18
Yoongi se pasó toda la noche dando vueltas en su cama, no podía conciliar el sueño por más que lo intentaba. Se repitió así misma una y otra vez que su falta de sueño era porque había dormido casi todo el día y no por lo sucedido con Yeonsoo claro que cada vez que lo pensaba de manera mecánica borraba cualquier rastro de lo sucedido de su mente. Para cuando se hizo de día, se dio una rápida ducha y le dejó una nota a Yeonsoo diciéndole que la vería en el almacén cerca de las nueve de la noche, para que los lleve a la pelea.
A pesar de que intenta convencerse de que no es así, sabe muy dentro suyo que lo que lo asusta no es el beso en sí, si no lo que sintió. Se recuerda que su amigo es quien está loco por ella y él no debería ni siquiera pensarla.
Por otro lado, Yeonsoo pudo dormir cómodamente, con una sonrisa en el rostro a pesar de sus fallidos intentos por evitar la estúpida sonrisa. Claro que al final se durmió y su cabeza dio luz verde para soñar cosas extrañas y un poco húmedas con respecto a Yoongi. Sobre el beso no lo pensó tanto, solo lo tomo como un acto impulsivo de parte del azabache, y sobre lo que sintió, se excusa diciendo que en realidad la ha sorprendido y que solo porque es él se dio el lujo de sentir eso. Pero nada de romanticismo.
Yeonsoo se levantó singularmente más feliz, esperaba encontrarse con Yoongi y hablar respecto lo sucedido, o simplemente volver a repetirlo, pero no pudo evitar una dolorosa punzada de decepción en su pecho cuando vio esa cortante e insignificante nota.
«¿Qué creíste? ¿Qué por fin tendrías una estúpida historia de amor? ¡Por favor Yeonsoo! Nosotras no tenemos historias de amor, solo besamos y follamos sin sentimientos, recuérdalo siempre.» le dice aquella voz maliciosa en su cabeza.
Yeonsoo arruga la hoja y a tira al bote de basura sintiendo su orgullo palpitar. En algún rincón de su corazón ha creído que tal vez Yoongi la mira con otros ojos, que tal vez la confusión que tiene ella respecto a él, él también la tenía. Pero no es así, solo fue un beso. Como cualquier otro.
Ella toma su teléfono celular y le marca a SeokJin.
—Vaya sorpresa, ni siquiera sabía que tenías mi número de teléfono —escucha incrédulo del otro lado.
—¿Cuántohas ganado apostando? —va directamente al grano.
—Mucho, ¿Por qué? —ahora se escucha más atento a Jin.
—Necesito que me prestes dinero —Yeonsoo busca en las cajoneras una prenda que no lleve más de dos años con ella, pero no encuentra ninguna.
—¿Para qué?
—No te importa.
—Pues no te presto —Jin la reta.
—Jódete.
—Tú también.
Yeonsoo se golpea la frente con el teléfono y respira profundo, no puede perder una oportunidad así, y de todos en el grupo, Jin es el más indicado cuando se trata de mantener los desastre que ella hace en secreto ya que no le importa en lo absoluto.
—Necesito un vestido —dice ella mordiéndose el labio.
—De acuerdo, te paso a buscar dentro de veinte minutos y nos vamos de compras. Me urge un par de pantalones —ríe por lo bajo y cuelga.
Veinte minutos, tal como ha dicho Jin, se encuentra afuera de la casa de Yoongi en su auto esperando que Yeonsoo se digne en salir para ir de una vez al mol. Ella sale cerrando la puerta con llave, después de todo Yoongi dijo que la vería en el almacén por lo que no volverá a la casa.
Toma su celular una vez dentro del carro y marca el número de Namjoon para ponerlo en alta voz, mientras Jin conduce directo al centro comercial.
—¿Sí?
—Nam, no podré acompañarlos a la pelea —dice ella y ve de reojo como Jin frunce el ceño.
—¿De qué hablas? ¿Cómo que no vendrás? —el pánico se filtra en las palabras de Namjoon.
—Después de la pelea que deben ganar —hace énfasis en las dos últimas palabras. —todos irán a una fiesta. Es importante ir, ahí los veré.
—Pero ¿Por qué no puedes ir a la pelea?
—Porque no, Namjoon —dice exasperada rodando los ojos. —No soy su maldita niñera, ¡por dios! —Jin ríe ante el usual y característico tono de voz de Yeonsoo —Vayan a la jodida pelea, ganen y los veré en la fiesta.
