30
Llevan aproximadamente dos horas de viaje, de las cuales pararon tres veces porque Jimin no dejaba de ir al baño. En la tercera parada, luego de recibir un gran regaño departe de Yeonsoo, esta decidió ir en la parte trasera y así poder dormir lo que queda de viaje. Después de todo, no pudo dormir mucho en toda la semana.
Yoongi hablaba animado con Jimin sobre temas triviales, hasta que ella perdió el conocimiento totalmente. Tiempo después, Yoongi la despertó argumentando que quedaba al menos una hora y media de viaje, pero que paraban en una gasolinería para poder comer algo y descansar. Por lo que Yeonsoo aprovechó para pedir un gran plato de ramen.
-Vas a ahogarte -menciona Jimin mientras toma agua.
-Déjame en paz, Park. Tengo tanta hambre que comería un cerdo entero -protesta con comida en la boca. Yoongi y Jimin ríen-. Sabes que no debes hacer caso a lo que este idiota diga, ¿verdad? Podemos meter una bala en su cabeza e irnos a casa.
Yoongi la mira ofendido y con diversión.
-O simplemente dejarme, no hay necesidad de matarme.
-Eso es por mi, algo personal. -Ella le guiña un ojo.
-Como los viejos tiempos -susurra Jimin por lo bajo.
Yeonsoo enseria y carraspea al igual que Yoongi, que se remueve incómodo sobre su asiento. Cuando ellos dos entran en su juego parece divertido y hasta entretenido, pero es imposible que alguien más no recuerde el cómo eran ellos antes.
-Sé que puedo volver, pero no quiero. -Jimin deja su plato de comida a un lado y la mira fijo a los ojos-. Quiero ser más que un simple drogadicto, sé que puedo, tengo la fuerza, solo que no tenía la voluntad.
-Ahora la tiendes, cielo. Puedes ser quien tu quieras. -Ella toma su mano y da un ligero apretón.
Ve de reojo a Yoongi como sonríe amplio, y no puede evitar compararlo con Jungkook. Incluso, en el pasado, cuando eran una pareja, Yoongi jamás protestó ante la manera en que ella se insinuaba o trataba a Jimin, sin embargo, ahora siente como Jungkook sería capaz de armar una escena solo por decirle cielo. En definitiva son personas diferentes, y tal vez, es porque conocieron a dos versiones diferentes de quien es ella.
Yoongi paga todo y vuelven al bocho, ahora Jimin vuelve a la parte trasera del auto para poder dormir un poco antes de llegar mientras que Yeonsoo está atenta al viaje.
-¿Puedo hacerte una pregunta? -articula Yoongi rompiendo el silencio.
-Supongo, pero no estoy segura si te responderé con la verdad. -Hace un mohín para restarle importancia. Yoongi ríe por lo bajo y suspira.
-¿Por qué te aferras tanto a Jimin?
-Porque es mi amigo.
-Sabes que eso no es verdad. -Yoongi habla sereno y con tranquilidad, como si no quisiera decir nada erróneo-. Quiero decir, siempre fuiste amiga de él, pero ahora pareces más su guardaespaldas.
Ella mira hacia la ventanilla preguntándose una y otra vez si es buena idea contarle la verdad a Yoongi, después de todo, él es el único que sabe sobre su hermano.
-Encontré a mi hermano -confiesa sin mirarlo. Puede sentir la mirada de Yoongi en su espalda-. Está muerto por si te preguntas, murió de sobredosis. -Nunca fue buena para decir ese tipo de cosas de forma menos crudas. El silencio inunda el ambiente, por lo que decide continuar con su historia un poco más-. No se supo de su muerte hasta que el olor fue evidente. ¿Sabes? nadie lo extrañaba, nadie parecía quererlo, se supone que a él lo adoptó una familia adinerada y terminó con su vida de esa forma. Me hubiese encantado conocerlo, saber como era, cuales eran sus sueños, si era bueno o malo, lo que sea. -Suspira, intentando que aquellos sentimientos no la consuman-. Cuando vi a Jimin en ese estado, pude ver la vivida imagen de un hermano que nunca conocí, es por eso que me aferro tanto a él, porque es como el hermano que perdí.
