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Hogar de los Harrison. 16:32PM.
──Repite después de mi... Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.── Recitó el ojizarco con un libro en mano con la espalda apoyada contra la puerta de la habitación del menor.
George sonrió de lado estando acostado en la cama mientras comía un dulce y de forma automática respondió aquello que el otro le estaba diciendo.
──Muy bien, sabes el autor... Podrás pasar ese examen, si logras llevar a ciertos puntos cada una de las frases e interpretarlas a tu antojo... Te irá excelente.── Fingió aquello para luego escuchar cómo el sonido de los tacos de una mujer bajaban las escaleras.
Fue solo cuestión de segundo para que soltaran un suspiro.
George arrojó la envoltura del dulce al cesto de basura y se limpió su camiseta negra.
──Es un hastio fingir que estudiamos cuando terminaste de darme tus cursos hace semanas.── Dijo de forma lenta y melosa mientras se acercaba al otro. ──Ya estoy más que listo para el examen... Terminaré mis estudios y podré ponerle más tiempo al grupo... Ay Dios, de verdad no me equivoqué al pedir que seas el suplente de Best luego de que Stuart se quedó en Alemania.──
Muchas cosas ocurrieron luego de aquella noche en dónde George dejó que Richard se acercara más a él, volviendo a tomar su relación a partir de aquella noche en dónde se dieron la mano en aquel callejón oscuro luego del altercado en el cine.
El vivir a escondidas, teniendo juntadas para tomar alcohol haciéndole parecer a los padres del menor que era un tutor estricto que no tenía contacto con él luego de sus horas de tutoría.
Cuando en realidad era todo lo contrario, se veían entre descansos o llegaban a coincidir en Hamburgo, cada uno con sus respectivas bandas o Richard como todo buen samaritano se ofrecía a tocar para la banda de Lennon cuando el baterista se ausentaba.
El vivir en aquella época en dónde la homosexualidad era un terrible pecado penado por la ley que llegaba a la muerte era algo que daba bastante miedo y mucho más miedo les dió al saber que tenían tales deseos profanos, sucios, ilegales... Eran pecadores ante los ojos de la iglesia que no tendrían perdón de Dios.
──Es muy atrevido... Que hagamos ésto teniendo a tus padres en la sala.── Susurró el mayor ante el roce de sus labios los cuales unió por una milésima de segundos. ──Pecador... Eres un Teddy pecador.──
──Oh... ¿Es que ahora soy un Teddy?.── Ronroneó contento apoyando su mentón sobre el hombro ajeno. ──Ellos piensan que me das clases de lengua.──
Aquello era cierto, no eran Teddy's, él no lo era, Paul tampoco y menos John, solamente usaban el estilo de los Teddy's porque era una moda, el único real, el que verdaderamente pertenecía aquél movimiento era Richard y si que daba algo de miedo pese a su baja estatura.
──Sales... Te besas y te tocas con un Teddy que te ama mucho ¿Acaso no lo serías?.── Alzó una de sus cejas acariciando la espalda del otro con una de sus manos y el otro encendió una radio para que no escucharan su conversación. ──Buenas clases de lengua, la tuya y la mía... Cuando tengas dieciocho... Serán de anatomía avanzada.──
Aquellas palabras hicieron que los vellos de la nuca del menor se erizaran y sus piernas temblaran. Ya había perdido la virginidad en Hamburgo con una prostituta... Una situación chistosa ahora que lo recordaba por sus compañeros lo escucharon y le aplaudieron al terminar. Pero jamás había tenido relaciones sexuales con un hombre y eso le daba demasiado miedo ¿Era miedo? No sabía, era algo desconocido, era un tabú.
──Sabes... Jamás te haría daño, jamás te obligaría hacer algo que tú no quieres o no estás seguro de hacerlo ¿Si?.── Le susurró viendo aquel miedo que expresaba el cuerpo del menor. ──Espero que nuestra cita siga en pié... Podría llevarte a mi habitación de hotel, hace mucho no dormimos juntos en cucharita.──
──Eso lo sé... Sé que me respetas y no me obligarías hacer algo que no quiero... Eres un caballero dentro de esa facha de Teddy.── Bromeó besando la mejilla del otro moviendo su cabeza rozando sus narices. ── Claro que sigue en pié, más que encantado iré, podremos comer, tomar y luego ir a tu habitación de hotel y ver algo en la televisión.──
──Claramente, yo pago todo, tengo mucho dinero ahorrado para nuestras citas.── Asintió con la cabeza levemente robándole un beso fugaz para alejarse y ver cómo George se sentaba en la silla de su escritorio.
──Entonces profesor Starkey ¿Cómo sigue la clase?.──
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