23. Cobarde
3 semanas antes.
El día había comenzado increíble, su corazón brincaba con dicha, tener a Gon de la forma en la que quería era lo mejor que le podía pasar.
Era su primer amor y jamás creyó que fuera así de lindo, jamás había creído en ese tipo de cosas, tal vez en consecuencia de que desde muy pequeño sabía que su matrimonio sería con alguien que sus padres escogieran por lo que ya está resignado; fue entonces que conoció a Gon.
En un inicio claro que le dió curiosidad, todos hablaban muy bien de él, aunque no lo conociera personalmente, sencillamente cuando lo conoció su mundo fue lleno de alegría, diversión y esa sensación del primer amor, esa que jamás pensó que vivirá, esa que en estos momentos amaba.
Sus días estaban llenos de luz gracias a él, era un tonto adolescente enamorado, pero realmente no le importa, viviría estos momentos con él.
Con ese pensamiento salió de su casa en dirección a aquel restaurante donde tendría su "cita" semanal con Hanako. La chica ya le caía muy bien, dejo su fachada de niña buena y la dejo conocer tal como era; cualquier chico estaría feliz de estar con alguien como ella.
- ¡Hola Killua! -dijo la chica sonriendo, cuando el albino se sentó frente a ella.
- Hanako -hablo con una sonrisa.
Ambos pidieron su desayuno y entre risas y trivialidades, llegaron a un punto del que Hanako quería hablar desde que la semana pasada Killua le confesara que había besado a Gon.
- ¿Entonces que avances haz tenido con Gon? -preguntó la castaña con una sonrisa coqueta.
- De todo un poco -dijo el chico sonriendo - ¿Cómo podría pedirle que sea mi pareja?.
- ¿¡No lo haz hecho!? -preguntó la chica alzando la voz.
- Obviamente no, quiero que sea algo especial, algo digno de él -dijo Killua sonriendo.
- No lo puedo creer, eres un tonto enamorado -dijo la chica dando una risita, mientras daba un bocado a su comida.
- No me llames tonto -dijo el albino mientras daba un sorbo a su bebida.
- Pero en algo tienes razón, debe ser algo digno de él -dijo la chica, colocando una mano en su mentón mientras pensaba - ¿Por qué no lo haces en ese festival?.
- ¿Cómo? -preguntó.
- Pues no lo se, simplemente cuando termine todo le dices, en todo caso parecen novios por lo que me contó Alluka y por lo que me platicaste tu, además no creo que le importe mucho como se lo propongas -dijo la chica, con una media sonrisa.
- Lo se... Pero -dijo el chico, pensando un poco, era cierto que a Gon no le importaría como le pidiera aquello, pero había algo en él que lo obliga a hacer algo lindo para su Gon.
- Es verdad, Killua mañana será la cena con nuestras familias -dijo la chica rodando los ojos.
- Cierto -dijo el chico, esa maldita cena, en verdad sentía que esas cenas eran para vender el mejor de sus productos al mejor postor y lo odiaba.
Pues aunque Hanako en algunas ocasiones participaba con algunas tonterías de aquella boda, ahora sabía que lo había por obligación, pero ¿Ahora?, ahora sabía que estaba igual de incómoda que él, además había notado lo sumisa que era cuando su padre estaba alado de ella. De hecho está era una de las cosas que le hacía no simpatizar con ella, pues él creía que nadie tenía que mostrarse de esa manera ante nadie, mucho menos ella, porque después de que le dijeran que estaban comprometidos, él la investigo y descubrió lo talentosa que era la chica... ¿Por qué debía bajar la mirada?. Ahora eran amigos y cada vez que ella decía algo denigrante a si misma él trataba de ayudarla a buscar esa confianza que sus padres habían hecho que perdiera.
- Solo debemos mantenernos tranquilos -dijo la chica suspirando pesadamente.
Killua asintió, sin imaginar lo que al día siguiente le vendría encima.
Y así fue, al día siguiente la cena sería en un restaurante bastante lujoso, de hecho fue en forma privada en la azotea de este mismo, desde esa altura se podía ver la gran ciudad de forma increíble, tan elegante y hermoso.
