26

Yoongi vuelve a entrar a la habitación con dos cafés. Ya ha pasado cuatro horas desde que la han ingresado, y a pesar de que tiene una avalancha de preguntas respecto a todo, Yoongi opta por mejor dejar que ella hable cuando esté segura así si eso implica que nunca lo diga.

Le entrega uno de los café a Yeonsoo que le hace un mohín para que lo deje en la mesa de al lado, mientras los sonidos de disparos provenientes del móvil la entretienen.

El sonido de una llamada entrante suena y atiende sin ver quién es realmente.

-Diga -contesta Yoongi.

-Yoongi, ¿puedes pasarte ahora por mi departamento? -Jimin suena inquieto.

-¿Sucede algo? -el pelinegro arruga el entrecejo y mira hacia la ventana.

-Es sobre Haneul. Creo que cometí un error.

-Jimin, ahora realmente no puedo...

-Necesito mi cargador. -Yeonsoo menea su móvil en la mano-. ¿Podrías ir a buscarlo?

Yoongi la queda mirando unos segundos, es claro que entiende la situación y a pesar de que quiere que él no se vaya, sabe perfectamente que tiene una vida que atender fuera de ella.

-Claro, pasaré un momento. -le contesta a Jimin y cuelga-. ¿Necesitas algo más?

-Estaré por dos días, así que trae mi cepillo de dientes y tal vez ropa limpia.

-Bien. Volveré lo más rápido que pueda. -Se acerca a ella y deposita un suave beso en su frente para salir disparado del hospital.

Se toma el primer taxi que encuentra en la calle. Con suma prisa le indica su dirección. Mentalmente hace un plan cronológico del tiempo que debe tardar para estar en el momento preciso que le den lo resultados y el horario de la operación a Yeonsoo. Se masajea la cien, en algún momento se colgó en el hombro una mochila con problemas que ni siquiera son suyos pero de alguna forma ha logrado apoderarse de ello.

Ahora, le encantaría poder mandar al demonio a todas las personas, solo y por el único motivo de querer estar al lado de la chica de cabello ónix, llena de cicatrices voluminosas, carácter prepotente y una enorme caja de secretos que claramente Yoongi no tiene idea.

Al llegar a la pequeña casa corre hasta la habitación de Yeonsoo y toma el cargador blanco encima de la cajonera. Un par de pantalones y unas playeras. A pesar de que tal vez salga antes y no necesite ropa de más el pelinegro de mirada felina se siente nervioso, atrapado y sofocado. Esto jamás le ha pasado, ni siquiera cuando tenía novia. Y a pesar de que Yeonsoo en realidad no es una novia, se siente como una. Vive con él y se ha metido en su vida más que cualquier persona que haya conocido.

Aleja todos esos pensamientos y decide dejar la ropa de más, toma un neceser y mete un cepillo dental, pasta, un cepillo y ropa interior por si acaso. Ha tardado más buscando esas simple cosas de lo que esperaba. Mete el neceser en su mochila y sale corriendo directo a casa de Jimin.

Se detiene en frente a la puerta intentando regular la respiración, fue una pésima idea correr, la temperatura está tan baja que cada respiración quemaba el pecho de Yoongi. Un grito y el sonido de algo quebrándose se escucha dentro del departamento, el pelinegro arruga el entrecejo y entra de un sopetón encontrándose con sus tres amigos golpeándose sin frenesí.

⭒❀⭒

Jimin aún está anonado ante las palabras de Haneul, pero ella parece no reaccionar. La idea de despedirse para siempre de la castaña vacila en su cabeza y comienza a perder fuerza.

-Esa idiota. La mataré -masculla Haneul aún mirando por donde Yoongi se fue con Yeonsoo.

Luego de la pelea, Yoongi volvió a entrar para sacar los abrigos, dijo que que se quería disculpar por la acción de Yeonsoo, pero que no podía porque al final, ella tenía razón y Jimin se comportó como un idiota. Haneul intentó hacerle frente sin embargo, este ya se había ido sin escuchar lo que la castaña tenía para decir.

