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PARA SU suerte, Mika había logrado regresar temprano de su salida con Koko e Inui. Podía decir que tuvo buenos resultados, considerando que aprendió mucho sobre ellos y las cosas que les llamaban la atención. Basado en eso, podía planear mejor su siguientes movimientos.
Otra ventaja fue que al llegar temprano Izana estaba tranquilo.
—Mika, ¿te gusta lo que preparé? — le preguntó, sin siquiera prestarle atención a su propio plato. Necesitaba saber si ella lo aprobaba antes de probarlo. Se sentó junto a ella en la sala de estar y la observó revisando su teléfono; probablemente haciendo cosas de su trabajo que a ella no le gustaba mencionar.
— Sí, está bien.
— Me alegra, hice tu favorito.
— No tengo una comida favorita.
— Eso dices, pero siempre que comes esto sonríes. — apoyó y frotó su cabeza en el hombro de la fémina, casi suplicando por atención. Entendiendo la indirecta, Mika usó su mano libre para hacerle caricias en la cabeza, haciéndolo calmarse de inmediato. Tenía una sonrisa en el rostro y quiso cerrar los ojos por lo cómo que se sentía, pero también quería seguir viéndola. No obstante, su constante tecleo en su teléfono lo estaba comenzando a molestar. — ¿A quién le escribes que no me prestas atención? Mírame a mí.
— Necesito contestar esto; ten paciencia.
Mikey 🐺
● Te extraño muchísimo :(
● ¿Cuándo nos vamos a ver?
Pronto, tranquilo, y lo siento por haber estado ausente.
✓✓
● Está bien, no tienes que disculparte.
● Con saber que sigues aquí me basta.
● ¡Te quiero! <3
Chifuyu 🦝
● Hola...
● Um, no sé si ya tenías mi número, pero soy Chifuyu. Takemicchi me dio tu número.
● No sé por qué no quería, pero lo logré convencer.
● Aunque le tuve que prometer que te escribiría sólo de ser necesario.
● No lo entiendo muy bien. ¿Ustedes no son amigos?
Lo somos, pero nos vimos en desacuerdo respecto a algo.
✓✓
● ¿Se pelearon? ¿Es muy grave? ¿Hablo con él?
Gracias, pero no es necesario. Ya lo resolveremos nosotros
✓✓
¿Entonces? ¿Tenías algo que decirme?
✓✓
● Oh, ¡sí! ¡Casi lo olvido!
● Takemicchi y yo lo estuvimos hablando, y ambos no sabíamos si confiar en Kisaki para llevar a cabo este plan. Él incluso dijo que no sabía si confiar en ti, y le dije que eso era una locura. ¡Yo confío en ti, por supuesto! ¡Te defendí! Así que decidimos que si tú confías en Kisaki vale la pena intentar.
¿Lo hiciste? Gracias. Eso es muy lindo de tu parte.
✓✓
A decir verdad, he estado muy preocupada por él. Tenía miedo de que nuestro desacuerdo lo llevara a esto, pero en el fondo él debería saber que todo lo que hago también es por él y no sólo por mí. No importa qué, no haría nada que le hiciera daño.
✓✓
● Sabía que eras buena persona.
● No te preocupes por Takemicchi; ¡te defenderé cuando sea necesario!
— ¿Ya acabaste? Te quiero hablar y no me prestas atención.
— Voy, Izana; estoy un poco ocupada. Pero puedes hablarme si quieres.
— Ya que estarás aquí en navidad, ¿qué quieres de regalo?
— Sabes que no soy exigente; puedes darme lo que quieras.
— ¿Y qué me darás tú a mí?
— Lo verás en navidad. ¿Invitarás a Kakucho?
— Sí, probablemente. Hay que salir los tres juntos en año nuevo.
— Bien.
Kisaki 🐱
● Mika, Hanagaki acaba de avisar que nos verá ahora para darnos su respuesta.
● ¿Puedes salir?
Sí, estaré donde me digas pronto.
✓✓
La respuesta será sí, por cierto. Chifuyu me lo acaba de decir.
✓✓
● Sí que confía en ti.
● Supongo que a sus ojos estás de su lado.
No estoy del lado de nadie; tampoco del tuyo. Hago lo que necesito para obtener lo que necesito.
✓✓
● Y eso es algo que me gusta de ti.
Ya te pones empalagoso tú también.
✓✓
● A veces es difícil decir qué te gusta.
No creo que lo entiendas.
✓✓
Mándame la ubicación de dónde se van a ver para ir también. Estaré allí pronto.
