31
Yoongi sale con sigilo de la habitación, sin hacer un solo ruido. Teme que Yeonsoo se despierte, después de lo difícil que fue dormirse. Los dolores le era insoportable y las pastillas tardaron en hacer efecto, así que finalmente cuando ella logró dormirse, él salió dispuesto a discutir ciertas reglas con Jimin. Después de todo, no tiene más opción. Llamar a Taehyung sería torturarse durante toda la pelea, al saber que él es quien está a un lado de Yeonsoo.
Saca su celular de su bolsillo trasero y le marca al castaño.
-¿Hola? -suena adormilado.
-Estoy yendo a tu casa, es muy importante lo que debo decirte. -Camina hasta la nevera y ladea la cabeza viendo la escasa comida-. Hazme algo de comer porque voy muerto de hambre -ordena y cuelga, sin esperar a que el castaño responda.
Saca de la nevera los pocos ingrediente que tiene y le hace una cena decente a Yeonsoo, exprime algo de jugo de naranja y los lleva en una bandeja de madera hasta la habitación. Toma una hoja y lápiz, y escribe: «Estoy solucionando lo de las peleas, espero llegar antes de que leas esto, de no ser así por favor disfruta la cena. -Yoongi»
Toma su chaqueta de cuero negro, un pantalón de mezclilla negro y botas del mismo color. Antes de salir, le escribe un mensaje de texto a Namjoon pidiéndole su presencia en la residencia del Jimin lo antes posible. También, entra al chat de aquella persona en la que puede confiar en estos momentos y escribe.
«Hoy hay una pelea, y Yeonsoo estará sola, ¿puedes venir?
-Yoongi».
«No tengo ideas sobre cuidados intensivos
-K».
«No te preocupes, llamaré a Haneul.
Hay un arma en la entrada, debajo de la mesa. Trae la que te di.
-Yoongi».
«Ok
-K».
Ya pasan las siete de la tarde y dentro de tres horas deben partir al lugar donde van a pelear.
No está cien por ciento convencido sobre si es buena idea que Jimin pelee, después de todo no falta mucho para que Albutula termine, una pelea que pierdan y será el fin; deberá trabajar de nuevo con Hyun, sin mencionar que Yeonsoo también deberá volver con él. Y por nada dejaría que ella volviese con Hyun; al menos ahora está seguro de que la pelinegra puede cuidarse sola. La manera en que desarmó a Hyun en apenas segundos hasta ahora lo deja boquiabierto.
Llega al departamento de Jimin y entra sin hacer mucho ruido, el lugar está sumergido en silencio. El pelinegro camina hasta la cocina y al no ver a nadie decide que va a entrar a la habitación, es muy probable que esté durmiendo a pesar que él le dijo que estaba yendo.
-¡Jimin! -dice escandaloso entrando a la habitación. El cuerpo semidesnudo de una mujer se asustada, le sorprende de sopetón. Gira de inmediato con el entrecejo arrugado al no reconocer por completo a esa mujer-. Lo siento -musita en disculpa sintiendo toda la sangre acumularse en su rostro.
-¡¿No te enseñaron a golpear la puerta?! -chilla la mujer tapándose con la manta.
-Y-yo... -Traga duro-. Disculpa, ¿quién eres? -masculla con pesadez. No pudo ver mucho más allá que una mujer horrorizada, pero sabe que Jimin no se encontraba a su lado y eso le confunde aún más. Sale de la habitación cerrando la puerta detrás de él para darle privacidad a la chica.
Se replantea mentalmente si es buena idea irse y no volver en mucho tiempo, después de semejante bochorno que acaba de pasar. Se refriega el rostro con ambas manos para apaciguar el calor que siente y pasa directo a la nevera. Saca una cerveza y barre la estancia en busca del paradero de Jimin.
La puerta del baño se abre y de ella sale el castaño con el cabello mojado y el entrecejo arrugado. Yoongi le mira como si quisiera golpearlo, pero en realidad no es su culpa, él se atrevió a entrar a la habitación de esa manera sin preguntar primero.