Su voz se quiebra ligeramente, se maldice mentalmente por ser tan débil y vuelve su mirada al jugueteo de sus manos. Sin embargo, una mano familiar toma la suya y entrelaza sus dedos para dar un suave apretón, Yeonsoo no es capaz de verlo directo a los ojos, sabe que si lo hace caerá en lágrimas.
-Jimin estará bien, me aseguraré de ello. -Lleva la pequeña mano de ella a sus labios y deposita un delicado beso.
⭒❀⭒
Unos metros antes, justo sobre el gran portón del lugar. Se puede ver una enorme mansión con ventanales amplios y personas por doquier, un gran camino de piedras que es por donde Yoongi avanza ahora, árboles a su alrededor y un gran lago rodeando toda la mansión.
El pelinegro estaciona el carro frente a las puertas de roble donde un enfermero y una mujer los espera. Está erguida y viste de pollera larga hasta debajo de las rodillas, con camisa blanca y un bléiser encima. El cabello lo tiene ridículamente bien peinado en una coleta baja con una libreta en mano.
-¿Señor Min? -cuestiona la mujer.
-SÍ, es un placer. -Hace una reverencia junto a Jimin, y a pesar que Yeonsoo debería imitarlos, no puede dejar de observar a la mujer que le trae mala vibra.
-Soy Ko Yeon-Soo, la directora del lugar y él es Tae Min-Joon, será el enfermero personal de... -Intenta buscar el nombre de Jimin en su lista.
-Jimin -escupe Yeonsoo.
-Sí, Park Jimin. -Ella asiente de la misma manera que Yeonsoo. No puede evitar su mueca de asco e impresión al ver la escandalosa cicatriz de ella sobre su rostro. Sin embargo, se las arregla para continuar-. Por favor síganme, les mostraré el lugar.
La mujer se abre paso seguido del enfermero. Yoongi suspira y los sigue mientras que Jimin y Yeonsoo se quedan mirando por las enormes puertas que acaban de atravesar las tres personas.
-¿Todas las Yeonsoo son igual de insoportables? -articula Jimin divertido.
-Nadie es más insoportable que yo. -Yeonsoo le guiña un ojo y toma la mano del castaño para entrelazar sus dedos y seguirlos.
Primero los guía a la sala común; un lugar ridículamente amplio donde hay juegos de mesa, una estantería con libros, y uno que otro grupo. Todos visten el mismo uniforme celeste pastel, sin cordones ni nada con lo que se puedan autolesionarse. Luego pasan a la sala de deportes donde la mitad es bajo techo y la otra al aire libre; cuenta con piscina, cancha de baloncesto, futbol, tenis y béisbol, además de una amplia gama de actividades extracurriculares que pueden hacer para matar el tiempo. Finalmente los llevan al comedor donde hay al menos unas veinte mesas redonda, con la capacidad de doce personas por cada mesa, una amplia carta de comidas que les dan semanalmente incluyendo el postre y algunos dulces.
-Eso es todo el lugar -finaliza la mujer sonriendo-. Nuestro plan cuenta con un mes obligatorio, luego comienzan las visitas del médico y las recomendaciones en conjunto con un psicólogo. Para saber si se recomienda más tiempo de rehabilitación o no.
-¿Y las habitaciones? -Yeonsoo se cruza de hombros, aún no le convence el lugar.
-No podemos mostrarlas en este momento, hay pacientes ahí. -La mujer intenta sonar amable, pero la brusquedad en sus palabras la delata.
-Bien, vamos Jimin a casa. -La pelinegra tira de la mano del castaño y gira sobre su propio eje.
-No encontrarán mejor lugar que este -sentencia la mujer.
-Estoy seguro de eso, pero debemos ver las habitaciones. -Yoongi apoya la decisión de Yeonsoo. Ella le agradece con la mirada sin ser capaz de sostenerla más de lo que ya lo hizo.
-De acuerdo, podemos mostrarle una habitación. -La mujer le susurra algo al enfermero, el cual asiente y se va-. Por aquí.
Los guía a un pasillo y al final de él, se encuentra otro hacia la izquierda lleno de puertas. Por lo que la mujer opta por entrar al primero y así darles privacidad a sus pacientes.
La habitación es pequeña, solo una cama y un pequeño mueble para que guarde su ropa, hay una pequeña puerta donde se ve el baño, todo está equipado y cubierto, para que así no pueda lesionarse con nada.
