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LA PELIRROJA llegó al punto donde había acordado encontrarse con Kisaki; la oficina del lugar de trabajo de la fémina. Era el lugar más privado que se le podía ocurrir, y como ninguna otra persona que conocía iba ahí, no deberían tener problemas.
Cada persona que quería siquiera visitar el lugar debía informar sus intenciones, así que no había manera en que alguien pudiera entrar y que Mika no se diera cuenta antes. El lugar tenía mucha seguridad; no dejarían entrar a nadie que no trabaje ahí a menos que sea invitado de alguien que sí lo hace.
No tenía idea de qué era lo que Kisaki pretendía hacer o cuál era su objetivo, pero si podía ayudar, poco le importaba.
— ¿Hanma no viene contigo hoy? Cada vez que los veo, se la pasa pegado a ti. — tomó la taza de té que reposaba sobre la pequeña mesa y le dio un sorbo mientras esperaba la respuesta.
— Así es él, pero hoy tiene trabajo que hacer.
— ¿Qué tipo de trabajo?
— Te contaré luego; primero dime qué sabes tú. Si vamos a colaborar, necesitaré que seas honesta y confíes en mí.
— Claro, porque la confianza y la honestidad son exactamente las palabras con las que describiría nuestra relación. — comentó, a la vez que dejaba la taza de nuevo sobre el mueble.
— No tuvimos un buen inicio, pero ya habíamos hablado sobre esto. Yo también tendré que hablar sobre lo que quiero lograr con esto; sólo estoy sugiriendo que digas tú primero cuál es tu objetivo.
— Bien. — sacó de uno de los cajones en su escritorio un par de carpetas y las dejó sobre la mesa. — Sabes mi secreto; mis ojos están malditos y hacen que vea la fecha, lugar y forma de muerte de alguien con sólo hacer contacto visual. La funeraria, lugar donde estamos ahora, es una fachada para una organización llena de gente que tiene... habilidades sobrenaturales parecidas a las mías, relacionadas con la muerte. Trabajamos todos juntos para monitorear las muertes en el área y asegurarnos de que las cosas salgan bien; que mueran y sus almas pasen a la otra vida cuando corresponda. El 3 de agosto, Draken estaba previsto para morir, pero Takemichi de alguna manera lo salvó y eso... es un problema porque me complica la vida. Mi trabajo es asegurarme de que la gente muera cuando debe, así que, esto. — le mostró ambas carpetas a Kisaki. — Guardamos registro de cada persona que vive en el país, y esa información se divide por áreas para que sea más fácil manejarla. En esta zona, las muertes más próximas son las Keisuke Baji y la de Kazutora Hanemiya, ambos el 31 de octubre de este año, y por lo tanto, me tengo que asegurar de que suceda. Conociendo a Takemichi, seguramente tratará de hacer lo posible para que nadie muera, pero no puedo dejar que eso pase otra vez.
— Si sólo es asegurarse de que mueran, no es problema. Mi objetivo involucra precisamente eso.
— ¿Y cuál vendría siendo tu objetivo?
— Poniéndolo de forma sencilla, convertirme en el delincuente más grande de Japón.
— ¿Para qué quieres eso?
—...Motivos personales. El punto es que mi plan involucra la muerte de esos dos; no habrá problema si accedes a ayudarme. Es un plan largo que tomará unos doce años, pero si sale bien, yo cumplo mi objetivo y tú consigues lo que quieres; ambos ganamos. A menos que le tengas miedo a ensuciarte las manos.
— Eso no me asusta; mis manos han estado sucias desde hace mucho. — volvió a tomar la taza frente a ella. — Sin embargo, cuando cumplas tu objetivo de convertirte en el criminal más grande, dejaré de involucrarme contigo. Mancharía demasiado mi reputación, así que una vez eso suceda, desapareceré de ese mundo y que nadie sepa las cosas que hice.
— No te preocupes, me aseguraré de esfumarme de tu vida una vez nuestro acuerdo termine. Tú no te metes conmigo y yo no me meto contigo.
— ¿Entonces ahora qué? ¿Qué es exactamente lo que necesitas hacer para cumplir con tu largo plan? — le dio otro sorbo al líquido en su taza.