-La mujer de tu habitación es... -murmura solo para que él le escuche.
-No, no es y no pasó nada tampoco -masculla Jimin y saca una cerveza de la nevera para darle un gran sorbo-. Lo intenté, créeme que lo intenté. Pero solo puedo pensar en ella.
Yoongi asiente sin necesidad de más explicaciones. Jimin está enamorado de Haneul, y aunque intente estar con alguien más, no podrá. El castaño le hace una señal de que le espere un poco y entra a la habitación que lo recibe una chillona y alterada voz.
El pelinegro se plantea si es buena idea lo que cruza por su cabeza, y al final decide que no tiene más opción. Toma su celular y busca entre sus contactos el número de la castaña de sonrisa amable.
-Hola, Yoongi -saluda Haneul.
-Hola, Haneul. Lamento la hora y el que te moleste -masculla Yoongi, con pesadez-. Hoy... no estaré en casa por un tiempo y me gustaría que Yeonsoo tenga compañía.
-Oh -murmura-. Estoy saliendo de la universidad. Así que puedo ir.
-Gracias, Haneul. Te devolveré el favor.
-Yoongi... -lo llama una vez más-. ¿Jimin irá a esas peleas?
El pelinegro se muerde el labio sin saber qué responder realmente.
-Lo siento.
-Está bien, dije que podía con su mundo -murmura en un hilo-. Solo... cuídalo.
La castaña finaliza la llamada al mismo tiempo que Yoongi ve salir a Jimin junto a la pelinegra, ya vestida, de la habitación. La mujer camina hasta la nevera y al pasarle por el lado, choca su hombro con el de Yoongi provocando que este medio gire del golpe. Ella saca cuantas sobras de comida encuentre, mientras que Jimin solo se limita a tomar otro sorbo de cerveza mirando hacia la ventana.
Yoongi le mira con el entrecejo arrugado, no está completamente vestida, solo tiene una camisa grande que de seguro es de Jimin, descalza y se armó un moño grande conteniendo su desastroso cabello.
-¿Cómo está Yeonsoo? -musita Jimin, ahora dirigiendo la vista a Yoongi que se le acerca un poco más.
-¿Yeonsoo? -cuestiona la mujer con la boca llena de comida-. ¿Goo Yeonsoo?, ¿la reina Goo?
Sus ojos vuelan del castaño con el torso desnudo que acaba de ducharse, al pelinegro que arruga el entrecejo ante las preguntas de la mujer. Algo parece encajar en el rompecabezas mental que arma ella, entonces se ahoga con la comida al mismo tiempo que su rostro se acalora. Yoongi mira a Jimin esperando respuestas, pero este solo se encoge de hombros sin saber qué responder realmente.
-¡Mierda! -farfulla ella cuando el aire se hace paso por su vias respiratorias-. Eres... eres Isilo, ¿no?
Yoongi sin entender el alboroto que arma la mujer, asiente al mismo tiempo que ella empalidece, camina hasta la nevera donde saca una cerveza y hace una reverencia de noventa grados de al menos un minuto.
-Lamento haberle golpeado, no sé qué pasó por mi mente -se disculpa y le tiende la cerveza-. Yo... lo lamento. Si necesita cualquier cosa solo pídalo.
El rostro neutro de Jimin se trasforma en una mueca así burlón de lo que sucede. Sabía desde un principio que la reputación de Yoongi pesaba mucho en aquél mundo, pero jamás pensó que al punto de que una mujer como ella fuera a ponerse así de nerviosa y ansiosa por su presencia. No tiene idea de las cosas que hizo Yoongi en su pasado, pero está seguro que no es capaz de dañar ni siquiera a un insecto.
-¿Por qué no me dijiste que eras amigo de Isilo? -murmura en dirección a Jimin quien se encoge de hombros.
