O6
—Tu cara de enamoramiento va a hacerme vomitar como sigas así, YoonGi —refunfuñó Taehyung bebiendo de su cerveza mientras veía a su amigo escribir en su móvil casi desprendiendo corazones por sus poros. Hacía años que no veía a su amigo así de embelesado y le daba cierta extrañesa.
—Eso lo dices porque no conoces a Minnie —se quejó sacándole la lengua con el ceño fruncido, pero su gesto volvió a una sonrisa enamorada en cuanto recibió otro mensaje —. Es definitivamente encantador.
—Siento que vomitaré en cualquier momento —murmuró Taehyung desde su sillón, pero YoonGi lo escuchó desde su sitio y alcanzó a darle un zape en la nuca —. ¿Y eso a qué viene?
—A que mucho te quejas de mí cuando tú eres el primer encandilado, maldito hipócrita —lo regañó sin despegar sus ojos del teléfono, esta vez más serio, por lo que TaeHyung supuso que ya no hablaba con su enamorado —. Ojalá pudiera tomarme descansos yo también. ¿Cuándo volverás a grabar? —le preguntó cambiando de tema mientras hablaba con su manager, el cual le organizaba los encargos y contratos.
—Me pasaron un guión hace poco, pero... Sinceramente, Sharknado era una obra de arte comparada con esta —YoonGi simuló una arcada con diversión al escuchar el nombre de aquel film para después beber de su cerveza. Sabía que su amigo era muy exigente con los trabajos a los que se iba a comprometer, pues si actuaba en una mala película su carrera se podía ir fácilmente al garete —. Ayer recibí una llamada y tal vez me pasaban otro guión, pero de momento solo tengo programadas dos entrevistas.
—Aprovecha tu suerte —resopló YoonGi mirando la pantalla de su móvil con un puchero en sus labios —, la mía no es tan buena. Ya están organizando la gala de los Oscars, y quieren que les escriba una obra para la abertura del evento. ¡Y me lo dicen ahora, cuando estamos a apenas tres meses! ¿Acaso esos ineptos no saben que hacen falta ensayos? ¿Buscar buenos músicos? ¡¿Escribir la maldita obra?! —resopló el moreno con el ceño fruncido debido al enfado; disfrutaba de su trabajo, pero cuando no lo esclavizaban y lo tomaban en serio —. Debería volver a escribir canciones para Rihanna.
—No, no quieres eso —le dijo antes de que ambos estallaran en risas al recordar aquella época. YoonGi había renunciado a cualquier ética por la carencia de números en su cartera bancaria, y TaeHyung aún disfrutaba rememorarlo —. ¿Debo recordarte tus palabras? «No escribiré música sin trasfondo que solo apreciarán adolescentes hormonales.» —recitó con voz grave y el ceño fruncido, imitando a su amigo, el cual le golpeó el brazo con diversión.
—Maldito bastardo —lo insultó con una sonrisa aún en sus labios; hacía mucho que no compartía algo de tiempo con su mejor amigo, ya que recientemente había terminado su último trabajo. Por eso, se sorprendió por verlo tan animado diciéndole que había conocido a alguien. ¿Cuánto se había perdido en todo ese tiempo? —. Vamos, sé lo que estás deseando —TaeHyung lo miró interrogante sin saber a qué se refería, a lo que YoonGi apartó su móvil definitivamente de la conversación para prestar atención a su amigo —. Háblame de él.
—¿De Jungkook?
—¡Sólo me has dicho que has conocido a alguien! ¿Me ves con cara de adivino? ¡Yo qué sé quién carajo es Jungkook! —exclamó YoonGi mirando a su amigo como si fuera imbécil —. Estar enamorado te ha hecho mucho daño a ese cerebro chatarra que tienes.
—Mira quién vino a hablarme, el viejo cascarrabias —se burló TaeHyung, sacándole la lengua —. Sí, se llama Jungkook, y no te lo voy a presentar porque eres un imbécil de mierda y seguro que lo ahuyentas.
—Seguro que ese tal Jungkook no es tan bueno como JiMin; podría apostar que está igual de loco que tú —dijo de forma socarrona Yoongi.
—Seguro que JiMin está igual de salido que tú, eres un calenturiento —le respondió TaeHyung, lanzándole una mirada fulminante a YoonGi, para comenzar una guerra de miradas.
