al lado de Yeonsoo, pero te necesito afuera. -El teniente le habla directo a Yoongi-. Tienes contactos que nosotros no, y sin tu ayuda no vamos a llegar lejos.
-No voy a dejarla -niega.
-Jae se quedará a su lado, además, pediré el traslado de Jimin. -Saca su móvil-. Namjoon y Hunter tendrán otro compañero.
-No te preocupes, Min. No dejaré que nadie entre. -Jae intenta sonar seguro.
-Si tiene un solo rasguño, te buscaré y juro por dios que conocerás a Isilo. -Yoongi toma su chaqueta y sale de la habitación seguido de Jin.
No está convencido de dejarla, pero sabe que puede encontrar a Ghots, porque aquél sujeto se maneja en las calles en las que él nació, en las que él se crío, por eso, Ghots no tiene mejor rival que el mismo Isilo. Yoongi decide apagar cualquier humanidad en su sistema, aquello lo hace débil y dependiente.
Cómo Hoseok y Taehyung salieron del hospital antes, Jin y Jungkook decidieron acompañar a Yoongi, pues más allá de sus rivalidades, se puede notar a leguas cuánto le afecta la desaparición de Haneul, mucho más de lo que hubiese imaginado. Tanto que le duele, pues el pelinegro nunca dejó de amar a la castaña, y todo este tiempo, estuvo al lado de la pelinegra, solo para convertirse en su debilidad, y así destruir a Yoongi. O es lo que quiere creer. No puede sacar de su cabeza la amenaza que le hizo la última noche que estuvieron solos. No cualquier persona colocaría un kilo de metanfetamina solo para sacarlo del camino. No tiene idea de qué clase de afecto tiene hacia Yeonsoo, solo que existe; es real.
Al llegar al departamento Yoongi encuentra el móvil de Jimin, sin embargo, está muerto por falta de batería. Es entonces que deciden conectarlo a un cargador portátil y salir a las calles de nuevo.
Se encamina directo al departamento del castaño, pero antes de llegar, Taehyung les llama informando que estuvieron revisando el lugar un tiempo y no hay absolutamente nada. Las ideas comienzan a agotarse, es entonces que Yoongi recuerda a aquella chica que antes Jimin mencionó.
Saca su móvil y marca al centro de rehabilitación.
-¿Hola? -La directora contesta.
-Hola, lamento la hora -se disculpa-. Necesito información sobre una paciente.
-Sabe que no puedo dar ese tipo de información.
-Es una investigación por homicidio, si no ayuda, me obligará a viajar hasta allá con una orden y terminará de la peor forma posible, créame -suelta cansado. Pues pasa de las dos de la mañana y no ha dormido en todo el día.
La mujer parece considerarlo.
-¿Qué paciente?
-¿Eungi? -susurra confundido, intentando recordar a detalle lo que Jimin decía.
-Hay cinco personas con ese nombre.
-Es una chica pelirroja -dice convencido.
-¡Oh! -susurra. Pero de una manera en la que sabe que algo malo continuará-. Eungi falleció ayer, se suicidó.
-¡Joder! -chilla. Golpea el aparato contra su frente y respira con dificultad-. ¿Tiene registros de alguien que la visitara con frecuencia?
-Había alguien, un policía. -Suena confundida-. La visitaba todos los meses, y vino un día antes de que ella terminara con su vida. Intenté comunicarme con él, pero no contesta.
-¿Cómo se llama?
-Su nombre... -Hace una breve pausa, como buscando en sus registros-. Yeon Hyun.
Yoongi ríe por lo bajo, el idiota usó el nombre de su difunto hermano, es un jodido astuta.
-Gracias -espeta y corta la llamada.
-¿Buenas noticias? -Jin le tiene un energizante. Pues para que Yoongi hiciese la llamada, pararon frente a una tienda de víveres.
-No. -Abre la lata y toma el líquido con desesperación.
-Tengo una idea, pero no creo que les guste. -Jin suspira pesado.
Entonces, los tres suben al auto que ahora es manejado por Jin, con Jungkook de copiloto y Yoongi en la parte trasera intentando descifrar la clave de Jimin, pues al no tenerlo cerca, no puede usar la huella digital, por lo que le queda colocar el dígito numérico.
Comienza con su fecha de cumpleaños, la de Haneul y el día que comenzaron a vivir juntos, pero nada funciona.
-Joder, no se la clave -refunfuña tirando la cabeza para atrás.
-Jimin es la persona más estúpida para las claves -suelta Jungkook-. Intenta del uno al nueve, o al cuarto dependiendo los dígitos.
