12. Una aurora especial.
Finalmente llegamos a un restaurante. Todo estaba tranquilo, con una tenue luz cálida que contrastaba con el frío exterior.
Me senté en una mesa cercana a la entrada, lo suficientemente cerca de Tonks como para observarla sin parecer sospechoso. La vi analizar el menú con esa misma concentración que, según los rumores, la hacía implacable como aurora. Era fascinante.
No pasó mucho tiempo antes de que el mesero se acercara a mí.
Mesero: buenas tardes, ¿Qué desea ordenar, señor?
Observé rápidamente lo que Tonks había pedido. Podía parecer un gesto trivial, pero mis intenciones iban más allá.
Zhang: lo mismo que ella -Respondí, sonriendo ligeramente.
El mesero pareció confundido por un momento, pero asintió antes de marcharse. Tonks levantó su mirada hacia mí, frunciendo el ceño con evidente desconfianza. Sentí su escrutinio como un peso, pero me mantuve sereno, devolviéndole una mirada neutral.
Cuando el mesero volvió con la bebida y el primer plato, la situación se volvió incómoda. Ella se inclinó hacia mí, con su cabello cambiante reflejando tonos oscuros que delataban su estado de ánimo.
Tonks: ¿Qué pretendes? -Preguntó en voz baja pero firme.
Su varita no estaba a la vista, pero sabía que bastaría un movimiento suyo para alertarme. Aún así estuve tranquilo, y así mismo respondí.
Zhang: ¿Pretender? Nada en absoluto ¿No puede uno tener gustos similares?
Tonks: deja de imitarme -Espetó, cortando un trozo de su comida con algo más de fuerza de la necesaria- Podrías meterte en problemas si sigues jugando con una aurora.
La amenaza era implícita, pero no me intimidó. En cambio, me incliné ligeramente hacia ella, apoyando los codos sobre la mesa.
Zhang: te aseguro que es solo una coincidencia -Mentí con calma. Sabía que no me creería, y eso era parte de la diversión.
El resto de la comida transcurrió en un silencio tenso. Cada vez que cruzábamos miradas, sentía su suspicacia creciendo, como una tormenta lista para desatarse. Cuando terminó, se levantó abruptamente y salió del restaurante. Pagué mi cuenta rápidamente y la seguí, manteniendo cierta distancia para no parecer demasiado obvio.
Ella se detuvo en un callejón cercano, girándose hacia mí con la mirada afilada. La manera en que sostenía su postura me indicaba que estaba lista para cualquier cosa.
Tonks: ¿Quién eres y por qué me sigues? -Exigió, levantando su varita y su voz ahora cargada de autoridad- No me digas que eres uno de esos magos...
Sonreí, alzando las manos en un gesto de rendición, antes de que pudiera continuar.
Zhang: no, tranquila, no me confundas sí hablas de un mortífago, mago sicario o un fugitivo, yo soy nada más que un admirador. Nunca he visto a una aurora tan dedicada a su trabajo como perspicaz en atrapar criminales... Es realmente impresionante.
Por un instante, algo parecido al desconcierto cruzó su rostro, pero rápidamente se recompuso, bajando poco a poco su varita.
Tonks: agradezco el halago -Dijo, aunque su tono no era exactamente amigable- Pero seguir a alguien como acoso no es la manera correcta de ser fan. Considéralo una advertencia.
Me dedicó una última mirada antes de girarse y marcharse. Pero antes de poder estar 2 metros lejos, la lluvia de la noche comenzó a caer, y era algo fuerte.
Antes de que pudiera usar un hechizo para estar seca o protegerse de las fuertes gotas, con un paraguas que saqué de mi gabardina la cubrí, estando a tan solo centímetros detrás de ella.
Zhang: está bien, no volveré a hacerlo... Solo déjame acompañarte hasta que llegues a tú siguiente sitio, pues no me gustaría que a la persona que admiro se enferme con esta lluvia que cae a cántaros -Le respondí, manteniendo mi sonrisa.
Ella se detuvo, claramente sorprendida, y me lanzó una mirada que mezclaba irritación con un leve atisbo de agradecimiento.
