𝟷

Capitulo I.  Fuera de lugar

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El bullicio de la multitud era alentador, las porristas animaban a su equipo y a los espectadores con cantos y movimientos gimnásticos.

Janet estaba entre toda esa multitud, animando e intentando ser notada por su hermana a quien había prometido estar el día del partido.

Resultaba difícil con toda esa gente celebrando la racha de anotaciones que el equipo mantenía ante sus rivales.

Su hermana sobresalía de entre todos los jugadores, por las habilidades futbolísticas que había adquirido a lo largo de los años.

El control de su cuerpo y el conocimiento táctico le favorecían en el momento de hacer los pases, inclusive a la hora de anotar.

Verla jugar era fantástico, jamás perdía la gracia que siempre le caracterizaba, para ella, Bonnie era la definición de perfección.

Ante tales pensamientos dentro de su cabeza ella frunció el ceño, desviando la mirada, avergonzada por pensamientos fuera de lugar.

Estaba solo para apoyar a su hermana, porque ella se lo había pedido, después de todo Bonnie la consideraba alguien importante en su vida. Desde que eran niñas no había cosa que se perdiesen de la otra. Eso lo sabía muy bien.

Bonnie estaba para ella como su hermana, pero entonces, ¿Porqué no podía hacer lo mismo?, No, no valía la pena frustrarse ahora, no con una multitud a sus lados.

Tenía que manejar sus emociones y quizás disfrutar del tiempo que durará el partido.

Lo haría por Bonnie, ella necesitaba su apoyo y las palabras de aliento que podría brindarle.

Con una ligera sonrisa en su rostro alzó el cartel que traía consigo, el mismo que con mucha dedicación había dibujado para aquella ocasión.

Bonnie miró a su dirección, una sonrisa fue suficiente para avergonzar a Janet y hacerle disfrutar de lo que veía, con una felicidad evidente en su rostro preparo su voz para poder alentar a su hermana.

—¡Te amo Bonnie!.—

Una voz femenina la interrumpió antes de siquiera poder gritar, aquello había llamado su atención, Janet ante tales palabras dirigió su vista un momento hacía donde provenía aquella casi reconocible voz para el oído de cualquiera. Encontrando una sorpresa.

—¿Colette?.—Susurro para si misma, observando a la albina de apariencia algo desordenada y sonrisa afilada alzar un cartel.

Por supuesto, la albina ni siquiera le notó, estaba tan concentrada en animar a su hermana que no notaba a las personas de su alrededor. Pesé a las miradas sobre ella.

Janet estaba consciente del pequeño grupo de fans que traía su hermana detrás de ella, no era variedad, sin embargo...

¿Por qué estaba Colette ahí? Ni siquiera se conocían y la albina pertenecía a un grado superior al de su hermana. Entonces, era casi imposible que Colette conociese a su hermana, ¿Verdad?.

Intentó hacer algo para resolver ese  problema que le provocaba incomodidad.

Pero los gritos ante la celebración de la victoria interrumpieron a Janet, ella dirigió su atención a la cancha dejando de lado ese pequeño suceso. Solo por esa ocasión.

El equipo de su hermana se abrazó entre si, celebrando con gritos y saltos su reciente victoria.

Janet sonrió para sus adentros, observando la escena frente a sus ojos, la sonrisa sincera de su hermana no podía hacerla más feliz. Amaba verla disfrutar de cada pequeña cosa que le apasionaba, le hacía feliz.

Quería demostrar su felicidad corriendo hacia ella y envolviendo su cuerpo con sus brazos, darle un fuerte apretón y sentir ese calor y esa cercanía tan reconfortante que le brindaba.

Pero Janet hizo lo contrario, bajando a llenar de felicitaciones y halagos a su hermana. Restando importancia a lo desilusionada que se sentía internamente, sin poder actuar de la forma que ella deseaba frente a toda esa gente que la rodeaba.

Janet no podía dejarse llevar por su bien y por el bien de esa relación que tenía con Bonnie, no quería arruinar ese lazo de hermandad con esos sentimientos fuera de lugar.

—Lo hiciste increíble Bonnie.—Sonrió de lado alzando la mirada para poder ver a su hermana, apartando ligeramente la mirada pocos segundos después.

Janet amaba esa pequeña diferencia de altura entre ambas.

—No lo habría logrado sin ti Janet, te veías preciosa desde las gradas.—Una pequeña risita salió de los labios de la pelirrosa más alta.—Gracias por tomarte la molestia de venir aquí, lo aprecio mucho hermana.

La forma en la que su hermana se dirigía a ella no podía hacerla sentir más nerviosa, recibir halagos todo el tiempo de Bonnie no hacía más que elevar su autoestima y hacerla sentir hermosa. Nada como las palabras de su hermana.

