25
La puerta se abre con brutalidad, provocando que Yeonsoo saque su arma y apunte en esa dirección. Yoongi por simple instinto, coloca a Gyuri detrás de él, protegiéndola de cualquier peligro sin sacar la vista de la pelinegra que toma el arma con seguridad. Tarda unos segundos en recordar que la chica frente a él no es la misma de quien estaba enamorado. Aunque se le hace difícil no podes recordar la postura desvergonzada de Yeonsoo al tomar el arma; pero ahora es diferente. Ella apunta con una postura de seguridad, la misma que vio a los policías durante las películas.
Yeonsoo se obliga a guardar el arma cuando ve al castaño de ojos pequeños salir hecho una furia. Como si quisiera matar a todos los presentes con solo su mirada.
-No voy a escucharte -masculla Jimin y camina decidido hacia la calle.
-En algún momento, deberemos hablar -insiste la tenue voz de Haneul que lo sigue detrás.
Yoongi deja salir un suspiro pesado y tira la cabeza hacia abajo frustrado. Tiene la cabeza dando vueltas, como un carrusel de voces que no es capaz de organizar. Sus manos tiemblan, pero es diferente. No siente miedo, o pánico de lo que pasa. Es como si quisiera estar en el almacén una vez más, y destrozar la bolsa de boxeo a golpes. Sacude la cabeza y vuelve su atención a la castaña, que no puede mirarlo directo a los ojos. No quiere mentirle, pero en definitiva, no tiene una respuesta correcta.
Decirle que no siente nada por ella sería mentir, pero aceptarlo también sería incorrecto. Tal vez una parte de él, aún se aferra a la idea de que en realidad, su amor siempre pertenecerá a la menuda mujer detrás de él que come una fruta con desinterés en todo lo que está pasando.
Gyuri coloca una mano en su pecho y se acerca a él lo suficiente, para que solo él pueda escuchar.
-No me respondas ahora, aunque hay cosas que no entienda, sé que no puedes darme una respuesta, y por eso no me rendiré... aún.
Ella le da un suave beso en la mejilla y lo pasa para volver al bar.
Yoongi se gira con el ceño fruncido, como si quisiera poder echarle toda la culpa a Yeonsoo mientras ella revisa su móvil con desinterés. Ladea la cabeza intentando descifrarla; no puede creer que después de todo lo que ella hiciera por él, de todo el amor que sentía, al final, no quede nada.
-¿Cuándo fue? -musita antes de poder retener sus palabras, como si ella supiera de qué demonios habla. Yoongi ríe por lo bajo negando con la cabeza.
-No lo sé... -responde y hace hace un mohín para restarle importancia. Él enseria por completo, y una pizca de nostalgia lo invade al recordar que Yeonsoo siempre se la arreglaba para contestar a sus preguntas inesperadas y vagas-. Supongo que solo deja de pasar. Un día despiertas y ya no hay nada.
Una punzada de dolor lo atraviesa el corazón al ver tanta humanidad y sinceridad en sus palabras. Ella ya no lo ama, aunque no puede negar que en un momento lo hizo; hoy ya no lo ama. Le gustaría preguntarle cómo hizo para dejar de hacerlo, cuales fueron las palabras, los golpes, o la magia que uso para arrancarse de raíz el amor que le hizo sacrificarse por él aquella noche. Pero es demasiado cobarde, no soportaría que dentro de la verdad nombrara a Jungkook. Yoongi ríe seco por lo bajo, y niega con la cabeza. Es demasiado para un solo minuto.
Entra al bar de nuevo, decidido a no seguir con este juego de mal gusto. Tenerle cerca está acabando con todo sus sentidos.
-Debo salir. -Yoongi guarda los ingredientes que iba a usar. Después de todo no entiende porqué ahora Yeonsoo decidió ser su sombra.
-¿Bromeas? El bar está repleto, no puedes dejarme -articula Namjoon tirando los residuos al sesto.
