11
Desde la entrada del almacén se pueden escuchar los quejidos de Yoongi y Taehyung.
Ambos se encuentran dentro del ring peleando, dentro de unos días pelea Namjoon, pero ellos prefieren están en forma por si Nam fracasa.
Para Yeonsoo, ambos están completamente equivocados porque lo que Namjoon tiene que ellos no, es control sobre su cuerpo. Sabe con cuanta fuerza golpear para noquear, lastimar o matar a alguien. Se conoce a la perfección y siempre mantiene su mente con tranquilidad, por lo que lo convierte en un excelente peleador, tal vez, mejor que ellos.
Namjoon y Yeonsoo llegan al lugar riéndose de los extraños cortes que tenía en sus fotos, de lo ridículamente tierno que se veía, y lo hermoso que era Chan. Hoseok y Jimin, quienes entrenan con las bolsas de boxeo, se quedan pasmados ante esa vista. Están acostumbrados a la sonrisa falsa, sarcástica e irónica de Yeonsoo, pero ahora escucharla reír de forma genuina los ha dejado atónitos, incluyendo a los chicos dentro del ring.
—De cualquier forma, ese corte jamás pasará de moda —dice Yeonsoo y da por terminada la charla con Nam mientras se quita el abrigo.
Namjoon niega, aun sonriendo de oreja a oreja e imita a Yeonsoo.
—Es nuestro turno —dice castaño de metro ochenta y tres estirando sus músculos para poder empezar a entrenar.
—¿Qué le sucede? —Jimin se le acerca a Namjoon para preguntar sobre Yeonsoo sin que ella escuche.
—Solo vio una foto y desde entonces no me ha dejado en paz —niega riéndose nuevamente.
—¿Acaso ahora son amigos? —Hoseok frunce el ceño.
—Vamos, Namjoon, te apuesto un plato de fideos negros a que no me haces caer en veinte minutos. —La chica comienza a saltar en el lugar, calentando.
—¡Que sea doble! —chilla él y ríe mientras se sube al ring que Yoongi y Taehyung han dejado para ponerse debajo mirando al par, extrañados.
—¿Qué les sucede? —Taehyung le pregunta a Yoongi.
—Tal vez lo amenazó —murmura más para sí que para su amigo a su lado, enseria por completo—. O no, no lo sé.
Los cuatro chicos miran como Namjoon y Yeonsoo comienzan a pelear. Nam toma a Yeonsoo por la cintura, levantándola por los aires, pero ella es más rápida y logra estampar una de sus rodillas en el abdomen de Namjoon. Este suelta a la pequeña mujer en el aire y ella logra aterrizar sin ninguna lesión. Nam arruga la frente divertido.
—Eres tramposa, ¿verdad? —Corre como toro hacia ella y logra voltearla quedando encima de su cuerpo, pero Yeonsoo cruza sus piernas sobre la cintura de Nam y con su peso a su favor logra voltear la situación colocando a Namjoon debajo de ella.
—Hasta me prendes como anoche —dice ella solo para ver que él la escuche ya que puede sentir la mirada de los cuatro chicos sobre ellos.
—¡Cochina! —Nam escapa de su agarre arrastrándose por el ring mientras ríe—. ¡De seguro te viniste en mi colchón!
Los cuatros chicos miran sorprendidos a Yeonsoo ante la confirmación de Namjoon. Ella sonríe orgullosa de sus intentos y ve reojos a los amigos que se miran extrañados.
—No te pongas celoso, Yoongi —dice ella mirando fijamente al pelinegro—. Fue por pensar en ti —dice, aunque es verdad que estuvo pensando en él, pero no es cierto que se vino.
Yoongi rueda los ojos creyendo que seguro es otra de sus bromas de mal gusto.
Después de casi una hora de entrenamiento con Namjoon, decidieron tomar un descanso, o al menos ella lo decide ya que él sigue golpeando la bolsa de boxeo mientras la sostiene Jimin. Yoongi se encuentra en una de las esquinas con Hoseok y Taehyung hablando.
—Te ves lindo hoy —dice Yeonsoo intentando ser tierna con Tae.
Él arruga la frente y la mira confundido. La vergüenza la invade tan rápido, que teme encender su rostro como una bola roja de navidad.
«¡Vaya forma de ligar, genio!», piensa.
—¿Te encuentras bien? —Taehyung pregunta.
—Sí. —masculla entre dientes.
Ella frunce los labios dándose por vencida. Lo de ser tierna y ligar no es lo suyo.
