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ᎡᏆᎪΝᏆᎷᎪᎡᎬ

"Rusia... Por favor...

¡¡Ayuda!!

¡No siento mis cuerpo!

¿¡Qué debo hacer?!

¿¡Donde quedó mi alma!?

Ya no esta en tus manos. Ahora divaga sobre el infierno, convirtiéndose en agonía para mi ser.

Ahora las palpitaciones de mi corazón son solo algo del pasado, ahora mis pulmones aspiran aire color gris.

Sobre mis manos aún sigue tu amor color rojo vivo, dejandose morir por mi culpa. Lo se... Soy una mierda. No te merezco simplemente. Y por esto quiero decirte adiós.

Pero al parecer me he vuelto esclavo de la culpa y el remordimiento de hacerte sufrir, creeme que hago el mejor intento en no dejar de respirar. Ahora sólo soy una simple carga para tu ocupada vida.

Es increíble como mis lágrimas extrañan ser secadas por tus dedos, ellas literalmente no dejan de salir, en cualquier momento salen con rebeldía alguna. Irónico... Ya ni puedo controlar mi cuerpo.

Las grietas cada vez se hacen más grandes, dejando espacio para que salga líquido de un triste color negro.

Quiero ser feliz, pero todo es como un imán, no me deja sonreír.

Ni mis Estados.

Ni mis hermanos.

Ni mis amigos.

Nada... Al parecer algún día tendré que decir adiós. Todo tiene su fin y debemos aceptarlo, pero por ahora... Seguiré a tu lado. Mimandote y amandote como nadie más puede hacerlo.

Solo pido una cosa.

No llores en mi funeral."

Aquella carta no fue enviada, como muchas que Venezuela intento escribir.

Pobre de el. Estaba aferrado al dolor y ni se daba cuenta.

Solo intenta hacer feliz a los demás.

"¡No puedo decir adiós!

¿¡Por qué haces esto tan difícil!?..."

De nuevo, arrugada y tirada sin cuidado al bote de basura de su oficina.

El estrés lo estaba matando.

Sentía como otra vez esas "lágrimas rebeldes" Salían sin puror. Su pulso aumentó a niveles inacazables. El chico tricolor empezó a derramar sangre por la boca y sus ojos se oscurecierón a tal punto de quedar ciego.

Sintió como una de la grietas se abría brutalmente, no aguantaba el dolor. Gritos llenos de tristeza se escucharon por la habitación.

Antes de morir, debía escribir lo último que sentía para no preocupar a nadie.

Como pudo, tomó el lápiz y escribió...

"Estoy chevere marico:)"

Últimos suspiros de vida. La última pulsación. La última sonrisa en aquella cara tan alegre.

-Adiós...

Ahora un cuerpo en el suelo se encontraba.

La Virgen María no pudo hacer más nada que llorar. "¡Ten piedad en el hijo mío!" Sus plegarias no fueron escuchadas, solo ignoradas como la muerte del mejor amigo de Dios.

El vino en la Copa derramó su oscuro color sobre el papel, arruinando un poco la contextura de este.

Una mala suerte para Venezuela.

El padre de la iglesia dice "¡Aleyuya! Dios a recarnado en vuestras almas mis hijos. Jesús es la solución de nuestro dolor"

Las rosas celebran que el girasol más valiente esta caído. Como si de una guerra se tratase. Ellas se mueven con una notable alegría en sus rostros, triunfaron. Con maldad en su interior.

Los corazones negros triunfan en la jugada opacando a las estrellas color rojo.

Bendito sea el futuro para Venezuela.

Amén.














🍀🍀🍀

Esto no acaba aquí.

Mantengan la calma.

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