-Lo sé, pero...
-Olvídalo, Min. Arreglarás tus problemas amorosos cuando cerremos -sentencia-. Además, Jimin acaba de irse y no sé cuando volverá.
Yoongi suspira pesado y asiente, después de todo, Nam está en lo cierto. Cuando termine todo irá directo a las estación de policía para poder sacarse de encima a la pelinegra que volvió a cocinar a su lado.
⭒❀⭒
Jimin camina de un lado a otro pensando una buena razón por la cual aceptó volver al departamento que comparten juntos, para escuchar alguna otra mentira que no estás dispuesto a creer, aún si se trata de la verdad.
Haneul lo ve desde el sofá, no puede perder el control, eso solo provocaría que Jimin se altere un poco más. Sabe que no hay nada que salga de su boca que pueda tranquilizarlo, sin embargo no está dispuesta a dejar que problemas ajenos intervengan en su estable relación. No después de todo lo que pasaron para llegar ahí.
-Jimin... -susurra la castaña. Calla de inmediato cuando el castaño levanta una mano en su dirección, aún no está listo-. Podemos pasar todo el día así pero en algún momento debes hablar conmigo.
-Solo dime por qué. -Detiene su frenética caminata para mirarla.
Haneul baja la mirada sumergida en recuerdos que aún no la sueltan.
-¿Recuerdas cuando supieron que Yeonsoo era una infiltrada de la policía? -Lo mira. Jimin frunce el ceño y asiente confundido-. Te fuiste... decidiste seguir a Yoongi, incluso cuando ella les suplico que se quedarán. Ustedes debían ir, estaban dispuestos a morir ese día por una estúpida causa.
Jimin baja sus defensas y se acerca a la castaña para sentarse a su lado. Sin tocarla, sin acercarse demasiado.
-Ese día solo vi tu espalda. Ni siquiera pudiste enfrentarte a mí o decirme que me amabas. Solo te fuiste... -Suspira-. Antes creía que eras egoísta, pero luego entendí que en realidad no pudiste despedirte porque una parte de ti esperaba volver a verme. Esperabas que no fuera un adiós.
Jimin levanta su mano y seca una lágrima que desliza por su rojiza mejilla. Su corazón se retuerce al verla así de expuesta, así de dolida. No puede evitar preguntarse cuánto tiempo ella vivió con eso en su corazón. Porque la realidad es que luego de aquel día, jamás le preguntó si estaba bien o si sentía miedo. Simplemente creyó que todo había acabado para él, cuando recién comenzaba para ella.
-Tenía tanto miedo de no volver a verte. Tenía tanto odio hacia mí por no poder hacer algo para protegerte. Me sentía inútil. -Cubre su rostro con ambas manos.
Haneul se separa del agarre de Jimin, y no porque no lo necesite, sino porque la misma sensación de debilidad comienza a crecer en su interior y no puede permitirlo.
-Cuando me enteré que Yeonsoo estaba viva, sentí alegría y quería correr a Yoongi y decirle que la persona por la que estaba muriendo estaba viva. No tienes una idea de lo que luché por no decirle la verdad -confiesa, aunque es consciente de que Jimin no podría entenderlo-. Yeonsoo estaba dispuesta a volver a sacrificarse por él, y lo volverías hacer una y otra vez. Ahí supe que debía ser como ella, debía protegerte, y se que no fue la mejor manera de hacerlo, sé que te dañe y dañé a un amigo por mi mentira. No es algo que se puede reparar con una simple disculpas, pero mírate. -Lo señala-. Mira a Yoongi, tienen vidas estables y normales. Fuera del peligro, fuera de drogas y personas armadas, por primera vez en toda sus vidas son felices. Por primeras vez, yo soy quien te protege de todo el mal, que puede verte reír sin problemas, sin miedo.
-Hane...