Yeonsoo suspira pesada, sabe hacer las cosas a su manera, a su ridícula y poco productiva manera, pero después de todo sigue siendo suya y nunca la ha dejado ante una idea errónea. De una u otra manera, termina por aclarar su duda. Así que, sin darle más vuelta al asunto, arrastra a Taehyung un poco lejos de sus dos amigos sintiendo la mirada de Yoongi penetrarle hasta el hueso, y besa a Taehyung. Este se sorprende ante el acto brusco de ella y se separa de inmediato. Yeonsoo, sin poder evitarlo, busca la mirada de Yoongi, pero no está. Logra ver su espalda alejarse lejos del almacén. Se siente un poco confundida ante la situación, pero no puede pensarlo demasiado ya que Taehyung acuna su rostro con sus manos y comienza a besarla. Pero esta vez es diferente. No es desesperado como el de ella, sino más lento.
Taehyung la besa de una manera dulce, lenta y tierna. Yeonsoo se deja llevar por el momento soltando los brazos a su costado, dejando que lo único que la sostenga y la una a los suaves y carnosos labios de Taehyung, sean sus grandes manos.
—Así es como se da el primer beso —dice él separando sus labios de manera lenta de los de ella. Yeonsoo, aún con los ojos cerrados y totalmente a la deriva de Tae, asiente—. No sé a qué ha venido esto; pero no puedo negar que me gusta. —Deposita otro beso en la comisura de sus labios.
—Necesitamos hablar —susurra ella aún con los ojos cerrados.
—No sé qué pretendes o lo que quieres decirme, pero no creo que sea el lugar apropiado —dice él tomando la mano de ella, es entonces cuando se permite abrir los ojos y puede observar la escena; la cara de Jimin y Hoseok con la boca abierta que les llega al suelo, totalmente sorprendidos y por otro lado a Namjoon con una sonrisa en sus labios.
»Vamos a un lugar más tranquilo, si te parece —continúa.
Ella asiente y sale guiada de Taehyung fuera del almacén, donde se topa con un Yoongi relajado fumando un cigarrillo, apoyando contra la pared mirando al suelo.
—Dame un segundo, quiero hablar con Yoongi —dice Yeonsoo y Taehyung se aleja asintiendo—. ¿Estás bien?
—Eso debería preguntarte yo a ti. —Yoongi mira por encima de Yeonsoo a Taehyung y vuelve a mirarla—. Desde que llegaste actúas raro.
—No me conoces para saber si actuó extraño o no. —Yeonsoo se cruza de brazos—. Tal vez siempre he sido así.
—Está bien por mí. —Yoongi se encoge de hombros y le da una calada fuerte a su cigarrillo—. Solo no arruines a mis amigos. No los conviertas en ti.
—¿Por qué siempre intentas tirarme mierda? —Yeonsoo suena ofendida, pero cambia su tono automáticamente—. No es que me importe, pero arruinas mis planes, cariño.
—Solo deja de jugar con nosotros. —Yoongi tira la colilla del cigarrillo y vuelve a mirar a Taehyung sobre Yeonsoo para acercarse más, solo para que ella pueda escucharlo—. No sé qué clase de juego está tramando tu cabecita, pero deja en paz a Taehyung; ni siquiera pienses en lastimarlo porque te prometo que yo te destruiré con mis manos —dice y vuelve al almacén; dejando a Yeonsoo con la boca seca.
⭒❀⭒
El departamento de Taehyung ahora se siente extraño, tal vez por la forma tan generosa en la que Tae se ofreció a llevar su bolso, le dio la pasada y la trató de una manera dulce y caballerosa. Yeonsoo se siente extraña ante este tipo de trato, y no es que no le guste, pero se siente foránea, no está acostumbrada a eso. Y en definitiva pone presión sobre sus hombros, porque la obliga a comportarse de una forma que no le gusta. Ella no es así.
—¿Quieres algo de comer? —Taehyung acuna su rostro sobre sus manos y la besa nuevamente. Ella asiente siendo incapaz de hablar en ese momento—. Espérame aquí, iré por algo a la tienda.
Taehyung se va sin dejar que ella se niegue, tranquilamente puede comer las sobras de su nevera, que ya ha hecho en otras ocasiones. La forma tan dulce de Tae la pone incómoda, y de pronto se encuentra peleando consigo misma en si podría tomar su bolso e irse, o solo afrontar la situación en la que ella se metió. Mira el bolso, tentador, pero cuando está a punto de irse, Taehyung entra con una bolsa de comida.
—Encontré fideos negros y kimchi. También compré sopa de soja —dice Taehyung enumerando las bolsas y saca los platos de comidas—. Traje cerveza, pero si quieres otra cosa iré a comprarlo.
Yeonsoo niega con la cabeza.
