Un día post pandemia —aclaro de paso que hablo del Covid-19— fui quien comenzó a escribir esta historia como una experiencia nueva después de tanto confinamiento y otras cuestiones que tuvimos que padecer los humanos de este mundo.

Esta historia podría ser una crónica o una simple novela de romance con un pequeño destello poético como cualquier otra y por estas casualidades del destino, he comenzado a escribir sin un criterio literario, un día de lluvia y frío cualquiera, donde se fusionaron las tangentes que nunca antes se habían tocado y me encontré en un tiempo pasado escribiendo una historia que esta ambientada en la década de los noventa que podría ser leída e incluso admirada por algún lector indiscreto y buscavidas.

Para lograr esto, parto de un punto no arbitrario que tampoco es concreto, obviando cualquier tipo de relación intelectual con aquello que podría escribir, cayendo en la vorágine de los escritores amateurs.

Si me preguntás, te diré que es como describir a un sueño polifónico, indescifrable, estúpido y diverso. Es esto lo que encontrarás a continuación... si te quedas a leer puede que sea por pura inutilidad o por la pura diversión.

Entonces demos un giro en dirección opuesta a lo que la norma nos dice que hay que hacer. ¿Te atreves?