Tonks: ¿Siempre tienes que ser tan persistente? -Murmuró, resignándose mientras yo mantenía el paraguas sobre ambos.
Zhang: solo cuando creo que vale la pena -Respondí sin dudar- Déjame acompañarte hasta tu casa o algún lugar seguro de esta lluvia.
Tonks bien podía teletransportarse o usar sus hechizos para avanzar sin problema, pero al ser el primer fan que veía y tenía, no pensaba en darle algún tipo de negación fría o seria, por lo que suspiró, y aceptó.
Tonks: está bien, pero solo porque no quiero terminar con un resfriado. No creas que esto cambia algo.
Caminamos juntos por las calles desiertas, el sonido de la lluvia llenaba los silencios incómodos entre nosotros. Después de un rato, ella rompió el silencio.
Tonks: oye, puedo preguntarte ¿Por qué me admiras? ¿Desde cuándo comenzó esta extraña obsesión? -Preguntó, sin mirarme directamente.
Me tomé un momento antes de responder, disfrutando del ritmo de nuestros pasos bajo la lluvia.
Zhang: desde el ataque del mago sicario Dark. Te vi enfrentarlo con valentía, protegiendo a todos los que estaban allí. Fue algo... inspirador; además, tus habilidades y dedicación me parecen únicas.
Ella se detuvo abruptamente, mirándome con genuina sorpresa.
Tonks: ¿Estuviste ahí? -Yo le asentí, recordando aquel caos.
Zhang: sí, estaba cerca cuando Dark destruyó una de las casas. Gracias a tu presencia, se detuvo antes de seguir atacando, o más bien, cambió de objetivo. Pero pude salir con pocos daños.
Por un momento, pareció considerar mis palabras, como si intentara recordar aquel evento entre los muchos otros que había enfrentado en su trabajo. Finalmente, asintió con un leve gesto de aprobación.
Finalmente llegamos a su destino, fue más rápido de lo que pensé, siendo el Ministerio de Magia, y ella se detuvo en la entrada.
Tonks: gracias por el paraguas y la compañía -Dijo, aunque su tono seguía teniendo un matiz de advertencia- Pero no olvides lo que te dije. Deja de seguir a las personas.
Zhang: lo recordaré -Mentí, inclinándome ligeramente en señal de despedida.
Me quedé ahí, observándola desaparecer entre las puertas del ministerio, mientras una sonrisa persistía en mis labios. Esto no terminaba aquí. Algo me decía que nuestros caminos volverían a cruzarse.
Eso sí, no pude evitar silenciarla o borrarle la memoria de lo que vio y espió, ahora sabe más de los magos sicarios, sabe quizás del miembro de elite que se fue, y posiblemente mi nombre, esa información al ministerio le servía ¡Genial, ahora a inventarse un nuevo nombre! Al menos no sabe mi identidad o como me veo sin la máscara o capucha.
Zhang: espero y Mirael no me mate... -Dije en voz baja mientras desaparecía por un callejón.
Una semana después, me paseaba por los puestos de comida de un mercado. Este sí estaba lleno de personas, los puestos repletos de frutas frescas, especias coloridas y objetos hechos a mano.
Caminaba lentamente, disfrutando del bullicio, pero sin perder de vista mi objetivo. Ahí estaba ella, Tonks, en uno de los puestos, ayudando a una pareja de ancianos a colocar unas cajas mientras vigilaba que todo estuviera en orden. Su sonrisa, aunque leve, tenía un efecto magnético. Era imposible no fijarse en ella.
No podía simplemente acercarme y hablarle; eso sería demasiado brusco, incluso para mí. En cambio, me dirigí al puesto cercano, donde una anciana intentaba equilibrar una pila de frutas en una mesa tambaleante.
Zhang: permítame ayudarla, señora -Dije con una sonrisa amable, tomando las cajas antes de que se cayeran.
La mujer agradeció efusivamente, y mi gesto no pasó desapercibido. Tonks, al notar mi presencia, nuestras miradas se cruzaron por un instante. Decidí aprovechar el momento.