—Taehyung, necesitamos hablar —dice ella incómoda.
—No te preocupes, puedes quedarte todo el tiempo que quieras. —Él sonríe y pasa su pulgar por la mejilla de Yeonsoo.
—Gracias, pero de eso no quiero hablarte—dice ella dejando el plato de fideos de lado. La verdad es que su estómago se ha cerrado por completo. Taehyung, sin embargo, no ha dejado de comer—. Cariño—toma su mano y Taehyung deja el plato de lado—, yo no voy a enamorarme, no quiero que armes una historia que no existe.
—¿Qué dices? —Taehyung frunce el ceño y la mira confuso.
—Quiero decir, somos adultos, podemos tener una hermosa relación sin compromiso de por medio. —Yeonsoo sonríe forzosamente, algo dentro de ella dice que no lo va a tomar bien. Entonces se arrepiente por completo por haberse involucrado con él—. Podemos tener sexo, besarnos y todo. Pero nada cambiará entre nosotros.
—¿Estás usándome? —Tae quita su mano del agarre de Yeonsoo con delicadeza.
—Si lo pones de esa manera suena bastante feo, ¿sabes? —dice Yeonsoo ladeando la cabeza—. Yo diría que nos usaríamos mutuamente.
—¿No sientes nada por mí? —Taehyung parece asqueado ante la idea que comienza a formularse en su cabeza.
—Cariño, no te conozco; sí me atraes. Por Dios que estás muy bueno, pero no al punto de enamorarme o quererte. —Ella niega con la cabeza—. No sé si lo llegue a hacer algún día, y tú no sientes nada por mí.
—Yo sí siento algo por ti.
—No, Tae, no puedes sentir nada por mí. Porque no me conoces, ni yo a ti. —Ella habla con calma y un poco dulce para que él pueda entender.
—Entonces, ¿puedo acostarme con otras chicas y tú con otros chicos? —Taehyung se levanta de su silla y comienza a caminar de un lado a otro—. ¿Te acostaste con Namjoon? —escupe.
—¿Qué? —Yeonsoo se siente un poco ofendida ante la idea. Si bien es entendible que lo piense, comienza a entender que Taehyung ni en un millón de años podría estar con ella. Para empezar no acepta quién es, y cómo es.
—Me escuchaste. —Tae para en seco y la mira fijamente a los ojos.
—¿Qué si lo hubiese hecho? —Yeonsoo se levanta de su asiento y lo encara de la misma forma en la que él lo hace—. Tú no eres mi maldito dueño. Nadie lo es.
—Yoongi tenía razón —murmura casi con burla.
—¿Sabes qué? Fue una pésima idea. —Yeonsoo tira los brazos al aire embravecida. Ignorando por completo la parte de que Tae admite que Yoongi le advirtió sobre ella—. Aún no eres lo suficientemente maduro para entender una relación de adultos.
—No justifiques lo que eres con esa mierda. —Taehyung la señala pedante.
—¿Qué mierda? —Yeonsoo está al borde de explotar—. Nunca negué quién soy, esto es tu culpa por haber creado una historia romántica en tu puta cabeza. Historia que jamás existió y nunca va a existir. —Yeonsoo lo mira asqueada—. Nunca te mostré alguien diferente a quien soy.
—De acuerdo, tengamos esa relación que tanto quieres —dice Taehyung con una sonrisa forzada—. Se me fue el hambre, pero acomódate que volveré más tarde —dice y se va sin darle tiempo a Yeonsoo de replicar.
Ella suspira frustrada, sintiéndose incapaz de luchar contra él o cualquiera en estos momentos. Se tira al sofá cansada y sofocada. Aunque su mayor sentimiento es la decepción, es increíble que hoy en día todavía haya personas con la mente cerrada, que no acepte las relaciones sin compromiso. No es que lo esté obligado a que la acepte, pero en definitiva no puede ponerse en ese estado.
Al final, ella no estaba tan equivocada con sus pensamientos, sabe que nadie podrá quererla como ella es, por quien ella es. Siempre la querrán cambiar de alguna manera. Convertirla y amoldarla a su gusto, pero ella no puede permitírselo. No puede cambiar porque alguien así lo desee. El día que ella decida quién es, será porque así lo quiere, porque será suficiente para ella. Pero no por otro, así sea el amor de su vida.
Yeonsoo suspira y recuerda las palabras de Yoongi, básicamente no lastimó a Taehyung, solo le hizo ver que no es quien cree, y al final terminó saliendo herida ella.
Con los pensamientos y sentimientos consumiéndola, Yeonsoo se deja llevar por el sueño.
Siendo incapaz de aclarar ahora mismo todo el remolino que se acumula.