—Seguro que Jungkook es superdotado y sale contigo para reafirmar su inteligencia —TaeHyung ahogó una risa ante el insulto de YoonGi y le siguió el juego.
—JiMin seguramente sea un adonis y sale contigo por pena —ambos siguieron aquella batalla de miradas hasta que estallaron en una carcajada.
—Ya no recordaba que siempre acabo comportándome como un niño cuando hablo contigo —TaeHyung realmente había extrañado a su amigo en demasía, ya que había estado dando clases magistrales por los conservatorios más importantes de EEUU. Eso había propiciado que su comunicación se limitara a la mensajería instantánea, pero apenas habían logrado mantener cuatro frases cada semana.
—Bueno, seguramente influya el hecho de que eres un niño.
—¡Respetame un poco, desagradecido! —le medio regañó a YoonGi, pues conocía a su amigo y sabía que jamás cambiaría su forma de ser descarada.
Su amistad se había forjado entre famosos, comenzando como una simple relación ante las cámaras para que la prensa no creara absurdos bulos. Sin embargo, las semanas les enseñaron que tenían mucho más en común de lo que esperaban, sobretodo el ser reacios a aquel festival que se llevaba la prensa rosa. Odiaban el famoseo y todo lo relacionado con ello, por eso mismo se hicieron tan íntimos, respaldándose. Taehyung, YoonGi y HoSeok se habían vuelto inseparables, y siempre que coincidían en algún evento estaban juntos, sin socializar en demasía con otras personas a no ser que fuera estrictamente necesario.
Para la prensa, aquel trío de amigos era el foco de atención, pues no eran capaces de sacar ningún chisme con ellos de protagonistas. Para el público, TaeHyung era un enamorado de su trabajo, YoonGi un hombre demasiado ocupado como para mantener una relación sentimental y HoSeok simplemente prefería bailar. Sin embargo, de puertas para dentro, eran bien distintos. Taehyung amaba coquetear con chicos, YoonGi disfrutaba con las conquistas de Tinder (aunque últimamente JiMin fuera su amante preferido) y HoSeok se divertía con el actor cuando ambos estaban demasiado ocupados para buscar un amante (además, era más seguro si sólo ellos dos mantenían sexo). Los tres amigos se divertían a sus anchas creándose coartadas y cubriéndose las espaldas unos a otros de manera astuta.
—Sigo sin saber cómo aún no te descubrieron con JiMin —confesó TaeHyung a su amigo, percatándose de que quedaba poco de su cerveza y levantándose para ir a la nevera —. ¿Quieres otra? —YoonGi le hizo un gesto con la mano denegando la oferta y sonrió ante la primera pregunta.
—Es sencillo —se encogió de hombros con simpleza —, según mi horario colgado en mi página web, debería estar en Japón por motivos familiares. Por eso, nadie me vio en el aeropuerto, y cómo era un vuelo low cost nadie esperaba que bajara de allí —contó el pequeño con una sonrisa orgullosa cruzándose de brazos. Taehyung, que escuchaba desde la cocina, soltó una carcajada y comenzó a aplaudir.
—¡Sin duda me fascinas, YoonGi! —alabó entre risas el moreno, y el nombrado resopló desde el salón —. ¿Qué pasa?
—Había olvidado que hoy tenía una cita con JiMin... —miró con ojos culpables a TaeHyung, que estaba entrando de nuevo en el salón —. Le diré que quedemos más tarde, a él lo puedo ver siempre pero tú eres más escurridizo que HoSeokie.
—Una lástima que no esté en Seúl... Creo que sigue en su gira. ¿Hace cuánto no coincidimos los tres? ¿Un año? —le preguntó dejando una cerveza en la mesa y sentándose de nuevo en el sillón.
—Más o menos, por ahí va la cosa. Yo me lo encontré en Míchigan plantado en la puerta del conservatorio diciéndome «¡¿Vienes hasta los putos Estados Unidos y no informas a tu amigo?! Tú, Min YoonGi, das asco.» y luego me abrazó y me pegó en la cabeza —contó con una sonrisa mientras ponía el móvil en su oreja; TaeHyung soltó una carcajada al escuchar la anécdota de su amigo, sabiendo que HoSeok era un verdadero caso perdido. A decir verdad, aquellos tres amigos lo eran.