Zhang: ¡Hey! -Exclamé con entusiasmo, saludándola con una mano alzada- ¡La gran Nymphadora Tonks! ¡Soy tu fan! ¡Tú fan N1!
Tonks se detuvo, claramente sorprendida, y rápidamente su expresión pasó de curiosidad a una mezcla de vergüenza e incredulidad. Caminó hacia mí con pasos firmes y se inclinó ligeramente para hablarme en voz baja.
Tonks: ¿Puedes bajar la voz? -Murmuró, intentando mantener la compostura.
Zhang: ¿Por qué habría de hacerlo? -Respondí, con una sonrisa burlona- La gente debería saber que aquí está la grandiosa aurora Nymphadora Tonks, protegiendo a todos con su ingenio y valentía.
Ante eso el rubor se le subió rápidamente a sus mejillas.
Tonks: ¡Cállate! -Dijo, lanzándome una mirada asesina mientras algunos transeúntes comenzaban a mirarnos con curiosidad.
Decidí no presionar más. En lugar de seguir hablando, tomé y pagué una fruta del puesto de la anciana y se la ofrecí.
Zhang: paz -Dije con un tono conciliador- Es solo una forma de agradecerte por mantenernos seguros.
Tonks dudó por un momento, pero finalmente tomó la fruta, aunque su mirada seguía siendo cautelosa.
Tonks: gracias... supongo -Dijo, mordiendo la fruta con cierta desconfianza -¿Qué haces aquí, además de hacerme pasar vergüenza?
Zhang: Ah, solo paseaba. Me gusta ayudar a los demás en mi tiempo libre- Mentí con naturalidad- Es como... un hobby.
Ella arqueó una ceja, claramente dudando de mis palabras.
Tonks: ¿Y qué más haces? ¿Tienes algún trabajo o te dedicas exclusivamente a tus "hobbies"?
Zhang: pues, trabajo en la tienda de mi tía -Respondí sin perder la calma- Es un local pequeño, vendemos dulces y cosas para decoración. Nada emocionante.
Tonks pareció considerar mi respuesta por un momento, pero no dijo nada más. Cuando terminó su fruta, se giró hacia mí.
Tonks: bueno, gracias por la compañía, pero tengo que irme -Antes de que se fuera, decidí arriesgarme.
Zhang: espera, antes de que te vayas, ¿puedo saber tu nombre completo?
Ella me miró, como evaluando si debía responder o no. Finalmente, respondió:
Tonks: bueno, eso ya lo sabes... Pero, ¿el tuyo?
Zhang: Zar -Mentí sin dudar, para este punto la noticia ya se sabía en los periódicos de mi nombre real- Es un nombre bastante simple, ¿no crees?
Tonks asintió ligeramente, como si aceptara mi respuesta sin mucho interés. Y era mejor decirle eso, porque la noticia se divulgó en los periódicos tan pronto ella pasó la información: "El nombre real del mago sicario más fuerte" "Los magos sicarios han estado desde hace mucho, no son recientes" "Reunión de magos sicarios filtrada" etc.
Tonks: no está mal -Murmuró, antes de girarse y caminar hacia la salida del mercado.
La observé mientras se alejaba, y una sonrisa se formó en mi rostro.
Zhang: aún tenemos verano de sobra para conocernos, Nymphadora -Susurré, antes de desaparecer por un callejón cercano.
Después de eso, fueron solo cuestión de varios días para volver a tener otro reencuentro. Esta vez en un parque tranquilo, con el suave sonido de los pájaros mezclándose con las risas de algunos niños que jugaban cerca.
El sol se ocultaba lentamente tras los árboles, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y rosados. Decidí aprovechar el momento para sentarme en una banca de madera, cuando, para mi sorpresa, la vi caminar por el sendero empedrado. Tonks llevaba una chaqueta de cuero negra y botas gastadas que resonaban ligeramente con cada paso.
Zhang: ¡Hey, Tonks! -La saludé, levantando una mano con una sonrisa. Ella se detuvo y, tras dudar un segundo, caminó hacia mí.