-Los dejaré para que decidan, volveré con un contrato. -La mujer se retira cerrando la puerta.
-No me gusta, mejor nos vamos. -Yeonsoo niega frenética.
-Me gusta, hay deportes y libros. -Jimin se sienta en la cama y mira a sus dos amigos-. No puedo dejar de sentirme como un niño con sus dos padres castigándolo.
Yoongi ríe por lo bajo y se cruza de brazos.
-Si soy sincero, el lugar me agrada mucho. Pero si no te sientes cómodo, nos iremos y probaremos otras cosas.
-Eso es, volvamos. Las cosas iban bien antes -interviene ella.
-No es cierto ¡Por dios!, me tenías esposado a la cama por miedo a que me lastime o te lastime a ti. -Jimin pasa su mano con fuerza sobre su rostro-. Está bien este lugar, solo quiero empezar de una vez con el tratamiento. -Se tira en la cama-. Además, es suave el colchón.
-No lo dejemos aquí. -Yeonsoo le habla directo a Yoongi.
-No es mi decisión. Será bueno para él, Yeonsoo. Estará cuidado y asistido por personas profesionales. -La toma de los brazos para tranquilizar su ansiedad-. No lo estamos abandonando, si quiere salir nos llamara y vendremos por él, ¿de acuerdo?
-Prométeme. -La pelinegra se zafa del agarre y encara a Jimin-. Que si algo no te gusta, no importa la hora, ni el momento, me llamas y te sacaré de aquí.
-Lo prometo. -Jimin la abraza por los hombros.
-Joder, Park. No es broma, no debes aguantar absolutamente nada si no te agrada. -Yeonsoo toma las manos del castaño con fuerza-. Vendré con la puta policía si es necesario para sacarte.
-Lo sé, lo prometo.
Dos golpes en la puerta interrumpen el momento, la mujer vuelve a entrar y le entrega un contrato a Yoongi quien comienza a leerlo sin prisa, analizando todo meticulosamente para no saltear ningún detalle relevante.
-¿La seguridad? -Yeonsoo encara a la mujer.
-¿Perdona?
-Quiero saber el sistema se seguridad, el personal y todo eso. -Ella saca su móvil dispuesta a llamar a Jae para que le proporcione algún cadete que se quede al lado de Jimin. No puede obviar el hecho de que aún hay un psicópata fuera, capaz de dañarlo en cualquier momento.
-Contamos con cámaras en todos los espacios compartidos, la entrada y el patio. Cada paciente tiene un enfermero asignado para su seguridad y la nuestra. -Yeonsoo pasa una fugaz mirada al hombre detrás de ella, para volver a la mujer erguida-. Las visitas son supervisadas y autorizadas al igual que los regalos que pueden enviar.
-Nadie además de nosotros puede visitarlo -escupe con determinación. La mujer frunce el entrecejo pero se limita a asentir-. No puede recibir obsequios a menos que nosotros en persona se los entreguemos. Además quiero el expediente completo de las personas que van a tener contacto obligatorio con Jimin.
Jimin mira la determinación y la seguridad con la que habla la menuda mujer. Está dispuesta a contratar todo un departamento de militantes experimentados si es necesario. Su corazón se calienta al darse cuenta que siempre intentó protegerlos, cuando estaba en sus vidas, cuando fingió su muerte, y ahora. Pasa la vista a Yoongi quien sigue leyendo, pero ahora con una radiante sonrisa en su rostro, escuchando todo lo que Yeonsoo dice.
-No puedo entregarle eso.
-Soy policía. -Yeonsoo saca la placa que carga a todos lados y se la enseña. La mujer se asombra pero igual que antes, solo asiente-. Él es un testigo importante, y si dentro de una semana encuentro un solo rasguño en su cuerpo, mandaré a todo el puto departamento sobre esta institución.
Yoongi cierra los ojos con fuerza. No esperaba que Yeonsoo solo se quedará de brazos cruzados, pero en definitiva no creía que amenazaría así a la directora del lugar.
-Bien. -La mujer asiente.
-Aquí dice que tiene derecho a una llamada diaria de al menos una hora, pero no sale especificada la hora, eso quiere decir que puede ser incluso en la madrugada, ¿verdad? -Yoongi pregunta. Intentando apaciguar el tenso ambiente.