✓✓
Todo se estaba moviendo de manera perfecta, y aún así, no podía dejar de sentirse inquieta. ¿Por qué sería? ¿Podría ser que el reciente y constante fracaso la estaba afectando? Se consideraba la suficientemente madura como para no dejar que sucediera; no podía dejar que sucediera. Si todo iba a bien, acabaría pronto.
No obstante, como si se tratase de una señal, otro mensaje llegó a ella.
Yuzuha
● Hey.
Su corazón se saltó un latido, pero no iba a dejar que eso tomara el control de ella. De hecho, le convenía hablar con Yuzuha. ¿Sobre qué? No estaba segura. Kisaki dijo haberse asegurado que todo estuviera preparado para navidad. ¿Qué le podía decir?
Hey.
✓✓
● ¿Cómo estás? No supe más de ti y estaba un poco preocupada. Pensé en escribirte y averiguar.
Estoy bien, dentro de lo que cabe.
✓✓
● ¿Pasó algo?
Nada importante.
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● Si te está molestando, es importante.
● No te obligaré a hablar de eso si no quieres.
● De casualidad, ¿tiene que ver con tu hermano?
Ya tienes suficientes problemas con tu hermano mayor; no te preocupes por lo que ocurre con el mío.
✓✓
● Bien, no quieres hablar de eso.
● Lo que sea que haya pasado; no seas demasiado dura con él. Ni contigo misma.
Gracias... por los consejos, y por escucharme la otra vez.
✓✓
● No es nada. Es lo que hacen los amigos.
Es... lo que hacen los amigos. Lo es, ¿eh? Ella debería ser capaz de entender, entonces, ¿por qué se sentía tan poco familiar?
Bajo el cielo nocturno de aquella fría noche de invierno, los cinco adolescentes se miraron entre ellos. En la mayoría de sus miradas se reflejaba desconfianza, pero eran todos conscientes de que debían colaborar aunque sea por un periodo corto de tiempo.
Mika acomodó su cabello con sutileza, llamando la atención de Chifuyu. No importaba cuánto la viera, cada pequeña acción que realizaba lo dejaba perplejo. Su semblante era delicado y elegante, como el de una muñeca de porcelana; una tan bonita que podría admirarla durante el resto de sus días. ¿Quién pensaría que era posible sentirse así por alguien? Era consciente del amor en su pecho, y sin embargo, a veces se le hacía tan intenso que se cuestionaba su propia sanidad. Cada vez que cruzaban miradas o ella lo elogiaba, sentía su corazón arder con una pasión tan grande que lo hacía olvidarse de todo lo demás. Por Mika, llegó a dejar de lado sus principios; cuestionó a Baji en vida cuando decía no fiarse de la muchacha y se negaba rotundamente a aceptar que hubiera hecho algo malo en el futuro a pesar de las afirmaciones de Takemichi, quien venía de allá. Estaba perdidamente enamorado... sería capaz hasta de ser su esclavo si ella se lo pidiera. Era Mika, después de todo, y por Mika haría lo que sea.
— No tardaron tanto. ¿Cuál es su respuesta? — la voz de Kisaki, que casi lo hizo sentir que había hablado en ese preciso momento a propósito, interrumpió sus pensamientos para llegar a la razón principal de su encuentro esa noche.
— Trabajaremos con ustedes, pero sólo hasta navidad. — el de ojos azules contestó con firmeza. Ya era consciente de que estaba prácticamente sólo en el asunto. Kisaki y Hanma eran sus enemigos directos, Mika tampoco estaba de su lado y Chifuyu estaba tan inmerso en sí romance imaginario con Mika que se creería lo que sea que ella dijera; por lo que no lo creía capaz de ponerse de su lado si Mika llegaba a hacer algo.
Kisaki esbozó una sonrisa, satisfecho con lo que había escuchado. Al mirar en dirección a la pelirroja, le devolvió el gesto, y procedió a dirigirse de nuevo a ambos rubios.
— Buena respuesta. Gracias.
— Sólo buscamos proteger a Hakkai. No planeamos hacernos amigos de ustedes. — Chifuyu aclaró, rápidamente volteando hacia Mika y cambiando su expresión. — Eso no aplica para ti, claro. Ya somos amigos, ¿no Mika?
— Claro.