Tonks: ¿Tú otra vez... ? Ahora me pregunto ¿Será común que nuestros caminos se estén cruzando? -Dijo con un leve suspiro, aunque noté que esta vez su tono no era tan cortante. Se sentó junto a mí, dejando un espacio prudente entre los dos- Entonces, Zar, ¿Qué haces por aquí esta vez? ¿Otro hobby?
Yo solo sonreí mientras apreciaba un poco el atardecer soleado.
Zhang: algo así, es un buen lugar para relajarse. Pero, ¿Qué hay de ti? ¿Patrullando?
Zhang: siempre -Respondió, mirando hacia el cielo.
Había algo en su expresión, una mezcla de cansancio y determinación, que me hizo sentir curiosidad. Tras unos segundos de silencio, me lanzó una pregunta inesperada:
Tonks: y, no sé... ¿Puedo preguntarte en qué escuela llegaste a estudiar, Zar? -Su mirada seguía fija en el cielo, como si estuviera perdida en sus pensamientos.
Zhang: en una escuela de hechicería en Estados Unidos -Respondí, adoptando un tono más serio- Ilvermorny, para ser exactos. Luego de graduarme, me mudé para ayudar a mi tía, pues es la única familia que me queda.
Tonks asintió levemente, como si procesara mis palabras. No dijo nada al respecto, pero sacó de su chaqueta un periódico viejo y algo quemado, que extendió hacia mí.
Tonks: sabes, no sé sí te interese, pero estoy tras mi propio caso -Dijo mientras ponía sus manos en sus hombros en señal de recuesto en la banca.
Zhang: soy tú fan N1, puedes confiar en mí, y sí es muy confidencial, tranquila, no es necesario que me lo digas.
Ella me regresó a ver sin algún tipo de expresión, para luego suspirar y hablar.
Tonks: es un caso de investigación, voy tras los magos sicarios, para este punto ya debes saber quienes son.
Le asentí, mirándola fingidamente con ansias de saber más. Ella, mientras veía el gran atardecer, siguió.
Tonks: los he estado investigando, han operado desde la segunda guerra mundial, y bueno, en mi investigación, llegué a muchas cosas, pero la principal, una reunión de ellos... Y anti ayer, pude dar con un nombre algo interesante como sospechoso -Dijo, con un tono calculador- En el periódico se mencionaba un orfanato que había sido consumido por las llamas. La noticia destacaba el nombre de una joven, Mirael, cuyo cuerpo jamás fue encontrado entre los restos del incendio.
Fue en ese momento cuando mis ojos casi se entre abren. Supe que ahora iba tras mi jefa, la líder de los magos sicarios...
Fruncí el ceño, estudiando las palabras del periódico, que ya tenía sus años de publicación. El titular estaba apenas legible:
"Incendio devasta orfanato; una desaparecida" Había algo inquietante en la imagen borrosa que acompañaba el artículo, pero intenté mantenerme neutral.
Zhang: no sé... Pero dicen que fue un incendio provocado accidentalmente -Comenté, dejando que un matiz más serio se filtrara en mi voz.
Ella me observó por un momento, como si intentara leerme, y luego guardó el periódico.
Tonks: puede que tengas razón... o puede que no. Es algo que pienso averiguar.
Asentí, admirando su determinación. El cielo se había oscurecido un poco más, y las luces del parque comenzaban a encenderse, proyectando sombras largas sobre el camino.
Sabía que esta conversación había tocado un punto delicado, pero no quería presionar más de la cuenta.
Finalmente, Tonks se levantó y sacudió sus manos.
Tonks: bueno, Zar, ha sido... interesante. Tal vez no seas tan insoportable como pensé al principio -Dijo con una leve sonrisa que me tomó por sorpresa.
Me puse de pie también, guardando las manos en los bolsillos.
Zhang: ¡Eso es un progreso! Quizá la próxima vez hasta me invites a un café.
Tonks: no te emociones -Respondió, pero su tono era más juguetón que antes. Se giró para marcharse y, antes de desaparecer por el sendero, lanzó una última frase- Nos vemos por ahí, Ilvermorny.
Me quedé mirando el sendero vacío, con una sonrisa divertida dibujándose en mi rostro. Quizá este verano prometía más de lo que esperaba.