Y así fue como la familia Zoldyck llegó, para después la familia Suzuki. Este día hicieron que ambos chicos se sentaran juntos, la verdad ya no era incómodo porque ya eran amigos, sin embargo, aún sentían ese maldito sentimiento al ver cómo las madres de ambos los veían con un orgullo enorme, como si algo de este circo fuera para dar orgullo.
La plática entre las dos familias iba bien y divertida (claro para ellos). Ese día fue el hermano de Hanako, Kimura junto a su esposa, mayor por 7 años, vicepresidente de la empresa de su familia. La esposa de Kimura, llamada Mei era hermosa, una mujer rubia con un cuerpo muy lindo, de tes blanca y con ojos tan verdes, sus labios eran ligeramente rosados. Una mujer hermosa.
- Bueno, ver a mi hermana con alguien de la familia Zoldyck es algo bastante grato -dijo el chico sosteniendo la copa de vino en sus manos.
- Así es -dijo la señora Aiko con un deje de orgullo.
- Cuñado -dijo el chico, para luego beber del vino, la sola mención de esa palabra irritó a Killua y no solo a él si no también a la chica que se encontraba a su lado con la cabeza baja - Si mi hermanita te causa problemas después del matrimonio tienes mi total permiso para castigarla.
La sola mención de aquello hizo reír al padre de aquel chico, aunque no para todos fue así, Alluka frunció un poco el ceño, Illumi solo seguía comiendo como si aquello no fuera importante, la señora Aiko sonrió apenada, la esposa del chico, Mei, bajo la mirada, Hanako hizo lo mismo.
Esto hizo enojar a Killua, ¿Cómo podía decir eso?.
- ¿Por qué tendría que castigarla? -preguntó el albino con el ceño fruncido mirando seriamente a aquel chico.
- ¿Cómo que por qué?, A veces las mujeres suelen ser... Desobedientes con sus maridos -dijo el chico con un deje de orgullo y una sonrisa burlona, para luego tomar de los hombros a la mujer que tenía alado suyo, la chica se tenso con su toque - ¿No es así cielo?, Si una mujer no obedece debe recibir un castigo.
Esto hizo enojar más a Killua, ahora entendía a Hanako, entendía porque su amiga era ten insegura, entendía porque siempre actuó de forma sumisa con sus encuentros, haciendo todo lo posible porque la mirará de forma correcta. Era algo imperdonable, ahora al ver esto no podía imaginar el infierno en el que vivía esa pobre chica Mei. Realmente no le agradaba.
- Es una tontería -dijo Killua, recibiendo una mirada de sorpresa de parte de ese chico, de ambas familias y de Hanako.
- Killua -dijo la chica, tratando de hacer que el chico no cometiera una tontería.
- ¿Qué es una tontería, cuñado? -preguntó el chico con sorna en su voz.
- Es una tontería que creas que una mujer te tiene que obedecer -dijo el albino, él no lo entendía, era verdad que su familia estaba llena de locos y que realmente él no la soportaba, lo sabía, sin embargo, nunca había visto a su madre bajar la cabeza ante Silva, jamás. Kalluto nuca había hecho eso también, Alluka al inicio lo hacía pero era más miedo y decepción, sin embargo, con el tiempo ella dejo de hacer eso, dejo de buscar la aprobación de su padre, de Illumi, de Milluki, incluso de él y se enfoco en ella, aún pelea con ello, pero cada vez lo hace más para ella.
Entonces... ¿Por qué Hanako debía hacer eso?. Él ahora lo sabía, no solo era el hecho de que su madre y padre le escogieran todo lo que debía hacer por el resto de su vida, también era el hecho de que está pobre chica había sido criada para bajar la cabeza.
Que idiotez.
- Es una tontería, una mujer nunca debería bajar la cabeza, mucho menos por alguien como tú -dijo con odio en su voz.
- Killua detente -susurro la chica castaña a su lado tomando del brazo.
- ¡Killua, discúlpate! -dijo Kikyo tan roja como un tomate por el enojo.
- ¿Por qué debería hacerlo?, solo estoy diciendo la verdad -dijo, calmando sus emociones un poco, Silva lo miraba con una ceja alzada y con cierto orgullo en sus ojos.