-Lo sé, sé que no me perdonarás tan fácil, y así como tú seguiste a Yoongi aquella vez, yo seguí a Yeonsoo. Y sé que volverías hacerlo, al igual que yo.
Jimin suspira cansado restregando sus ojos. Es demasiado para procesar, ni siquiera sabe cómo seguir después de todo esto. Tal vez gran parte de su enojo no tenga precisamente el nombre de su amiga que regreso de la muerte, tal vez es por el simple hecho de imaginar a Haneul entrenando día y noche para convertirse en una gran detective, haya recibido golpes, sin contar las largas noches en las que tenía que fingir no sentir cansancio. El castaño se siente inútil, se prometió a si mismo proteger a Hane de cualquier peligro, y ahora saber que en realidad siempre fue ella lo hace sentir confundido. Sobre todo porque tiene razón. Volvería a seguir a Yoongi, porque fue lo correcto.
-Vuelve a casa, Jimin. Podemos arreglar esto, siempre podemos contra viento y marea. -Ella sonríe y entra a la habitación
El castaño se tira contra el respaldar del sofá cansado. Una gran parte de él piensa que si vuelve estaría minimizando el dolor de Yoongi, que se perdonaría todas las veces que trato de demente a su amigo. Pero tampoco puede señalar a Haneul como la que cometió un error imperdonable. Sabe que hubiese hecho lo mismo si fuera Yoongi, o cualquiera de sus amigos. Aunque le gustaría estar toda la noche pensando cuál sería su mejor opción, Hane sale con una maleta sacándolo de su ensimismamiento.
Su corazón se acelera y el sentimiento de estar perdiéndola lo invade. Se levanta de inmediato del sofá pero no avanza. Su cuerpo no reacciona y Haneul le sonríe al darse cuenta de su lucha interna.
-Necesitas espacio, por eso me iré. Y solo volveré cuando puedas verme directo a los ojos. -Ella intenta llegar a él, pero inmediatamente se arrepiente. Jimin siente una ola de decepción por no sentir su toque, y aunque le gustaría correr a ella y abrazarla no puede. Fueron muchas mentiras, tantas que no puede verla del mismo modo.
Las puertas se cierra con delicadeza y es entonces que el castaño se permite sacar todo el aire acumulado y desplomarse sobre el sofá. Las lágrimas no tardan en deslizarse por sus mejillas, y debe morder su antebrazo para evitar gritar de frustración.
⭒❀⭒
Yoongi termina de lavar el último utensilios que utilizó y lo guarda. Durante toda la jornada restante solo organizó las preguntas que le diría al teniente, y si en realidad estaba seguro de escuchar. Porque de nada serviría recibir respuestas que no esta dispuesto a creer o aceptar.
-Lo siento -suelta. Los dos chicos frente a ella se paralizan. No es muy común en Yeonsoo que se disculpe, y aunque haya cambiado, demostró que no pedirá disculpa fácilmente, por eso sorprende a los presentes-. Lamento haberte dejado de esa manera, después de todo lo que hiciste por mi.
Ambos se giran al mismo tiempo, y una ola de decepción invade el cuerpo de Yoongi al darse cuenta que le habla a castaño a su lado. Un dolor sordo retuerce su corazón y debe girarse de nuevo para que no vea cuanto le afecta que no sea a él a quién se dirige.
-No es a mi a quién deberías pedirle disculpas. -Namjoon intenta sonar indiferente y casual, sin embargo, su voz delata lo mucho que le afecta que ella se disculpe con él.
-Claro que debo disculparme contigo, después de todo, fuiste el primero que me dio el beneficio de la duda, me brindó un techo y una comida -murmura tranquila, como si aquello fuera tan normal en su vida-. Hice las cosas de la manera incorrecta, pero las hice por las razones correctas. Tal vez no sea la misma persona que conociste, pero no significa que mi afecto hacia ti cambio.