—No tienes por que agradecer, yo jamás me perdería algún evento tuyo.—Se sinceró completamente, dedicándole una sonrisa a su contraria.

Bonnie posó su mano sobre el hombro de Janet, ante esa pequeña acción, Janet miró a su hermana a los ojos.

No podía ocultar su nerviosismo, Bonnie provocaba todas esas emociones en ella, su hermana era una tonta, no lograba darse cuenta de todo lo que provocaba con una simple sonrisa.

Tal vez estuvieron viéndose a los ojos por un tiempo indefinido, Janet había perdido la noción del tiempo cuando los ojos azul celeste se clavaron en ella.

Al percatarse de lo sucedido, ella desvió la mirada avergonzada, tomó a Bonnie de imprevisto, rodeándola con sus brazos y aferrándose a ella. Restando importancia al sudor.

—Janet no, estoy cubierta de sudor.—Bonnie reclamo un poco asqueada por la acción de su hermana, Janet lo entendió y se separó algo desilusionada.

Bonnie al ver esto sintió algo de pena por Janet, era cierto que amaba ser abrazada por ella, pero no en su estado.

—Vamos a los vestidores, ¿Si?.—Tomo la mano de Janet, guiando a su hermana a los ya mencionados vestidores.

Estando dentro, pidió a Janet que vigilará sus cosas mientras ella se dirigía a la zona de las duchas. Para poder quitarse el sudor de encima.

Janet se quedó sola, con el único propósito de esperar a su hermana.

Se sintió mal al momento de repasar todo lo que había sucedido en poco tiempo, se golpeó el rostro al caer en cuenta que todo lo había hecho dejándose llevar por lo que decía su corazón.

Lo que hacía no estaba bien y lo sabía, ya era lo suficientemente consciente de sus acciones. Era tan idiota por comportarse de formas tan infantiles con su hermana.

Si, odiaba tanto esos comportamientos que tomaba estando con Bonnie, no podía comportarse como la joven adulta que era.

Era todo un caso, sin importar el tiempo que pasará o que tanto tuvo que pasar para aprender a controlar sus emociones, era seguro un retroceso cada vez que estaba cerca de su hermana.

Fue demasiado ingenua al pensar que todo será más fácil de manejar con el tiempo, era una gran mentira, todo empeoraba con el pasar del tiempo, cada vez que estaban juntas.

Los años solo empeoraron todo y con ello sus sentimientos, no había día que Janet no dejará de contemplar a la gran mujer en la que Bonnie se estaba convirtiendo.

No podía negar que su hermana era una mujer muy atractiva,de sonrisa perfecta y expresiones suaves, que gozaba de un físico atlético envidiable.

Bonnie siempre se caracterizo por luchar por las cosas que quería y Janet no podía estar más feliz por eso, pues su hermana estaba cumpliendo lo que tanto soñaba desde que era niña.

Pero a Janet le desagradaba ver a chicos y chicas desagradables junto a su hermana, con miles de problemas esperando subirse la autoestima invitando a salir a alguien fuera de sus estándares. Talvez sus celos hablaban por ella, pero había razón en sus palabras.

Mirando hacía atrás podía darse cuenta de que ya no eran esas niñas que se dejaban guiar por lo que pensaban era divertido, no había rastros de esa niña traviesa que la jalaba a todos lados para cometer un sin fin de fechorías, siempre saliéndose con las suyas.

Janet echaba de menos esos días en los que no tenía tantas preocupaciones y la atención de su hermana estaba dirigida únicamente a ella. No había necesidad de preocuparse por terceros, solo eran ellas y nadie más.

Le habría encantado seguir en esos días en los que aún no comprendía  el concepto de amar a alguien y desear estar a su lado por siempre. Ahora era tarde para arrepentirse de entenderlo. No había nada que hacer.

Janet dejo de prestar atención a sus pensamientos cuando Bonnie la tomó por su cintura, abrazándola por detrás en un gesto cariñoso hacia ella, no notó el momento en el que su hermana había llegado. Pesé a ello, se sintió bien por la cercanía.

—Janet, ¿Quieres salir está noche?.—Bonnie preguntó, en un pequeño susurro peligrosamente cerca de su oreja.

Janet no sabía cómo tomarse su invitación, podía tener miles de significados, aún después de esa pequeña acción que le provocó escalofríos en todo el cuerpo.

—Me encantaría.—Respondió Janet, algo abrumada por la cercanía de Bonnie, su cuerpo sentía una extraña sensación al sentir la calida respiración de la contraria cerca de su oreja.

