Cuarto capítulo: Marinera Norteña

El estadounidense colocó una sonrisa determinada en su rostro caucásico, con un par de pasos alcanzó al latino de parche de estrella, quién se secaba el sudor, y le quitó el sombrero de la cabeza para colocarselo con la suya propia.

El peruano quién veía esto sonrió, viendo que al fin la potencia había adquirido confianza, después de todo el entorno era distinto al que estaba acostumbrado y probablemente haría el ridículo.

El peruano se preparó una vez más, poniéndose de pie para colocarse en la misma posición, solo que con un hombre mucho más alto en inexperto en frente, cubierto de una vestimenta completamente blanca que combinaba con su propio vestido perla.

La emoción se hizo resaltar en el rostro del estadounidense, copiando la acción del peruano al agarrar el pañuelo, y parando para mantener una reverencia hacia el peruano, sabiendo que él era el que tenía que iniciar.

Argentina le dió un codazo a su hermano tricolor quién comía tranquilamente la enchilada que mandó a traer del giovo, se supone que era el encargado de grabar.

---Chale, ¿De verdad se animó? --- Habló, aún con la boca llena, miró al americano preparado, en postura y listo para cuando empiece la música, así si daban ganas de verlo. ----¡No mames USA, no más no la cagues! ---- el nombrado volteó a mirarlo enojado, pero ese era el objetivo de México.

Cuando la grabación empezó, el de escudo de sol dejó fluir la música por medio del radio Bluetooth, haciendo resonar por todo el auditorio el energético sonido de las trompetas de chonceperla.

[▶] ➠ Marinera norteña - Choncheperla

El retumbeo empezó, teniendo el sonido de los golpes de cajón de acompañante y adornando a la pareja en el escenario, los ojos de los presentes se pegaron en ellos, incluído el chileno, quién deseaba presenciar como se desenvolvía el americano con su hermoso hermano.

Habiendo escuchado el inicio de la canción, Perú se aproximó hacia su pareja, regresando en sus pasos para darle un giro a su zona y pavonearse con gracia.

Por instinto el estadounidense esperó hasta que el contrario le dió una mirada y también se acercó, haciendo retumbar su corazón y calentando su sangre por ver al peruano pidiendo por él, provocándole.

Tan solo estuvo a un par de pasos en su cercanía, y el americano ya lo deseaba, pedía más con la mirada, aún más cuando se alejaba y sentía ansiedad, deseando que lo mire, que lo admire por su atractivo del que estaba muy conciente, pero Perú se dedicaba a vanagloriarse con majestuosidad sin prestarle adjetiva atención.

Después de todo de eso se basaba el baile, y USA lo iba entendiendo cuando por ninguna razón conseguía acercarlo a él mientras daban vueltas alrededor del eje del escenario.

Se podría decir, que hasta el primer punto hacían los mismos pasos, pero para diferente lado -el mayor siguiendo duramente la coordinación del peruano, tomaba un respiro cada tanto, pues los individuos restantes admiraban su danza desde el público, y ¿Quién se perdería la humillación de alguien tan egocéntrico como él? Que placer sería verlo descoordinado y sin gracia a comparación del latino-.

Pero cierto suramericano no iba a dejar que ésto sucediera.

Se acercó al estadounidense al ritmo justo, haciendo que por reacción éste un poco torpe hiciera lo mismo, juntando su espalda con el pecho del más alto, llevando la mano que agarraba el pañuelo a un lado de la cabeza de USA, y él hizo lo mismo hacia ese mismo lado rozando las zonas de sus narices cuando Perú ladeó la cabeza para darle la cara.

Su mirada, aunque oculta por sus lentes oscuros -pues sí, los tenía- se aturdió por el atrevido roce, casi desesperándose como un adolescente con las hormonas alborotadas, y empezaron a girar en lateral hacia la misma dirección, sin dejar de mirarse a los ojos.

Cabe decir que el americano perdió la calma con esa acción, ahora de echo estaba mucho mejor y tenía mucha más confianza.