-Gracias por la cerveza, pero si no te molesta me gustaría que te largues -masculla Yoongi con desdén.
La mujer asiente efusiva y toma sus cosas del sofá. Llega hasta Jimin para depositar un beso en su mejilla y antes de irse, vuelve a hacer una reverencia de noventa grados, para huir del departamento tan rápido como sus piernas le permitan.
-Deberías haber dejado que se vistiese -cuestiona Jimin. Yoongi hace un mohín y toma de su cerveza-. No me respondiste, ¿cómo está ella?
-Está mejor, aunque los dolores no la dejan en paz.
-¿De verdad estás tan enamorado? -murmura serio.
-Yo nunca dije que estaba enamorado -farfulla el pelinegro-. No pongas palabras en mi boca que nunca dije.
-No hay necesidad.
Yoongi prefiere no hablar, después de todo, aún no está completamente seguro si lo que siente por ella es genuino amor.
-Si así fuera, ¿porqué te importa? -masculla entre dientes.
-No me importa a mí. -Suspira el castaño-. Pero hay alguien que no lo sabe, y debe hacerlo.
-No sé si tengo las agallas de hacerlo. -Yoongi traga duro y lo enfrenta-. Temo que me haga elegir.
-¿Y si lo hace? -Jimin toma un sorbo de cerveza.
-No puedo elegirla, aunque quiera.
Jimin asiente al familiarizarse con el sentimiento que le aborda a Yoongi, solo que ellos, apesar de todo, de alguna forma se mantienen juntos.
La puerta se abre y con ella las dos figuras imponentes de Namjoon y Seokjin aparecen riendo. Los saludan con un apretón de manos y se sientan con ellos alrededor del desayunador.
-¿Qué es eso tan importante? -Namjoon toma los platos que antes tomó la mujer y comienza a comer.
-Hay una pelea. -Intenta no sonar mas nervioso de lo que realmente está-. Son tres.
-¡Oh! ¿Vamos a decidir quien pelea de los dos? -Namjoon alivia el dolor de su cuello girándolo.
-De hecho tengo en mente a un tercer peleador. Pero no estoy seguro. -Se muerde el labio con fuerza.
-Taehyung no creo que quiera pelear. -Se encoge de hombros Jimin-. Ya sabes...
-En realidad estaba pensando en ti -musita Yoongi cerrando los ojos con fuerza, sabiendo que sus palabras traerán consecuencias.
-¿Qué? -dicen al unísono Namjoon, Jin y Jimin. Sin poder creerlo-. ¿Es de verdad? -La emoción en las palabras de Jimin no pasan desapercibida.
-Yeonsoo te ha visto entrenar, cree que estás listo. -Hace un mohín para restarle importancia-. Aunque sinceramente no sé si estás listo.
-¿Desde cuando le haces caso a Yeonsoo? -masculla Namjoon, incrédulo.
-Desde que está enamorado de ella -confiesa Jin riendo. Como si todo fuera una broma, Namjoon lo mira furioso y él se encoge de hombros-. No me mires así, es él quien ya tiene la venda del amor.
-Por empezar, -Yoongi enumera con los dedos-. No estoy obedeciendo a Yeonsoo, tiene un punto al decir que ninguno de los dos puede pelear más de una vez, además todos hemos visto cómo entrena -señala-, segundo -masculla entre dientes y levanta un segundo dedo-, no hay ninguna puta venda en mis ojos y dejen de decir que estoy enamorado.
-Sacando el hecho de que no puedes admitir que estas enamorado porque eres un cobarde -comienza Jin recibiendo una mirada de odio de parte de Yoongi-. Es cierto, Jimin puede pelear.
-Solo hay un problema. -Yoongi traga duro-. No puedes perder.
-No voy a perder -afirma el castaño seguro de si.
-No, Jimin. -Yoongi se acerca a la ventana para encender un cigarrillo-. No puedes fallar, no tenemos una segunda oportunidad aquí.
-No lo haré -vuelve a decir seguro.