Los cuatro se acercaron al barandal a su lado, buscando cada uno reposar de manera distinta allí. Takemichi mantenía su rostro escondido entre sus brazos, Kisaki estaba de espaldas con un pie como soporte, Hanma sólo reposó los brazos de manera desinteresada, Mika apoyó un solo codo y dejó su barbilla sobre el dorso de su mano izquierda mientras la derecha descansaba ahí mismo, y Chifuyu buscó imitar la pose de Mika.
— Qué equipo más pésimo. — mencionó Kisaki.
— Sólo tenemos en común nuestro objetivo. — añadió Takemichi.
— Los odio a todos... menos a Mika. — siguió Chifuyu.
— ¿Cómo deberíamos llamar a nuestro equipo? ¿"Equipo Mata-todos"? ¿Qué tal "Los Hanmas"? ¿O "Equipo Masacre"? ¿Les gusta?
— El equipo no tendrá nombre; déjate de tonterías. — lo regañó la fémina.
— Ya, no te tienes que enojar...
— Entonces no me hagas enojar.
No pasó demasiado tiempo antes de que tomaran caminos separados, puesto a que no estaban en términos amigables. Y a pesar de que Matsuno se peleó con Kisaki por querer acompañar a Mika a su casa, puesto a que era peligroso para ella ir sola de noche, la fémina se aseguró de hacerle saber que estaría bien con Kisaki. Por mucho que estuviera en contra, no podía negarse si eso era lo que ella quería.
No obstante, Mika era consciente de que no podía dejarlos a él y a Hanma seguirla todo el camino, puesto a que no estaba quedándose en su casa y sería una molestia tener que explicarle por qué y de dónde conocía a Izana.
Fue mientras estaba caminando juntos a ellos que escucharon un estruendo en un callejón. Un gato, que tan pronto puso sus ojos en Mika trató de escapar. Si hubiera sido un poco más rápido, quizás lo hubiera logrado, pero la pelirroja fue ágil al atrapar al animal en sus brazos.
— Escapar es inútil. Ya te atrapé. — le habló a la pobre criatura, que constantemente intentaba resistirse y soltarse de su agarre.
— Mika, ¿te gustan los gatos? — el bicolor cuestionó, sintiendo repentina curiosidad por su actitud.
— Sí. Me encantan.
— Eh, ¿de verdad?
— Tengo uno en casa, pero ya es algo viejo. No juega ni corre como antes; es algo aburrido. Pero igual lo quiero, y seguiré queriéndolo hasta que muera. El gato, por supuesto.
— ¿Un gato...? — el de ojos grisáceos susurró para sí mismo. Eso del gato le sonaba familiar, y sus sospechas fueron confirmadas cuando una memoria se desbloqueó en su cerebro. — ¡Ya recuerdo! — exclamó, ganándose la mirada extrañada de Hanma. — Lo acabo de recordar. Ya recuerdo de dónde te conozco.
Hace varios años...
— Takemichi, no andes corriendo por ahí con esa capa. Te vas a caer.
— ¡Tranquila, Mika! ¡Estoy bien! Además, los héroes usan capa. No me la puedo quitar.
— Tonto. Te vas a meter en problemas.
Se detuvieron de repente al escuchar un escándalo cercano. Unos niños mayores al parecer estaban molestando a una niña que no conocían, quien había tratado de defender a un gato callejero.
— ¡Está en problemas!
— ¡Un gatito!
Ambos salieron corriendo, por razones distintas. Takemichi se metió en medio para defender a la niña desconocida, mientras Mika se lanzó a atrapar al gato. La caída fue dura; rodó en el suelo y el animal no dejaba de intentar escaparse, pero no se rindió.
Mientras se ponía de pie, un Kisaki muy confundido la observaba levantarse como si nada después de caer así. ¿Era inmortal o qué?
— ¿Tú qué estás viendo? — su tono hostil lo tomó por sorpresa, haciéndolo sobresaltar. — Qué raro eres; yo me voy.
— Maldición, ¡son unos cobardes! ¡Peleen conmigo uno a uno! — el pequeño Takemichi lloró, siendo golpeado por los otros niños.
— Oye, Takemichi, tengo al gato. Vámonos ya.
— ¿Y esta niña quién se cree que es? — uno de los chicos se acercó con la intención de golpearla, pero se congeló por completo cuando la miró a los ojos.
— ¿Qué haces? ¡Pégale!
— N-No puedo... su mirada m-me da e-escalofríos...
— ¿De qué hablas?
— ¡Oigan! — un extraño se les acercó, hablándole a los niños mayores. — ¿Y si lo dejan ya?
— ¡¿Cuál es tu problema, imbécil?!