-Sí, aunque preferimos que no lo hiciesen a esa hora -intenta bromear, sin embargo fracasa.
-¿Tiene privacidad? -Yeonsoo no suelta a Jimin en ningún momento.
-Por supuesto. Puede solicitar el teléfono y lo entregamos directo en la habitación para que pueda tener toda la comodidad y privacidad posible.
-Está hecho -dice Yoongi terminando de firmar. Saca de su bolsa trasera su cartera y de ella una tarjeta-. Con esto acreditaré el primer pago, los demás los haré personalmente y en efectivo.
-Perfecto. -La mujer le entrega la tarjeta al enfermero detrás de ella-. Sígame. Pueden buscar sus cosas, Minjoon las subirá por ustedes. Esta será la habitación de Jimin.
Yoongi asiente y sigue a la mujer, mientras que Yeonsoo se levanta junto a Jimin y salen de la mansión seguidos del enfermero.
-Podemos huir ahora -le susurra por lo bajo.
-Voy a estar bien, créeme. -Jimin le da un suave apretón a su mano.
-No hables con nadie extraño. Ni que sea demasiado amable, recuerda que aún no atrapo al hermano de Hyun. Puede venir por ti en cualquier momento.
-Estaré atento.
-Siento que estoy botándote.
-No seas idiota, la mujer que conozco estaría aliviada de sacarse un peso de encima. -Jimin saca su equipaje de la cajuela y se la tiende al enfermero.
-No seas imbécil, claro que estoy aliviada, solo que debo fingir para no hacerte sentir mal. -bromea intentando apaciguar el dolor que crece en su pecho.
Jimin ríe por lo bajo y la toma de la mano para seguir al enfermero. Al llegar a la habitación comienza a sacar sus cosas junto a la pelinegra. Y sabe, después de verle besar a Jungkook que tal vez lo que diga está equivocado, pero luego de ver qué la química entre Yoongi y ella sigue tan latente como el primer día no puede solo callar.
-Yeonsoo, no dejes escapar la oportunidad de ser feliz -suelta de pronto.
-¿De qué hablas?
-No sé qué clase de relación tienes con Jungkook, o por qué estás enojada con él. -Jimin deja de sacar sus cosas y la toma de las manos para que le preste completa atención-. Realmente me importa poco lo que hagas o dejes de hacer con él, pero no puedes mentirme. Sé que no lo amas.
Yeonsoo carraspea, se siente expuesta ante lo que dice su amigo.
-¿Quién dice que no lo hago?
-Lo sé, porque cuando ves a Jungkook no se te ilumina el rostro como cuando ves a Yoongi.
-Jimin...
-Lo sé -la interrumpe-. Lo sé, ¿de acuerdo? Puedes mentirme a mi, a Yoongi e incluso a Jungkook, pero por favor no te mientas, ustedes están destinados pero parecen ser los únicos que no lo ven. Estoy seguro que incluso Jungkook lo sabe.
-Yoongi está con Gyuri -susurra Yeonsoo, recordando la plática de ellos por la noche anterior.
-Gyuri es una buena persona, es dulce y amable. Todos adoramos a esa mujer. -Jimin ríe al ver cómo Yeonsoo cambia su semblante y de pronto quiere golpearlo-. Pero no es tú; ella jamás podrá desestabilizar a Yoongi como lo haces con tu sola mención. Él aún te ama, solo que no puede admitirlo.
-No sé qué esperas que diga.
-Solo piénsalo, no te aferres a alguien solo por temor a lastimarlo o quedarte sola.
⭒❀⭒
-No es buena idea. -Yeonsoo niega con la cabeza-. Debemos volver.
-Yeonsoo, llevamos una hora de viaje, no podemos volver y ya. -Yoongi intenta sonar tranquilo, pero su paciencia comienza a agotarse.
Después de una larga despedida departe de Yeonsoo, lograron subirse al auto y partir, sin antes prometer que volverían a verlo cada semana. Que mantendrían esto en secreto y que estarían al pendiente del móvil por si él se quisiera ir. Yeonsoo intentó hasta el último segundo subir a Jimin al auto, aunque finalmente Yoongi pudo convencerla.