-Si lo haces, todo por lo que luchamos se irá al caño. Yo volveré con Hyun al igual que Yeonsoo. -Da una fuerte calada a su cigarrillo y lo mira expectante. Incapaz de demorar realmente lo asustado que está.
-Gracias por tus palabras de apoyo amigo -farfulla Jimin.
-No lo entiendes Jimin. -Nam se levanta de su asiento y comienza a caminar de un lado a otro con la cerveza en mano-. Está poniendo mucha presión sobre tu hombros porque esto no es un juego.
-Lo sé, estuve entrenando mucho, sé que puedo -afirma Jimin.
Yoongi mira fijo a Namjoon, ambos saben que si Jimin comete una sola equivocación, todo, absolutamente todo por lo que han estado peleando estos últimos meses se irán al caño.
-De acuerdo, pero hay ciertas cosas que debemos repasar. -Yoongi tira la colilla de cigarrillo al suelo y la pisa-. Por empezar tenemos tres horas para poder enseñarte un par de trucos.
-Bien -musita Jimin y deja la cerveza sobre la mesa para calentar un poco sus músculos.
-¿Y Yeonsoo? -cuestiona Jin, con el entrecejo arrugado.
Yoongi traga duro, no puede mentirles, pero no está seguro que si decirles la verdad ayude tampoco.
-Le pedí a Haneul que se quedase con ella -masculla con la voz firme.
Jimin para en seco sus movimientos y lo mira horrorizado. Sin poder controlar su ira, camina a paso rápido hasta Yoongi para tomarlo por el cuello y estamparlo contra la pared. Sin embargo, el pelinegro logra zafarse de su agarre, tomando las muñecas de Jimin para juntarlas en su espalda, al mismo tiempo que lo tumba en el suelo boca abajo, colocando una rodilla sobre la unión de sus manos.
-Imbécil, ¿cómo se te ocurre pedirle a Haneul que cuide a Yeonsoo a solas cuando Hyun le persigue? -farfulla Jimin desde el suelo, intentando levantarse.
-No soy idiota, ¿bien? -masculla Yoongi, sin intención de moverse hasta que Jimin logre calmarse-. Le pedí a Taehyung que fuera también.
Jimin parece calmarse con aquello, al mismo tiempo que dos pares de ojos se instalan en su anatomía. No tiene idea del porqué le pidió ayuda a él, o tal usa el enamoramiento de Tae para proteger al suyo. Sabe que él será capaz de cualquier cosa por la menuda mujer; no tiene mejor opción.
-Entonces, ¿por qué no le pediste pelear a él? -Namjoon cuestiona con la voz enronquecida.
-Porque si Hyun les apuntara a ambas en la cabeza, dime -masculla Yoongi y suelta a Jimin»«, a quién crees que Jimin salvaría.
El castaño aprieta la mandíbula y se aleja para masajear sus adoloridas muñecas que palpitan. Yoongi mira cada uno de los rostros de los tres chicos parados frente a él, y no hay necesidad que respondan. Haneul es la luz de Jimin, y sacrificaría a todos por ella.
»¿Crees que Taheyung no haría lo mismo por Yeonsoo? -farfulla Jimin.
-Taehyung se sacrificaría por ellas -menciona al mismo tiempo que toma la cerveza que dejó antes y comienza a beber su contenido.
-Enséñale los trucos, Yoongi -menciona Nam, intentando apaciguar el tenso ambiente.
-Déjame cambiarme -musita Jimin entrando a la habitación.
-Jin, quiero ganar dinero con las peleas. -Yoongi se dirige a Jin, quien se encuentra comiendo en el desayunador-. Dime qué debo hacer.
-Ustedes han ganado dinero en todas las peleas -confiesa sin problema alguno aún comiendo.
-¡¿Qué?! -Namjoon y Yoongi gritan al unísono, incrédulos. Seokjin se encoge de hombros y ayuda a pasar la comida en su garganta con un trago de cerveza.
