IV. Su situación

Disclaimer:
Bungō Stray Dogs|文豪ストレイドッグス
y sus personajes, son propiedad intelectual de Kafka Asagiri, ilustrado por Sango Harukawa.

Géneros:
| Fantasía | Sobrenatural | AU |
| Comedia | Bromance | Angst |
ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ
ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ
ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ


ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ
ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ
Cuando eres un loco suicida, fanático de la muerte indolora y rápida, tu vida se rige por tu forma de vivirla mientras haces el esfuerzo por morirte de una vez; o así lo ve Dazai.

Todavía ahora, con una taza de café caliente entre sus temblorosas manos, sigue observando con sus ojos avellana desorbitados en exageración mientras intenta convencerse a sí mismo de que no le faltan algunos tornillos y de que todo es su imaginación. Chuuya chasquea la lengua ya hastiado de su silencio y de no comprender qué es lo que le dejó tan afectado desde que llegó hacía eso de media hora, tampoco comprende sus únicas palabras. ¿De qué va eso de que él es un fantasma?



ーA ver, concéntrate Dazai, maldición. Háblame de una vez o te golpearé tan fuerte que dormirás hasta mañana sin saber qué te pasó.

ーTú no deberías estar aquí, no ーse corrige, volteando a verle por finー. Tú no puedes estar aquí. Yo te vi, te vi en esa cama.

ーNo sé de qué cama hablas, estoy seguro que nunca me has visto dormir.

ーChuuya... ¿Nunca te has preguntado por qué siempre tienes inquilinos "inesperados"? ¿Por qué no recibes visitas de tu familia?

ーSupongo que deben estar ocupados, también cuando me mudé mis planes estaban más enfocados en tener mi propio espacio, ¿entiendes?.

ー¿Y los arrendatarios que se han mudado aquí los últimos meses?

ーDebe ser cosa de mi hermana, para molestarme y convencerme de volver a ca-

ー¡Chuuya! ーinterrumpe el castañoー, entiende lo que te estoy diciendo. Tú no estás aquí realmente.



El pelirrojo bufa y niega mientras ríe con algo de amargura. ¿Qué clase de broma pesada es esa? Una de mal gusto, supone. Su cabeza da vueltas en el asunto una y otra vez mientras los orbes marrones lo someten al escrutinio.



ーSuponiendo que tengas razón... ーenfatiza, en la parte de la suposiciónー, ¿cómo se explica que podamos estar conversando en este momento? Que podamos compartir un café y una plática como si nada...

ー... Yo siempre he tenido una conexión con la muerte, Chuuchu ーrelata, dando un ligero sorbo al café, con cuidado de no quemarseー. A veces, cuando tratas de morir desesperadamente y tienes al fin un encuentro cercano con el más allá, tu capacidad para ver cosas que otros no, se amplifica. Desde mi primer intento de suicidio hace siete años, he sido capaz de ver personas que no están aquí ya.



Dazai ahoga un suspiro en su taza, con toda la atención de Chuuya puesta en él. El silencio los vuelve a envolver algunos segundos que al pelirrojo le parecen eternos. Dazai parece cansado y sinceramente, afectado por la situación. Su rostro está muy serio y Chuuya puede apreciar dos facetas de él que no conocía antes: la expresión de sorpresa y otra que no puede definir con una simple palabra, algo entre la confusión, la frustración y la molestia.



ーNormalmente, las ignoro y ellas no pueden notarme tampoco, así que, hasta cierto punto, puedo olvidarme de que existen cosas paranormales en el mundo y que puedo ver algunas. Pero nunca había visto algo como tú, tan vívido, palpable; tan real. Si no te hubiera visto en esa cama con mis propios ojos, yo-

ーDazai, ¿qué cama? Tienes que decirme dónde me viste ーel castaño toma aire, respira hondo y se arma de fuerzas para soltar lo siguiente.

ーTu cuerpo está postrado en una cama de hospital. Llevas unos dos años en coma.

ー... Cómo pasó.

ーNo sé si deba decirte más Chu-

ー¡Que me digas cómo mierdas pasó, bastardo!

ーYo... Me encontré con tu sobrina hoy para buscarte, tenías días sin venir y me preocupé. Ella me llevó contigo ーcon otro sorbo al café ya tibio, Dazai se arma de coraje para confesarle lo que averiguó hoy a su ¿compañero fantasma? O lo que seaー. Tuviste un accidente en la motocicleta. Quedó tan destruida que los doctores consideraron un milagro que solo te rompieras algunas costillas y no murieras instantáneamente. ¿Estás bien con oír esto?