Yeonsoo se acerca de manera lenta temiendo ser rechazada por el castaño que tiembla en su lugar. Ella abre los brazos y lo abraza por la cintura apoyando su cabeza en el torso de Namjoon, el tarda más de lo esperado en reaccionar.
El castaño conecta mirada con él, buscando alguna clase de aprobación. Lo único que Yoongi puede hacer, es mirar el suelo confundido. Un remolino de sentimientos lo invade, tal vez sea envidia o simplemente celos, de cualquier forma, no es él a quién abraza con tantas fuerzas. Es por eso que simplemente toma las llaves de su auto y sale de la cocina para darles privacidad. Los recuerdos de ambos totalmente ebrios y descuidados lo golpean, Namjoon también sufrió por ella, tanto que llegó a destruirse de la misma manera que él.
El castaño deja caer sus lágrimas sin intención de reprimirlas, fingir que todo este tiempo no la extrañó sería mentirse de una manera horrible. Por eso lo hace, levanta los brazos y la abraza por los hombros aferrándose a ella, a todo lo que aprendió, a su vida pasada. La toma entre sus brazos con tanta fuerza que siente gruñir a la pelinegra bajo su toque, y es entonces que se permite soltarla.
-No te perdone -susurra secando sus lágrimas.
-Lo sé, créeme que ni siquiera yo lo hice.
Namjoon abre ligeramente los ojos sorprendido. Tiene tantas preguntas que cuando está a punto de bombardearla con ellas, ella asiente en su dirección y sale casi corriendo de la cocina.
Yoongi se restriega el rostro cansado. Fingir que no le gusta la idea de Yeonsoo viva, lo tortura, pero no está tan seguro de si es lo correcto. O si puede hacer algo al respecto para eliminar la sensación de pesadez en su mente. Le gustaría hablar con ella, pero no está seguro de que pueda si quiera empezar una plática sin terminar peleando o señalándola. Porque al final, Yoongi es consciente que la sigue señalando por haberlo abandonado de aquella manera, aún si las razones son correctas.
El semáforo se vuelve rojo y se obliga a detenerse. A su lado una gran motocicleta negra se detiene, el conductor se gira en su dirección y asiente. Yoongi frunce el ceño confundido, observa el conductor a detalle. Chaqueta de cuero pequeña, delineando un busto; es lo único que necesita saber para entender que la chica a su lado es Yeonsoo.
Vuelve la vista frente, recuerda las palabras que le dijo hace horas y se golpea la cabeza con el asiento. Necesitas tiempo y espacio para procesar todo, y es evidente que ella no está dispuesta a dárselo.
⭒❀⭒
-No lo entiendes, lo perdí -lloriquea contra la almohada. Hunter le tiende una botella de vodka y una caja de pañuelos.
Haneul llegó con su maleta hace aproximadamente cuatro horas, en las que solo intentó explicar lo sucedido entre sollozos y lloriqueos innecesarios. Hunter nunca se consideró una persona que sabe reconfortar, y ahora puede probarlo, desde hace una hora, solo le ha dado alcohol a su amiga para aliviar su dolor. Realmente no sabe que decir, no se aferra a personas por lo que no está segura que clase de dolor siente la castaña al perder a esa clase de amor.
-No sé qué esperas que diga. - Hunter toma un gran sorbo de alcohol.
-¿Dónde demonios está Yeonsoo? -escupe la castaña, fuera de sí.
La rubia siente un punzada atravesar su corazón. Yeonsoo suele ser dura y poco táctica a la hora de reconfortar, no le importa si la herida se agranda, solo dice lo que ella cree de la situación sin filtros; y a pesar de eso, siempre la siguen eligiendo, porque aunque no les agrade mucho, les abre los ojos sobre la situación.
-Con Yoongi -suelta.
Haneul para su lloriqueo de repente y la mira expectante. Sus ojos se abren ligeramente y parece estar recordando todo lo que está pasando en las vidas de ellos.