-No me miren así. -Se limpia la boca y decide que ya es suficiente-. Nunca me preguntaron sobre eso, sin mencionar que en realidad ustedes solo iban a pelear y se retiraban.
-¿Has tenido todo el dinero encima además de las apuestas? -Yoongi frunce el entrecejo.
-Por supuesto, pero me lo he gastado en la donación en la que tú me metiste. -Señala a Yoongi-. Además de remodelar mi placard. -Sonríe de oreja a oreja sin dientes.
-Dime que no era demasiado. -Namjoon se masajea la sien. Contando hasta diez para no gritarle en la cara a Jin.
-Era demasiado para que pueda cambiar de departamento. -Se encoge de hombros-. O para que puedas cambiar ese triste y roto bocho.
-Tendría que matarte. -Namjoon se toma más de la mitad de cerveza en un solo sorbo.
-No te enojes conmigo -murmura-. Ustedes nunca me incluyen en nada, siempre me llaman cuando necesitan mi dinero.
-Eso no es cierto -masculla Yoongi ofendido.
-Dime una sola vez en la que uno de ustedes me haya llamado y no hayan necesitado mi dinero. -Seokjin se cruza de brazos esperando que alguno responda pero no lo hacen-. No estoy enojado con ustedes por eso, simplemente es así. Y como no preguntaron nada sobre el dinero de las peleas me lo quede.
-Tienes razón. -Yoongi hace una reverencia de noventa grados-. Lo lamento mucho, no creas que por eso eres menos que los demás. -Lo mira con genuino arrepentimiento en sus ojos.
-Gracias por eso. -Jin hace una media sonrisa y asiente.
-¡Perdón, hyung! -Namjoon lo abraza fingiendo llanto. Seokjin ríe a la par de Yoongi, justo a tiempo cuando ven salir a Haneul embravecida de la habitación, caminando directamente a hacia Yoongi.
Después de eso, Yoongi decide que es suficiente de charla y comienza a entrenar con Jimin. Claro que el castaño muy confiado comienza a tirar puños seguro de sí mismo, pero ninguno logra colacionar con el rostro de Yoongi, por lo que su confianza disminuye consideradamente, tanto así, que se plantea si en realidad es buena idea pelear.
Yoongi le enseña un par de técnicas para poder colisionar con éxito su puño contra el rostro de su oponente, al principio Jimin es un poco lento por lo que la frustración del pelinegro comienza a crecer, no queda tanto tiempo para poder decidir si Jimin está listo para participar en una de esas violentas peleas.
Al final, Jimin logra controlar su cuerpo y la velocidad con la que ejerce cada puño, tanto que logra golpear a Yoongi unas cinco veces. El pelinegro decide que está listo pero que lo pondría con algún oponente que no sea tan peligroso, aunque a esta altura del Albutula, cualquier peleador lo es. Llama a Haneul para preguntarle cómo está Yeonsoo y le responde que no ha despertado desde que ha llegado, también que Taehyung montó alguna clase de tienda de campaña en la entrada, ant de asegurarse que cada puerta y ventana de la pequeña casa estuviera bien cerrada. Yoongi le hace prometer que si algo sucede, así sea lo más mínimo va a llamarlo.
Se montan al viejo bocho de Namjoon y conduce hasta llegar a un viejo campo de bodegas cerca del muelle.
Todos bajan y se introducen al lugar, caminando entre la muchedumbre de gente que se encuentra en el lugar, abucheando y gritando; el olor a cerveza, cigarrillo, marihuana y sudor los golpea de frente. Yoongi le avisa al presentador que ya han llegado, para que en cuanto llegue su oponente empiece la dichosa pelea.
Yoongi encara a Jimin, quien se encuentra temblando en un rincón de la habitación, totalmente consumido por los nervios.
-¡Debes calmarte! -grita por encima de la muchedumbre.
-No puedo -le susurra al oído.
