O8
Tecleó con rapidez, aprovechando cada segundo que tenía. Una vez que encontró lo que buscaba, se levantó del escritorio y dejó que el chico a su lado se sentara.
Cuando el chico leyó la información, comenzó a escribirla en la libreta que tenía a su lado, enfatizando cada detalle, cada pequeño detalle que pareciera no importante, anotó todo lo que sus ojos leyeron.
No podían desperdiciar el tiempo, se estaban arriesgando mucho con lo que hacían y ninguno pensaba tener que soportar el castigo.
—¿Algo que no esté anotado aquí?
—Solo datos pequeños.
—Habla, todo es importante.
—Oculta muchísima información y sus sentimientos, odia que lo molesten con Taehyung, le gusta salir de fiesta y no se mete en peleas callejeras.
—¿Como consigues hacerlos hablar?
—Hay métodos no muy morales o aceptados por la sociedad —explicó. —A veces es mejor la ignorancia.
Namjoon prefirió no preguntar más.
Siguió anotando la información en su libreta, lo más rápido que se le hacía posible.
—Por cierto, ¿planean hacer algo luego? Como robar algún banco o tratar de matar a sangre fría a Jungkook.
—No, solo entrega de drogas y armas. ¿Te apuntas a la fiesta? —preguntó, dejando de escribir para poder observarla.
—No, gracias, llámenme cuando haya sangre de por medio.
Seulgi sonrió a la vez que tomaba su teléfono, comenzando a revisar unos correos.
Cuando Namjoon obtuvo toda la información que necesitaba, se levantó del escritorio y Seulgi volvió a tomar su lugar, volviendo a ocultar toda la información que tenía.
—Me debo ir, iré a juntar la información. Yo diría que pronto podremos comenzar a planear como atacaremos a Jungkook y sus tontos perdidos. Te mantendré informada, espero que tú hagas lo mismo.
—Claro, siempre te mantengo informado. Ahora ve e intenta que los chicos no se metan en problemas.
Cuando Namjoon cerró la puerta, Seulgi se dio la libertad de suspirar, y de sacar de uno de sus cajones una carpeta, que contenía un poco de información.
Sacó el contenido de la carpeta, y comenzó a comparar ambos informes, como si intentara encontrar la conexión invisible entre ambos.
Algo no encajaba en esta historia, había una pieza del puzzle que estaba escondida, y ella terminaría por encontrarla, aunque se demorara una eternidad en hacerlo.
La posibilidad de que algo estuviera mal registrado en sus informes rondaba en su mente, sino no se explicaba aquella extraña situación. Se sentía como si estuviera comparando un perro con un gato.
Alguno de los dos le escondía información, y ella no podía permitir eso.
Jungkook llegó a la casa, con bastante curiosidad. Su madre lo había llamado para avisarle que un viejo amigo lo buscaba, y estaba en casa junto a ella, así que se vistió y salió de su casa lo más rápido que pudo.
Tocó el timbre, y esperó con ansias a que su madre saliera a recibirlo, como siempre hacía.
—Ven, pasa —su madre lo miraba con una sonrisa, mientras abría la puerta.
Cuando Jungkook entró, y sus ojos divisaron a aquella persona, no supo como reaccionar.
Taehyung estaba a unos metros, jugando con Minsu mientras sonreía, cuando lo volteó a ver, aquella sonrisa se hizo más grande, dejando en claro la maldad oculta frente a él.
El pequeño corrió a los brazos de su hermano, y Jungkook no se demoró en levantarlo, como tratando de protegerlo de Taehyung y toda la maldad que lo rodeaba, pintando de negro su aura.
—Jungkook, tanto tiempo sin vernos —Taehyung se acercaba lentamente mientras hablaba. —¿No abrazarás a tu viejo amigo?
El menor no tenía opción, si actuaba de mala manera o muy sospechoso, su madre se daría cuenta y lo interrogaría por mucho tiempo, o se alteraría y se formaría un caos.
Bajó a Minsu, y fingió una sonrisa mientras se acercaba a Taehyung y lo abrazaba, sintiendo tantas cosas a la vez.