—De acuerdo.
—Jin está conmigo, ambos llegaremos a la fiesta.
—¡Oye! Yo quiero ir a la pelea, quiero apostar —dice frunciendo el ceño.
—Te hago un favor, estas volviéndote adicto a las apuestas —dice ella haciendo un mohín.
—De acuerdo —Yeonsoo le da la dirección de la pelea y de la fiesta para después colgar.
—Ya sé que quieres hacer —suena juguetón Jin. —Quieres comprar un vestido y unos zapatos de muerte para darle un puto infarto en sus pantalones a Taehyung.
Ella ríe ante las palabras que acaba de usar Jin, pero no responde, sabe que es verdad lo que dijo, pero Taehyung no ira.
«¿Para quién te vistes así?» se pregunta a sí misma. Niega con la cabeza sin poder responderse sin mentir y se obliga a mirar por la ventanilla de auto dejando que sus pensamientos divaguen.
⭒❀⭒
Yoongi termina su jornada a tiempo, toma el bolso que se llevó al trabajo con la ropa deportiva que va a usar para pelear y sale disparando a la parada de autobús para irse directo al almacén. Los nervios comienzan a acumularse y debe estirar su cuello para liberar un poco de tensión. Se convence así mismo que los nervios son por la pelea y no porque tenga que enfrentarse a Yeonsoo.
Al llegar al almacén tarda unos minuto en entrar. Namjoon, Jimin y Hoseok se encuentran sentados en los sofás. Yoongi frunce el ceño al no ver a Jin y Yeonsoo.
—Ya llagaste, vamos —dice Nam parándose.
—Falta Yeonsoo y Jin—frunce el ceño.
—No vendrán.
—¿Qué? —deja caer el bolso al piso.
—Yeonsoo detallo muy bien su explicación de por qué no va a venir como siempre —dice sarcástico. —Lo único que dijo es que nos verá en la fiesta —se encoge de hombros.
—No traje ropa para ir a la fiesta —Yoongi mira las zapatillas deportivas que lleva puesto y los pantalones de franela.
—No te preocupes, traje ropa para ti porque supuse que no traerías —dice Hoseok señalando un bolso al lado del sofá. Yoongi asiente y se van.
El amontonamiento de carros delata el exceso de gente que hay en el lugar. Las apuesta y la ilegalidad pueden ser más adictivas que cualquier droga. Yoongi y Namjoon se preparan para pelear, y el hecho de que Yeonsoo no esté presente se vuelve más estresante todavía y no porque ella de alguna forma los relaje, si no, porque al no dar ninguna explicación de donde se encuentra pone de nervios al azabache de mirada felina.
Namjoon es el primero en pelear, se enfrenta contra un menudo chiquillo. Éste gira para ver a Yoongi, quien también mira al chico incrédulo, el pobre niño podría salir muerto si Namjoon da un golpe en falso. De cualquier forma, Yoongi se encoge de hombros dándole a entender que no puede retroceder.
El pequeño muchacho da un ágil golpe en la barriga a Namjoon y luego otro en la cara. Nam queda completamente sorprendido ante la rapidez del chico entonces se pone totalmente a la defensiva. El chico intenta golpearlo de nuevo, pero Namjoon es más rápido y logra de un puñetazo tirarlo al suelo de un golpe seco. Espera a que se levante, pero el chico tarda varios minutos en hacerlo. Ha quedado aturdido ante el golpe de Nam.
Este lo mira preocupado, ya no quiere seguir golpeándolo, al menos le saca una cabeza y es mucho más robusto que su oponente, y a pesar de que es rápido para los golpes, no lo hace más fuerte. Namjoon vuelve a mirar a Yoongi, él se vuelve a encoger de hombros. —Acabalo de una vez. —dice Jimin detrás de Yoongi impaciente.
Nam logra esquivar un golpe y entonces le da tres puñetazos que lo dejan inconsciente en el suelo. Sin poder evitarlo se acerca a él.
—Oye, ¿Estás bien? —intenta que lo escuche el chico en el suelo, pero con todo el burrillo de la muchedumbre no está seguro que logre hacerlo.
—Tú amigo está frito —dice el chico. Dos chicos detrás de Namjoon lo levantan y se lo llevan.
Namjoon con el ceño fruncido repite las mismas palabras que le ha dicho el niño a Yoongi. Este parece confundido, pero no lo piensa mucho.