Jimin mira el rostro de Haneul, tiene el pómulo lastimado y el cabello alborotado por todos lado, sin duda Yeonsoo no iba a la pelea cliché de tomarse de los pelos. La pelinegra golpeaba a puño cerrado pero le sorprende que solo le haya dejado un rasguño como ese.

-¿Me quieres? -Jimin decide llegar hasta ella y acuna su rostro con sus manos, le duele verla así de lastimada y aunque en ese momento le gustaría estar furioso con Yeonsoo, no puede.

-Creo que sí... -Haneul tartamudea nerviosa.

-¿Cómo puedes quererme si no me conoces? -murmura Jimin, sintiendo el pulso detrás de su oreja con fuerza.

-Ahora si lo hago. -Haneul coloca sus manos sobre las de Jimin.

-¿De qué hablas?

-Sabia cosas simples de ti, desde los colores que te gustan y lo que no, las películas que te causan miedo y las que no puedes dejar de ver; el sabor de tus comidas favoritas; y ahora sé de tu pasado; de que el arma que cargas es real; de las peleas; de Yoongi y Yeonsoo. -Ella respira profundo-. Sé que me pides que te deje en paz, pero también se que lo haces para protegerme y no quiero que me protejas. Quiero que me quieras, y buscaré la forma de que me aceptes en tu vida. No importa cuantas excusas busques para desestimar lo que digo, lo hago y lo seguiré haciendo porque yo no mando en mi corazón.

Jimin traga el duro nudo que comienza a formarse en su garganta y la besa, como si eso fuera la confirmación de que lo va a elegir a él una y otra vez.

-Ve con Jungkook -dice con lágrimas en lo ojos. Haneul arruga el entrecejo.

-¿A caso eres idiota? ¿No escuchaste todo lo que acabo de decir? -Haneul suena molesta y confundida.

-No puedo darte lo que Jungkook.

-¡Por dios! -Ella se aleja del toque de Jimin y tira los brazos al aire-. Eres tan imbécil que sigues comparándote con él.

-Solo quiero que estés a salvo...

-¡Basta! -Haneul encara a Jimin y acuna su rostro-. Te eligiré a ti, si no me quieres ver está bien. Pero no me obligaré a estar con Jungkook porque no lo amo como él quiere. Acéptame o déjame ahora mismo.

-¿Eres tu ahora quien me hace elegir? -Jimin ríe irónico.

-Alguien debe tomar una decisión, yo ya escogí. Te toca a ti. -Haneul respira profundo cerrando los ojos-. No temas, enséñame a protegerme y déjame quedarme a tu lado.

-Estoy jodido -masculla Jimin y la besa. Haneul rodea sus hombros con sus brazos y para profundizar el beso, Jimin la toma por la espalda baja y la trae más así.

-Te equivocas. -dice ella en los labios de él-. Y te lo demostraré.

⭒❀⭒

Después de una larga ducha repasando mentalmente el protocolo de emergencia que tiene que rendir hoy, Jungkook sale de su pequeño departamento directo al estacionamiento. Se coloca el casco y arranca la motocicleta directo a la universidad.

Además de tener un examen importante tiene unas enormes ganas de ver a Haneul.

Anoche mientras volvía de hacer su habitual servicio comunitario en el centro de boxeo pasó por una tienda de joyas. Un hermoso collar con un pequeño zafiro en el medio le llamó la atención, no pudo evitar imaginarse a Haneul con el puesto. Claro que el precio era demasiado elevado, tuvo que sacrificar el dinero que había ganado en su trabajo para poder cambiar su viejo y roto móvil.

«Eso puede esperar», uso como excusa y entro a la tienda para comprar el collar.

Jungkook aprieta la pequeña caja en el bolillo de su chaqueta sin poder evitar una sonrisa, no puede esperar ver la cara de la castaña cuando lo abra para ella.

Mira la hora en su reloj de muñeca y apresura el paso, pensar tanto en la castaña lo ha distraído lo suficiente para llegar al manos cinco minuto tarde. Estaciona la motocicleta y corre por el pasillo directo a su aula.