-Si no puedes con esto dímelo. Puedo perder mi puta vida por un capricho tuyo -responde Yoongi de la misma forma, sintiendo el enojo crecer-. Dijiste que podías, hubiera llamado a Taehyung.
-Lo siento -se disculpa-. Estoy bien, lo prometo.
-No hagas promesas que no puedes cumplir. -Yoongi gira sobre su propio eje y encara a Namjoon.
-Habla con Jimin -le habla en el oído para que pueda oírle-. Dime si puede, si no, para buscar a alguien más. Esto no es un puto juego.
Namjoon asiente y toma a Jimin por los hombros para sacarlo fuera del lugar. Nam a pesar de estar enojado, puede controlar muy bien su ira; en cambio Yoongi, es capaz de golpearlo.
Yoongi barre la estancia en busca de Hyun y su peleador, sin embargo, no puede evitar sonreír al ver a la misma mujer que se encontraba desnuda sobre la cama de Jimin, caminando detrás de Hyun, como si fuera su pareja. Es claro que intenta ocupar el lugar que antes le pertenecía a Yeonsoo, pero es todo un fracaso; y lo sabe porque mientras camina, nadie parece reparar en su presencia, en cambio, cuando Yeonsoo caminaba, todos se detenían a observarla y no se atrevían a cruzarse en su camino.
No tiene idea de cómo esa mujer terminó en la cama con Jimin, solo espera que esto no traiga más concecuencias porque no se controlará y lo golpeará.
Minutos más tarde aparece el castaño con Jimin, totalmente repuesto, sin una pizca de miedo o nerviosismo en su sistema. Seguro de sí mismo y de todo lo que lo rodea.
-Es la novia de Hyun -le susurra al oído. Jimin empalidece al mismo tiempo que Namjoon los mira con el ceño arrugado. Yoongi le cuenta en una resumida oración lo sucedido con la novia de Hyun y este lo abofetea de inmediato.
-Lo siento -murmura el castaño.
-Eres una bola de mierda, debía ser ella imbécil -masculla Yoongi entre dientes en dirección a Jimin-. No podré en juego mi pellejo por otro error tuyo.
-Nadie te lo pide -farfulla Jimin con el semblante serio-. Y ya te dije que no pasó nada. Ella estaba ebria y la llevé hasta mi departamento. Vomitó todo su vestido y solo se lo sacó para dormir desnuda, nada más.
Yoongi suspira pesado. Claro que Hyun no entenderá eso, su cabeza creará cualquier excusa para golpear a Jimin hasta que solo sea un saco de huesos que agonice por su vida.
La mujer se acerca seguido de Hyun que no deja de parlotear con un sujeto lleno de tatuajes. Yoongi levanta el mentón dispuesto a enfrentarlo, sin embargo nada pasa. La mujer le pasa por el lado sin antes guiñarle el ojo a Jimin y Hyun se detiene frente al castaño para verle de pie a cabeza.
Hyun lo sabe; sabe que esa mujer estuvo en casa de Jimin, y ni siquiera parece importarle. El sujeto sigue su camino platicando con el hombre que le acompaña, dejándoles confundidos.
Yoongi decide no pensar demasiado en el tema, después de todo, si Hyun hubiese reemplazado a Yeonsoo en todos sus aspectos, no reaccionaría así.
Un silbato suena por encima del bullicio y es lo único que necesita para concentrarse en la pelea. Mandará primero a Jimin, ya que normalmente los mejores peleadores dejan para el final.
Jimin entra al círculo saltando en su lugar, minuto más tarde, entra su oponente. Un chico con la misma anatomía que el castaño, tiene la mirada nerviosa y no puede dar de moverse de un lado a otro. Claro que Yoongi antes le dijo que debía pelear, pero sobretodo dar un espectáculo, por eso iba la gente, sin embargo el pelinegro llama a Jimin porque ahora está preocupado.
-No intentes dar un espectáculo -le dice mirándolo fijamente a los ojos.