El cielo se volvió gris y ruidoso, esperan que ninguna tormenta los atrape, porque a estas alturas la ruta estaría bloqueada quien sabe hasta cuando.
Antes de seguir, Yoongi para en una gasolinera y compra comida para llevar, agua, dulces y un paquete de cigarrillos para cada uno, sin olvidar cuales ella fuma usualmente. La pelinegra se toma un tranquilizante que la mujer del establecimiento le brindo al ver lo alterada que estaba por dejar a Jimin; por lo que sin esperar a que Yoongi volviese quedó dormida.
Él retoma el camino sin despertar a su compañera que duerme plácido. Coloca un poco de música lo más bajo que puede y conduce viendo el cielo oscurecer. No falta mucho para que la noche los atrape, sin mencionar que las nubes negras oscurecieron más el cielo.
De pronto, como si de una cortina se tratara, Yoongi entra a la tormenta que veía a lo lejos. Las gotas colisionan con furia sobre el cristal de vidrio, tan así que pareciese romperlo, Yeonsoo se despierta asustada pero no dice nada. Yoongi baja la velocidad pero aún continúa.
Ve una pequeña fila de autos, y como dan giros en U para volver por donde vinieron, finalmente llega hasta el final de la fila donde un policía encapuchado y empapado los detiene.
-Buenas tardes oficial, ¿qué sucede? -pregunta Yoongi bajando la ventanilla.
-La ruta está completamente inundada, no pueden pasar -sentencia el hombre.
-Soy agente -interviene Yeonsoo mostrando su placa, el hombre hace una reverencia y le mira atento-. Necesitamos pasar a como de lugar.
-Lo siento, señorita -se disculpa y hace un asentimiento de cabeza-. Hay rocas en el camino, vendrá las excavadoras para despejar la ruta.
-¿De casualidad sabe cuando se pondrá en marcha? -cuestiona Yoongi con pesadez.
-No, aunque las tormentas dejan sin ruta al menos dos o tres días. ¿No es de por aquí? -pregunta curioso.
-No, somos de Seúl.
-Lo mejor que pueden hacer en conseguir un motel, hay uno a un par de kilometro. También hay unas cabañas en la primera salida que vea a la derecha.
-Gracias, oficial. -Yoongi hace una pequeña reverencia con su cabeza y da la vuelta en U par volver por donde vinieron.
-Es una señal, hay que volver por Jimin -dice Yeonsoo sacándose la capucha que se colocó antes.
-Deja eso de una vez. -Yoongi sonríe y conduce.
Llegan a la primera salida que encuentran y conduce un poco más hasta llegar a un pequeño puesto de aduana, Yoongi frunce el entrecejo y baja la ventanilla cuando ve a un hombre salir del puesto.
-Hola, me dijeron que había unas cabañas por aquí -habla alto para que pueda escucharlo por encima del ruidoso golpeteo de las gotas al caer.
-Las hay, pero todas están ocupadas.
-Dios, necesito ir al baño. Podemos ir a cualquier sitio -murmura Yeonsoo a su lado.
-¿Hay otro lugar cerca?
-Hay una cabaña disponible -anuncia el hombre revisando su celular-. Acaban de cancelar una reservación.
El hombre entra corriendo a la aduana y vuelve de la misma manera, ahora con un par de llaves en mano. Se las tiende a Yoongi.
-Es la última cabaña, queda alejada de las otras. Pueden pasar la noche allí y cuando se despierten pueden pagarme la estadía.
-Gracias. -Yoongi se despide con gratitud y respeto para avanzar en el camino de tierra.
-Espero que no nos quedemos estancados aquí.
El carro hace su mejor esfuerzo por llevarlo hasta la última cabaña del lugar. La noche cae con sigilo por lo que ni siquiera se dan cuenta cuando cruzan entre la lluvia con las bolsas de comida para entrar a la pequeña casa.
Encienden las luces y ven un mono ambiente pequeño; no tiene cama, por lo que se encuentran apiladas las mantas y almohadas a un lado. Yeonsoo tira su chaqueta al suelo y corre al baño antes de vaciar su vejiga en medio del lugar.
Yoongi seca su cabello y cuelga su chaqueta para luego levantar la que Yeonsoo tiró y colgarla junto a la de él. La familiaridad del acto le remueve el estómago. La menuda nunca fue una persona ordenada, solía llegar y tirar todo a su paso; nunca le importó eso a Yoongi, de hecho, era algo tan peculiar de ella que le gustaba.
