🌼

El tiempo pasó, y más cartas hechas a mano por el misterioso autor o autora llegaron a manos de Kagura, su musa.

Muy pocas pistas tenían sobre la identidad del anónimo. E incluso no tendría un patrón tratándose de la entrega de la misma.

Llegaba el anciano cartero a cualquier hora de los días hábiles, pedía a la señorita que  firmase la entrega y se marchaba.

─ ¿En qué piensas? ─ Kagura preguntó cuando notó que su acompañante estaba bastante distraído sin prestar atención a su humeante taza de café.

─ En una tontería.

─ Dímela.

─ Acaso... ¿No es el cartero tu admirador secreto?

Kagura sonrió aguantandose una pequeña risa para negar con la cabeza antes de dar un sorbo a su propia taza de café.

─ ¿Por qué no? ─ preguntó Sesshomaru, pareciendo interesado.

─ No tienen la misma letra. ¿Crees que no he pensado en todas las posibilidades? Lo descarto porque ya lo he visto escribir en sus anotaciones y créeme; ese señor debió ser un doctor.

─ Ya veo.

ੈ 💌  彡

Sesshomaru y Kagura eran una pareja normal. Es decir, no son perfectos. Ni como pareja ni individualmente.

Las parejas a veces tienen malos ratos o discusiones.

─ No puedo creer que hayas insinuado que no te quiero. ─ la profunda y rasposa voz de Sesshomaru resonó ofendida por las paredes del pasillo del edificio donde vivía Kagura, con quien estaba discutiendo en ese momento.

Y no era para menos, incluso con todo su ser se ataba a si mismo para no perder lo estribos y alzar la voz. De hecho, nunca en ninguna circunstancia se le ocurría gritar  para imponerse. Aunque ahora quisiera hacerlo para expresar su descontento e impotencia.

─  ¡Pues así parece! ─ Sin embargo, Kagura no le temía a gritarle.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top