- Hermano, perdona a Killua -dijo Hanako levantándose de la mesa.
- Cállate Hanako -dijo el chico castaño, mirándola con odio en sus ojos, la chica solo cerro los puños con fuerza.
- No me casare con Hanako -dijo Killua de repente. Todos lo miraban con sorpresa, incluso Hanako. Porque aunque ya habían empezado a hacer un plan esto fue bastante inoportuno.
- ¿Qué estás diciendo? -preguntó Kikyo con irá en todo su ser.
- El compromiso con Hanako no sucederá -dijo de nuevo Killua, quien miraba a todos con ojos serios y sin ninguna expresión en sus rostro.
- No digas tonterías mocoso, debes casarte con mi hermana -dijo el castaño también con irá contenida.
- Ella tampoco desea este matrimonio, pero acaso le preguntaron, ¿Acaso saben lo que ella en verdad quiere?, ¿Acaso saben si por lo menos me ama?, ¿Lo saben?, ¿Se lo preguntaron? -comenzó a decir con enojo y en cada una de sus palabras.
Hanako lo veía sorprendida, ¿En serio estaba sucediendo?.
- Y eso a quien le importa, ¿A quien le importa lo que ella quiera?, lo único que debe hacer es acatar las ordenes y ya -dijo el castaño enojado. Bajo la mirada de la señora Aiko, quien no sabía que decir, el señor Kai miraba con enojo a su hija.
- ¡A mi!, ¡A mí me importa lo que Hanako quiere!, No quiero que viva en un matrimonio dónde no será feliz, no tiene porqué acatar órdenes, no cuando lo único que ha hecho en su vida es seguir todos los caprichos de sus padres -dijo Killua, con esa mirada tan fría que a pesar de tener 16 años podía hacer temblar a cualquier persona, como en este caso.
- ¿Es verdad Hanako? -preguntó la señora Aiko, con enojo en su voz, como si ella fuera culpable.
- ¡Killua, discúlpate! -gritó Kikyo, Alluka miraba sorprendida la pelea aunque apoyaba a su hermano, ya se estaba hartando de los comentarios de ese estúpido.
- Es cierto madre -dijo la chica, sin bajar la vista - Yo no quiero este matrimonio.
- ¡Eres una buena para nada, ni siquiera pudiste ser lo suficientemente buena para Killua! -gritó la mujer, levantándose de la mesa. Los ojos de Hanako se agrandaron, ¿Una buena para nada?, si siempre había estado haciendo lo que su familia quería hacer con ella y jamás dijo que no.
¿Ser suficiente para Killua?, ¿Por qué necesitaba ser suficiente para él?.
La mirada de Alluka paso a Hanako, no podía creer que su madre le estuviera gritando enfrente de todos, no es como si la suya jamás lo hiciera pero al menos era hipócrita y en vista de todos ambas eran madre e hija.
- ¿¡Qué no soy suficiente!?, ¡Yo!, ¡Yo que hecho todo lo que ustedes me dicen que haga!, ¡Yo que jamás dije que no cuando me vendieron al mejor postor solo por su estúpida empresa!, ¿¡Yo no he sido suficiente!? -gritó la chica con las lágrimas rodando sus ojos, la mirada sorprendida de sus padres denotaban lo mucho que les enojaba que su hija les gritara de esa forma. Pues estaban frente a sus socios. Estaban perdiendo cara, frente a sus socios.
- ¡Hanako!, ¡Cállate! -gritó la señora, con cólera en su voz.
- Nos vamos -dijo Killua levantándose, a pesar de que todas las palabras que la chica eran verdad, no podía dejar de estar sorprendido. Pero claro, hicieron que explotará, hicieron que la pobre chica ya no resistiera. Rápidamente la toma de la mano y empezó a caminar hacia el elevador, Alluka miro sorprendida la escena, ambas familias estaban de esa forma. Enojados con los dos adolescentes que hace poco se habían ido, Silva miraba a la nada, pensando al igual que Illumi, por otro lado Kimura gritaba incongruencias junto al señor Ichiro; mientras Mei solo miraba el mantel de la mesa y la señora Aiko lloraba desconsolada. La azabache quería irse de ese lugar, hubiera preferido irse con ellos, sin embargo, sabía que Hanako necesitaba de alguna manera ser consolada por su hermano.
