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Liverpool, Inglaterra, 1959, 20:48PM

Un joven de dieciséis años bajaba las escaleras de su hogar a gran velocidad reiterando varias veces que volvería temprano y que no se metería en problemas, cosa que no era tan cierta en un verdadero principio, iría a divertirse con sus amigos un rato para escapar de la realidad post-guerra que vivían aunque a sus padres no le parecía correcto que su hijo saliera con ese tipo de personas que eran tachados por la prensa como delicuentes conflictivos y violentos, sabían que su hijo no era así y solo quería pertenecer a un grupo en donde habían gustos en común.

Pero el temor de ellos era saber que él era el menor de ese grupo de cinco muchachos y que si la policía le pedían la identificación  su hijo estaría en serios problemas al estar altas horas de la noche siendo claramente menor de edad, valga la redundancia.

──Estaremos bien, no va a pasar nada, son los mismos chicos de siempre.──  Le explicó George a sus padres los cuales le seguían el paso.

── Pero hijo... Recuerda que no debes descuidar tus estudios.── Le pidió su madre que tenía el corazón afligido por el temor materno que era bastante latente cuando su hijo menor salía.

──  Mamá, ya te dije que no te preocupes, está todo bajo control, tengo tiempo para promover el año.──  Trató de calmarla mientras se ponía su chaqueta de cuero negra.

── Eso nos dijiste la última vez y llegaste con la policía por disturbios en el centro, George, hijo, esos muchachos no son buena influencia, te estás desviando.──  Le habló su padre poniéndose enfrente de él cruzando sus brazos ante su firme idea que esos famosos "Teddy Boy" eran un peligro para la sociedad ante su actitud agresiva y salvaje.

──Ya te dije papá que no fuimos nosotros, esos idiotas se metieron con nosotros y ¿Adivina qué? No nos van a reprimir.──  Apretó sus dientes con una sonrisa divertida seguido de besar la mejilla de su madre rápidamente y salir de su casa.

Al salir bajó las escaleras en dónde tres chicos más altos que él pero vestidos de la misma forma lo esperaban, ropa de cuero negra y cabello engominado al mayor estilo Elvis mientras fumaban unos cigarrillo.

Pero cuando vieron al menor llegar con ellos le sonrieron y lo unieron al circulo que habían formado y lo saludaron con apretones de manos o le apretaban la nuca y hombro.

El líder de aquel grupo, un chico alto, fornido de ojos oscuros, nariz aguileña lo recibió y le entregó un cigarrillo mientras veía a los padres del menor que miraban a través de la ventana y les saludó alzando apenas su mano y sonrió con diversión.

── Hoy iremos a ver una película, dicen que está bastante buena para luego ir a la casa de Pete en donde tomaremos alcohol y demás ¿Te apuntas? ¿O mami y papi te pusieron horario de llegada?.──  Le preguntó de la forma más burlona posible en un tono de voz chillona imitando a una mujer.

Aquello último dicho por el mayor hizo que los otros dos soltaran unas risas ante lo divertido y estúpido que se presentaba la situación ya que tomaban y veían a George como un adulto que podía valerse por si mismo y que no necesitaba de la custodia de sus padre.

──¡Cállate! No importa, volveremos mañana al mediodía aquí, no molestes, John.──  Gruñó molesto dándole un empujón al otro que apenas se movió debido a su consistencia corporal.

── No te enojes pequeño George, de cualquier forma te vamos a cuidar, la policía no puede atraparnos ¿Qué más da? Vamos a divertirnos que la noche es larga y la vida una sola ¡Vámonos!──  Alzó su voz dándole una palmada no muy suave a la espalda de George y comenzó a caminar seguido de los otros tres hombres.

Estuvieron caminando por las calles oscuras de Liverpool tratando de llegar al centro debido a que el barrio en que vivían era de la clase obrera, era ciertamente peligroso pero si estaban juntos y dos de ellos eran grandes y fornidos estarían a salvo, sería diferente si alguno estuviera solo por no nombrar a George y Stuart.

Al ver cómo las luces del centro iban apareciendo los pasos aumentaron de velocidad ignorando las miradas que recibían de otros Teddy's o chicas que les hacían compañía que se sentían atraídas por alguno de ellos, no mentirían, Peter Best se llevaba la mayor parte de la atención femenina al ser un hombre bastante atractivo, alto y fornido, era bastante llamativo de ver.

Al llegar a la cola que había para entrar al cine teniendo como líder de la cola a John, todos comenzaron a sacar su dinero de su billetera para dárselo y así compraría las entradas, era entretenido juntarse con ellos y vivir un poco su juventud ignorando lo que en el mundo ocurría, las secuelas de la guerra agradeciendo que cuando nacieron la guerra ya casi había terminado y no tenían recuerdos de esos días grises.

──Hola, cuatro boletos para Psicosis.── Dijo escuetamente John mirando a la muchacha sonriéndole de lado.