Se alejaron para rehacer y seguir con el transcurso de la danza, con un caucásico mucho más enérgico y con las mejillas rojas de la vergüenza que ya había sobrellevado.

El deseo y el amor con los que se miraban inundaba de calidez y dilatación sus ojos fijos en el contrario, estimulando la adrenalina en sus cuerpos, con cada pisada se lograba contar un pequeño secreto que ambos escondían en forma de anhelos.

Lo que siguió fueron dos pausas de ambos para impulsarse y levantar sus pañuelos al son del término de estas pausas, encajando un gran intermedio que ambos supieron dar a su ventaja.

No había nada más hermoso para ver que el contoneo de la falda de Perú, que era agarrada de ambos lados por el mismo, haciendo ver a la larga prenda como algo sumamente necesario, porque cuando el platillo que se hacía por las ondas y pliegues del vestido se movía, todos presentes se emocionaban internamente.

Y el como la alzaba a centímetros del suelo, dejando ver sus pequeños pies dar los pasos era de lo más bello.

Se extrañó cuando el dulce peruano se alejó del eje, agarró los pliegues del vestido a la cintura, de modo que sus moldeadas piernas se mostraron exactamente a sus hermanos y los presentes abajo de la escena.

Cepillaba los pies uno cruzado del otro, subiendo los hombros con coquetería y feminidad enarcada en sus pasos alegres.

Hizo un ademán con la cabeza, indicándole que debía intentarlo con él y así fue, con los nervios presentes, se acercó, mirando hacia el mismo lado copió el mismo paso, pero solo que bajando el sombrero y subiendo el pañuelo, como había visto recientemente en el tutorial.

Incluso cuando la sincronización no era «perfecta», puesto que al más alto le costaba seguir al peruano, nada en lo que pudiera equivocarse USA afectaría ni le iba a quitar la pureza al baile.

Con in-creíble fluidez, con aires de grandeza el americano se paseaba por el escenario cuando sentía era su turno, y se lucía, reafirmando su virilidad en sus movimientos con la frente en alto y los movimientos de los brazos que le daban pase a su pareja.

Se dejaba llevar como si estuviera en el aire, ya ni sentían que lo estaba grabando, es más, hasta dejaba de seguir la regla de la postura algunas veces, solo por conseguir el sentimiento de libertad que le encantaba y le hacía olvidar la cantidad de desgracias vividas.

El bicolor quería reírse, la expresión en su rostro y en los pasos del caucásico eran muy lindas, su sonrisa galante le encantaba, lo hacía sentir lleno y calmado, transmitía su confianza al contagiarse de su felicidad y el sentimiento de atracción, que ya era mutuo.

En ningún momento se vió que Perú lo opacara, dejó salir ese talento del mayor en todo su esplendor sin esquivar lo pasos o hacérselos difíciles.

Se dispusieron a lograr los últimos pasos, el éxtasis del baile estaba cerca, pero en uno de esos desplazamientos y movimientos arrebatados y pasionales del americano, su accesorio dejó su rostro para salir volando.

En ese momento toda emoción del estadounidense se fue al caño al no sentir sus preciados lentes ocultando sus inseguridades volvió a perder el control de la coordinación de la danza.

Afortunadamente, cierto latino de tri-raya dió un buen salto para atrapar el objeto del que podría haber sido su fin en el suelo.

----¡Weeey, lo tengooo! ----Los presentes comenzaron a celebrar que México haya salvado el accesorio, aplaudiendo y chiflando hacia el aliviado estadounidense, quién por cierto, perdió el ritmo.

Perú notó ésto, con el mismo paso del de pié se aproximó a él, rozando con la palma de la mano que tendría el pañuelo blanco una de sus mejillas, recibiendo toda la sorpresa del americano por esto.

Sus ojos volvieron a clavarse en los espectantes del peruano.
Recobró la postura y rehizo a tiempo sus olas laterales al compás del blanquirrojo.

El gran final, fue lo que dejó boquiabierto hasta al mismo Perú, cuando inesperadamente se agachó al suelo y en cunclillas dió los respectivos giros que un varón debe dar en la marinera.