Saca de las bolsas un poco de comida intentando no traer más recuerdos del pasado, pero no tiene mucha hambre, solo quiere caminar un poco, su trasero se siente entumecido de tantas horas sentado.
-No hay señal -anuncia Yeonsoo saliendo del baño con el móvil en mano.
-Supongo que es por la tormenta. -Yoongi saca su móvil para verificar que en efecto, no hay señal.
La luz palpita, y de pronto se apaga.
-Perfecto, ahora se cortó la electricidad. -Yeonsoo se sienta en el suelo con la cabeza hacia atrás.
⭒❀⭒
Llevan al menos dos horas en la misma posición, Yeonsoo sentada en una esquina con el móvil en manos, mientras Yoongi mira por el ventanal como las gotas golpean con furia llenando la silenciosa estancia de un sonido embriagador.
No tuvo necesidad de hablar, ni siquiera ella. Es como si con solo tenerse cerca fuera más que suficiente. Yoongi se levanta y abre un paquete de ramen ya listo, está frío pero es lo único que pueden comer, ya que no hay electricidad para calentarlo.
Le tiende uno a Yeonsoo pero niega consideradamente con la cabeza sin verlo directo a los ojos.
-¿Por qué me odias? -suelta sin acercarse demasiado. Ella deja de teclear y lo mira.
-No te odio.
-Te ofrecí mi ayuda de mil maneras, y de todas las formas me rechazas.
-¿Haces tanto drama porque no quiero comer? -Bloquea el aparato y lo deja a un lado para prestar completa atención a la conversación.
-Sabes que no me refiero a eso. -Yoongi pasa su mano peinando su cabello para atrás.
-Deja de dar vueltas en el mismo asunto, ¿de acuerdo? -Yeonsoo se levanta y toma su bolso para sacar un par de dulces-. No debería preocuparte qué siento respecto a ti, tienes novia.
Yoongi frunce el entrecejo, pero no dice nada. Sabe que Yeonsoo escucho la conversación con Gyuri, y aunque le gustaría negarlo no puede, él se acostó con la castaña y es una realidad. No puede culpar a nadie mas que así mismo.
-¿Sabes? No lo entiendo -confiesa ella encarándolo-. Cuando estás con ella solo eres sumiso, bajas la mirada, te sonrojas y pareces un estúpido chico de preparatoria.
-No es cierto.
-¡Por dios!, estás tan cegado ante su dulzura que ni siquiera te das cuenta. -Ella ríe por lo bajo-. No sé cual es su historia, y realmente me importa una mierda. Solo no entiendo como ella tiene tanto poder sobre ti.
-No lo entenderías. -Yoongi se levanta de su asiento y camina hasta la ventana para encender un cigarrillo-. Él siempre será el lado que más odio de mí, y ella ayuda a que lo controle.
-¿Y tu quieres eso? ¿Te sientes bien así?
Yoongi calla. No sabe que decir. Nunca se preguntó por qué se sentía cómodo ante la idea de mantener oculto su parte más oscura. Tal vez fue la soledad que lo invadia, pensaba que si no lo mostraba podría tener amor, así fue que conoció a Gyuri quien lo ayudó a ocultar a Isilo, nunca lo cuestionó, hasta ahora.
-Ni siquiera me importa, es tu vida. Es tu puta cabeza la que está en juego. -Ella tira los brazos al aire y vuelve a girar en busca de sus cigarrillos.
-¿Por qué volviste, Yeonsoo?
-No voy a volver a tener esta discusión contigo -niega por lo bajo sacando su cajilla.
-Claro. -Tira los brazos al aire-. Siempre huyes, lo hacías cuando nos conocimos y lo sigues haciendo ahora.
-De acuerdo, ¿qué mierda quieres saber?
Yeonsoo está dispuesta a escuchar cada pregunta que tiene Yoongi, está dispuesta a desnudar toda la verdad, porque al final, no hay nada más que pueda hacer en medio de la nada, en una cabaña sin electricidad. Necesita sacar todo lo que siente, antes de que se acumule y explote llevándose consigo mismo todo gramo de coherencia.
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