Luego que el animador los presente Yoongi entra al ring seguido de un hombre de casi dos metros, con el doble de musculatura y el ceño totalmente fruncido. Yoongi debe levantar la cabeza para poder verlo a los ojos y entonces entiende por qué hace tanta falta Yeonsoo en estas ocasiones. Mira a Namjoon quien tiene la mirada aterrorizada ante la bestia frente a Yoongi y traga duro.
Yoongi da el primer golpe, pero él ni siquiera se inmuta, sin embrago, cuando le devuelve el golpe a Yoongi lo deja en el suelo aturdido. Este sacude la cabeza rápido para poder ver con claridad. La idea de salir muerto de ahí le cruza más de una vez por la cabeza, de pronto, como si fuera por arte de magia recuerda a la menuda mujer. Las técnicas que le ha enseñado y que él creyó que nunca las usaría ahora las tendrá que poner en práctica.
—Mírame fijamente —puede escuchar la voz de la menuda cuando le daba consejos de pelea. —Estas técnicas no te servirán de nada si tiene miedo. Enfócate en algo de tu vida, alguna situación que te saque de quicio por completo.
—Más vale que tengas razón, Yeonsoo —susurra para sí mismo levantándose. Comienza a hacer una rápida vista por sus recuerdos que más odia y podrían sacarlo de quicio. Y de pronto se encuentra reviviendo aquella noche en la que Hyun la toco de aquella manera, en la que sintió ese grito que lo hizo correr para encontrarla acorralada contra la pared y a Hyun encima de ella.
El oponente que tiene en frente intenta golpearlo de nuevo, pero Yoongi lo esquiva, toma su brazo con agilidad teniendo aquellas imágenes en mente y dobla su brazo. Golpea con fuerza la nariz de su oponente hasta que sangra. Lo suelta y retrocede. El oponente vuelve a golpearlo, pero ahora más enojado que antes, Yoongi usa su peso a favor y logra voltearlo al suelo. Se sube encima de él y comienza a golpear su rostro a puño cerrado.
Las imágenes del cuerpo maltratado de Yeonsoo de esa noche lluviosa lo desespera. Se encuentra cegado de furia, tanto que ya no siente sus puños, ni lo que está golpeando. Solo lo hace, mientras un par de lágrimas se deslizan por su rostro.
Puede escuchar a lo lejos como Yeonsoo lo llama, tanto que para de golpear el cuerpo inerte de su oponente y mira hacia el frente buscando la dueña de esa voz. Pero lo único que encuentra es una multitud en silencio, que miran la brutalidad con la que ha golpeado al sujeto, que ha dejado de moverse. Yoongi entra en pánico al creer que lo ha matado, pero el oponente aún en el suelo toce sangre, dándole indicio de que está vivo. Yoongi se levante aun mirando el rostro desfigurado del chico en el suelo.
—¿Estás bien? —dice el animador cerca de su oído, este incapaz de hablar asiente. —¡Isilo es el ganador! —dice en un grito y la muchedumbre estalla en gritos y aplausos.
Yoongi gira buscando a la menuda que ha sido capaz de traerlo devuelta, pero no logra encontrarla.
—¡¿Dónde está?! —grita por encima el ruido.
—¡¿Quien?! —responde Hoseok desentendido.
—¡Yeonsoo! —niega con la cabeza incapaz de poder hablar así y le hace una señal para que salgan del lugar. —Estaba Yeonsoo, la escuche llamarme cuando todos estaban en silencio.
—Nadie te llamó Yoongi—Jimin frunce el ceño.
—Tal vez, fue un mecanismo de tu subconsciente —Nam se encoge de hombros y Yoongi sonríe por lo bajo. Debía ser ella su jodido mecanismo de defensa.
—¿Vieron a Hyun? —dice Hoseok mirando a la muchedumbre salir eufórica del lugar. —Estaba completamente furioso con tu oponente —le dice a Yoongi.
—Tal vez al primer lo uso de "señuelo" —hace comillas con los dedos Jimin. —Esperaba que este te matara.
—No soy fácil de vencer —Yoongi dice superior, secándose el sudor con una toalla vieja. —Vamos a la fiesta, no sé de qué es capaz Hyun ahora que está perdiendo.