ーContinúa, maldición.

ーSufriste una conmoción cerebral, tu casco absorbió el impacto lo más que pudo, pero un fragmento de metal de la moto se te incrustó en la nuca y casi te mata. Te recuperaste de todo con algunos meses de tratamiento, pero jamás despertaste. Hay un montón de máquinas ayudándote incluso a respirar, por si tu actividad cerebral se desvanece por completo.

ーHay una cosa en la que te equivocas entonces, momia.

ー¿Qué?

ーEso significa que no estoy muerto.





El sonido del viento colándose entre las ramas de los árboles les arrulla fríamente en el jardín. Chuuya intenta inútilmente manipular los objetos para limpiar el jardín. Pero después de saber que en realidad no está en cuerpo presente, su capacidad para sostener firmemente los objetos está nublada, necesita concentrarse demasiado para levantar una simple hoja y eso lo tiene frustrado.

Dazai intentó ayudarle, pero él lo rechazó, alegando que tenía que hacerlo por sí mismo.

Empero, ya cansado de verle rabiar, deprimirse y llorar en silencio en un ciclo interminable en el que lleva unos tres días, Dazai se remanga la camisa y se agacha a su lado.



ーDazai, yo puedo solo.

ーDéjame ayudarte, por favor enano.



El castaño refuta su rechazo, lo rodea con cuidado con ambos brazos y despacio, posiciona su cabeza por sobre su hombro derecho, sus manos sobre las ajenas, y susurra suavemente en su oído para que se concentre. Chuuya se deja guiar, avergonzado por la posición, pero muy enfocado en el tacto ajeno, tanto, que cuando Osamu lo hace sostener la palita de jardín, lo logra sin problemas.

El cuerpo de Dazai le sienta cálido, protector e incluso fornido. Puede percibir su tacto delicado para con él y como deposita parte de su peso sobre él, ayudándole cuidadosamente a poner abono a las plantas; Chuuya guía y Dazai imita sus movimientos dándole la firmeza que necesita. Cuando terminan de limpiar las impurezas del jardín y dejarlo listo para que nuevas flores germinen en un futuro próximo, Chuuya voltea lentamente a su derecha para observarlo y agradecerle por su ayuda a pesar de su testarudez.

Dazai le está sonriendo. Y su corazón se derrite con todo el sentimiento abrazador le transmite en ese simple gesto. Sus rostros están tan cerca, que puede sentir el aliento del contrario chocar contra su cara. En un movimiento intrépido, Dazai se acerca a robarle un beso sin permiso; los fríos labios de Chuuya son suaves.

Pero el pelirrojo se espanta por el acto, se sonroja violentamente y su estabilidad se va al caño. Dazai, quien estaba apoyado en él, se va de narices hacía el suelo recién tratado y salva el golpe con sus manos. Ha atravesado a Chuuya.

Este último se levanta, disculpándose escandalizado, e incapaz de ver a la cara al castaño se apresura al ingreso de la morada, bajo el escrutinio de la mirada avellana. Osamu golpea la tierra con mano hecha puño, como un gesto frustrado y encolerizado. Sabe que ha cometido una locura, ¿cómo se le ha podido ocurrir semejante barbaridad de besar de la nada al pelirrojo? No tiene una respuesta lógica para ello.

Cuando se recompone de su rabieta para consigo mismo, su primer impulso es disculparse con el pelirrojo, por lo que entra y le busca con la mirada hasta dar con él en la sala. Intenta acariciar la fila de libros más próxima, sin lograr más que atravesar cada uno con sus dedos cual si fuera una sombra.



ーChuuya, escucha-

ーNo, escúchame tú a mí, por favor ーInterrumpe. Dazai procede a sentarse en el sofá. Chuuya lo rodea, y haciendo un esfuerzo sobrehumano para concentrarse, toma asiento en el mismo, a una plaza de distancia en medio de ambosー. Debes entender que yo realmente no estoy aquí.