—Hola, Minnie, bonito. Escucha, ¿te importa si quedamos por la noche? Recién volví a quedar con mi mejor amigo y... —se escuchó una voz desde el auricular y YoonGi sonrió mientras se sonrojaba —. V–vale, Minnie, nos vemos en tu casa entonces. Adiós, pequeño, ¡y gracias! —TaeHyung observó con diversión las reacciones de YoonGi y como, tras colgar, se mantenía observando la pantalla del móvil con anhelo.
—Min YoonGi se ha enamorado —canturreó el menor reteniendo una risa en sus labios. El nombrado le golpeó en el brazo, pero su patente sonrojo evidenciaba el hecho —. ¿Cuánto llevas conociéndolo?
—Cuatro meses y ocho días.
—Con tanta exactitud parece que has contado y todo, hombre —dijo TaeHyung con diversión antes de reír, pero la mirada vergonzosa de YoonGi le hizo ver que iba en serio —. ¡Realmente lo has contado! ¡Min YoonGi, ¿dónde estás y quién veo ante mí?!
—¡No seas infantil! —le regañó pegándole de nuevo —. ¡Ya tengo una edad, ¿vale?! Y el rollo de Tinder comenzaba a cansarme —comenzó a explicar mientras apoyaba su cabeza en un reposabrazos y en el otro apoyaba sus rodillas —. No estoy hecho para sexo de una noche, Tae. Me cansé de toda esa mierda.
—Dios, hablas como un maldito viejo, me estás deprimiendo —YoonGi gruñó ante el comentario de TaeHyung, pero logró sacarle una sonrisa —. Si tú quieres eso, me parece genial. Pero, ¿y JiMin?
—Creo que le pediré una relación abierta —dijo después de pensarlo un rato —. Sé que él no estará cómodo en una relación cerrada, y no quiero agobiarle. Lo hablaré con él esta noche —dijo con decisión el menor, incorporándose y mirando con decisión a TaeHyung.
—¡Eso es, hombre! —sonrió el menor, feliz de ver a su amigo tan sonriente. Lo había echado bastante en falta, y verlo tan seguro de sí mismo hacía que un sentimiento de calidez se instalara en su pecho: estaba orgulloso de su pequeño amigo.
—¿Y tú? ¿Qué harás con Jungkook? —le preguntó mientras se tumbaba colocando las piernas contra el respaldo, como si fuera un niño pequeño.
—Es muy pronto para decidir... De momento, me gusta jugar con él y coquetearle —admitió con una sonrisa pícara, llevando la bebida a sus labios. YoonGi resopló con diversión.
—Amigo, a ti te encanta coquetear con todo el mundo —TaeHyung le dio la razón con un gesto y el mayor rió —. No tienes remedio, maldito.
Ambos continuaron su velada durante horas, en las que lograron ponerse al día de todo lo que había ocurrido. YoonGi contó su experiencia en Estados Unidos y cómo la había disfrutado como un auténtico niño; TaeHyung ya había estado allí en varios de sus rodajes, así que pudieron compartir puntos de vista muy distintos. Taehyung por su lado, le habló de su nueva vida con el hiatus, y cómo ahora tenía mucho tiempo para ocupar en sí mismo, lo cual le daba pie a la introspección y a miles de preguntas que nunca antes se había hecho. Los dos amigos intercambiaron ideas acerca de temas muy diferentes hasta que la noche cayó, y YoonGi se vio obligado a marcharse por su cita.
—Dentro de unos días vendré a joder de nuevo aquí, ya lo sabes —le informó mientras observaba su móvil —. Yo no tengo tiempo ahora, pero como Señor hiatus no tiene nada que hacer, llama a HoSeokie y pregúntale cuando estará en Seúl y así traeré su maldito trasero hasta aquí —TaeHyung no dijo nada a sabiendas de que tampoco tenía oportunidad de rebatirle.
—Está bien, mandón —le apodó con sorna mientras revolvía el cabello de YoonGi, y sintiéndose como un padre orgulloso, le dijo: —Buena suerte en tu cita, tigre. Cuéntame mañana.
—Sí, papá —le respondió antes de fundirse en un abrazo con su amigo, el cual TaeHyung correspondió con alegría —. Te eché de menos, pequeño.
