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⸻𐐪✦ɞ⸻

—¡Duque Dazai!

Y eso es lo que pasa con el valor líquido, tan pronto como llega, se va.

—Conde Christie...

El pelirrojo no estaba seguro si decir que el tono con el que había dicho aquello estaba cargado con irritación u algo más.

—¿Qué le parece el barco?, ¿lo está disfrutando?

Al notar al menor distraído, Chuuya decide agarrar la oportunidad y alejarse lo más rápido que pudiera sin verse sospechoso.

"¿Qué mierda estuve a punto de decir?"

Suspirando, llegó hasta el punto más alejado de donde se llevaba acabo la conversación que dejó.

—Oh, pero no sabía que usted también asistiría, Lord Chuuya –la rubia sonrió con sorna, había aparecido de la nada–. Sé que envié una invitación pero no esperaba que aceptara, ¿qué tal le parece el barco?

¿Pero qué le pasaba?, ¡Si cruzaron miradas desde hace un rato y hasta le volteó la cara!

—Ah, buenas noches, Lady Christie, el barco es sin duda fantástico.

Con una sonrisa llena de egocentrismo se acercó un poco más a él.

—Pero qué amable de su parte. Todo es gracias al Duque Dazai y su gran colaboración tanto económica como estratégicamente. Gracias a esta nave, ahora hay una relación sólida de confianza entre nuestras familias, estoy segura que usted conoce la manera en la que normalmente se fortalecen aún más este tipo de alianzas.

Chuuya es un caballero, desde que era niño y defendía a las niñas que los demás molestaban en la calle, hasta incluso la crianza que le dio Kouyou una vez entró a la mafia como su pupilo; siempre se debía de respetar a la mujer. Bueno, pues dicho esto, Ágatha Christie no cooperaba mucho con aquello. En su vida había querido golpear a una mujer con tanto anhelo como en ese momento.

—¿Está insinuando que el Duque y usted se casarán? –preguntó alzando una ceja–.

—Correctamente, así que deje de coquetear con él como lo acaba de hacer –dice abriendo su abanico y acercándolo a su cara mirándole con molestia–.

—¿Coquetear con él?

—¿Qué acaso no estaba tratando de seducirlo justo hace un momento? –le mira de arriba hacia abajo y regresa su mirada al rostro contrario–. Patético, debería saber su lugar. Primero que nada, el Duque obviamente prefiere a las damas, y segundo...

Su mirada cambia, se vuelve más fría, amenazante, y Chuuya está seguro que a cualquier otra persona le causaría escalofríos por el poder que posee en nombre de su padre. Lástima para ella que a él no le podría importar menos.

—Éste será mi último consejo; desaparezca de la vida del Duque.

Y bien, él podría aceptar, serviría de algo poder quitarse al castaño de encima y dejárselo para que ella lo lidiase, pero es que ésta era la única manera en que le podría dar una paliza sin levantarle mano; hiriendo su orgullo y egocentrismo, aunque le causara más problemas de los que ya tiene.

—No –habló con firmeza–. Me quedaré a su lado y él tampoco me dejará ir.

Fueron unas milésimas de segundo, nunca pensó que algo así ocurriría y se le había olvidado un pequeño detalle; en este mundo no tenía su habilidad.

𐐪✦ɞ

Tenía frío y sentía el cuerpo pesado, ¿era esto lo que Dazai sentía cada que se tiraba a un río?, ¿qué era lo que pensaba en esos momentos?, la dicha de morir?, ¿sus instintos le gritaban que saliera?, ¿o es que acaso divagaba sin un rumbo fijo de pensamiento?

No.

No había tiempo que perder, Chuuya no era él y no trabajó tanto tratando de cambiar esta historia para vivir pacíficamente y que todo se fuera por la borda, literal.
Si tan solo no llevase zapatos de tacón tan pesados... Dazai seguro se burlaría de él en estos momentos.

¿Por qué no podía dejar de pensar en él incluso al borde de la muerte?

Con algo de esfuerzo logró subir un poco y faltaba ya casi nada para salir a superficie cuando se escuchó algo más golpear con el agua. En un parpadeo, el castaño estaba frente a él y de la sorpresa el ojizarco dejó salir el poco aire que retenía en sus pulmones.

Cerró los ojos con momentánea desesperación cuando sintió unos fríos labios chocar con los suyos y cómo algo de aire entraba nuevamente en sus pulmones.

𐐪✦ɞ

—¡Están vivos!

—¡Que alguien vaya por ellos!

—¡Traigan ya los barcos de emergencia!

Poco tardaron en mandar a alguien en una canoa a por ellos. Dazai ayudó al mayor a subir y una vez ambos estando arriba, envolvió al pelirrojo con la manta que llevaba consigo el rescatista. Todo pasó muy rápido.

—¿Por qué saltaste? –le recriminó una vez ambos se calmaron–. ¿Es porque fui frío contigo?

—No...

—¿Es porque te ignoré?

—Creo... –pero antes de que terminase su frase, ya le estaba abrazando–. que... te... equivocas... –dijo con la voz perdiendo su fuerza después de cada palabra–.

—Mierda.

Era la primera vez que le escuchaba hablar de aquella manera, éste por más enojado o frustrado que estuviera, rara vez pronunciaba ese tipo de palabras, contrario de él.

—No me importan tus estúpidos planes. ¿Acaso no me preguntaste porqué te solté? –le abrazó con más fuerza–. Nunca lo hice.

El mayor no sabía que decir ni cómo actuar, después de aquella confesión se quedaron en silencio, Chuuya no hizo ni el intento de separarse de Dazai, se sentía cálido y el se moría de frío.

—Que viaje tan agradable...

—¿Le llamas agradable mientras que tus labios están azules? –se ríe–.

—Tus labios también están helados para tu información –dice refunfuñando–.

—¿Oh?, entonces estabas lo suficientemente consciente como para recordar cómo se sentían mis labios incluso en un momento de desesperación como aquel –mencionó con burla–. Debió de haberte importado mucho el tacto de nuestros labios juntos como para tener tan presente la sensación, ¿no lo crees?

Y con solo aquello, lo pálido de su rostro desapareció abriendo paso a un carmesí y un color que no eran para nada bienvenidos.

—¡Por una mierda, estuve a punto de morir y lo único en lo que piensas es decir tus estupideces! –le tira un golpe en el pecho con el codo mandándolo a caer de espaldas y desestabilizando el bote–. ¡Perdón! –grita avergonzado hacia el chico que venía remando–.

—Te disculpas con él pero no conmigo que fue a quien golpeaste –dijo mientras se levantaba para sentarse de nuevo, sobando en donde había recibido el golpe–.

—Te lo tienes bien merecido, eres un desperdicio de vendajes que no tiene cerebro.

Y así fue como el resto del viaje Chuuya se la pasó avergonzado y enfurruñado de un lado del bote y Dazai suspirando del otro lado.

⸻𐐪✦ɞ⸻

Traigo asco, ya mándenme a dormir, son las 4am y llevo despierta desde ayer a las 9.

Solo les quiero decir que todos estos capítulos los he escrito uno después del otro justo entre ayer y hoy, no hay nada planeado, solo lo que mi cabeza escoja en el momento lmao.

ASHER.

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