-Pero tu...
-Sé lo que dije -masculla Yoongi y suspira-. Miralo, está completamente drogado. -Niega con la cabeza al ver lo mal que está su oponente-. Tal vez se puso adrenalina, éxtasis o algo así. Debes noquearlo lo más pronto que puedas. -Traga duro-. Porque no importa cuantas veces lo golpees, a ese chico no le dolerá absolutamente nada.
Jimin asiente y vuelve al círculo, puede notar las pupilas dilatadas del chico además del temblor de su cuerpo. En definitiva está en graves problemas.
En cuanto la pelea empieza, su oponente se lanza sobre Jimin golpeando con frenesí su rostro, sin embargo, el castaño logra cubrirse el rostro con ambos brazos. Yoongi le grita que salga de ese rincón o el chico va a acabar con él, es notable que su oponente no quiere perder tanto tiempo en espectáculo sin sentido. Jimin logra salir de su lugar por lo bajo, golpea las costillas e intenta golpear la cabeza del otro, pero es más rápido y logra tomar el puño de Jimin para colisionar golpe tras golpe en las costillas del castaño.
Yoongi intenta meterse pero Namjoon lo toma de los hombros y lo detiene.
-SI te metes, todo terminará.
Yoongi gruñe por lo bajo y vuelve a observar la pelea, en definitiva ha sido pésima idea meter a Jimin, lo único que puede hacer ahora, es esperar a que él solo se salve.
El estómago de Jimin es golpeado con brutalidad tirándole al suelo, mira de reojo a Yoongi que le hace señas para que se levante y continúe; el castaño hace acopio de todas sus fueraz y se levanta, recordando el motivo por el que está ahí en un principio, recordándose que todos ellos arriesgan sus vidas pelea tras pelea por una equivocación de él. Ve que su oponente está a punto de golpearlo, por lo que toma el pie de él y logra tumbarlo al suelo, se sube encima trabando sus piernas y golpea el rostro de su oponente que aún intenta golpearlo.
Puñetazo, tras puñetazos, colisionan en el rostro del chico drogado, hasta que ya no puede moverse, entonces Jimin decide que es tiempo de dejarlo en paz, antes de que pase esa delgada línea y lo mate. Se separa de él limpiando la sangre que baja por su pómulo y espera a que su oponente se levante, al pasar los minutos ve que en realidad lo ha noqueado por lo que la muchedumbre estalla en gritos y silbidos por Jimin.
Yoongi corre a él y lo abraza sacándolo del círculo.
-Ganaste, lo hiciste bien -lo felicita sonriendo de alivio.
⭒❀⭒
Yeonsoo se despierta con un apremiante dolor de cabeza, logra tomar de la mesa de luz sus pastillas y un vaso de agua. Vuelve a recostarse hasta que el dolor logre apaciguarse un poco más.
Una vez que el dolor logra calmarse, la pelinegra se sienta en la cama; la falta de una anatomía a su lado es notorio. Intenta buscar con la mirada a Yoongi pero no se encuentra por ningún lado, seguro debe estar en la pelea, y a pesar que para otras personas eso no es nada normal, para ella lo es. Sonríe sin dientes al pensar la paliza que le debe estar dando a los demás y niega con la cabeza. Mira hacia su mesa de luz y encuentra una bandeja tapada con una nota encima.
No puede evitar sonreír ampliamente al ver el gesto de él, se muerde el labio inferior al sentir su corazón calentarse. En definitiva, Yoongi es alguien completo, no hay nada que no pueda hacer bien. La comida está fría por lo que decide que es tiempo de calentarla ya que su estómago gruñe, se levanta a puras penas y sale de la habitación con la bandeja escuchando sonidos de la cocina. Tal vez ya ha llegado y ella apena si se entera.
-Odio no poder follarte -murmura Yeonsoo entrando a la cocina. Sus ojos se abren de sopetón al darse cuenta que en realidad le ha hablado a otra persona.