— El próximo paso ya está en marcha; Hanma está dirigiendo una reunión de Valhalla mientras hablamos.
— ¿Debo asumir que tiene que ver con el hecho de que Baji renunció a ToMan recientemente para unirse a ellos?
— Sí, se le hará un proceso de iniciación para asegurarnos que se puede confiar en él. Hay una gran posibilidad de que sólo esté intentando hacer de espía, y no pienso correr riesgos cuando hay tanto en juego. La ventaja es que ya tenemos a Kazutora en Valhalla, así que eso debería facilitar las cosas.
— ¿En qué consiste la iniciación?
— Tendrá que moler a golpes a Chifuyu Matsuno, su amigo y sub-capitán de la primera división de la ToMan. Si puede hacerlo, demostrará que en serio los traicionó.
— Eso o es bueno para fingir. Una parte complicada de hacer de espía en una base enemiga es no dejar ver ni un hueco en la armadura; o sea que podría ser capaz de golpear a alguien que considera su amigo con tal de que ganar la confianza de Valhalla.
— También es posible, pero menos probable. Necesitaría mucha fuerza de voluntad y gran habilidad para mentir, y dudo que Baji sea tan inteligente.
— A veces subestimar a tu enemigo es lo que causa la derrota, pero yo sé que tú lo sabes; no creo que no lo hayas tenido en cuenta.
— Lo tengo todo en cuenta; tú sólo tienes que confiar en lo que hago. Cuando falle te daré la razón, pero mientras tanto, las decisiones que estoy tomando son las correctas.
— ¿Entonces aseguras que ambos morirán? — colocó la taza de nuevo en la mesa.
— Sí, haré lo posible para que suceda, y estoy seguro de que será mucho más fácil teniendo acceso a la información que posees tú.
— Tengo que darte la razón en eso; una alianza así es bastante útil. ¿Qué es lo que necesitas que haga mientras tanto?
— Sólo defiéndeme cuando sea necesario. A la gente le resulta difícil confiar en mí porque vengo de Moebius, pero a ti Mikey te adora; y no sólo él, sino casi toda persona con la que te cruzas, así que si me apoyas será más fácil obtener la confianza que necesito. Gracias a que estamos del mismo lado ahora tengo un plan de respaldo. En el peor escenario posible, me pueden echar de la ToMan en cualquier momento, pero me aseguraré de que tú no estés envuelta en cualquier cosa que se considere traición a la pandilla, así te tendré a ti dentro en caso de que me expulsen. Incluso si te vieras envuelta en algo así por casualidad o mala suerte, me parece más probable que Mikey te perdone y te deje quedarte a ti que a mí.
— Entendido, y agradezco que no me pongas en una situación riesgosa que pueda hacerme quedar mal. ¿Tenemos un plan, entonces?
— Tendré que explicarte todo paso a paso para que lo entiendas. Llevará un rato, pero es mejor así.
— Una cosa más. Sobre Hinata Tachibana. — tomó su silencio como una señal para seguir hablando. — También tiene que morir, aunque no pronto. Dijiste que tu plan durará unos doce años, ¿no? Casualmente, Hinata está programada para morir entonces. Me tomé la molestia de revisar el otro día.
— ¿Para qué? No deberías tener razones para hacerlo si aún falta tanto.
— Fue mera curiosidad, pero ya que lo vi, significa que va a suceder.
— ¿Por qué? ¿Qué es lo que le pasa?
— Calma, la información que tengo no es tan ilimitada como parece. Sé que morirá en 12 años, el 4 de julio del 2017. Estará en un auto, con el cual un camión chocará y causará una explosión mientras aún está dentro; el conductor morirá también. No sé por qué sucedió o qué fue lo que desencadenó este acontecimiento. Sólo puedo ver su muerte, ¿recuerdas?
— Pero tú sabes algo más, ¿no es así?
—...Realmente no creo que deba decírtelo; no estoy segura de qué pienses al respecto.
— Dímelo.
— ¿Qué opinas de Hinata, Kisaki?
— ¿Qué opino...?