Una hora y media después, se encuentra saliendo del lugar repasando las preguntas que le han dejado con la duda. Llega a la cafetería y saca su libro para repasar las respuestas. A pesar de no haberse equivocado tampoco la contestó como en realidad quería. No puede obtener un excelente en todos sus exámenes, porque no puede estudiar tanto como le gustaría. Su tiempo se encuentra dividido entre muchas tareas extracurriculares de las que no muchas personas son consciente.

Deja de torturarse por los desgarradores pensamientos y decide buscar a Haneul, para entregarle el regalo y comer juntos.

A penas pone un pie fuera de la cafetería ve a la castaña cruzar la calle para entrar a la universidad. Jungkook sonríe de lado y corre hasta ella. La abraza por atrás y la levanta por los aire.

-Tengo algo para ti -dice sacando la cajita de su abrigo.

-Jungkook, debemos hablar... -musita ella pero sus palabras quedan suspendidas en el aire cuando el pelinegro le muestra el collar con el diamante de zafiro en medio-. ¡Por dios! ¡Es hermoso!

Haneul se cubre la boca sorprendida. La culpa la invade tan rápido como la vergüenza.

-Cuando lo vi, solo pude pensar en ti. -Sonríe de oreja a oreja viendo la expresión de la castaña.

-No puedo aceptarlo. -Ella retrocede y Jungkook larga una carcajada al aire.

-¡No me vengas con eso! La modestia no es lo tuyo, solo acéptalo. -Intenta agarrar el collar para poder colocárselo pero ella lo detiene y niega con la cabeza-. Está bien, puedes colocártelo tu.

-Me acosté con Jimin. -Haneul suelta mirándolo directamente a los ojos.

La sonrisa radiante de Jungkook desaparece consideradamente y ríe nervioso, se rasca la cien sin poder entender todo.

-No entiendo tu chiste, ni siquiera tiene gracia -murmura Jungkook retrocediendo un par de pasos. Traga duro y la mira a los ojos incapaz de entender el retorcido sentido de humor que carga en estos momentos la castaña.

-No sabes cuanto lo siento -musita con los ojos cristalizados.

-¡Oh por dios! Es cierto -farfulla al ver las lágrimas que se deslizan por su mejilla, ella intenta llegar a él pero retrocede negando con la cabeza-. ¿Te obligó?

Chasquea la lengua, un nudo apremiante comienza a formarse en su garganta y sus ojos comienzan a cristalizarse, sabe que a pesar de todo, Jimin jamás obligaría a ninguna mujer a hacer algo que no quiera, eso le queda solo una opción, la que menos quiere oír en estos momentos.

»¡Dios! Estas enamorada de él. Me mentiste todo el tiempo -afirma como si las palabras acuchillaran su lengua.

-Jungkook... -Ella intenta volver a llegar a él pero Jungkook retrocede negando con la cabeza, sus emociones son un remolino, está tan enojado, herido y traicionado-. Perdóname.

-Respóndeme algo. -Jungkook la mira de reojo sin poder encararla por completo. Traga duro para apaciguar el nudo en su garganta-. Si nunca hubieses conocido a Jimin y me hubiera declarado antes, ¿crees que me hubieses llegado a amar?

Haneul deja un sollozo que le ahoga y toma entre sus manitos las sudorosas manos de Jungkook que tiemblan ante el.

-Jungkook, te amo...

-¡Solo responde! -espeta fuera de si.

-¡Sí! -chilla retrocediendo-, probablemente me hubiera enamorado de ti. -Haneul intenta consolarlo pero lo único que obtiene es que el rostro de su amigo se desfigure más.

-Voy a matarlo -farfulla y sale directo al estacionamiento.

-¡Jungkook! ¡Espera! -Haneul intenta alcanzarlo pero llega tarde. Jungkook ya ha partido embravecido al departamento de Jimin, dispuesto a todo.