-¿Cómo te sientes?
-¿Yo?
Hunter frunce el ceño divertida, creyendo que la castaña está tan ebria que las confunde.
-Sí, tú. -Sorbe si nariz-. ¿Cómo te sientes respecto a Namjoon?
La rubia se ahoga con su propia saliva ante las preguntas sorpresiva. Debe toser un par de veces para regular su respiración, y cuando va a responderle deber beber un gran sorbo de vodka para tragar el nudo.
-No sé a qué vino esa pregunta, pero nada pasó ni pasará entre Namjoon y yo.
-Hunter...
-No pasa nada, porqué nunca me di la oportunidad de conocerlo.
-Puedes intentarlo ahora. Es una gran persona. -Haneul camina hasta la cocina para abrir una bolsa de papas. Su vacío estómago comienza a gruñir con fuerza, y si bien aquellas papas no la alimentarán como se debe, no le importa.
-No lo dudo. -Suspira-. ¿Recuerdas que fui yo quien empezó todo esto? Si no fuera por mí todos estarían mejor.
-Si no fuera por ti, Hunter, Yeonsoo podría estar en la cárcel, al igual que Jungkook. Yoongi tal vez hubiese vuelto a las peleas para juntar suficiente dinero para sacar a Yeonsoo, Jimin lo hubiese acompañado -articula desesperada-. Si no fuera por ti, Jungkook no estaría con alguien que ama, Yeonsoo no hubiese encontrado su vocación, Yoongi no tendría el bar y una vida estable.
Hunter frunce el ceño pero no dice nada.
-No te culpes de todo, tomaste una decisión egoísta, pero no te convierte en alguien egoísta. Solo... -hace una breve pausa para buscar las palabras correctas, y así poder reconfortar la culpa que la invade-. Deja de culparte, porque todo lo que pase a partir de ahora no es tu culpa.
-¿Por qué estás reconfortándome tú a mí? -Ríe Hunter.
-Porqué yo también decidí callar y ahora siento las consecuencias.
⭒❀⭒
Yeonsoo menea su pie sobre la silla impaciente. La idea de esperar frente a la oficina del teniente la tortura de sobremanera. Nunca tuvo que hacer tal cosa en el pasado, ella solo entraba aún con los reclamos de la secretaria; sin embargo, ahora está al lado del pelinegro que se encuentra tranquilo esperando la aprobación de la secretaria para poder entrar.
-¿Sabes que podemos entrar a la oficina en cualquier momento? -escupe impaciente.
-La secretaria dijo: «espere un momento, ahora lo hago pasar» -dice tranquilo, tiene la cabeza apoyada en la pared, con los ojos cerrados.
Yeonsoo suspira cansada, prefiere no causar más fricción entre ellos. Después de todo, está segura que vino aquí para pedir un reemplazo de ella.
-¿Sabe? -La voz emocionada de la secretaria les llama la atención. Ambos la miran confundidos-. Desde que ella trabaja aquí -musita eufórica la secretaria quien señala brevemente con la punta de su lapicero a Yeonsoo mirando a Yoongi-, nunca esperó como ahora, siempre estaba empujando a las personas y diciendo que si no la dejaban pasar...
-Metería una bala en su cabeza -murmura Yoongi y completa la oración de la secretaria quien asiente divertida.
El sonríe por lo bajo, y niega con la cabeza. Después de todo, la pequeña chica a su lado no es tan diferente a la que una vez fue. Sigue amenazando de la misma manera que cuando la conoció y eso solo retuerce su corazón.
Yeonsoo se tensa en su lugar. Los recuerdos de todas las veces que se lo dijo a Yoongi la invade y debe morderse el labio inferior para reprimir una sonrisa.