El sonido de la puerta golpeándose con fuerza sobresalta a Yeonsoo y mecánicamente busca su bolso donde se encuentra su arma. La incomparable risa de Taehyung se hace presente y ella se relaja, hasta que escucha la risa de alguien más, totalmente desconocido. Refriega sus ojos intentando espabilar su visión y logra enfocar, ve a Taehyung con una chica entrando al departamento riendo.
Yeonsoo queda mirando el tambaleo con el que ambos entran y se da cuenta de que ambos están ebrios, tal vez no tanto, pero lo suficiente para que no se pueda sostener completamente bien de pie.
—¿Qué haces, Taehyung? —Yeonsoo se acerca a Taehyung y el olor a alcohol la golpea con brutalidad.
—Déjame en paz. Dijiste que podía estar con quien yo quiera —dice arrastrando las palabras.
—Puedes hacerlo siempre y cuando estés consciente. —Ella intenta abrazarlo por la cintura para llevarlo a la cama sin su acompañante.
—¡Déjame! —grita contra Yeonsoo tirando su brazo hacia atrás para que ella no logre tocarlo, esta levanta la ceja y se aleja.
—No puedes comportarte de esta manera tan infantil. —Yeonsoo se cruza de brazos mirándolo a detalle.
—Estaré en la habitación. Hablamos mañana —dice y a rastras se va con la chica de vestido azulado brillante a la habitación seguido de un portazo.
«No debería aguantar esto», piensa Yeonsoo frustrada.
Se encoge de hombros y vuelve a acostarse en el sofá, dispuesta a volver a dormir, después de todo estaba teniendo un sueño hermoso del que no se acuerda ya. Estira sus extremidades intentando relajar la tensión que un solo chico ha provocado en un día.
Los gemidos en la habitación comienzan a resonar en todo el departamento. Yeonsoo rueda los ojos entendiendo perfectamente lo que intenta hacer Taehyung, pero ella no está para esos dramas. No necesita gente complicada en su vida. Si tan solo no quería tener relaciones sin compromiso, lo hubiese dicho y ya, comportarse de esa manera no hará que ella sienta alguna clase de celos, es demasiado para alguien de su edad. Yeonsoo niega con la cabeza regañándose una vez más por intentar algo con alguien que en definitiva no iba a estar de acuerdo con ella.
Toma el bolso y saca unos vaqueros largos, una remera de manga larga y la única chamarra gruesa que tiene para poder irse. Toma una hoja, un lápiz, y escribe;
“Taehyung, no era necesario que trajeras a una extraña para intentar provocar algo en mí, que no siento.
No puedes cambiarme, y en definitiva no puedo cambiarte. Te veré en el almacén para entrenar y prometo no volver a sobrepasarme contigo. Es mi culpa, porque sabiendo que algo en ti sentía algo por mí, lo tomé a mi favor por obtener un techo y a alguien con quien tener sexo.
Toma mucha agua, para la resaca.
-Yeonsoo”
Toma el bolso para luego colgarlo en su cuerpo, toma una cerveza y un plato de fideos para ir comiendo en el camino, hasta que encuentre un lugar donde quedarse. A estas horas ningún refugio esta abierto, y no conoce a nadie cerca, sin mencionar que el clima está en contra de ella.
El cielo, de pronto, se ha oscurecido aún más y la lluvia no tardó en caer, acompañada de truenos y relámpagos. Hermoso clima para salir a buscar en dónde dormir. La lluvia la empapa tan pronto como sale y se replantea si realmente es necesario irse de aquel cómodo sofá. Después de todo, lo único que escucha son gemidos. Yeonsoo para en seco y mira el camino por el que camina.
«No puedes volver», piensa. Gira sobre su eje nuevamente y sigue su camino dispuesta a llegar a algún lugar, lejos del departamento de Taehyung donde no deba escuchar gemidos fingidos, ni ver la cara de desaprobación de Tae.
De pronto se encuentra pensando realmente si Yoongi la querría tal y como es, aunque está claro que el chico solo quiere que ella se largue de su vida. Sin embargo, Yoongi sabe perfectamente quién es, o al menos lo imagina, y nunca quiso cambiarla, o al menos eso quiere creer ella.
Las calles están por completo vacías, por lo que Yeonsoo no tiene vergüenza de hablar en voz alta y contestarse a sí misma. Comienza a regañarse por intentar llamar la atención del pelinegro de mirada felina, y se cuestiona porqué lo hace tan seguido. Tal vez puede reflejarse en él, o solo se aferra a lo único que aún tiene de su pasado; además de las cicatrices.
—¿Yeonsoo? —murmura a su espalda, y la espanta.
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