Haneul se muerde el labio nerviosa y toma su móvil para intenta avisarle a Jimin pero este no responde, la línea parece estar ocupada. Su última y única opción es llamar a Hoseok. Sin embargo sabe que traerá demasiadas concecuencias.

-Contesta, contesta... -Se mueve inquieta buscando un taxi.

-¿Hola?

-¡Hoseok! Necesito tu ayuda. -Logra parar un taxi y sube, le indica la dirección de Jimin y el auto arranca.

-¿Qué sucede? ¿Por qué suenas tan alterada? ¿Estás bien? -La alarma en la voz de Hoseok suena del otro lado.

-Me acosté con Jimin y le dije a Jungkook...

-¡¿Qué tú qué?! -la interrumpe Hoseok.

-¡Cállate y concéntrate! -le grita de vuelta. Está tan alterada que no puede controlarse-. Ahora mismo Jungkook va hacia la casa de Jimin, lo va a lastimar y Jimin se va a dejar. -La voz de Haneul se quiebra al pronunciar aquellas cinco ultimas palabras.

-De acuerdo, pero debemos hablar -dice y cuelga.

Haneul ve como el conductor la mira de reojo, en otra ocasión le hubiera ocasionado incomodidad hablar así de sus cosas intimas en público y casi gritando, pero ahora en realidad le importa poco quien sea capaz de escucharla. Necesita llegar a Jimin, ver que está bien.

Jungkook estaciona la motocicleta frente al destartalado edificio de Jimin, corre escalera arriba y sin pedir permiso entra al pequeño departamento buscando con la mirada al castaño. Su rostro está empapado en lagrimas y tiene el corazón destruido, tal vez dentro suyo ya sabia que algo así podría ocurrir, pero siempre se aferro a la idea de que solo era su presentimiento.

Jimin aparece por la cocina confundido, Jungkook lo encara y lo golpea a puño cerrado tirándolo al suelo.

-La conozco desde hace años, tenemos más historia de lo que tu nunca tendrás. -Jungkook se inclina y lo toma por la playera levantándolo-. Y aún así no te importó y te la tiraste. -Jungkook vuelve a golpearlo, Jimin no dice ni hace nada-. ¡Levántate! ¡Pelea conmigo! -grita totalmente fuera de sí. Se saca la chamarra y se remanga la playera hasta los hombros-. ¡¿Cómo pudiste acostarte con ella sabiendo que estaba conmigo?!

-Lo siento -musita y se levanta, escupe un poco de sangre que escurre de su boca y le mira dispuesto a recibir tantos golpes sea necesario.

-¿Lo sientes? -pregunta irónico y ríe-. ¿Crees que me importa lo que sientas?

-Realmente lo siento, Jungkook. -Jimin mira al suelo, incapaz de poder mirarlo a los ojos-. No quería que salieras lastimado.

-¿Qué esperabas? -masculla y lo encara pero el castaño no responde-. ¡Habla! -Lo empuja con todas sus fuerzas para que reaccione, pero aún así Jimin no se mueve.

-Lo intenté, créeme que intenté alejarme -murmura por lo bajo, como si esas palabras fueran más para él mismo que para el pelinegro que irradia furia.

La puerta se abre con violencia y de ella aparece un furioso Hoseok, camina a paso pesado y decidido, empuja a Jungkook lejos del castaño, toma a Jimin por la playera y lo golpea a puño cerrado tirándolo al suelo. Es tan fuerte el golpe que Jimin debe sacudir la cabeza para poder espabilar el irritante sonido sordo.

-¡¿Cómo mierdas se te ocurre dormir con mi hermana?! -Hoseok vuelve a tomarlo por la playera y estampa un puño tras otro.

Jungkook está tan sorprendido de verlo así que le cuesta reaccionar; toma a Hoseok por los brazos y lo retirarlo.

-¡Suéltame! -chilla Hoseok en los fuertes brazos de Jungkook-. Confié en ti y así me pagas, hijo de puta. ¡Es mi hermana!