Los cuatro chicos se cambian en el auto y se dirigen directo a la fiesta donde se supone que van a encontrar a la menuda mujer y a SeokJin; claro que todos quedaron sorprendido ante eso. SeokJin no es muy fans de Yeonsoo, y ella por supuesto que al primero que le metería una bala en la cabeza sería a Jin.
El lugar queda alejado de la cuidad, de hecho, quien organizo la fiesta fue bastante meticuloso ya que está escondido. Es como un almacén, pero restaurado, que por fuera parece abandonado, pero por dentro se ve como nuevo. Yoongi peina su cabello una vez más tirándolo para un lado y camina seguido de Hoseok, Namjoon y Jimin. Los amigo decidieron ir de pantalones de mezclilla negro, Yoongi lleva una camisa negra básica remangada arriba de los codos metida debajo del pantalón, Hoseok lleva una roja con detalles bordados en los puños, Jimin opto por una básica blanca, también, metida por debajo del pantalón y Namjoon una playera de franela con dibujos de playa en tonos azul marino y turquesa.
Llegan a la puerta y una chica con dos guardaespaldas custodian la puerta.
—¿Tienen invitación? —la chica mira a los chicos de pies a cabeza mordiéndose el labio coqueta.
—¿La necesito? —Yoongi levanta el mentón mirándola son una sonrisa de lado.
—Tu no Isilo, pero ellos... —los señala con su lapicero.
—Entonces nos vamos —Yoongi finge girarse, pero ella lo detiene.
—Solo por ser tú pueden pasar. Su mesa es la número siete —dice, pero no se mueve. Yoongi entiende a la perfección su intención y le sigue el juego esperando que los chicos puedan imitarlo.
Coloca una mano en la cadera de la chica y pasa rosando todo su cuerpo con el de ella. Una vez dentro Yoongi gira para ver si sus amigos lo hacen. Namjoon es rápido y pasa sin ni siquiera tocarla, Jimin hace una reverencia e intenta esquivarla sin tocarla, Yoongi rueda los ojos al cielo y espera por Hoseok. Éste, coloca sus dos manos en las caderas de la chica y pasa rosando su cuerpo como anteriormente hizo Yoongi, toma el mentón de la chica y deposita un suave beso en sus labios dejando a todos sorprendido. Le guiña un ojo y entra para encontrarse con los chicos que lo miran sorprendido.
—¿Qué? —Hoseok peina su cabello hacia atrás.
—Nada —ríe Yoongi y se van directo a las mesa, busca la número siete y se sientan. Una mesera pasa por su mesa y los chicos piden un par de bebidas.
Yoongi no ha dejado de ver la puerta, esperando que aparezca de una vez por todas Yeonsoo, la idea de no saber dónde está lo está matando. Barre el lugar asegurándose por enésima vez que ella no se encuentra en el lugar, y en efecto, ella no está. La mirada penetrante y prepotente de Hyun lo mira desde una mesa al otro lado de la pista de baile donde se encuentran pocas personas.
—Por fin llegan —dice Jimin mirando hacia la puerta.
Yoongi pone total y completa atención a la chica que va entrando por esas puertas acompañada de Jin. Viste un corto vestido negro de seda natural, con un escote enfrente en forma de V que le llega hasta los pechos. Unos altos zapatos con tacón fino de terciopelo con detalles plateados. Lleva el cabello alisado echado para atrás, la partidura en medio y los dos mechones que ella suele usar en el rostros, están alisados detrás de su oreja. Su maquillaje es atrevido, pero no exagerado, ojos negros y labios rojos.
Jin, por otra parte, leva unos pantalones ajustados de mezclilla negra, una camisa de seda roja fuera del pantalón, remangada hasta arriba de los codos y con los dos primeros botones desprendidos. Tiene el cabello tirado hacia atrás dejando ver su simétrico rostro.
La mayoría de las personas en el lugar ve al par en la entrada atónitos, combinan el uno con el otro a la perfección, además de verse jodidamente sexy. Jin coloca una mano en la espalda baja de Yeonsoo y le susurra algo al oído. Ésta mira inmediatamente a la mesa donde sus amigos los miran.
Yoongi no puede evitar tragar duro ante la mirada penetrante de Yeonsoo, su boca se seca y debe tomar un largo trago de cerveza para poder normalizar las pulsaciones. Ella asiente y le dice algo en el oído. Jin vuelve a asentir y se encamina a la mesa de los chico mientras ella asiente en la dirección de ellos y se pierde entre la multitud del lugar.