- ¿Estás bien? -preguntó el albino, ambos chicos se encontraban dentro del automóvil privado de Killua. La castaña asintió, tallando ambos ojos con sus palmas.
- P-perdón -dijo la chica.
- No, no te disculpes, es solo que me enoje, tu hermano es un verdadero idiota -dijo el albino con furia en su voz.
- Tu también eres un idiota -dijo la chica recuperando un poco la compostura para ver los ojos de Killua que no entendía porque lo había insultado - ¡Debiste haberme dicho que harías eso!.
- ¿Hablas del matrimonio? -preguntó el chico con una ligera sonrisa, al ver que su amiga ya estaba algo más calmada.
- ¡Si!, Por dios, nuestros padres nos matarán -dijo la chica riendo, era hasta cierto punto gracioso, ¿Para que llorar?, ¿Para que hacerlo cuando un castigo muy severo vendría?.
- Parece que la situación te da mucha gracia -dijo el chico suspirando pesadamente.
- Bueno, ¿Ya que más puedo perder?, al menos saque todo lo que tenía que sacar -dijo la chica sonriendo.
- Creo que... Debí esperar -dijo Killua, es solo que el enojo circulando por sus venas hizo que dijera eso, además al ver cómo le gritaban a Hanako como si ella tuviera la culpa de que él no se enamorara de ella, era simplemente frustrante.
- Lo hecho, hecho está -dijo la chica, poco a poco se encontraban en la residencia Suzuki, por lo que no la chica solo esperaría su castigo y tal vez su madre la golpearía, dió un suspiro, odiaba su familia - Killua, gracias.
Killua miro sorprendida a Hanako, la chica le miraba con una sonrisa demasiado cálida, una como la que Alluka le daba cuando la cuidaba.
- ¿De que? -preguntó el chico.
- Por defenderme, por poner en su lugar al imbécil de mi hermano, por gritarle a mis padres -dio una pequeña risa al recordar los rostros de su familia - Porque de alguna forma hiciste que pudiera sacar todo lo que tenía dentro, gracias.
Después de aquello, el auto paro afuera de la gran casa.
- Killua, no se nos espera, lo que pasó hace unos momentos definirá algo en nuestra vida, solo espero que podamos afrontarlo, aún tienes a cierto moreno esperando a que te declares correctamente -dijo la chica sonriendo.
- Créeme lo lograremos -dijo el chico, con confianza ambos chicos se miraron para después el auto de Killua avanzará a su hogar, pensando en lo que le ocurriría una vez llegará a su hogar.
Su corazón latía desbocado, no sabía lo que sucedería, pero debía enfrentarlo. Pensó en esa sonrisa linda que le esperaba el lunes en la escuela y su corazón se calmo. Sea lo que sea que ocurriría Gon estaría a su lado.
Una vez afuera de las grandes puertas de su hogar, abrió la gran puerta, las luces principales estaban apagadas, mientras que las de la sala estaban prendidas. Al caminar un poco vio a su padre sentado en el gran sillón de color rojo.
- Ven aquí -dijo el hombre, con una voz severa. El chico camino hacia él, era extraño, no estaba Illumi ni su madre. Esperaba que su madre estuviera aquí para gritarle todo lo que no pudo en el restaurante.
- ¿Entiendes lo que hiciste? -preguntó con la ceja alzada - Rompiste el matrimonio con la hija de la empresa de los Suzuki, le gritaste al vicepresidente de la misma y además te llevaste a su hija sin su permiso. Esto tendrá consecuencias Killua, consecuencias que debes afrontar, mientras no estabas, pensaba en un buen castigo -todo lo decía con una voz calmada mientras sostenía un vaso de whisky en una de las manos, con los pies cruzados mirando directamente a su hijo, que a pesar de la figura imponente de su padre, no bajo la mirada y lo veía atentamente, esperando ese castigo - Pero, me di cuenta que lo mejor para ti, el futuro heredero de la empresa Zoldyck, lo mejor es que te fueras al extranjero.