-No es tan imbécil, Jeon. -Rueda los ojos el azabache. Sin embargo le obedece, coloca el número del uno al seis y el teléfono se desbloquea.
Quiere golpear a Jimin por ser tan idiota con las claves, pero sobre a todo a Jungkook, aunque le haya ayudado.
-¿Funcionó? -dice burlón.
-No, era el cumpleaños de Haneul -miente.
Jungkook sonríe por lo bajo, sabe que miente y aunque sabe que está actuando infantil, no puede solo obviar el hecho de que el chico frente a él es a quien más aborrece desde que volvió a su vida.
Yoongi revisa las notificaciones, llamadas del centro, y de todos los presentes, incluso mensajes amenazadores de Yeonsoo. Pero lo que más le llama la atención, es el hecho de tiene al menos cinco llamadas perdidas de un número desconocido. Es claro que no puede marcarle, por lo que le queda esperar a que intenten comunicarse con él de nuevo.
Jin estaciona frente al hospital donde están internados los demás, sin embargo, al subir al ascensor aprieta uno de los botones para bajar a la morgue. El pulso late detrás de la oreja de Yoongi, la idea de que aquello que cree que está pensando sea cierto, lo tortura más de lo que cree.
El pelinegro saluda a la médica vestida que los guía hasta una mesa en el centro de la habitación helada, dónde una manta blanca que cubre lo que sea que hay abajo.
-Esto es lo más retorcido que he visto en mis treinta años de médico -anuncia la médica-. El cuerpo está por completo calcinado, estoy con los estudios de ADN para verificar quien es, pero lo estarán hasta dentro de una hora.
La mujer traga duro, y descubre el cuerpo. Yoongi se petrifica en su lugar al ver lo que hay en aquella mesa, las ganas de correr y vomitar todo lo que hay en su cuerpo se instala en su garganta, pero se las arregla para mantener la postura. Frente a ellos, hay un cuerpo humano, pero no es la gravedad de las quemaduras lo que llama la atención, sino que está desmembrado. Las extremidades están por completo separadas del torso, incluyendo su cabeza.
-Cortaron sus extremidades en vida, las quemaduras fueron postmortem-anuncia señalando pequeños lugares de lo que queda de un cuerpo-. Golpearon su rostro hasta que su cráneo se rompió en dos, y así desfiguraron su rostro. Es por eso que no podemos hacer un reconocimiento facial.
-¿Es mujer? -suelta una voz a sus espaldas. Hoseok junto a Taehyung entran apresurados.
-Aun no le abrí, pero tiene la anatomía de una mujer. -Hoseok se tambalea en su lugar.
-Si me dejan trabajar. -La mujer intenta echar al grupo fuera de la habitación.
El de Jimin inunda la habitación, Yoongi lo saca con las manos temblorosas, pues la idea de que Haneul sea quién está en aquella mesa lo tortura más de lo que pensaba. Sale de la habitación dispuesto a atender, pero el grupo anterior aparece a su lado, rodeándolo para así escuchar toda la conversación. Es así que Yoongi atiende y lo coloca en alta voz.
-¿Hola? -susurra.
-¿Señor Park? Intenté comunicarme con usted todo el día, dígame qué hará al respecto -chilla una mujer al otro lado.
-Disculpe, pero Jimin no se encuentra disponible, soy el hermano. -Carraspea para sonar más seguro-. ¿Qué sucede?
-Jimin pidió una cabaña para su novia de forma permanente -comienza-. Y la chica llegó por la tarde, sin embargo todo se prendió fuego y cuando fueron los bomberos mi cabaña estaba en cenizas ¡Perdí todo!
Hoseok cae de rodillas, no hay necesidad de que aquella mujer, que ahora abre un cuerpo desconocido, le diga que es su hermana. Sus lágrimas salen a cascada mientras es abrazo por Taehyung. Jungkook ha comenzado a llorar en silencio, completamente petrificado, como si no pudiera creerlo. Yoongi corta la llamada con la mano temblorosa.
Un hombre les pasa por el lado y entra a la habitación, observando aquél grupo de policías con el ceño fruncido, y aunque Yoongi no sea oficialmente un agente del departamento, no debe explicarlo porque todos los que lo acompañan, tienen un arma y una placa.
La médica vuelve a salir, ahora con una hoja en mano.
-Acaban de llegar los resultados de ADN -dice con el ceño fruncido-. A quién tengo en la mesa es a Lee Kwan.
-¿K-kwan?
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