—¿Escuche que ganaron? —dice Jin saludando a todos con la mano y luego se sienta.
—Creo que acabo de enamorarme de un hombre —dice Jimin. Todos ríen.
—¿A quién buscas? —dice Jin viendo como Yoongi intenta encontrar nuevamente a la pequeña mujer.
—A nadie—chasquea la lengua y vuelve a tomar un trago de cerveza.
—Está jodidamente sexy, ¿Verdad? —dice Jin señalándola con la mirada. Yeonsoo se encuentra sentada en una butaca de la barra dejando ver la otra parte del vestido, que muestra un escote hasta la cintura baja.
—¿Qué? —Hoseok habla aún aturdido. —¿Cómo?
—Simple, esa chica carga con una belleza inigualable —sonríe de lado Jin. —Quisimos sacarle provecho a eso —se encoge de hombro. —De cualquier forma, esto es una fiesta. Debemos festejar que han ganado las dos peleas —Jin levanta un vaso con tequila y lo toma de un solo trago. Todos lo imitan, incluyendo a Yoongi que intenta quitarse de la mente a Yeonsoo.
La música que suena es tranquila, es más para bailes sensuales que para un descontrol, y a pesar que los amigos hubieran optado por un estilo de música más movido no se quejaban. De hecho,Hoseok aprovecho el momento para invitar a la chica de la entrada a bailar. La música se prestaba para bailarla de manera pegada, sensual y coqueta.
Yeonsoo vuelve a tirar la cabeza para atrás dejando que el líquido queme todo a su paso. El quinto shot que lleva desde que entro. A pesar de que las ganas de ir y tirarse encima de Yoongi son cada vez más grande a medida que toma másshot no puede hacerlo. Aún no está lo suficientemente ebria como para hacerlo.
—¿Yeonsoo? —dice una voz poco familiar detrás de ella. Un chico delgado de piel pálida con ojos grandes, está parado frente a ella. Ésta frunce el ceño dispuesta a rechazarlo como a los otros tres anteriores, sin embargo, esta vez, siente la mirada penetrante de Yoongi sobre ella. No puede desaprovechar una oportunidad así.
—Hola —lo atrae de la camina, el chico ve luz verde y comienza a decirle cumplidos coquetos en el oído provocando que ella ría.
A pesar de no ser una risa autentica, ha podido ver con claridad que en efecto Yoongi no les ha sacado la mirada de encima en ningún momento.
—Vamos a bailar —la invita el chico. Ella toma un shot más y camina balanceando sus caderas al ritmo de la música hacia el centro de la pista. A la vista de Yoongi y de Hyun. Esto terminaría muy bien, o muy mal.
Una nueva canción comienza a sonar, Yeonsoo balancea sus caderas al ritmo de la música, pero cuando su compañero de baile intenta besarla ella gira quedando de espaldas a él. El muchacho la toma por las caderas y la aprieta más a su cuerpo. Yeonsoo siente como su acompañante comienza a excitarse. El asco comienza a inundarla, sin embargo, una canción que ha sido su acompañante para provocar a hombres comienza a sonar. Si entonces Yoongi no actúa ella dejaría de intentar hacerlo sentir celoso. Porque una parte de ella comienza a sentirse ridícula ante los actos de provocar celos en él.
Gira para encarar al chico y lo toca de los hombros para que se quede quieto, comienza a bajar de manera lenta y coqueta, gira y sube dejando que su trasero rose toda la anatomía del chico.
—¿I-Isilo? —tartamudea el chico. Yeonsoo no gira, solo se mantiene ahí. Atenta a todo lo que dice el chico sin dejar de moverse.
—Lárgate —la ronca voz de Yoongi invade los oído de Yeonsoo y no puede evitar sonreír al escucharlo detrás de ella.
—Pero...
—Que te largues —dice y la anatomía que acompañaba a Yeonsoo desaparece, siendo remplazada por una con la que ella ya está familiarizada.
Yoongi coloca sus manos en las caderas de Yeonsoo y la obliga a girar, para poder verla a los ojos. Los ojos de Yoongi se han oscurecido y sus pupilas están un poco más dilatadas.
—¿Por qué me provocas? —Yoongi mira los labios de Yeonsoo.
—Yo no intento hacer nada —miente, gira sobre su propio eje e intenta irse, pero Yoongi la toma del brazo y la aprieta de espalda contra su pecho.