-No es que no fueras de mi tipo, pero ya me gusta alguien y... -Hace un mohín para restarle importancia. La burla y diversión se filtra en sus palabras.
-¿Qué haces aquí? -Yeonsoo baja la guardia al ver a la castaña.
Sin embargo, no puede obviar el hecho de que se encuentra el arma del pelinegro sobre la mesa, sin el seguro y probablemente cargada. Sabe que dentro de todos los errores que puede cometer Yoongi, el dejarle un arma cargada y sin seguro a Haneul, no es algo que él haría.
-Yoongi me mando a cuidarte -musita Haneul.
El sonido de un golpe proveniente del exterior activa una alarma en Haneul, quien de inmediato toma el arma con las manos temblando y apunta hacia la puerta.
Yeonsoo abre los ojos sorprendida. La menuda mujer es un manojo de nervios y ansiedad por intentar permanecer a la vida de ellos, tanto que se acorrala a sostener un arma. Yeonsoo le quita el arma con cuidado y coloca el seguro para que ninguna de las dos salga lastimada.
-¿Quién te dio un arma? -masculla.
-Taehyung -murmura, y toma la bandeja de comida de Yeonsoo para calentarla.
-¿Qué?
-Yoongi me llamó para que me quede contigo mientras ellos están en la pelea, y tiempo después apareció Taehyung -confiesa sin mirarle-. Se tenía que ir, y me dijo que me quedara con esta arma y disparara a cualquiera que entrara por esa puerta.
-Consejo de mierda el que te dio. -Yeonsoo sienta y Haneul coloca el plato de comida caliente frente a ella. El sabor estalla en su boca ante el primer bocado, en definitiva Yoongi cocina bastante bien.
-No entiendo cómo puedes estar tan tranquila, estoy a punto de un colapso mental -murmura Haneul y cubre su rostro con ambas manos.
-Sabes que no hay necesidad de esto, no seas idiota y vuelve a tu vida -masculla entre dientes.
-Aunque lo hiciera, sé que a esta hora posiblemente le estén dando una paliza a Jimin -susurra.
La puerta de la entrada se abre al mismo que Haneul toma el arma entr sus manos, presa del miedo. En cuanto él pisa la entrada de la cocina, la castaña aprieta el gatillo causando que el pelinegro caiga al suelo del susto.
-Joder, mojigata -chilla Yeonsoo. Agradece que no sepa sacarle el seguro o hubiese llenado a Yoongi de agujeros.
-Lo siento, lo siento -se disculpa Haneul dejando el arma en la mesa con sonoro.
Yoongi busca respuesta en el rostro de Yeonsoo quien solo se cubre el rostro frustrada.
-No te preocupes, Jimin está afuera para llevarte a casa.
-Lo siento, Yoongi -susurra y toma su bolso-. Te veo después, Yeonsoo.
-Realmente espero que no.
La castaña sale casi corriendo de la pequeña vivienda.
-¿Qué fue eso? -Yoongi se acerca a ella y planta un beso en los carnosos labios de Yeonsoo.
-Ahora no, Yoongi. Acabo de despertar y ya me duele la cabeza -masculla-. Mantén a Haneul lejos de nosotros.
-Está bien, lo siento.
Yoongi se acuclilla hasta su altura y ella delinea los labios de él con la yema de sus dedo. Vuelve a unir sus labios, ahora en un beso más profundo y tierno. Mordiendo de vez en cuando el labio inferior de Yoongi.
-Creo que puedo acostumbrarme a esto -susurra con los ojo cerrados uniendo su frente con la de él.
-Yo también podría acostumbrarme a esto. -Sonríe de lado y se levanta-. Vamos a la cama.
Yeonsoo asiente y se levanta, pero Yoongi la detiene y la toma por la espalda baja y por las piernas para levantarla y llevarla en sus brazos hasta la cama.
-Me doy una rápida ducha y vengo por ti, no te duermas.
-No lo haré.
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