—Yo a ti también, hyung —dijo acariciando suavemente el cabello de YoonGi. A veces, en aquellos días desocupados, se preguntaba cómo había aguantado tanto tiempo sólo. Tener tanto tiempo libre le daba pie a extrañar a sus dos amigos en demasía. Hacía mucho tiempo que apenas sabía de su familia de sangre, pero tampoco tenía intenciones de saber de ellos; en aquel momento sólo le importaban sus dos amigos —. Va, vete o harás enfadar a ese pequeño torbellino.
—Adiós, Tae, ¡hablamos mañana! —se despidió saliendo de la casa del mayor con una alegre sonrisa.
En cuanto la puerta de entrada se cerró TaeHyung se quedó en su sitio, escuchando como el ascensor bajaba a YoonGi hacia la planta baja, y suspiró cuando todo se quedó en silencio. Aquellas últimas semanas la ausencia de sonido le hacía sentirse malditamente incómodo, acostumbrado a que en su vida todo fuera un barullo de voces y flashes disparándose.
Se resignó diciéndose que aquello duraría hasta que tuviera un nuevo papel, y se dirigió al salón para recoger los botellines de cerveza que habían dejado él y YoonGi. Junto a ellos observó su teléfono móvil, el cual vibró, recibiendo un mensaje.
【Jungkookie:
Hey... Quería darte las gracias (al fin encontré mi cargador).
Mi trabajo salió decente gracias a ti, seamos sinceros.
Así que, eso. Gracias. Adiós.】
TaeHyung sonrió al ver como Jungkook parecía reacio a entablar una conversación con él, pero al mismo tiempo había dejado su orgullo a un lado para agradecerle. Le pareció malditamente adorable, y podía imaginarlo refunfuñando contra sí mismo escribiendo el mensaje.
〚Kim SexyTae:
¡No hace falta que me des las gracias, precioso! Lo hice encantado ;)
Pero, podrías darme algo a cambio, ¿no?
¿Qué te parece una cita?〛
【Jungkookie:
Realmente no me dejaras en paz si no acepto, ¿verdad?】
〚Kim SexyTae:
Nope.〛
【Jungkookie:
Está bien, ¡pero sólo porque te la debo!】
〚Kim SexyTae:
¡Genial! ¿Estás libre mañana? Conozco un sitio perfecto que me encantaría que vieras conmigo.〛
【Jungkookie:
Lo siento, hyung, mañana trabajo, es el día previo a Nochebuena y acabaremos tarde.】
〚Kim SexyTae:
No me importa, esperaré lo que necesites.〛
【Jungkookie:
Está bien... ¡Pero luego no digas que fue mi culpa!
Terminaremos seguramente sobre las 22:30.】
〚Kim SexyTae:
¿Te parece si, cuando vayas a terminar, me llamas y te recojo?〛
【Jungkookie:
No.】
〚Kim SexyTae:
Oh, está bien, supongo.〛
【Jungkookie:
Imbécil, déjame terminar de escribir.
Antes debo aparcar la moto en mi casa. Recógeme allí.】
〚Kim SexyTae:
¡Oh, vale, perfecto! ¿Te recojo a las 23?〛
【Jungkookie:
Sí, está bien. Nos vemos a esa hora.】
〚Kim SexyTae:
¡Genial! Nos vemos entonces mañana, precioso ;)〛
【Jungkookie:
¿Acaso no conoces otro apodo y otros emoticonos? Eres molesto】
〚Kim SexyTae:
Sí, pequeño, conozco más emoticonos ewe〛
【Jungkokie:
Me siento como si hablara con un adolescente.
Adiós, ten un buen día, debo trabajar.】
〚Kim SexyTae:
¡Que te vaya bien!❤️〛
TaeHyung se sintió extrañamente emocionado con aquella perspectiva de cita, y estaba más que satisfecho con haber podido recibir de Jungkook un "ten un buen día". De pronto se vio en un cuerpo años menor, en su primera cita con un hombre. Sí, recordó con añoranza, se había sentido exactamente así. Eso lo hizo sentir algo viejo, pero sacudió ese sentimiento de su mente. Sólo quería disfrutar de su cita sin pensar en nada más.
Estaba seguro de que aquel sitio le encantaría a Jungkook.
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