—Si lo haces —le susurra cerca del oído provocando escalofríos en Yeonsoo. Ella no deja pasar la oportunidad y comienza a balancear las caderas contra él.
Sin embargo, Yoongi a diferencia del chico anterior, lo disfruta de otra manera. Yeonsoo toma las manos de Yoongi y las pasa por su estómago, cintura y terminar en el borde del vestido de ella. Yoongi delinea el borde de la fina tela que cubre su cuerpo. Ella vuelve a girar, pegando su cuerpo al de él. Lo mira directo a los ojos y se relame el labio.
—No hagas eso—le advierte con la voz ronca.
—¿O qué? —lo reta. Yoongi se muerde el labio inferior incapaz de seguir sosteniendo las ganas de besarla.
—¡Yoongi! —interrumpe el momento Jimin. Yoongi lo maldice mentalmente y se separa de Yeonsoo quien también maldice a Jimin mentalmente. —Hoseok está peleando. —suena asustado, sorprendido y divertido al mismo tiempo.
—¿Hoseok? —Yoongi suena incrédulo. Mira a Yeonsoo, pero está ya se ha ido de su lado. Cierra los ojos con fuerza al dejar pasar esa oportunidad y sigue a Jimin.
Hoseok se encuentra peleando con un chico de su misma estatura, ambos tienen el labio partido y la furia escupiendo de sus ojos.
—¿Que está pasando? —dice Yoongi a Namjoon quien mira la escena divertido.
—Ese chico es el novio de la chica con la que bailaba Hoseok—ríe por lo bajo. —Ninguno de los dos sabe pelear. No sabes lo divertido que es.
—¿Por esto me interrumpes? —mira Yoongi a Jimin quien asiente riéndose de la escena.
El azabache niega con la cabeza y se va, en busca de la menuda. Barre la pista, pero no logra encontrarla. Frunce el ceño y sigue buscando, por mecanismo mira la mesa de Hyun, pero éste no se encuentra en ella. Yoongi comienza a entrar en pánico y corre por todo el lugar en busca de Yeonsoo, pero no logra encontrarla. Sale afuera y entones la ve. Acorralada por Hyun.
—¡Vamos! ¡Baila para mí! —dice él sin dejarla escapar.
—Déjame Hyun—su voz se quiebra.
—¿Cómo puedes bailar así para ese imbécil pero no para mí? —Hyun parece fuera de sí.
—Tú nunca serás ni la mitad de lo que es Isilo—chilla ella largando las primeras lágrimas. Hyun intenta llegar a ella, pero Yoongi interviene y lo tira al suelo de un puñetazo.
—¿A caso no te dije que si volvías a tocarla te mataría? —Yoongi lo mira desde arriba. Hyun se limpia la sangre de la nariz.
—Esa puta te cambiará en cuanto te enamores de ella—escupe. —No sabes quién es. A perras como ellas hay que maltratarlas para que te hagan caso.
Yoongi lo patea en el estómago, y le da otro puñetazo en la cara viéndolo lloriquear de dolor. Tres chicos que él ya conoce de antes se interponen entre Hyun y Yoongi dispuestos a golpearlo.
—No sean imbéciles. Sabes que puedo con ustedes tres—dice Yoongi. —Quítense.
—No lo toques o te matare—dice uno de ellos. Pero es inevitable no notar el temblor en sus palabras.
—De acuerdo —dice Yoongi, porque es incapaz de tocar a esos chicos. —Si vuelvo a verte, por dios que si te encuentro meteré una bala en tu trasero —le dice a través de los chicos. Toma a Yeonsoo de la mano y se van.
Deciden que ha sido suficiente por hoy y Namjoon los lleva devuelta a la pequeña casa donde ambos conviven. Yeonsoo y Yoongi no se han mirado, ni se han hablado. El camino ha sido en completo silencioso. Incluso más de lo que le gustaría.
Al llegar Yeonsoo se baja y entra rápido sin despedir a Nam, mientras que Yoongi le agradece y se despide para entrar detrás de Yeonsoo.
—¿Estas bien? —dice Yoongi desde la puerta de la habitación viendo como Yeonsoo se quita los zapatos.
—¡Por supuesto cielo! —dice confiada. —Nadie nunca podrá lastimarme.
— ¿Por qué no actúas de esa manera con Hyun? Así de prepotente, así de confiada. —Yoongi se cruza de brazos y se afirma en el marco de la puerta. Ella no contesta —Tienes miedo.
