𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙨𝙞𝙭 ☆

Capítulo especial para compensaros que he tardado mucho en actualizar.

Disfrutarlo, os quiero.



<<He laughs at all my jokes

And he says I'm so American>>

so american, Olivia Rodrigo


★☆★




Walker Scobell

Llevábamos un mes de rodaje.

Probablemente el mejor mes de mi vida.

Y probablemente eso se debiera a la presencia de cierta castaña algo cascarrabias, entre otras cosas.

Vale, no conocía a Mack desde hacía mucho, pero cada vez que estaba con ella sentía que nos conocíamos de antes. Como... si llevara con ella toda mi vida.

Bueno, en realidad, estar con Mack es casi como estar conmigo mismo. Cada vez que hablo con ella, siento que he encontrado a mi versión femenina.

Nunca pensé que llegaría a tener tan buena relación con ella, quitando el hecho de que a veces -o casi siempre- la saco de quicio. Pero es gracioso ver cómo se enfurruña.

Dejando de lado todo eso, me alegra poder estar presente en la vida de Mack. Es una chica con problemas, aunque no lo parezca. No es una cosa evidente, y no lo digo por echarme flores, pero soy un chico bastante observador, me fijo en ese tipo de cosas.

Intento no agobiarla con el tema, porque sé que podría ir a peor. Traté de informarme por Internet para poder ayudarla. Aunque no esté muy encima de ella, si suelo fijarme en si come o no durante los rodajes. Cuando no lo hace, suelo compartir mi comida con ella.

Mack se ha vuelto muy importante en muy poco tiempo. No voy a dejar que pase por algo tan horrible ella sola.

Y ahora, volviendo al presente.

Acabábamos de rodar una escena de Luke y Percy. Rick nos dijo que podíamos descansar. Charlie y yo chocamos los puños y fui a encontrarme con las chicas mientras que él iba a por algo de comer.

—Hey, Walker —me saludó Leah al verme llegar.

—¿Qué tal? —les pregunté, aunque mi atención recaía sobre una sola persona.

Mack estaba al lado de Dior. Llevaba una camiseta de tirantes junto a unos vaqueros y una sudadera atada a la cintura. Tenía los codos apoyados en la mesa detrás de ella, por lo que se podía apreciar cómo su corta melena castaña caía sobre sus hombros.

Estaba más guapa que de costumbre.

—Estábamos hablando de la premiere a la que asistirá Mack en unos días —me informó Dior.

La miré con el ceño fruncido.

—¿Premiere?

—La nueva película de Thor —explicó—, mi padre quiere que esté con él y con mi madre en la alfombra roja.

A pesar de que hablaba conmigo, su mirada estaba perdida en otro lado. Consumido por la curiosidad, seguí la trayectoria de su mirada hasta la mesa de la comida.

Oh.

Era consciente de la atracción que sentía Mack por Charlie. Y la entendía. Charlie era un tipo genial. Pero no por eso dejaba de sentirme decepcionado cada vez que ella le prestaba atención.

Dirás cada vez que le presta más atención que a ti.

De todas formas, Charlie nunca se fijaría en Mack.

No me mal entendáis, cualquier chico con más de dos dedos de frente querría salir con ella, pero Charlie era demasiado consciente de la diferencia de edad entre ellos.

Lo que nos deja vía libre.

—¿Estás emocionada? —le pregunté—. Por la premiere y ver a tus padres y eso.

Bueno, conseguí mi objetivo.

Mack apartó la mirada de Charlie para posarla sobre mí.

—Supongo —respondió encogiéndose de hombros—. No me hace gracia perder días de rodaje, pero bueno, ya está acordado con Rick.

Asentí con la cabeza, dándole a entender que me interesaba de qué estaba hablando.

—Pero supongo que me emociona volver a ver a mis padres —continuó—. Quién sabe cuándo será la próxima vez que estemos los tres juntos.

Si lo admitiera delante de ella probablemente me llevaría un puñetazo por su parte, pero la situación familiar de Mack solía darme bastante lástima.

Ser hijo de padres famosos es más duro de lo que parece.

Y no me di cuenta hasta que la conocí.

Me pregunto si mis hijos tendrán que pasar por la misma situación.

Me pregunto si ella querrá tener hijos, o le dará miedo que vivan lo mismo que ella.

—Hey, chicos —saludó una voz a mis espaldas.

Charlie me cae genial, en serio, pero no por eso voy a dejar de sentirme mal cada vez que se acerca cuando Mack y yo estamos juntos.

—Hola —le saludó Mack con una radiante sonrisa.

A mí nunca me ha sonreído de esa manera.

—Eh, colega —Charlie puso una mano en mi hombro—, ¿estás bien?

