|⁷|


□□□□□□□

Solo vivir tranquilamente y en paz el resto del tiempo que le quedaba, no hacer nada fuera de lo ordinario y simplemente sus deberes, eso era lo que haría, nada difícil ¿cierto?

—Entonces... dijo que no asistiría a ningún otro evento y aún así llega con una invitación para el baile real.

Se encontraban en los aposentos del pelirrojo, el menor estaba sentado a la orilla de la gran cama leyendo la invitación mientras que su joven señor estaba acostado boca abajo a mitad del colchón.

—Esto no parece "no asisitir".

—Exacto... –contestó estresado dándose la vuelta para quedar boca arriba–.

—Va a ser el acompañante oficial del Duke de Yokohama –habló emocionado–. ¿Seguro que no quiere asistir?

—¡Argh!, ¡eso mismo!

—Bueno –rió un poco–. Es claro que no puede exactamente faltar.

"De verdad lo intenté, ¡pero esa maldita caballa me hizo imposible el rechazarlo!" se quejó irritado.
Hace unas horas en su reunión con Ember y Dazai, el castaño le entregó la invitación frente a los ojos de los presentes que miraban expectantes cada movimiento del famoso duque. El pelirrojo no tuvo más opción que aceptar el sobre, más aún con la insistencia de su "querida amiga", parecía que ella prefería juntarlos a ellos dos y eso iba en contra de sus planes y del curso de la historia original.

—Bien, entonces deberíamos empezar por levantarse –se puso de pie esperando que su contrario hiciese lo mismo–.

—¿Por qué? –no se movió ni un milímetro–.

—No puede ir simplemente vestido así al baile real.

—Sólo usaré cualquier cosa que ya tenga.

La expresión del albino era una entre decepción, asombro y fastidio.

—¿Hmm?, ¿hay algo de malo, Atsushi?

—¡Por supuesto que hay algo de malo! No es propio de usted no querer un nuevo traje, es del tipo de persona que con la mención de cualquier fiesta prefiere estrenar a que alguien le vea con las mismas ropas en un evento –se quedó unos segundos callado, pensando–. Ahora que lo pienso, desde hace unos días actúa extraño, me trata más amigable, su actitud es menos ególatra, es más humilde, hace ejercicio, se pierde durante una noche completa...

—So-solo imaginas cosas, nada está mal conmigo, además a lo que me refería es que no hay necesidad de mandar llamar a un sastre... podemos ir a la mejor boutique y comprar un traje ahí –habló nervioso–.

"No puedo dejar que nadie me descubra... pero no creo poder actuar igual a ese mocoso pretencioso que se supone que soy, es muy contrario a mi" suspiró, las cosas eran más complicadas de lo que creía que serían.

—¡Grandiosa idea! Iré a preparar el carruaje ahora mismo.



□□□□□□□


En la silenciosa oficina sólo se escuchaba como la pluma con tinta se deslizaba entre papeles. Por las puertas, entró un pelirrojo seguido de cerca por un pelinegro con anteojos puestos.

—¿Qué he dicho sobre tocar? Recuerden que soy su señor –habló sin despegar la vista de sus documentos–.

—¿Es verdad lo que dijo Odasaku?, ¿te interesaste en alguien? Más específicamente, ¿te interesaste en un varón?

Ango no podía creerlo, había vivido años escuchando los rumores de que Dazai era un mujeriego, había presenciado innumerables veces como coqueteaba con varias damas de vez en cuando y le había escuchado expresar mil veces que su mayor sueño era cometer un suicidio doble con alguna bella mujer, ¿ahora resultaba que se sentía atraído hacia un chico?, ¿qué tanta belleza poseería?

El castaño dejó de lado lo que estaba haciendo y prestó atención a sus dos mejores amigos, se puso de pie y tomó asiento nuevamente, ésta vez en uno de los sillones de la oficina, invitando a sus acompañantes a tomar asiento de igual manera.

—Si, Ango, me he interesado en un chico, pero no cualquiera –sonrió–. Un chico con una belleza casi inimaginable, con perfectos cabellos rizos de un color que asemeja al mismo fuego o al etéreo atardecer, cabellos que enmarcan su rostro de apariencia de porcelana en donde se encuentran dos de las joyas más hermosas que el mundo haya visto, sus ojos son de un azul que te hace sentir que estás dentro del bellísimo mar o admirando el inmenso cielo en el día más despejado. Un chico valiente, fuerte, con inteligencia, con algunas debilidades puesto que es humano como nosotros, pero incluso con estas a mis ojos es perfecto, podrá parecer un poco agresivo en varias ocasiones, pero tiene el corazón más leal y noble que haya existido.

—Hablas como si lo conocieras perfectamente y hubieses estado a su lado por años –mencionó boquiabierto, pero de cualquier cosa el mayor interrumpió–.

—Ya que lo comprobaste Ango, la pregunta aquí es si Dazai lo invitó al baile real.

—Sí, lo hice –les sonrió más aplio–. Solo falta que se presente y sé que lo hará, mis predicciones nunca fallan.

—¿Quién lo diría? Dazai Osamu, duque de Yokohama interesado finalmente en alguien, como cereza de pastel, un chico –seguía sin poder creerlo–. ¿Le conoces Oda?

—Lo vi cuando salía del castillo.

—¿Es cómo lo describió Dazai? –el pelirrojo asintió–. Vaya...