—No tengo miedo —su tono cambia a uno más defensivo. Yoongi se saca la camisa de un solo movimiento y se tira con furia sobre Yeonsoo, besa su cuello con brutalidad. —Tranquilo vaquero —Yeonsoo ríe nerviosa e intenta separarlo, pero Yoongi sostiene su agarre. —Yoongi...
Yoongi la toma de las piernas y la levanta estrellándola contra la pared, comienza a refregar su intimidad con la de ella con brutalidad. —Yoongi estas lastimándome —Yeonsoo frunce los labios e intenta separarlo nuevamente, pero él aprieta su agarre. —Yoongi, estás asustándome... —la voz de ella se quiebra y comienza a forcejear más. Pero Yoongi parece cegado ante cualquier cosa que diga ella. Al contrario de sus peticiones, Yoongi la agarra con aún más fuerza.
—¡¿Que te sucede?! Estas lastimándome —Yeonsoo se quiebra y comienza a llorar clavándole las uñas a Yoongi en los brazos, pero este ni siquiera se inmuta.
—¡Mira lo duro que me pones! —dice Yoongi refregándose más. —Me encanta verte así, suplicando —Toma el rostro de Yeonsoo entre sus dedos con fuerza y lo obliga a mirarlo. —No eres nada, así que déjame hacer lo que quiera con tu cuerpo —dice y comienza a besar nuevamente su cuello ahora apretándola más contra la pared.
Yeonsoo chilla de dolor contra el asfixiante acto de Yoongi. Como puede, gira un poco su cuerpo y golpea el rostro de Yoongi con su codo sacándoselo de encima, este tambalea tocándose la nariz.
—Voy a matarte— dice Yoongi lanzándose sobre ella nuevamente, pero Yeonsoo es más rápida y golpea sus genitales, este chilla y se dobla de dolor, toma su cabello y estrella su rodilla con su cara, pero Yoongi logra cubrírsela. De igual manera éste cae al suelo y Yeonsoo se le sube encima comenzando a golpearlo a puño cerrado mientras Yoongi se cubre el rostro sin decir ni emitir sonido alguno. —Solo eres una cualquiera más —dice como puede él intentando que los puñetazos de Yeonsoo den sobre sus brazos y no en su cara. Ella ahoga un grito de furia y comienza a golpear aún más, cegada por el enojo y furia. Yoongi toma sus brazos y de un ágil movimiento la tumba debajo de él cara a cara, trabando sus piernas y manos para que no pueda golpearlo. —Así es como debería actuar cuando Hyun te toque. Deberías golpearlo como lo haces conmigo —Yoongi la mira fijamente a los ojos y es cuando Yeonsoo cae en cuenta la verdadera intención de Yoongi. —No esperes a que aparezca yo, o Namjoon, ni siquiera Taehyung para salvarte. Tienes las herramientas y la fuerza para hacerlo por ti sola. —Yoongi suelta el agarre de Yeonsoo una vez que ve que ha bajo por completo la defensa. —Golpéalo hasta matarlo si es necesario.
Yoongi se levanta de encima de ella y le tiende una mano, ella dudosa y aún sorprendida ante todo lo que acaba de pasar la toma y se levanta acomodándose el vestido.
—No quise lastimarte, solo quería que te dieras cuenta que cualquiera puede herirte, incluso con palabras —Yoongi toma su camisa del suelo y se limpia la sangre que sale de su nariz. —Nunca bajes la guardia, por nadie —Yoongi se acerca a ella que se abraza a sí misma. Toma la tira de su vestido que se ha caído y lo acomoda en su lugar, luego acuna su rostro sintiendo como su corazón se quiebra en mil pedazos por ser el causante de provocar miedo y pánico en ella, por haberla acorralado hasta un punto en el que estalle en lágrimas y comience a golpearlo por la desesperación de que él fuera a hacerle algo malo.
Con suma delicadeza deposita un beso en su frente y se va de la habitación sin poder soportar verla un minuto más así. Yeonsoo se queda pasmada sin entender bien todo. Claramente Yoongi lo hizo para que se diera cuenta que cualquiera, incluyéndolo, podría entrar al lugar y dañarla, que debe tomar en serio las amenazas de Hyun y que jamás, por ninguna circunstancia baje la guardia. Una sonrisa se escapa de la comisura de sus labios.
«Vaya forma de hacerlo, Yoongi.» piensa Yeonsoo.
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