── Cuatro boletos para Psicosis, disfruten la película.── Dijo de forma automática dándole aquellos boletos tras tomar el efectivo.

Con los boletos en mano John les hizo un gesto a los otros con su hombro para que le siguieran el paso y así fue, caminaron hasta dar con una fila para entrar a la sala y otra para pedir palomitas o refresco.

Con algo de indecisión alzó una ceja y con su cabeza les indicó aquella sección en dónde vendían aquello queriendo saber si los otros tres deseaban consumir aquellos aperitivos.

── Yo estoy bien a parte mi madre solo me dió dinero para la entrada.── Dijo Stuart alzando sus hombros mientras limpiaba los cristales de sus gafas.

──Pero si quieres yo te compro algunas, me aumentaron la quincena y el trabajo me ha ayudado.──  Ofreció Pete mirando a su amigo más bajo que lo miró con algo de brillo en sus ojos.

──Bueno, si ustedes quieren vayan y compren bebida para los cuatro, yo haré la fila con George para entrar.──  Señaló John antes de irse junto al menor del grupo para hacer la cola.

Mientras Stuart y Pete hacían la cola para los refrigerios entre conversaciones graciosas cosa que era difícil congeniar y hacer reír al más bajo de los dos obviado que Best siempre trataba de defenderlo porque solían meterse con Stu por ser pequeño y frágil, cosa que enfadaba al más grande y no dudaba en golpear a cualquier idiota que se metiera con su amigo, volviendo al asunto, entre tanto John y George hacían cola y el primero le pasó de forma disimulada al menor una identificación falsa.

── La película es para mayores de edad, así que alteramos un poco tu fecha de nacimiento y si preguntan ya tienes dieciocho.──  Le guiñó de forma confidencial para que le hiciera caso, lo hacían de forma recurrente cuando veían películas para mayores de edad en el cine pero siempre estaba la posibilidad de que los descubrieran.

── Gracias John... Oye ¿Por qué Paul no vino? Pensé que vendría.──  Cambió de tema rápidamente para no llamar la atención del guardia que rondaba por ahí y guardó la identificación en su billetera.

── ¿No lo sabes? Su mamá y papá no lo dejaron salir ya que creen que por salir con nosotros dejará de ser su niño aplicado, el niño inteligente, nerd y con futuro como doctor y esas porquerías.──  Bufó molesto dando a notar que lo estaba frunciendo el entrecejo y apretando tanto sus labios y puños.

──  Oye, sabes que Paul es más aplicado que todos nosotros y de verdad creemos que tiene futuro para ser algo grande y nosotros... Yo me duermo en clases mayormente, no me importa y tú estás bien pero sabes lo que decían esos estúpidos profesores.──  Habló de forma confidencial acercándose más al mayor del grupo alzando sus gruesas cejas para que entendiera la razón por la que a Paul no lo dejaban juntarse mucho con ello. ──  Somos esos Teddy Boy que dicen en los diarios, salvajes, agresivos, ordinarios, rebeldes que se pelean con la policía ante la más mínima oportunidad.──

── Sus padres son unos idiotas, lo cuidan demasiado como si lo fuéramos a matar o meterlo en las drogas ¡Son unos malditos exagerados!.──  Alzó levemente su voz tratando de no llamar tanto la atención de la gente o el hombre de seguridad.

──  Aquí tenemos todo, gaseosas y palomitas ¿Nos perdimos de algo?.──  Cuestionó Pete al ver la cara que tenía John cuando lo miró.

── Oh no, estábamos hablando de Paul, nada más que eso... Oh palomitas dulces.──  Cambió rápidamente de tema usando una voz un poco más aguda tomando la bebida y la comida.

──  No vino, lo sabemos y sabemos también porque no vino, es siempre la misma historia.── Comentó Stuart mirando a su mejor amigo a través de las gafas. ──  Pero mejor veamos la película y si quieres vamos a la casa de Paul para ver si está vivo y no estés como novio pendiente.──

── Oh cállate, no empieces Stu, puedo seguir viviendo sin Paul, no quiero tener ésta maldita situación, vinimos a ver Psicosis, veremos Psicosis, saldremos, fumaremos y terminaremos en la casa de Pete tomando alcohol y punto final.──  Sentenció el mayor del grupo con un tono de voz firme dando por cerrada la conversación.

Todos se quedaron callados sabiendo el temperamento de John respecto al tema de la homosexualidad aún sabiendo que era broma le ponía los pelos de punta y ni siquiera Best podía hacerle frente.

Dicho eso avanzaron en la fila mostrando sus boletos para la película en dónde les indicaron que era en la sala tres, todos pasaron siendo George el último el cuál tuvo que mostrar aquella identificación haciendo que John, Peter y Stuart se mordieran las uñas rezando a que lo dejaran entrar y así lo hizo.

──  Te lo dije, mocoso.──  Susurró John revolviendo el cabello de su menor mientras entraban a la sala ante la atenta mirada de otras personas que claramente no les parecía grata su presencia.

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