-Hasta aquí -sentencia la pelinegra que se levanta de su lugar y camina decidida hasta la puerta que la abre de un sopetón. La secretaria se levanta para impedir su paso, sin embargo, Yeonsoo saca su arma y le apunta aún sin mirarla-. Eres un maldito infeliz.
Yoongi aprieta la mandíbula con fuerza al darse cuenta que el temperamento de Yeonsoo no cambió mucho, pero ahora es mucho más peligrosa que antes. Pues no teme apuntar a quien sea con un arma si se interpone en su camino, así sea el mismísimo teniente.
-Quería saber cuánto tiempo aguantabas, mira rompiste el récord -escupe el hombre divertido-. Pasa Yoongi -anunca desde la oficina.
Él aún sin entender toda la situación entra a la oficina, sin antes disculparse con la secretaria que solo mira con recelo a la pelinegra. Yoongi se sienta en la silla mientras que Yeonsoo se tira a peso muerto sobre la silla a su lado, subiendo ambos pies en el escritorio.
-Lamento la espera, Yoongi. Debía saber cuánto poder aún ejerces en Yeonsoo -suelta sin filtro buscando algún expedientes detrás de él.
Yoongi se tensa por completo y lo que antes parecía ser una pequeña confusión, ahora se agrandó de sobremanera.
«Solo lo dijo para afectarte, solo mírala» se reprocha.
Gira levemente la mirada hacia Yeonsoo que se encuentra tecleando en su celular, tan tranquila que pareciera no haber escuchado lo que el hombre frente a ellos dijo. O tal vez, no le afectó en lo absoluto porque no es verdad.
-Sé qué tienes muchas preguntas, pero antes de responderlas, necesito que veas esto. -Le tiende una carpeta de papel amarilla.
Yoongi frunce el ceño y la abre. Las fotografías de cuerpos golpeados y torturados lo sorprende de sobremanera. Tanto que debe cerrar los ojos un momento para no correr y vaciar su estómago en el primer cesto que encuentre. Las pasa de manera lenta, analizando los golpes como si quisiera grabarlos en su memoria para poder hacer exactamente lo mismo con quién los provocó.
Yeonsoo observa a Yoongi detenidamente, es claro que las fotografías le han afectado, sin embargo, en su mirada hay mucho más que eso. Es como si Isilo se asomara lento para salir por esa puerta dispuesto a torturar a la persona que hizo eso. Es como si fuera personal para él.
-¿Las conocías? -prosigue el teniente.
Yoongi asiente, es claro para Yeonsoo que las conocía si trabajó con Hyun.
-¿Te acostabas con ellas? -suelta.
Yeonsoo abre ligeramente los ojos pero no dice nada, ni siquiera se mueve. No puede hacerle saber que le afecta en lo más mínimo si se acostó o no con ellas.
-Sí. -Yoongi levanta la mirada cerrando la carpeta-. Estuve con ellas cuando trabajaba para Hyun.
-Lo supuse, ahora todo se complica un poco. -El teniente pasa la vista hacia la pelinegra.
Dándole a entender así, que ahora no están tan seguros si va detrás de Yeonsoo o de Yoongi, tal vez de ambos y eso lo hace aún más complejo. Porque hasta donde saben, hay alguien en la estación que le proporcionó información valiosa a Ghots, y el caso solo queda entre los cinco detectives de confianza.
-Ahora puedes hacerme tus preguntas. Pero antes, y para ser completamente sincero, sin filtros, te pido Yeonsoo que te retires.
-Púdrete, no me iré. -Yeonsoo se cruza de brazos.
-Yeonsoo...
-No -sentencia.
-¡Joder Yeonsoo! -espeta Yoongi sin paciencia-. Suficiente con verte todos los días como para que compliques más las cosas. Solo... vete.
El teniente no puede evitar ver como Yeonsoo asiente y sale golpeando todo a su paso. Se siente fascinado ante lo que acaba de ocurrir, después de todo, el pelinegro que alardea con ser el novio de Yeonsoo, no tiene el poder que Yoongi tiene sobre ella.