Asentí con la cabeza, saliendo de mi trance.

—Sí. Sí, sí, sí, sí —respondí rápidamente, sacudiendo la cabeza—. Estoy... cansado. Ya sabes, las secuencias se me están haciendo largas.

—Te entiendo —dijo Charlie con tono reconfortante—, supongo que aún tenemos que terminar de acostumbrarnos.

Sonreí de forma un poco forzada mientras veía como se posicionaba al lado de Mack. Ella empezó a sacarle conversación hablándole de cosas triviales.

No entendía que me pasaba. Charlie era mi amigo, no tenía por qué enfadarme con él.

—Ahora vuelvo —dije antes de salir de allí cuanto antes.

Fui al "camerino" —por llamarlo de alguna manera— que compartía con Aryan. Fuimos nosotros los que pedimos compartirlo.

Me dejé caer sobre uno de los sillones y miré al techo.

—¿Qué me pasa? —me pregunté en voz alta.

—Te pasa que estás celoso.

Giré rápidamente la cabeza. Aryan estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados y me miraba con una ceja enarcada.

—No sé de que me hablas —respondí, apartando la mirada.

Aryan se acercó al sillón.

—Puedes engañarlos a todos, incluso a ti mismo —dijo, sentándose frente a mí—. Pero a mí no me engañas. Te gusta Mack.

Sentí mi cara arder por un momento.

Miré a Aryan, esperando que fuera una broma, pero el me miraba con semblante serio.

Una pequeña sonrisa de asomó en sus labios.

—Yo no... Mack no me...

Aryan enarcó aún más la ceja.

—Está bien —suspiré—. Puede que Mack me guste... un poco.

—¿Un poco?

—¡Vale! ¡Me gusta un montón!

Aryan sonrió victorioso.

—Lo sé, eres muy obvio.

Bufé, cruzándome de brazos.

—Da igual lo que yo sienta —murmuré—. Dudo que ella me vea de la misma manera.

—¿Tú eres tonto?

—Vamos, Aryan, ya lo has visto, le gustan los chicos como Charlie. Y, por si no lo has notado, yo no me parezco nada a Charlie.

Aryan suspiró.

—Charlie es... el típico crush imposible de la adolescencia —dijo con aires de sabio—. Mack sabe perfectamente que Charlie nunca estará con ella, pero le gusta vivir en una película. A todos nos ha pasado.

Bueno, tiene razón.

—Sigo pensando que no tengo posibilidades —dije con desdén.

—Osea, crees que el tío que le hace reír, que la escucha hablar durante horas, que suele estar pendiente de ella y que le ayuda cuando le cuesta aprenderse el guion, ¿no tiene posibilidades con ella?

Fruncí el ceño.

—¿Y tú cómo sabes todo eso? —pregunté.

Se encogió de hombros.

—Supe que te gustaba desde el primer momento, traté de asegurarme de que no la cagaras.

Alcé las cejas, sorprendido.

—Eh... gracias, supongo.

—De nada —Aryan me dio un golpe juguetón en el brazo—, para eso están los amigos.

Sonreí ampliamente. Tenía mucha suerte por tener a Aryan como amigo.

—Vamos, Romeo —dijo poniéndose en pie—. Tu Julieta está ahí fuera y como tardemos más en salir creo que Andrew nos matará.

Dejé escapar una carcajada.

—Voy detrás de ti.


★☆★


El día transcurrió normal. Grabar, descansar, grabar, descansar. Era un poco como una rutina. Al menos tenía a mis amigos.

Esa noche Stella no iba a estar en casa, por lo que mi madre había decidido invitar a Mack a cenar. Pensó que así podríamos despedirnos antes de que ella volviera a Biron Bay por unos días.

Lo más extraño, es que mi madre se había enterado de que Stella se iba antes que yo.

Estaba a punto de irme, cuando una voz me hizo frenar en seco.

—¡Eh, Walker!

Me giré a mirarla.

Llamarme rarito, pero la vi acercarse como si estuviéramos en una de esas películas de Disney Chanel. Como si su pelo ondeara al viento y toda su aura brillará de repente.

Era realmente la chica más guapa que mis ojos habían visto.

—Me voy contigo, ¿no? —preguntó cuando estuvo a mi altura.

Me forcé a salir de mi ensoñación para responder.

—Sí, claro, vamos.

Mack sonrió y, mientras mi corazón se derretía, se apresuró a seguirme.

Aryan tiene razón, estás pillado hasta las trancas.

Y tanto que sí.

Caminamos hasta el coche de mi padre mientras hablábamos de cosas triviales.