Música para acompañar.
https://youtu.be/bl1MKt0-XJo
Pasó una semana desde nuestro último encuentro, y ahora, el destino me llevó al parque central de la ciudad. Allí, entre las sombras de los árboles y el bullicio de los transeúntes, la vi sentada en una banca de madera.
Tonks sostenía una taza de té humeante con una mano y un periódico en la otra. Parecía completamente absorta, con la tranquilidad de quien ha encontrado un momento de paz en medio del caos.
Sin pensarlo dos veces, me le acerqué.
Zhang: ¿Qué tal, Tonks? -La saludé con una sonrisa.
Ella levantó la mirada, algo sorprendida, pero su expresión pronto se suavizó.
Tonks: Zar, ¿otra vez? -Respondió, recordando el nombre falso que le había dado.
Zhang: ese mismo -Confirmé, tomando asiento a su lado- ¿Cómo así tan calmada? No es algo que espere de una aurora tan ocupada como tú.
Tonks exhaló lentamente, dejando la taza en su regazo.
Tonks: es mi descanso. Aunque no han de tardar en llamarme.... Siempre hay algo que hacer.
Zhang: bueno, aprovecha mientras puedas. Es raro encontrar un momento así -Le asentí sin dejar de sonreír.
La conversación fluyó de manera sorprendentemente natural. Hablamos de trivialidades, de cómo nos había ido en la semana. Tonks, aunque seguía siendo cautelosa, parecía más relajada que la última vez. Cuando el momento pareció oportuno, saqué de mi bolso unas hojas y fotografías que había preparado con anticipación.
Zhang: por cierto, encontré algo que podría interesarte -Dije extendiéndole los papeles.
Ella arqueó una ceja mientras tomaba los documentos, examinándolos con atención. Había ubicaciones de sitios diferentes y fotos aparentemente desconectadas, todas "relacionadas" con Mirael.
Tonks: ¿Qué es esto? -Preguntó, sorprendida.
Zhang: pues son posibles pistas sobre esa tal Mirael. Bueno, no exactamente pistas sólidas, pero algo es algo. Son lugares que podrían ser relevantes, aunque no parecen llevar a nada concreto. Aun así, pensé que tal vez podrías encontrarles sentido.
Tonks me miró, visiblemente sorprendida.
Tonks: ¿Por qué harías esto? -Me preguntó, con un tono que mezclaba incredulidad y curiosidad.
Solo encogí de hombros, fingiendo despreocupación antes de responder:
Zhang: pues, un fan, cuando puede y tiene oportunidad, hace algo por la persona que admira. Aunque no sea mucho, quería ayudarte de alguna manera.
Por un instante, vi algo diferente en sus ojos. Quizá gratitud, o tal vez respeto. Fuera lo que fuera, me sentí satisfecho. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo más, un búho llegó volando, dejando caer una carta en el regazo de Tonks.
Ella rompió el sello y leyó rápidamente el contenido. Su expresión se tornó seria al instante.
Tonks: debo irme, me necesitan en un pueblo cercano. Parece que hay magos criminales sueltos.
Me levanté junto a ella, mientras le veía guardar la carta.
Zhang: ten cuidado, Tonks -Le dije aún tranquilo- La seguridad de alguien tan importante como tú es prioridad.
Ella rodó los ojos, pero no pudo evitar sonreír levemente.
Tonks: gracias por las pistas, Zar. Y por el consejo... supongo. Hasta luego.
Se dio la vuelta y comenzó a caminar con paso decidido. Yo la observé hasta que estuvo fuera de vista, mi sonrisa creciendo. Sabía que este encuentro no terminaba aquí.
Zhang: como dije antes, aún tenemos verano de sobra para conocernos, Nymphadora...
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Bueno, comenzamos el año con este fic que llevaba debiendo actualizar, pronto se vendrán más caps, hasta tanto les dejo este cap donde Zhang y Tonks se han conocido y han tenido interacciones tranquilas.
Sin más que decir, nos vemos.
Próximo capítulo: Una misión en colaboración.
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