El mínimo tacto de su piel contra la de Taehyung fue experimentar una sensación tan extraña, como si su piel ardiera en necesidad, el sentir los brazos de Taehyung rodearle de esa manera lo hacía sentir extrañamente cómodo, como si de verdad ambos fueran amigos y no un par de enemigos que buscan la manera de matarse mutuamente. La situación en sí era demasiado extraña para él, ¿cómo Taehyung había conseguido la dirección de la casa de su madre?
Ahora tenía miedo, su familia estaba en peligro, y eso era algo que él llevaba muchos años intentando que no ocurriera.
Taehyung lo mantenía con fuerza entre sus brazos, como si no lo quisiera soltar, y Jungkook intentaba no mostrar lo asustado que estaba, porque Taehyung había encontrado lo más preciado que tenía, y eso lo dejaba en vulnerabilidad.
Cuando Taehyung lo soltó, sus pies volvieron a la tierra. Siguió sonriendo y se alejó también.
—Bueno, los dejamos solos, nosotros iremos a jugar al jardín —la madre de Jungkook tomó la mano de Minsu y salieron de la casa, dejando a ambos solos.
Cuando la puerta se cerró, la sonrisa se difuminó del rostro de Jungkook, mostrando su molestia.
—¿Qué mierda haces en mi casa?,¿cómo la encontraste? —preguntó, mirando al mayor de manera acusatoria. —Mira, maldito, si llegas a lastimar mínimamente a mi familia te juro que te mataré con mis propias manos y te haré sufrir un infierno.
—Mi intención no es dañarlos, puedes quedarte tranquilo. Solo quería darte una pequeña visita —Taehyung le sonrió de manera malvada. —¿Asustado, pequeño?
Jungkook estaba en silencio, de piedra, solamente observándolo.
—Oye, yo tengo una regla —explicó —: Ninguno de Cypher mata a gente inocente, y tu madre junto a Minsu son inocentes, así que nosotros no los dañaremos.
—No confío en ti, Taehyung.
—Oh, ¿ya no? —hizo un puchero fingido. —Como sea, tú confianza tampoco me interesa mucho la verdad. Eres mi enemigo, soy tu enemigo, ¿por qué deberías confiar en mi?
Jungkook no dijo nada.
—Las cosas no son como cuando teníamos cinco años, Jungkook. No podemos tomarnos de la mano y reír, ahora tenemos preocupaciones. Somos adultos con problemas que llevar, cosas que solucionar, gente que matar.
Taehyung volvió a sentarse en el sofá.
—Solo venía a mostrarte que yo lo sé todo, y lo controlo todo. No hay nada que Kim Taehyung no pueda hacer.
—Eres un maldito desgraciado, ¿por qué con mi familia? Sabes que es lo único que tengo.
—Por eso mismo, porque como son lo único que tienes te preocupas de que estén a salvo de tus enemigos, o de mí —se encogió de hombros. —Esta era la única manera de poder hablar contigo frente a frente, porque no existen más opciones.
—¿Qué quieres de mi? —preguntó —, ¿matarme aquí, y que mi hermano lo vea? o quieres asustarme y hacerme temerte.
—Quiero matarte, lo antes posible. Porque obviamente te mataré.
—Eso vamos a verlo —Jungkook se acercó —, ¿conoces la fábrica de dulces abandonada?
—¿Donde mataron a todas esas personas?, sí, la conozco muy bien. Y tú sabes el porqué.
—Bien, te veré ahí, en doce meses más. Será la última pelea que tendremos —Jungkook comenzó a hablar —, nos enfrentaremos ahí, y uno de los dos ganará. Si seguimos con estas mini peleas no terminaremos nunca, y yo quiero terminar contigo. ¿Aceptas el trato?
Taehyung no lo pensó mucho, la respuesta era demasiado obvia
—Acepto, idiota.
Ambos se dieron la mano, cerrando la promesa.
—En doce meses más tu sangre correrá por mis zapatos.
—En doce meses más tu cabeza estará bajo mi pies.
Doce meses.
¿Que tantas cosas podrían pasar en ese tiempo?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top