— Te pusiste sensible en cuanto la mencioné. Cuando hablé sobre su muerte, parecías pensar mucho. Por eso te lo pregunto. ¿Qué opinas sobre ella? — era claro que no podía engañarla ni decirle una mentira, pero tampoco tenía ganas de confesarle a Mika que la Tachibana era la razón por la que creó ese plan en primer lugar. Y la mirada fría e impaciente que le estaba dando no ayudaba tampoco. — Si no me dices nada, tendré que asumir que te gusta.
— ¿Cómo podrías llegar a una conclusión así sin saber nada?
— Una corazonada. — respondió esta vez con una sonrisa, la cual borró apenas unos segundos después. — Si fuera tu amiga, no deberías tener problemas en decírmelo. Que no te agrade queda descartado porque por un momento pareciste preocuparte cuando hablé sobre su muerte. Tampoco creo que tú no le agrades a ella; Hinata es bastante paciente con todos. La única razón que se me ocurre para que te quedes callado así es porque hayas estado o estés enamorado de ella.
— No estés suponiendo cosas sobre mí sin conocerme.
— Entonces no me des razones para hacerlo.
— Sólo... — trató de no perder la paciencia y respiró profundo antes de continuar. — sólo dime qué es lo que sabes acerca de eso.
— Como quieras. — se encogió de hombros de manera muy breve. — Vi el momento en el que termina la vida de Akkun, un conocido mío que también es amigo de Takemichi. Él era quien estaba conduciendo el camión que chocó contra el auto en el que estaba Hinata. Estando al borde de su muerte, afirmó que no fue decisión suya, sino que fue enviado para matar a Hinata Tachibana.
— ¿Enviado por quién?
— Por ti, Kisaki.
—...¿Por qué?
— No lo sé, te dije que no lo sé todo. Vi sus últimas palabras antes de morir, pero no sé por qué tú lo enviaste a matar a Hinata. — no dijo nada por un momento, y él se quedó en silencio mientras ella lo observaba. — No sé qué sea lo que piensas de ella, pero lo tienes que saber. Hinata tiene que morir en esa fecha sin falta, y si es necesario, tú tendrás que asegurarte de que eso suceda. Quién sabe, quizás para entonces entiendas por qué tomaste esa decisión y estés listo para seguir adelante. — sin verlo, terminó el té en su taza de un sólo sorbo y, pasando su dedo por el borde del objeto en círculos, su mirada se dirigió hacia Kisaki para sonreírle. — Sólo quiero que lo tengas en cuenta, ¿sí? Piénsalo bien. Puede ser que, con el tiempo, encuentres la razón detrás de tus acciones.
—...Las conversaciones contigo son confusas.
— Sí, es una forma de verlo.
— Dijiste que sólo hace falta contacto visual para que tengas tus... visiones, ¿cierto?
— Es correcto, sucede incluso aunque no lo quiera.
— Eso significa que ya debes haber visto mi muerte. Háblame sobre eso.
— Me pides demasiado; va más allá de lo que puedo hacer. Desgraciadamente, una de las reglas básicas que se tienen aquí es que jamás se le debe decir a una persona nada que esté relacionado con su propia muerte. Hablarte sobre la muerte de otras personas es una cosa, pero decirte cómo vas a morir tú podría ser contraproducente. Pensé que era algo obvio.
— Así que, ¿eso es todo lo que sabes sobre esto?
— En todo caso, es todo lo que te puedo decir. ¿Por qué? ¿Te resulta difícil encontrar una razón por la cual podrías desearle la muerte a Hinata? Bueno, ten en cuenta que eso sucederá dentro de doce años, y así como muchas cosas pueden pasar en ese tiempo, también podría ser sólo una la que cambie tu opinión sobre ella. Es bastante interesante, en realidad, porque el comportamiento de los seres humanos es tan impredecible... ¿Por qué querrías asesinarla? ¿Qué razón había detrás de tu decisión? ¿Cómo afecta eso a tu presente? No tengo idea de qué pueda ser, pero de cierta forma, me hace desear que llegue el momento de averiguarlo.
🌙 Recordatorio de que desde el momento en que escribí que Mika estaba pasando su dedo en el borde de la taza hasta el final del capítulo jamás dije que haya dejado de sonreír 🕴️
Besitos en las manos, cuídense y tomen mucha agua.
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