ーPero Chibi, eso no es-

ーOsamu ーvuelve a cortarー, no he terminado. Te pido... No, te prohíbo que intentes desarrollar cualquier tipo de sentimiento hacía mí. Considera mi existencia como algo... Anormal, y olvídame. Quizás estoy aquí porque de alguna forma, ya he muerto en esa cama donde me viste y solo las máquinas me mantienen respirando.

ーChuuya... ーmurmura el otro, con voz queda. En un intento de consuelo, posa sus manos sobre las contrarias y logra sentir su tactoー. Oye, admito que fue muy impulsivo de mi parte hacer ese movimiento, soy consciente de tu situación, pero... Si en verdad tú no existieras, yo no sentiría lo que he venido sintiendo por ti desde la primera vez que intentaste asustarme.

»Sé que suena descabellado, ilógico y hasta de locos, si quieres ponerlo de ese modo, pero yo estoy seguro de que esa profunda preocupación en la que me sumergí por días enteros sin saber tu paradero, no es algo que sientas por cualquier persona que acabas de conocer. Yo siento... Una fuerte conexión contigo, y te pido que, si es posible, me dejes acompañarte hasta que uno de los dos deje de respirar. Déjame ser tu amigo y no dejarte solo, ¿quieres? ーel otro enmudeció ante sus palabras, firmes pero sinceras, terriblemente sinceras. Las lágrimas pudieron con él más rápido que su decisión.

ーYo no puedo... No sé si... Si mañana estaré aquí, o vuelva a desaparecer ーcon la manga de su chamarra, se retira con fuerza las lágrimas, moquea ligeramente antes de hablar nuevamenteー. No puedo dejar que te aferres a mí de ese modo tan sincero sin saber si volveré a despertar, si no creeré que todo esto es un sueño. ¿Siquiera te gusto? Soy un hombre, o lo era, bueno ¡tú entiendes a lo que me refiero, mierda! ーvocifera, sinceramente superado por la vergüenza.

ーChuuya, no te estoy pidiendo matrimonio ーríe el otro, ganándose un leve codazo que él otro pudo asestarle por pocoー. Solo digo, que aprovechemos esto y convivamos a nuestro modo. En esta casa, tú casa, mi casa. Como amigos, como... Compañeros. Yo haré todo lo que pueda para averiguar cómo despertarte, si no muero en el intento.

ー... ¿Por qué siento que voy a tener que vigilar que no te mates en el proceso?

ーEs una alta probabilidad ーse escusa encogiéndose de hombros y restando importancia al asunto. Chuuya suspira y acepta su destino. Ahora debían comenzar su camino para averiguar cómo traerlo de vuelta a su cuerpoー. ¿Qué te parece si empezamos por el inicio?

ーAdelante, soy tooodo oídos, jirafa.

ーVoy a llevarte hasta tu cuerpo, Chibi.





Irónicamente, el aroma a fármacos y antiséptico que siempre ha odiado al igual que los hospitales, lo envuelve mientras avanza falsamente seguro por los corredores. Le tomó minutos armar su plan, pero dos días enteros a que Chuuya aceptara la idea; era simplemente, más terco que una mula.

Con el gafete con el que salió huyendo del hospital la última vez, pasó desapercibido hasta subir el elevador, espero a que las puertas cerraran antes de hablar en voz baja.



ーRecuerda que está la posibilidad de que tu hermana o tu sobrina estén ahí y que yo no pueda entrar contigo.

ーYa lo sé, correré el riesgo, no me hagas arrepentirme después de convencerme de esto ーle susurra de vuelta. Dazai ríe por elloー. ¿De qué mierda te ríes, imbécil?

ーSolo yo puedo verte, dudo que alguien vaya a oírte aún si no susurras, enano.



Dos pisos más antes de salir y un par de golpes bien asestados a su cabeza, el castaño se halló saliendo cuidadosamente del elevador, cuidando que ningún seguridad o enfermera notara que su presencia no era exactamente permitida. Caminó el corredor hasta llegar a la habitación privada en cuestión y observó por las rendijas de la persiana de la puerta, buscando cualquier presencia adicional. Chuuya a su lado, estaba expectante.

De pronto la puerta se abrió, Chuuya pegó un grito ensordecedor del susto y Dazai se cubrió las orejas antes de profesar un "shht" a sus espaldas, olvidando por un instante dos cosas; uno, que nadie podía oír o ver a Chuuya y dos, que ahora alguien lo miraba con sorpresa desde la puerta.



ー¿Dazai-san?


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top