-¡Cálmate! -farfulla Jungkook interponiéndose entre el cuerpo golpeado en el suelo de Jimin y un furioso Hoseok-. ¡Vas a matarlo!

-¿Tú no venias a eso? -Hoseok retrocede y lo encara.

-¿Te escuchas? -Jungkook lo mira con desprecio de pie a cabeza-. ¡No venia a matarlo, imbécil!

-Entonces sal de mi camino. -Hoseok lo empuja, pero antes que logre llegar a Jimin lo toma por los brazos y logra tirarlo al suelo.

No puede creer que este defendiendo al sujeto que se acostó con su novia. Es una locura.

-No voy a golpearte. -Jungkook traga duro, sabe que eso no va a detener a Hoseok, no cuando está en ese estado.

Hoseok se levanta y golpea el rostro de Jungkook a puño cerrado, provocando así que el pelinegro le devuelva el golpe.

Jimin se levanta a puras penas con el rostro ensangrentado e intenta separarlos, claro que es una muy mala idea ya que ambos no pierden la oportunidad de golpearlo a él también.

-¡¿Qué mierda sucede aquí?! -dice Yoongi entrando al departamento. Toma un paraguas que hay a un lado de la puerta al ver que ninguno de los tres ha notado su presencia y de un golpe ágil y seco golpea las piernas de Hoseok y Jungkook tirándolos al suelo-Pregunte, ¿qué sucede aquí?

Jungkook está de rodillas en el suelo sollozando con la cabeza gacha, Hoseok solo mantiene la vista en el hinchado y ensangrentado rostro de Jimin, como si por primera vez desde que entró se diera cuenta lo que en realidad ha hecho. Jimin, por otro lado, intenta mantener su cabeza en alto, a pesar de que su rostro, orgullo y dignidad hayan sido golpeados con brutalidad.

-Lo siento -vuelve a repetir en dirección a los chicos en el suelo.

-No quiero que vuelvas a hablarme ni mirarme, solo haré como si nunca te conocí -masculla Jungkook, se levanta y lo mira directamente a los ojos con el rostro empapado-. Nunca te perdonaré esto. Y no hablo por el hecho de que te acostaras con ella. No me diste la oportunidad de hacerla feliz.

-Jungkook... -Jimin intenta llegar a él.

-Lo sé, llegue tarde, no pude decirle antes que la amaba y ahora me arrepentiré toda la vida de eso. -Jungkook se seca las lagrimas con el puño de su playera-. Pero no puedo llamarte amigo, no cuando sabias que yo sentía algo por ella, cuando sabias que había historia. Lo siento -dice, hace una reverencia en dirección a Jimin y se va.

Baja las escaleras sollozando; se muerde el labio intentando evitar que más lagrimas salgan pero le es imposible, está tan enamorado de Haneul, que no puede obligarse a odiarla, ni siquiera va a poder olvidarla aunque pasen los años. Y eso lo lastima aún más, porque no está seguro de que pueda reparar su corazón.

«No volveré a enamorarme de alguien así de intenso, así de real», se tatúa en el alma.

Sale del edificio y se choca de frente con Haneul. La toma entre sus brazos y la abraza con fuerza. Una etapa está terminando en su vida, y con ella se lleva a dos personas que ha amado con toda su alma. No puede permitirse que la última vez que ambos se encuentren sea de esa manera. Necesita recordarla como la mujer que lo ha conquistado, le ha robado el corazón, los sueños y el alma.

-Esto es tuyo -murmura Jungkook separándose y le entrega la cajita con el collar.

-Tu lo compraste. -Haneul lo rechaza negando con la cabeza, mirándole con los ojos y las mejillas empapados en lágrimas.

-Lo compre pensando en ti, así que no me pertenece realmente. -Jungkook intenta sonreír pero no puede. Esto le afecta demasiado-. Mírame y escúchame bien -susurra y acuna su rostro para obligarle a conectar miradas-. No importa que pase, ni todas las personas que estén en contra. Si lo amas y él te ama luchen por estar juntos porque te mereces ser feliz, y... él también.