- ¿Qué? -esto no lo esperaba y tampoco lo quería. Sinceramente no esperaba ese castigo, había pensando en muchos más. ¿Pero irse?, ¿Al extranjero?.
- Lo que oíste, tal vez nuevos aires te hagan comprender tu responsabilidad en la familia, además así podrás reflexionar sobre tus actitudes y cuando regreses tu matrimonio con la señorita Hanako estará completado, será algo bueno -dijo el hombre con una sonrisa al ver el semblante de Killua.
- No me puedo ir -dijo el chico en un hilo de voz, que pudo ser escuchado por su padre.
- Claro que puedes y lo harás, esas amistades que tienes dentro de esa escuela están mal -dijo el hombre tomando del vaso - ¿Acaso crees que no me entero de tus salidas?, ¿De quiénes son tus amigos?.
No, no, no podía irse. No podía irse porque aún tenía que estar con Gon.
- Terminarás tu segundo año, el tercero lo pasarás allá junto la universidad y todo lo demás -dijo el hombre levantándose del sofá y caminando a su lado, sostuvo su hombro - Ya sabes que hacer con ese chiquillo, es mejor para él no sufrir por alguien que no le pertenece, ¿Entiendes Killua?.
Con esas últimas palabras salió de la habitación y las lágrimas contenidas se separaron. ¿Ellos sabían sobre Gon?, ¿Cómo mierda sabían de él?, ¿Acaso lo vigilaban sin siquiera saberlo?.
Si lo sabían porque nunca hablaron de ello, lo tuvieron tan escondido, era una estupidez, si lo hubieran sabido desde antes, lo hubieran detenido antes de cualquier otra cosa.
¿Que mierda haría ahora?.
¿Que haría con Gon?.
Día del festival.
Todos los alumnos estaban de un lado a otro, divirtiéndose de aquel bien momento. La clase de Gon estaba siendo bastante reconocida por lo buenos postres y bebidas, además de que iban a ver ciertos chicos y chicas.
- ¡Gon luces en verdad lindo! -dijo una chica de alguna otra clase.
- Gracias -sonrió de forma tierna, los cumplidos eran algo que ya había escuchado desde la mañana, era vergonzosos y aún así ciegamente y estúpidamente esperaba uno de una persona en particular.
Esta última semana ni siquiera fue buena, había sido igual a las demás dolorosa y anhelando tan siquiera una mirada de ese idiota albino.
Solo se estaba lastimando así mismo y odiaba en serio que odiaba este sentimiento, sonreía, pero por dentro estaba todo mal.
Con el paso del tiempo los alumnos iban y venían. La ventas estaban muy bien y también podía escuchar que la clase de Killua también estaba bastante divertida.
Llegando a las 3 de la tarde, pudo tener su merecido descanso, estaba caminando por los pasillos cuando chico con una melena café.
- ¡Hanako! -exclamo sorprendido, viendo a la chica enfrente de él que le miraba con una linda sonrisa.
- ¿Cómo estás Gon? -preguntó la chica con una sonrisa viéndolo de abajo a arriba - ¡Wow!, ¡Te ves demasiado bien!.
- Tu te ves muy linda también -dijo con una sonrisa.
- ¿Dónde está Killua?, creí que estaría contigo -dijo la chica mirando hacia alado del chico, con los brazos en su espalda.
- Oh, él, debe estar en su clase -dijo el chico con una sonrisa fingida, el escuchar su nombre le hacía doler.
- Bueno, en todo caso venía a verte a ti y a los demás -dijo la chica sonriendo que se ponía a su lado - ¿Caminamos?.
- Claro, ¿Para que me buscabas? -dijo el moreno sonriendo, mientras empezaban a caminar, pensaba llevarla a las canchas, para tener una mejor plática.
- Para despedirme -dijo la chica con una sonrisa leve.
- ¿Despedirte? -preguntó Gon curioso.
- Si, me iré en tres meses, al extranjero; ustedes fueron los únicos amigos que tuve así que decidí despedirme -dijo la chica.
- ¿Por qué te irás? -preguntó el azabache sorprendido.