Dejó firme su faceta dominante al tomar el rumbo del final, siendo Estados Unidos el que resaltaba totalmente ahora, con una mano en el sombrero y la otra en su pañuelo, manejaba toda su anatomía, congruenciando con la habilidad Perú, quedando completamente pegados cuando las trompetas dieron por finalizado el baile.

Perú lo miraba hacia arriba con su expresión sorprendida mientras su mano alzada con su pañuelo llegaba a tocar el cuello de USA, su larga falda quedó arriba de la zona de su propio hombro, admirando el rostro cansado pero feliz del más alto, quién respiraba con irregularidad por el sobreesfuerzo físico, mientras que este dejaba su diestra acompañando a la del peruano y su izquierda que agarraba su sombrero rodeando la cintura de latino.

Como dije, una posición un poco, “Comprometedora”, pero después de todo solo era un baile, que por cierto causó un asombroso y clima de gloria en los dos bailarines, dado que los gritos, aplausos, y silbidos del público se presentaban con énfasis, dejando corto el eco que ahí yacía.

Pues al parecer, la frase “solo es un baile”, el oji-azul no la entendió, pues luego de pasar un par de segundo admirando su mirada y desviando la suya propia a los bonitos labios caramelo del anfitrión, se lanzó a juntar aquellos prohibidos con los suyos.

No fue difícil, atrapó la boca del menor gracias a la obvia y escasa cercanía entre sus rostros, dejando caer los elementos esenciales de la marinera al suelo y agarró su cintura y espalda baja con sus manos, dejando sin reacción inmediata a Perú por la sorpresa.

En ese momento el griterío de los latinos se apagó poco a poco, llegando a ser nula. Nadie se lo esperaba.

----¿Que chucha acabai' de pasar weon? ----

---- Chamare, no hablaba enserio con lo de chaparse.

----Casháte Bolivia enfermito, ¿No ves que se están pasando coronavirus?

----Então é tudo culpa da China? [¿Entonces todo es culpa de China?]

---- 我什麼?[¿Yo que?]

----Ché Brazil, acabás de llegar ahorita?

---- Sim, parece-me que o México me ligou, certo Mex? [Sí, me parece que México me llamó, ¿Cierto Mex?]

Pero México no respondió, sentía una presión en el pecho que le estaba anulando las palabras, no podía pronunciar alguna porque no le salía la voz, era como un paro cardíaco, se sintió como si su mundo se hubiera echo pedazos en tan pocos segundos, acabando con la felicidad que hasta el momento tenía.

Sus manos tilitaban al igual que su boca entreabierta, mientras veía horrorizado al escenario, deseando con todo su corazón que su hermano peruano lo apartara o lo golpeara, pero que por favor, no le correspondiera.

---- ¿Que le pasa culiao'? ¿Ta' bien? ----
----N-n...

---- S-sorry I don't know why I did that! [¡L-lo siento, No sé porque hice eso!] ----Soltó al alejarse con arrebato, un sentimiento de desesperación salió de él, esa acción de besarle había sido bastante inoportuna e inexplicable.

---- USA,, ¿Si sabes que...esto es solo un baile, no? Me gustó mucho que me acompañaras la verdad, pero...----dijo levemente aturdido y tímidamente jugó con sus manos, esa respuesta dejó que el ánimo de aquel caucásico disminuyera, dejando un vacío desagradable en sus sentimientos encontrados

---- I know. [Lo sé] ----Respondió comprensible a lo que el peruano trataba de tocar con sutileza, suspiró tristemente pasando su mano por toda su frente y cabellera, reordenando su aspecto mientras retiraba la mirada del menor.

---- Xaxa,, Они отвергли это. [Jaja, lo rechazaron] ----Habló con tono serio y algo sarcástico, los que lo escucharon giraron hasta atrás para ver al sujeto que había dicho eso, aunque por el idioma algunos ya tenían una idea.

---- ¡You, stupid russian pay your penalties! [¡Tú, estúpido ruso paga tus sanciones!]  ----

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