»Jimin tiene mucha historia, muchos secretos que ni siquiera yo los sé. Te alejará, te pedirá que lo dejes, creerá que no te merece pero si lo hace. Si te merece y tú lo mereces. Solo no te destruyas para construirlo a él, porque al final quedarás hecha pedazos y para él no será suficiente.

Jungkook acerca sus labios a la frente de Haneul y deposita un suave beso, como si la piel de ella quemara ante sus labios.

-Lo siento tanto -solloza la menuda mujer.

-No dejes de sonreír nunca, te lo suplico -murmura en agonía.

-Jungkook, nosotros seguiremos siendo...

-No -la corta-. No nos volveremos a ver, porque como yo no puedo obligarte a amarme, tú no me puedes obligar a que lo deje de hacer. Y estar a tu lado sabiendo que amas y besas a otra persona me tortura. Pero por favor no llores. -Seca las lagrimas que caen sobre su mejilla con su pulgar-. Necesito recordarte feliz, como siempre lo has estado.

Un debate interno comienza a comer sus pensamientos, así que termina por acunar su rostro; y antes de irse besa sus labios.

Sin soportar un minuto más, se sube a la motocicleta y se va, provocando un estallido de las llantas contra el pavimento. Dejando a la castaña hecha un mar de emociones encontradas.

-Hoseok... -Jimin intenta llegar a su amigo.

No puede perder otro. Son lo único que lo han mantenido vivo todo este tiempo.

-Es mi hermana, Jimin -musits Hoseok-. Me encargue toda la vida de mantenerla a salvo. Aunque claro que no pude evitar que se enamorara de Jungwoo, pero aún así lo intenté. Cuando supe que intentaría algo con Jungkook me puse feliz, ¿sabes? Él no está en nuestro mundo, ¿sabes lo difícil es que cada vez que salgo de casa no se si volveré? Nos rodeamos de gente con armas todo el tiempo. En un pestañeo podríamos morir.

Hoseok se levanta y respira profundo.

»¿Cómo puedes ser tan egoísta? Nos metimos en toda esta mierda por ti y tu, ¿solo haces esto?

-Hoseok, ellos se quieren. -Yoongi se muerde el labio nervioso.

Las palabras de Hoseok lo golpean pero puede entender a Jimin.

-¡No me jodas! -Ríe sarcástico-. No puedes poner de excusa eso. Por que si de amor se tratara no hubiera terminado con mi novia.

-¿Terminaste con Daehan? -murmura Yoongi con pesadez.

-¡Por supuesto que sí! -manifiesta Hoseok en agonía-. Y no tienes una puta idea de cuánto la extraño y amo; pero no puedo hacerle eso. La idea de que alguien llegue a ella y la lastime por mi culpa no me dejaba dormir. Y tú solo... -calla, su voz se quiebra a media oración.

-¡Dios! Jimin... -La voz alterada de Haneul se hace presente, corre hasta el castaño y acuna su ensangrentado rostro-. ¿Estás bien?

-¿Lo quieres? -Hoseok pregunta a su hermana.

-Sí -contesta encarando a su hermano.

-¿Aunque te costara la vida? -Hoseok la mira triste, suplicando con la mirada que no logre decir aquellas palabras que tanto teme.

Jimin mira a Haneul, quien conecta mirada con él, insegura de qué responder. Mientras que el castaño súplica porque diga que «no», y luego se vaya junto a su hermano. Sin embargo teme tanto a qué ella fuese a decir una idiotez, pero sobre todo, que él lo permita.

-Sí -dice ella segura de sus palabras, colocándose frente a Jimin como un escudo.

-¿Lo ves?-Hoseok ahora se dirige directamente a Jimin-. Me pides que acepte perder a mi hermana, lo siento pero no puedo. -El castaño mira al par triste y se va de la misma forma que Jungkook.

Haneul se acuclilla frente a él y acuna su rostro con los ojos cristalizados y la mirada preocupada.

«Pero, ¿qué hice?», se lamenta Jimin.




























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