- ¿No lo sabes?, ¿Killua no te lo dijo?, Él también se irá -dijo la chica mirando desconcertada al moreno.
Gon se quedó en shock, "¿Killua se irá?, ¿Por qué? " Pensó, bueno tampoco es que él le hubiera dicho, ya no eran nada, ni siquiera amigos.
- No lo sabía, es decir ya no hablamos como antes -dijo Gon, ya había llegado a aquel lugar, se sentaron abajo del árbol donde solía sentarse con Killua.
- Su escuela es muy linda -dijo la chica - ¿Por qué ya no hablas con Killua?.
- Bueno... Paso algo y bueno -el chico buscaba una excusa congruente, en realidad todo esto le dolía. Él se iría y ni siquiera le habría dicho, simplemente un día desaparecería.
- Dime que no hizo una idiotez -dijo la chica mirando el semblante triste de Gon, a pesar de que no se habían podido ver mucho tiempo después de conocerse tuvo bastante contacto con él, con Kurapika, con Bisky, con Leorio.
- ¿Una idiotez? -preguntó el chico.
- Si fue eso, ese idiota, ¿De verdad no sabes que sucedió? -preguntó la castaña.
- No -nego el moreno.
- Killua se irá, terminado el ciclo escolar. Fue una decisión de sus padres -dijo la chica recordando la llamada que recibió esa misma noche en la que a ella le dijeron que se iría a un internado en Londres.
- ¿Por qué? -preguntó el azabache.
- Fue... Una tontería, ambos nos enojamos con nuestros padres y en una cena comenzamos a hablar de más, al punto de que Killua anuncio el rompimiento de nuestro matrimonio, obvio nuestros padres no lo tomaron bien y... Bueno a mí me mandarán a un internado a Londres y él se irá a Estados Unidos -dijo la chica viendo que el semblante de Gon se hacía más triste cada vez.
- Por eso lo hizo -susurro, por eso le había dicho esas mierdas o al menos quería creer que fue por ello, porque si no, se sentiría aún peor.
- ¿Gon, que pasa? -preguntó la chica asustada.
- Ese idiota, dijo que era solo un amigo, que fui un capricho, dijo que... Jamás hubo algo entre nosotros -dijo el moreno con las lágrimas en los ojos, ese tonto - ¿Se portó así solo porque no pudo decir la verdad?
Era aún peor. Killua no le había tenido confianza en decirle y a consecuencia de eso le dijo cosas hirientes, él hubiera buscado una posibilidad para ayudarlo, porque aunque no eran nada, seguían siendo amigos. ¿Por qué mierda no le había dicho?, él tampoco se hubiera rendido con Killua si se iba.
Simplemente ahora era un idiota, un idiota que ni siquiera le pidió una maldita opinión y decidió en su lugar.
Lo alejo de la forma más dura y... Se iría así como así. No, no, el necesitaba respuestas de la boca de Killua.
- Hanako, los demás deben estar en mi salón -dijo el chico.
- Espera Gon -dijo la chica levantándose - ¿A dónde vas?.
- A buscar a ese cobarde -dijo el moreno con el ceño fruncido, Killua no se iría así como así. Necesitaba una explicación, una sincera.
Tal vez era verdad que jamás lo vio con una pareja, que solo fue un reto personal o estaba confundido pero si existía la otra posibilidad necesitaba escucharla.
Necesitaba escuchar que...
No fue un bonito pasatiempo, que de verdad hubo cariño. Ya sea amor o solo cariño por un buen amigo.
Y si estaba la otra posibilidad de que jamás sintió amor y solo estaba confundido entonces quería saber porque siguió con ese juego estúpido para ilusionarlo. Por mucho que le doliera saber la respuesta la necesitaba.
No sé rendiría. Además que cobarde escapaba de esa forma de sus sentimientos. Gon no se lo permitiría.
Y ese tonto le explicaría todo.
Hola xd.
¿Les gustó el capítulo? xd.
Por cierto, ¿Les gusta los omegaverse?, Pregunta seria.
Espero que se encuentren muy bien, cuidense mucho.
Nos leemos en la siguiente actualización 💖.
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