—¿Cómo te imaginas a Afrodita? —preguntó de repente mientras subíamos al coche de mi padre. Habíamos estado hablando sobre qué apariencia debían de tener los dioses griegos.

Exactamente igual a ti.

—Como Elizabeth Olsen, supongo —fue lo que respondí—. ¿Y tú?

Entrecerró los ojos, pensativa.

—Siempre me la he imaginado rubia y atractiva... como Sydney Sweeney.

Una parte de mí se alegró de que imaginara a Afrodita rubia.

Porque yo soy rubio.

Eso debe de significar que cree que soy atractivo.

Estás demente.

Mack se puso los auriculares y me ofreció uno. Lo acepté con gusto y me lo puse. Una canción de The Weekend, Often, llegó a mis oídos.

Podía escuchar a Mack siseando la letra a mi lado. Y era uno de los sonidos más melodiosos que he escuchado.

Que alguien me diga qué clase de amarre le han hecho a este chico.

Mi padre nos miraba de reojo de vez en cuando a través del espejo retrovisor. Sabía perfectamente en qué estaba pensando, era la misma historia que tenía con Lenna casi todos los días.  

Todos pensaban que me gustaba Mack. Era cierto, pero no por eso todos debían saberlo. 

—¡Admítelo! —chilló Lenna saltando sobre la cama en posición de placaje—. ¡Te gusta Mackenzie!

—¡Qué solo es mi amiga! —grité, lanzando un almohadón hacia su cabeza. 

Lo siento, un flashback

Realmente no quería que nadie conociera mis sentimientos hacia la castaña. Porque, punto número uno: no quería arruinar nuestra amistad, punto número dos: todavía éramos solo unos críos inmaduros (palabras dichas por ella, no por mí), y punto número tres: aún que ella sintiera lo mismo —Afrodita lo quiera— teniendo en cuenta la fama que estamos teniendo y la que llegaremos a tener cuando salga la serie —sobre todo ella porque su padre es Thor y esas cosas— nuestra "relación" que aún no existe pero existirá no llegaría a ninguna parte.

Así que solo me queda verla como mi amiga, mi compañera de rodaje o mi amor platónico hasta que logre olvidarme de ella.

Aunque todos esos pensamientos se alejaron como una nube de humo cuando apoyó su cabeza sobre mi hombro. 

Traté de estar tranquilo, aunque juraría que pudo notar como me tensaba por su culpa. 

—¿Te molesta? —preguntó levantando levemente la cabeza, mirándome. 

Negué rápidamente con la cabeza y la vi sonreír mientras se apoyaba sobre mi hombro y cerraba los ojos. 

Traté de relajarme mientras esquivaba las miradas que me daba mi padre a través del espejo retrovisor. 

Es la última vez que llevas a una chica a casa. 

¿Para que querría llevar a otra chica a casa? 

—Bueno, Mack —habló mi padre—, ¿emocionada por la nueva película de tu padre? 

—Oh, sí —respondió ella—. Aunque debo admitir que estoy un poco nerviosa por la premiere. 

—Bueno, eso es normal —le dijo mi padre—. Deberías de haber visto a Walker en su primera premier, madre mía, ni siquiera dormía de los nervios. 

—Papá —lo regañé entre dientes. 

Sentí mi cara enrojecer aún más cuando Mack se giró hacia mí. 

—¿En serio? 

Asentí con la cabeza, un poco avergonzado. 

—Y tanto que es en serio —siguió diciendo mi padre—. Pero bueno, teniendo en cuenta quienes son tus padres, dudo que esta sea tu primera alfombra roja. 

Mack se paso las manos por el pelo, un poco nerviosa. 

—Ya... bueno, es que como soy la hija mayor... y estoy empezando proyectos algo por mi cuenta... 

—Entiendo —asintió mi padre. 

Pues yo no. 

No tenía muy claro a que se refería Mack con todo eso pero, viendo su incomodidad, preferí no preguntar. 

—Bueno, ya hemos llegado —dijo mi padre parando el coche. 

Como era de esperar, lo primero que hizo mi madre cuando llegamos fue saludar a Mack. Le dio un fuerte abrazo y empezó a bombardearla con preguntas. 

—¿Una premiere? —preguntó mi madre emocionada mientras se sentaban en el sofá— ¡Cuéntamelo todo!

Mack soltó una carcajada y empezó a hablarle sobre su futuro evento.

—Increíble —dijo una voz a mis espaldas—. Esa mujer quiere más a su nuera que a su propio hijo. 

—¡Lenna! —protesté girándome hacia ella y persiguiéndola, mientras ella corría por todo el pasillo. 

—¡Portaos bien! —regañó mi madre—. Tenemos invitados. 

—¡Le importa más ella que tú! —siguió burlandose Lenna entre carcajadas. 

