Búsqueda y nueva vida.


Pasaron 4 días en los que estuvimos en la casa, en el quinto día, partimos.

Salí con mi abrigo azul, unos pantalones negros, portando el cuchillo enorme tanto de mi abuelo como de mi padre, y la misma pistola como la varita de esa mortífaga.

Mathías también portaba una, ya que al parecer papá se equivocó con que solo era una, más al fondo había otra, que era una revolver en buen estado, con mucho polvo pero en buen estado. 

Una vez armados abandonamos nuestro hogar, directo a lo desconocido. Mathías se me adelantó, ya que yo me quedé un rato viendo el lugar... Para después yo volteara directo hacia lo que alguna vez fue y pudo haber sido mi hogar.

Zhang: adiós mamá, adiós papá.

Luego de eso, me fui sin voltear nuevamente atrás, ya tenía un propósito, mi hermano y yo ya teníamos un propósito claro... y era acabar con ese maldito y sus seguidores.

https://youtu.be/POhigiOQxPk

Volvimos a llegar al bosque, como era de día y se veía todo, ya no daba tanto miedo y no se veía tan tétrico como en aquella noche.

Zhang: vamos, solo así podremos llegar a algún lado.

Mathías: pe- pero sabes a donde vas?

Zhang: no lo sé... pero de eso se trata la aventura no crees?

Mathías: ¿?

Zhang: escucha, el que no arriesga no gana, andando, estaremos ahí en 5 o 6 días.

Mathías: pe- pero donde dormiremos?

Zhang: en el suelo.

Mathías: he... pero?

Zhang: en el suelo he dicho, punto final -Le dije seriamente para adentrarme en el bosque, el pequeño con miedo me siguió.


Caminamos por horas, y horas, sin rumbo fijo, así hasta caer el primer anochecer, mi padre de la otra vida también me enseñó algunas cosas de acampar, y como aún recordaba muchas de sus enseñanzas, hice una fogata, pero me demoré bastante.

Zhang: listo, ya puedes calentarte...

Mathías: a- al fin -Dijo temblando por el helado frío.

No obstante, eso solo duró unos minutos, porque la lluvia volvió a caer apagando todo el fuego por completo.

Zhang: maldición...

Mathías: hermano... quiero dormir en mi cama -Me respondió tristemente.

Zhang: no vamos a volver, entiende, mira, vamos a buscar una cueva, y alistamos los sacos de dormir ¿sí? vamos ya.

Caminamos bastante, pero logré mi cometido, encontrando una para dormir hasta tanto, por lo que solo había que rogar que no esté un oso o algún animal ahí.

Zhang: quédate en la entrada sí? volveré pronto?

Mathías: pe- pero a donde vas?

Zhang: no es obvio? a despejar el lugar ¿acaso quieres que te coman vivo mientras duermes? -él con miedo negó con la cabeza y se sentó en una esquina cercana a esperar mientras que yo me adentré a la cueva con mi pistola y mi varita.

Zhang: (vamos Zhang, lo haz visto en las películas y en persona por tus mismos padres, es un hechizo simple que te ayudará, así que... sin miedo) ¡Lumus! -Dije agitando mi varita y una luz azul salió de esta alumbrando el lugar- Genial, al menos ya es algo.

Me adentré bien al fondo, y como me lo temía, habían ahí 2 osos enormes, estaban durmiendo, y discretamente me los acerqué para terminarlos.

Al primero lo apuñalé rápido en su cabeza, pero no pude evitar que pegara un pequeño grito, por lo que rápido saqué mi pistola y le disparé al otro tantas veces como pude antes de que reaccionara. Por suerte todo salió bien, y los pude terminar rápido.

Zhang: despejado... podemos dormir -Dije ya regresando donde hacia Mathías el cuál estaba triste, pero por lo menos ya había parado de llorar- ánimos hermano, que mañana será otro día más.


Él no dijo nada y se durmió luego de un rato, me hubiera gustado cantarle alguna canción de cuna como lo hacía mamá cuando era más bebe. Pero no me sabía ninguna letra, tampoco recuerdo las de mi anterior vida, por lo que dormí algo triste y arrepentido, pero aún con la determinación y mis objetivos claros.

Los 3 días que siguieron fueron horribles, no comimos en el primero, en el segundo cuando al fin pude pescar un pez, la lluvia lo arruinó cuando lo asaba y para la mañana siguiente unos zorros se lo llevaron, en el tercero fueron horas de caminata sin rumbo fijo y teniendo que cambiarle los pañales a Mathías que esa fue mi primera vez y fue asqueroso, pero bueno, me he de acostumbrar... Quiero creer eso.

2 días después, llegamos a lo profundo del ancho he interminable bosque. Al caer el anochecer, nos pusimos a buscar otro refugio, las anteriores noches dormíamos en la cueva, pero era un trámite regresar y avanzar a la vez sin obtener resultados, por lo que en este ya partimos esperando poder encontrar otro lugar para acampar la noche.

Mathías: h- hermano, ya es muy oscuro -Dijo el pequeño.

Zhang: se dice: "ya está muy oscuro o muy de noche" -Le corregí.

Mathías: ya tengo sueño, me duela la pancita.

Zhang: que pena -Respondí para acelerar el paso.

