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Aquella tranquila tarde en dónde accedió a pasar el día en el hogar de Harrison, habían dicho que estarían un estadía juntos por meras razones de "Potenciar su creatividad juntos"  en parte así fue, no había una mentira absoluta al respecto y por ello aprovecharon el momento para escribir varias canciones y pasar el rato como normalmente solían hacerlo.

Se estaba dando una ducha caliente para poder relajar sus músculos lo mejor posible dejando que el agua recorriera su pálido cuerpo desnudo mirando fijamente a la nada, en realidad miraba las baldosas que tenía enfrente suyo, el cálido vapor inundó la habitación completa nublando su visión sintiendo su pecho levemente oprimido al respecto, no lo sabía, tantas cosas cruzaban su mente que le atemorizaba, le daba tanto miedo el que su mente quedara en blanco, que por su mente pasara ese espantoso momento.

──¡Bob!.── Escuchó exclamar aquel británico cuando él mismo sentía que todo perdía sentido y su mundo se volvía negro, un dolor agudo en su pecho se hizo presente y luego todo fue oscuridad, todo se apagó.

Sacudió su cabeza varias veces sintiendo como sus rizos se pegaban a su frente extendiendo su mano hacia la mampara para abrirla y que aquel vapor concentrado saliera de ahí para no sentirse tan asfixiado ante el calor del lugar. Suspiró ciertamente frustrado mientras tallaba su cuerpo para quitarse todo rastro de suciedad de su cuerpo.

Mientras tanto pensaba en su actitud con George, no era su intención tratarlo mal o llegar a ser despectivo con él, lo quería y lo admiraba también, era comprensivo y lo respetaba mucho, era capaz de otorgarle algo de tranquilidad a su mente aunque sea por unos cuantos minutos, George podía pasar horas y horas hablando respecto a la vida o de sus amadas plantas como si fueran sus hijas, era realmente entretenido verle hablar con ellas como si fueran a responderle.

Podían quedarse sentados viendo como el agua recorría aquel jardín, la verdad es que las remodelaciones que había hecho en aquel lugar eran realmente increíbles, no perdía el tiempo en lo absoluto mientras que él... Si hablamos de su habitación parecía seguir siendo la habitación de un adolescente que no levanta su desorden.

──Hey... Tengo aquí tu toalla.── Habló George llamando la atención del estadounidense el cual se giró y trató de ubicarlo entre aquel vapor. ──Ésto parece un sauna.──

──¿Cuándo te pedí una toalla, hombre?.──  Preguntó Bob ciertamente confundido porque en realidad no le había pedido que le trajera dicho objeto.

──Pensé que la podrías llegar a necesitar.── Ronroneó teniendo una pequeña sonrisa reluciendo aquellos colmillos aún sabiendo que no se vería nada por el vapor acumulado.

──Si que eres un descarado, no tienes remedio.── Se acercó al otro tomando aquella toalla y se la empujó contra su pecho. ──Solo querías verme desnudo.──

──¿Acaso hay algo de malo en querer verte así?.── Se defendió con un falso toque de inocencia en sus palabras y retrocedió un paso hacia atrás.

──Tristemente me he dado cuenta que he sido un completo bravucón y estúpido contigo.── Confesó volviendo a quedar debajo del agua para quitarse el jabón de su cuerpo. ──¿Vas a entrar? ¿O esperas que te mande un fax?.──

Ante aquella invitación que claramente el británico estaba esperando con ansias que saliera de los labios del estadounidense, arrojó la toalla cerca del cesto de ropa y no tardó mucho en despojarse de su ropa para ir hacerle compañía aquel hombre debajo de la regadera para calmar y aliviar su enfermo corazón.

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