Bufé. 

—Eres increíble. 

—Vaya muchas gracias. 

Puse los ojos en blanco y me encerré en mi habitación. 


★☆★


Estaba tumbado sobre mi cama, repasando el guión, cuando llamaron a la puerta. 

—Lárgate, Lenna —dije con cansancio. 

—No soy Lenna. 

Me levanté de la cama de un salto y abrí la puerta. 

Mack entró con algo de timidez. Empezó a recorrer mi habitación con la mirada. Pude notar como su sonrisa se ensanchaba cada vez que miraba a un lugar distinto. 

—¿Qué pasa? —pregunté sonriendo. 

Ella solo se reía mientras se ponía mi gorra de los Yankees. 

—Es que... —dijo entre risas— ¡eres tan americano!

Se tiró boca arriba sobre mi cama y se siguió riendo como loca. 

—Vale, ja ja, ya lo he pillado —dije con sarcasmo mientras le quitaba la gorra de la cara. 

—Por cierto —dijo tratando de regular su respiración—, tu madre dice que ya está la cena. 

—Genial —le di la mano para levantarla de la cama—, prepárate para una hamburguesa muy a la americana.

—Así da gusto venir a tu casa —bromeó ella saliendo de cuarto. 

Sonreí, negando con la cabeza. 

Me encanta esta chica. 


★☆★


La cena transcurrió más o menos normal. Tanner y Lenna no hacían más que molestarnos a Mack, que no paraba de sonrojarse, y a mí, que me sonrojaba de la rabia que me daban mis hermanos. En cambio, a mis padres les parecía una situación bastante graciosa. 

—Entonces, ¿los rodajes bien? —preguntó mi madre. 

—Oh, sí —asintió Mack—. Estamos felices con lo que hacemos. 

—Y tanto —intervino mi padre—. Rick dice que lo actuáis tan bien que le da lástima tener que decir "corten". 

—Tampoco es para tanto —respondió Mack un poco sonrojada. 

—No seas modesta, cariño —le dijo mi madre—. Desde que te vi por primera vez, supe que eras una chica con verdadero talento. 

—Lo que Heather quiere decir, es que aunque sabemos que nuestro hijo tiene talento...

—De hecho —interrumpió Mack—, su hijo es uno de los jóvenes más talentosos que conozco, por no decir que el que más. Tiene un rol verdaderamente difícil y lo interpreta de una forma totalmente natural. Ojalá poder considerarme igual de talentosa que él algún día. 

¿Me oís gritar? 

Toda la sala se quedó en silencio. Sé que mis padres no lo decían con mala intención, al contrario, solo trataban de darle cumplidos a Mack, pero, conociéndola, no ha podido evitar responder de esa manera. 

—Joder, que bien habla esta cría, ¿no podríamos adoptarla? —dijo Lenna de repente, por lo que todos empezamos a reír a carcajadas. 

No hablamos mucho más durante la cena, pero al menos la tensión se había esfumado. 

O no. 

No tenía ni idea. 

Mi mente solo podía concentrarse en su mano y la mía entrelazadas bajo la mesa. 


★☆★


Era hora de que Mack volviera a casa. Al día siguiente tenía que coger un vuelo a Sydney y necesitaba descansar. 

La acompañé hasta la puerta y la abracé como despedida. No sabía cuanto tiempo estaría fuera, pero estaba seguro de que la echaría de menos incluso si fueran tres míseros días. 

Apreté su cintura y ella escondió su cara en mi pecho mientras me abrazaba el cuello. 

Podría haberme muerto ahí mismo. 

—Oye... —dije separándome un poco de ella para poder mirarla a la cara— respecto a lo de la cena...

—Lo he dicho en serio —interrumpió ella—. Eres una de las personas con más talento que conozco. Disfrutas lo que haces y eso es muy bonito. 

La miré a los ojos. Eran bonitos. Brillantes y marrones. 

Luego bajé a su nariz, pequeña y en la que tenía alguna que otra peca. 

Y luego le miré los labios. 

Iba a besarla. 

Quería besarla. 

La necesitaba. 

Hasta que... 

—Buenas noches, Walker. 

Empujó sutilmente mi pecho para separarse de mí. Tenía las mejillas sonrojadas y parecía nerviosa. Se alejó por el pasillo, despidiéndose de mí con la mano. 

Me apoyé en el marco de la puerta, viéndola alejarse. 

—Sí, buenas noches. 


★☆★





He vuelto perras. 

Perdón por la espera, os juro que aún os amo. 

Espero que ninguna haya acabado en el hospital por un paro cardíaco después de este capítulo. 

Muchos besos, os amo. 


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top