—¿Acaso no me creías, Ango? –hizo un puchero como infante–. Eres muy malo, seguramente Odasaku te ignora por eso.

—Dazai, ya te dije que no hay nada entre nosotros –suspiró pesadamente el de ojos azules–.

Por otro lado, el de cabellos negros solo pudo girar para evitar que vieras el rubor en sus mejillas, sus acompañantes más entretenidos discutiendo entre ellos como para prestarle atención.

No hay nada, eh...

Sonó algo dolido, pero por fortuna el castaño no le había escuchado, si no, no pararía de ser objeto de burla.



□□□□□□□


Las puertas de la boutique se abrieron en par dándoles paso, enseguida se encontraron con una de las encargadas del lugar.

—¡Bienvenidos! –sonrió–. Oh, pero si es el joven Nakahara, ¿qué tipo de traje ha venido a buscar?, ¿para la tarde?, ¿algún evento?, ¿impresionar a alguna dama?

—¡El traje más extravagante que tenga! –habló emocionado el albino haciendo que su acompañante sintiera algo de pena–. Fue invitado al baile real y debe ir lo más perfecto posible.

—¡Oh, Dios! El baile real es sin duda importante, lo que significa que debería de tener una consulta con el modista quien lamentablemente se encuentra con un cliente justo ahora, pero no le molesta esperar un poco ¿o sí? –ambos negaron–. Mientras tanto, podría ver algunos de los diseños exhibidos, déjenme saber cuando encuentren algo de su gusto.

La joven se retiró dejándolos solos, vagando por entre los cientos de conjuntos distintos.

—Señorito, mire estos trajes, ¡todos son tan elegantes!

—Si, podríamos escoger uno de estos...

—¡Oh Dios mío! –se escuchó una voz femenina–. ¡Pero miren a quién tenemos aquí!

"Mierda, no puede ser... ¿porque ella?" Chuuya giró con una sonrisa entre nerviosa y molesta, dando lo mejor de sí para no parecer irritado y ser mal educado.

—Señorita Christie...

—Parece que asistirá a algún lugar elegante –cubrió la mitad de su cara con su abanico–. ¿Pero no están algo elevados los precios en esta tienda para la familia Nakahara?

"¿Me está provocando?, ¡tengo la misma posición social que ella! Obviamente tengo el dinero... ¿verdad?" empezó a dudar.

—Atsushi, ¿es este lugar excesivo?

—¡Por supuesto que no, joven!, ¡tiene el dinero suficiente para venir a comprar aquí! –dijo alterado, no iba a permitir que humillaran a su señor–. ¡Por sobre todo, asistirá como el acompañante del gran duque!, ¡merece vestir de gran calidad!

—¡¿Qué?! –gritó enfadada–.

"Atsushi no ayudas, solo acabarás cavando mi propia tumba antes de tiempo" de verdad que el menor se veía ofendido, como si las cosas fueran dichas directo a él.

—No es nada del otro mundo, señorita Christie, no le tome importancia –trató de aligerar las cosas, no quería meterse en conflictos, especialmente porque ahora debía proteger la reputación del nombre de su familia–.

"Cierto, ahora tengo familia" sonrió para sus adentros por unos segundos, aunque automáticamente cambió a una mueca por las siguientes palabras de Atsushi.

—¡Pero es algo de importancia!, ¡se trata de que el gran duque de Yokohama, la flor de hielo quien nunca voltea a ver a nadie le invitó personalmente a asistir como su acompañante!

—¿Al baile real... con el duque? –la rubia estaba que explotaba de furia–.

—Si bueno, disfrute su tiempo comprando señorita Christie, creo que con este traje es suficiente para mi.

—¡Alto! Yo tomaré este traje –se lo arrebató de las manos–. Mi hermano me ha encargado comprarle su atuendo, ¿porque no busca algo más?

—Bien, no hay problema –suspiró tratando de no alterarse–. Puede quedarse con ese, encontraré otro, por ejemplo... ¡éste! –señaló uno color vino–.

—¡Ese también lo compraré! Se verá increíble en mi hermano.

Y así se la pasaron con un par de conjuntos hasta que Chuuya se hartó y decidió rendirse para evitar problemas.

—¿Porqué no mejor buscamos en otra tienda, Atsushi?

—Pero...

—Está bien, no tengo problema.

Mientras que se preparaban para dejar el lugar, pudieron escuchar la conversación entre la señorita Agatha y la empleada de la tienda, al parecer, no contaba con el dinero suficiente para pagar todas las prendas, especialmente una azul, puesto que era el primer modelo del diseñador y la tela era extranjera, así que lo tuvo que dejar de lado, saliendo del establecimiento echando humo por las orejas, figurativamente claro.

—Atsushi, ¿podemos llevar ese?

Los ojos azules se iluminaron como cuando habían visto el traje por primera vez, éste era una tonalidad un poco más oscura que la de su mirada, pero sin duda resaltaría su figura y el color de su cabello.

—Por supuesto, joven Chuuya.







□□□□□□□

Actualizo ahora porque tengo que asistir a una quinceañera dentro de unas horas y me la pasaré probablemente durmiendo la mitad del tiempo y la otra mitad preparándome, además les había prometido traer este cap a tiempo jsjsjs.

En fin, espero que lo disfruten, ¡muchas gracias por las vistas, los votos y los comentarios!
Nos leemos en el próximo cap <3

Sincerely, Asher
    SOUKOKU'S WIFE ♡

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top