-¿Por qué? -suelta Yoongi una vez que se encuentran solos.
-¿Por qué, qué? ¿Por qué volvió a tu vida? ¿Por qué se fue? ¿Por qué fingió su muerte? -Hace un mohín-. Sé mas claro.
-Todo eso.
-Cuando Yeonsoo salió con vida del almacén, los médicos dijeron que solo tenía horas de vida. Las heridas eran demasiado graves. Por eso te dijimos que ella había muerto, no queríamos causar más daño del que ya habíamos causado porque aunque no me creas, me recuerdas a mi hijo que también se enamoró perdidamente de una mujer como ella. -Suspira-. Pero Yeonsoo lucho, y despertó. Las cosas no salieron como pretendíamos, por lo que al estar viva iría directo a la cárcel, ese fue el trato.
Yoongi no puede evitar recordar la primera vez que se acostó con Yeonsoo, aquella noche llegó enojada. Incluso, después de eso, ella le dijo que extrañarían estar a su lado. Al principio claramente no lo entendió, pero ahora comprende que ella se estaba despidiendo en ese momento, porque incluso si no hubiese fingido su muerte, estaría tras las rejas.
No tenían un final feliz, y solo ella lo sabía, solo Yeonsoo continuaba día tras día a su lado sabiendo que al final, debía dejarlo.
-Hunter me ofreció un trato que no podía rechazar, y así fue como Yeonsoo terminó trabajando con nosotros.
-¿Qué trato?
-¿Realmente quieres saber la verdad? -El teniente se tira en el respaldar de la silla.
Por la forma en la que lo dice Yoongi duda, no está seguro de aquello. O si él sea el adecuado para decirle, por eso niega con la cabeza.
-¿Ghots es real?
-Al principio no lo sabíamos, se mantuvo en silencio. Hasta que Yeonsoo decidió renunciar y aparecieron los cuerpos con mensajes.
-¿Ella renunció? -pregunta de inmediato.
-Ella te buscó, Yoongi. En más de una ocasión. Sé que me quieres preguntar eso -confiesa el teniente provocando que Yoongi se ahogue con su propia saliva. Su cuerpo tiembla y lo que ante parecía un remolinos de pensamientos en contra y a favor de Yeonsoo ahora se ha multiplicado.
-¿También va detrás de Yeonsoo? ¿Porqué no la protegen a ella? -masculla ignorando por completo lo que dijo antes. La preocupación se filtra en su voz y debe callar para tragar el nudo que se forma en su garganta-. ¿Puede cambiar a la persona que me custodia? -Carraspea-. O solo deme un arma. Sabe que puedo protegerme solo.
-No estás bajo ningún programa de protección al testigo, porque no eres uno. -El hombre canoso frente a él se acomoda en su silla, entrelaza sus dedos y los apoya en la mesa-. La única razón por la que Yeonsoo te custodia es por decisión propia. Nadie la obliga a hacerlo.
El corazón se Yoongi da un salto y debe aclarar su garganta para evitar que cualquier sonido involuntario lo abandone.
-No puedo hacer nada, y la única forma para que ella deje de protegerte es si haces una denuncia formal, sobre acoso y así le daremos una orden de restricción.
Él suspira pesado. No le molestaría en lo absoluto que ella se detuviera, pero mantener a alguien con un arma cerca no solo lo protege a él, sino a toda su gente alrededor.
-Mira Yoongi, no puedo decirte que hacer respecto a Yeonsoo. Ni siquiera me corresponde contarte por todo lo que atravesó para llegar hasta ahí -menciona-. Lo único que puedo decir es que ella golpearía a cada uno del departamento si se atrevieran a tocarte. No creo que encuentres lugar más seguro que a su lado. Ya no es una vagabunda, drogadicta que busca refugio. Es una agente capacitada.
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