Capítulo O2
No entendía lo que pasaba, tampoco sabía dónde era que estaba, ¿Qué había pasado?
Se levantó del piso y miró a su alrededor. Todo estaba nublado, apenas se podía ver. Pero pudo reconocer un cuerpo que no estaba tan lejos de ella, era JeongGaek.
Corrió hacía ella, la cual estaba durmiendo como un bebe. La movió un poco, sin llegar a ser brusca, y la pelirroja se fue despertando poco a poco.
Estaba confundida y un poco mareada, ¿Dónde era que estaban?
— ¿Dónde estamos? —Preguntó JeongGaek.
— Si no lo sabes tú, menos yo —Suspiró. Se sentó al lado de la joven, mientras seguía intentando recordar algo.
Unos pasos se escucharon detrás de ellas, ambas se giraron a la dirección de donde provenían los pasos. Se levantaron y esperaron a que la silueta que venía se acercara a ellas. Antes de poder ver quien era, HoSook tomó la mano de JeongGaek, sin decir nada, solo entrelazo sus dedos con la contraria.
— Es un gusto conocerlas —Dijo una voz masculina, pero agradable. Cuando se posicionó al frente de las jóvenes, les mostró una linda sonrisita que podía hacerte recordar a un conejito.
— ¿Tú eres...? —Dijo curiosa la pelirroja.
— Jeon YuGyeom, la persona que les dará una oportunidad para volver a vivir. —La pelinegra frunció el ceño.— Acompáñenme.
Siguieron al chico, no era como que tuvieran a donde mas ir. Pronto pudieron ver una enorme casa, se veía acogedora. Al entrar había varias oficinas, y muchas personas vestidas con ropa de colores claros, se les veía felices. Entraron a una de las oficinas, y se sentaron en los asientos que estaban frente al escritorio.
— Bueno...—YuGyeom se sentó detrás del escritorio mirando a la pareja. — ¿Recuerdan lo que les pasó? —Ambas negaron— Tuvieron un accidente, y murieron. Fin de la historia —Alzó sus hombros como si nada, mientras que las chicas tenían una expresión de sorpresa, pero también un poco triste.
— ¿Y lo dices así sin más? —HoSook ahora se veía un poco molesta. Mientras que JeongGaek había empezado a llorar, así que la pelinegra la abrazó.
— Creo que debí cuidar mejor mis palabras —Se rascó la nuca nervioso.
— ¿Tú crees? —Sí, definitivamente estaba molesta.
— Miren el lado positivo, yo seré el encargado de darles una nueva oportunidad para que vuelvan al mundo de los vivos. —JeongGaek detuvo su llanto y miro al peli castaño. Quería volver a la vida claramente.
— ¿Cómo? —Habló esta vez la pelirroja.
— Bueno, no es tan fácil. Deberán firmar un contrato donde acepten las condiciones para que les pueda dar de nuevo sus vidas. En el contrato está lo que todo el mundo debería hacer, como no cometer delitos o asesinatos, no conducir bajo los efectos del alcohol, no drogarse, y todas las cosas malas que se puedan imaginar.
— Oh, fácil. ¿Dónde firmo? —La molestia ya se había ido, ahora mostraba una sonrisa.
— No es tan fácil como parece, ya que deberán acostumbrarse a sus nuevas vidas.
— Da igual, solo denos el contrato y firmamos. Prometemos cumplir con las condiciones —Dijo amable JeongGaek.
YuGyeom sonrió, nunca había sido tan fácil convencer a alguien para firmar el contrato. Sacó dos papeles donde estaba el contrato, les pasó uno a cada una junto con un lápiz pasta. Ambas firmaron sin leer lo que decían los papeles, y sin leer el aviso que había. YuGyeom tomó los papeles y los guardó, les sonrió emocionado.
— Bueno, eso es todo. Buena suerte, chicos —Acercó su mano a un botón blanco.
— ¿Chicos...? —Preguntaron confusas, quizás solo se equivocó nuevamente de palabras.
— ¡Adiós! —Y presionó el botón, haciendo que ambas caigan en un sueño profundo.
Empezaba la aventura para las jóvenes chicas, o mejor dicho, los jóvenes chicos.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top