—Eso quería oír.—Bonnie sin más la soltó, haciendo tomar a Janet un respiro de todas esas sensaciones tan abrumadoras.

Bonnie tomó las cosas que le pertenecían y metió cada una de ellas a su casillero, esa acción le hizo apartar la vista de Janet.

Janet no podía soportar la tensión que se sentía, tomó la mano de su hermana antes de salir de los vestidores y la arrastró fuera de ellos, sin importar algunas miradas curiosas que posaban su vista sobre ellas.

En todo momento Bonnie se dejó llevar por su hermana, riéndose por lo que sucedía un poco apenada, sintiendo miradas ajenas.

Janet aceleró el paso cuando se percató de la presencia del grupo de fans de Bonnie, cerca de donde estaban, no quería tener que lidiar con personas encimosas y molestas.

Bonnie solo se despidió moviendo su mano libre, respondiendo a los saludos de ese pequeño grupo. No entendía exactamente que pasaba con Janet, pero agradeció no tener que aguantar a esas personas.

Janet se detuvo cuando estuvieron lejos de las miradas ajenas y del propio campus.

—¿Todo bien?.—Bonnie le miró con notoria preocupación.

Janet rió tiernamente por la forma en la que Bonnie le prestaba atención y el saber que se preocupaba por ella.

—Si, solo quería tomar un poco de aire lejos de todos esos temas de la universidad, es suficiente con tener que soportar el horario de clases, es abrumador, ¿No lo crees?.—

Bonnie asintió, menos preocupada pues no tenía porque sentir que había hecho algo mal.

—Tienes razón, ¿Quién quiere seguir en la Universidad después de clases?.—Dijo lo más obvio, Janet la miró.

—Quizas alguien que disfruta el deporte y presumir de lo que sabe, su grupito de fans se vuelven locos al verla.—Janet le dirigió una sonrisa algo burlona, Bonnie entendió.

—Tal vez solo disfrute de ver a su hermana animarle.—Bonnie le devolvió la sonrisa, Janet no logro entender lo que había dicho.

—¿Qué dijiste?.—Preguntó confundida, Bonnie alzó los hombros restando algo de importancia a sus palabras.

—Nada de lo que tengas que preocuparte hermana.—Bonnie respondió, Janet tuvo que aceptar esa respuesta.

Janet se acercó a Bonnie, la más alta miró confundida a su hermana, pero todo aquel pensamiento que tuvo en el momento se desvaneció cuando Janet rompió la poca distancia, formando un abrazo.

—Me lo debes.—Se excusó la mayor, sin dejar de aferrarse a su hermana.

Bonnie sonrió, correspondiendo ese dulce gesto de Janet, notando ese olor fragante que resultaba tan embriagante para todos sus sentidos.

Poco tiempo después Janet liberó a Bonnie de sus brazos, había sido suficiente para hacerla sentir mejor después de todo lo abrumador que se vio obligada a soportar.

—Debemos irnos señorita.—Bonnie le guiño el ojo, Janet se avergonzó sin poder evitarlo.

Bonnie avanzó dejando atrás a Janet, la antes mencionada se mantuvo en su lugar, dejando a su hermana avanzar. Sonrió para sus adentros una vez más.

Mi mundo parece depender de tu sonrisa.

Janet soltó un suspiro cansado, sin quitar esa sonrisa de sus labios.

Mi amor es un sueño que no puede escapar de la realidad. Porque sé que no puedo tenerte. Solo me queda resignarme y aceptar que nada de lo que anhelo será posible.

—¡Bonnie, espérame!.—Grito corriendo hacía ella. Bonnie la esperó con una sonrisa en su rostro.

Antes de seguir, Bonnie posó su brazo derecho por encima de los hombros de Janet. Esta simple acción aceleró el corazón de la mayor.

—La noche es joven, hermana.—Bonnie habló, buscando en su celular sus próximos destinos.—Tenemos un sin fin de lugares para pasar el rato, ¿Qué dice mi querida hermana?, ¿Me acompañarás en esta travesía?

—Siempre Bonnie.—Janet posó su mano sobre la de su hermana, evitando que pudiera romper el abrazo.—Siempre estaré contigo.—Susurró para ella misma.

... ___________ ×

—×Adoro los ships problemáticos y es por eso que nuevamente les traigo una nueva historia de este shipeo (obvio), sin tener cosas demasiado turbias como la anterior.

—׿Porqué estoy escribiendo esto? Pues quiero variar un poco el contenido que les traigo a ustedes y porque había prometido algo como esto.

—×Solo espero que sea una trama e inclusive una historia de su agrado (Para los que leen y votan en mis historias).

—×Realmente agradezco su apoyo, mil gracias a todos ustedes. ⟡

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