— ¿Ah? — irritado, golpeó un poste cercano hasta dejarle una marca con el propósitode espantarlos. Esos los hizo correr asustados.
— ¡L-Lo sentimos!
— ¿Están bien, niños?
— ¿Cómo puedes ser tan fuerte? — aún en el suelo, Takemichi respondió al extraño que lo acababa de salvar. — Yo quiero ser como tú. ¡Quiero ser un héroe de verdad!
La expresión del chico cambió a una de sorpresa por esa afirmación. Pensando en ello, él mismo no se consideraba un héroe... pero... ese niño había saltado a defender a alguien sin pensarlo dos veces, aún considerándose débil. Al pensar en aquello, esbozó una sonrisa ligera y se agachó hasta su altura para hablarle.
— Así que un héroe... No hay problema. Tú serás un héroe. — durante apenas unos segundos, miró su mano, para luego tomar la de Takemichi y darle un pequeño apretón. — Escucha, muchacho. Algún día tendrás que proteger a alguien. Cuando ya no puedas hacer más, usa este poder. Sí... yo también debí haberlo recibido correctamente.
— ¿Y éste quién es? — Mika interrumpió, sacándolo de su momento emotivo. Fue hasta que la vio bien que se dio cuenta... de lo mucho que se parecía esa niña a Shikei. Sus ojos, en especial, eran los... mismos...
— ¿Salvaste al gato, Mika? — el menor le preguntó, aún frotando sus ojos para secarse las lágrimas.
— Sí, me lo voy a quedar.
— ¿Mika? — el azabache frente a ellos se detuvo a pensar. — Mika... ¡Oh! ¿no es Mika el nombre de la hermana de Shikei? ¡Con razón se me hacían tan familiares sus rasgos! Sí que son iguales ustedes dos. — rió para sí mismo, sintiéndose un poco tonto por no darse cuenta antes; era muy obvio. Iba a hacer el intento por darle un palmadita en la cabeza a la niña, pero ella de inmediato lo detuvo.
— No te me acerques, extraño. Si te atreves a tocarme gritaré. ¿Quién te crees que eres para tocarme así como si nada?
— N-No tenías que ponerte así... — era increíble como, siendo tan joven, la mirada que tenía era terrorífica. — Sí, definitivamente eres la hermana de Shikei. Así me amenazaba él también.
— Takemichi, vámonos ya. Este tipo está hablando solo.
— Qu- ¡Espera, espera! No soy un extraño. Me llamo Shinichiro; conozco a tu hermano.
— Mi hermano no tiene amigos, mentiroso.
— Bueno... es que no soy exactamente su amigo.
— ¿Y qué son? — bueno, ahora entendía por qué Shikei no le había dicho nada a su hermana. Tenía el rostro rojo de la vergüenza y aún así no agarraba el coraje de decirle que él y su hermano estaban saliendo.
— N-No creo que me corresponda a mí decirte... Shikei me mataría si lo hiciera. ¡Pregúntale a él! Eh, cuando seas mayor. Pregúntale sobre mí cuando crezcas y él te explicará todo.
— Rarito. — con la mano que no sostenía al gato, jaló la capa de Takemichi para hacerlo empezar a caminar.
— Y luego no sé a dónde habrán ido ustedes dos. — Kisaki terminó de relatar. Si hubiera sabido que era algo tan simple... pero el recuerdo de ese día siempre estuvo grabado en su cerebro como recordatorio de su objetivo. ¿Cómo es que no recordaba a Mika? ¿Será porque estuvo muy concentrado en Hinata y Takemichi en ese entonces?
— Hmm... te llevó un tiempo recordarlo. A decir verdad, pensé que lo olvidarías por siempre.
— ¿Por qué lo dices?
— Tienes una memoria excelente. Pensé que si no me recordabas era porque de verdad no te importaba... pero era de esperar. Tú sólo tienes ojos para Hinata.
— Tachibana... ugh, hace tiempo que no pienso en ella por algún motivo.
— ¿Y eso? — se burló. — ¿No que todo tu plan es para que ella te preste atención? ¿Para que te ame?
— Eh... sí, pero... ya sabes, como por todo te irritas cada vez que avanzamos con él plan, sólo pienso en ti. Y casi estamos en una relación... es normal que piense también en eso.
— Si es así, ¿para qué sigues con todo esto?
— Bueno... el plan no es sólo por mí. Tú también tienes tu objetivo, ¿no? Quiero ayudar...
🌙 Todo está quedando en su lugar, y no sólo en el plan de Mika.
Es probable que actualice pronto.
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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