Mathías no lloró, pero sí estaba triste y muy preocupado, ya eran más de las 1 de la mañana y no habíamos hecho ni una parada, y el pequeño estaba a punto de hablar, pero el crujido de las ramas a la diestra se le adelantó.

Mathías: he- hermano...

Zhang: ahora qué jodes!? o mierda... atrás de mí -Él pequeño me hizo caso y corrió atrás de mí, de entre los árboles, se hizo presente los gruñidos de una criatura, no era un oso, ni un lobo o alguna criatura vista o catalogada por los muggles.

Salió de las sombras y era alumbrada por la luz de la luna, dejando ver todo su cuerpo, su presencia era intimidante, y como lo dije, no era una criatura normal.

Era una criatura mágica.

Zhang: no muevas... ni un músculo.

Mathías: ¡HAAAA! -Gritó para salir corriendo hacia la derecha.

Zhang: ¡carajo! -La criatura rugió y fue a por nosotros, y yo también salí corriendo a toda velocidad como pude.

Zhang: ¡¡creo que no me vendría mal ahora tener el libro de animales fantásticos y donde encontrarlos!! -Grité esquivando un garrazo de la criatura.

La bestia disparó una bola de ácido que evadí como pude y luego me lancé hacia una parte baja del suelo por donde corría Mathías.

Me sorprende como el siendo 2 años más pequeño que yo, podía correr mucho más rápido y eso sin contar lo cansado que estaba, aquella criatura disparó otra bola de ácido que le dio a un tronco por encima de nosotros. Seguíamos corriendo a través del ancho bosque con esa criatura dando rugidos horribles y ataques feroces.

La criatura se abalanzó a la zona baja para tratar de alcanzarlos, ahora lanzando ataques con su aguijón. Me pude voltear y la ataque disparando de mi pistola, Mathías le lanzó un cuchillo pero falló el tiro.

La criatura tenía un blindaje resistente que ni una bala le pudo hacer daño, hasta que intenté darle en el pie, logrando hacerla gemir del dolor.

Zhang: ¡ya sé tú debilidad animal inmundo! -Grité para dispararle ahí.

No obstante, Mathías se detuvo haciendo que me golpee con el abruptamente, y el pobre cayera hacia un río enorme que hacia más abajo.

Zhang: ¡NOOO! -No podía perderlo, era lo que me quedaba, lo último que tenía.

Y no pude hacer nada, porque al instante. Recibí un garrazo de la criatura en mi pecho y una atravesada de su aguijón en mi hombro izquierdo, haciendo que ambos cayéramos también al rio.

Y pensar que ahí terminaría, pues no... esa mierda trataba de morderme y lastimarme con su feroz mandíbula.

Zhang: ¡¡ya estuvo!!

Antes de que me disparara otra de sus bolas de ácido, le puse en su boca la pistola y rápido... disparé.

La criatura me soltó al fin, y pude zafarme para buscar a Mathías en el inmenso río, grité su nombre una y otra vez, sin respuesta alguna, hasta que vi los rápidos y el miedo como la adrenalina no tardaron en regresar.

Zhang: esto va a doler... ¡¡AAAAAAAAH!!

Fueron 5 rocas con las que choqué, pero sentí como sí me hubiera chocado con más, sumando las fuertes corrientes y las bajadas estrepitosas. Era obvio que sí no salía rápido de ahí. La muerte estaría a la vuelta de la esquina.

Zhang: ¡Mathías! ¡donde estás! -Grité desesperadamente, y justo recibí su respuesta, este hacia en un tronco enorme cerca a lo que sería una cascada, lo sabía por el sonido y el agua intensificarse más y más.


Velozmente me abalancé al tronco donde hacia, y lo agarré para así con todas mis fuerzas lo sacara, fue difícil y cansado, pero lo logramos, terminamos por salir del gran y enorme río para caminar hasta el amanecer.

Esta vez... fue una amanecer oscuro, sin sol, más que solo nubes oscuras, como un ambiente sin alma, desesperanzador, y sin camino o vuelta atrás.

Estaba herido, con moretones y golpes por las rocas, sumando el garrazo y ese agujón de la criatura. Me hacia sentir más débil con el pasar del tiempo, no podía más, y Mathías tampoco, además de estar empapado, hacia igual con moretones y lastimados, dando a entender los golpes que se dio una y otra vez con las rocas.

Zhang: no te preocupes... ya, llegamos, f- falta poco para matar y cazar a esos imbéciles solo... espera.

Ya no daba más, caí de rodillas, mientras que Mathías... cayó directo al suelo.

Solo pude derramar lágrimas y ver el lugar que nos rodeaba, de verdad... 

Este era el fin...

Solo pude suspirar para luego dejarme caer contra las flores, al fin y al cabo, ya era mi fin, y me lamentaba bastante por no haber conseguido nada, más que solo perder el tiempo paseándome por los bosques.

Antes de que mis párpados se lograran cerrar por completo, pude contemplar lo que era alguien acercándose hacia donde yo estaba solo para arrodillarse y apreciarme. Mis ojos al fin se cerraron y caí vencido. 

-

-

-

-

-

-

-

-

-

Disculpen sí se sintió algo apresurado la escritura como narrativa, pero ya de aquí serán normales los caps de entre 10, 12 o 15 minutos nomás. Gracias por su atención y nos vemos.

Próximo capítulo: El inicio de la oscuridad.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top