𝘾𝙝𝙖𝙥𝙩𝙚𝙧 𝙨𝙚𝙫𝙚𝙣 ★
<<Uh oh, I'm falling in love
Oh no, I'm falling in love again>>
Labyrinth, Taylor Swift
★☆★
Mackenzie Hermsworth
Estaba a punto de subirme al avión camino a Sydney para la premier de Thor: Love and Thunder. Aunque yo no aparecía en la película, debía estar en la alfombra roja acompañando a mis padres.
Stella no podía venir, ya que estaba enferma sin poder salir de la cama, así que los Scobell se ofrecieron a acompañarme al aeropuerto. Bueno, Lenna y Heather se ofrecieron. Walker me dijo que había sido cosa de su madre, pero, por alguna razón, no me lo terminaba de creer.
Heather me abrazó mientras seguía preguntándome sobre mi equipaje y si estaba segura de que no me había olvidado de nada.
Los micrófonos avisaron de que las puertas de embarque estaban a punto de cerrar, así que tenía que darme prisa. Abracé a Lenna y a Heather por última vez y miré a Walker. El rubio me dio una media sonrisa y abrió sus brazos para que lo abrazara.
Rodeé su cintura con mis brazos y él acarició mi espalda. Me quedé quieta hasta que sentí como me apretaba contra su pecho.
—Relájate, solo me voy una semana —murmuré contra su pecho.
Walker suspiró y apoyó su barbilla sobre mi cabeza.
—Es solo que... —lo escuché tragar saliva—. Voy a echarte de menos.
Levanté la cabeza y miré a Walker. Fijé mi vista en sus ojos. Nunca se lo había dicho, pero me encantaban sus ojos. Me recordaban a las playas de Biron Bay en las que solía surfear.
Me puse de puntillas y dejé un beso en su mejilla.
—Tranquilo, rubio, es solo una semana.
—No la líes mucho, estrella.
—Estrellita —corregí.
Fue un impulso, enserio, un impulso del que me arrepentí al instante. Walker sonrió alzando las cejas.
Tenemos que dejar de subirle el ego.
—¿Estrellita?
Aparté la mirada.
—Sí, bueno —murmuré—. En el fondo me gusta, aunque sea una cursilada.
Walker se rió.
—Eres una cursi.
—Oh, cállate.
—Tal vez lo haría si me...
Walker fue interrumpido por la última llamada de megafonía para los pasajeros de mi vuelo. Le di un rápido beso en la mejilla sin dejarle hablar más y me alejé de la familia despidiéndome con la mano.
Cuando subí al avión me puse los auriculares y empecé a buscar una película para ver en el vuelo.
Podía ver la vieja confiable, Alice in Wonderland, pero me recordaba demasiado a Walker.
Todo me recordaba a Walker.
Maldito Walker.
Suspiré mirando por la ventana del avión.
Malditos rizos rubios.
Malditos ojazos azules.
Maldito. Maldito. Maldito.
Mordí mi labio, pensativa, y agarré mi móvil.
Shay.
Te necesito.
Estoy en crisis.
Rudolphita: ESPERA.
Rudolphita: DÉJAME ADIVINAR.
Rudolphita: ¿Tiene que ver con algún rubio de ojos azules que te tiene loquita perdida?
Te odio.
Le odio más a él.
No me lo saco de la cabeza, Shay.
No sé qué hacer.
Rudolphita: Ay, pequeña.
Rudolphita: Vas a aprender lo que es que te guste un hombre.
Rudolphita: Probablemente sufras, buena suerte con eso.
Vaya, gracias por el apoyo.
Suspiré y puse el móvil en modo avión.
Duérmete, Mackenzie, duérmete de una vez.
Y, sí, al final me quedé dormida.
★☆★
Desperté a punto de aterrizar en Sydney. Vaya, si que había tenido un sueño profundo.
Bajé mis maletas y busqué a mis padres. Al no encontrarlos pensé en llamarles por teléfono pero, antes de poder hacerlo, Joey, el "guardaespaldas" de mi padre, se plantó frente a mí.
—Hey —le saludé.
—Lamento su espera, señorita Mack —se disculpó—. Sus padres han pensado que tal vez no debieran venir a buscarla ellos mismos, para evitar a la prensa.
Señorita Mack era como Joey me llamaba cuando era pequeña, aún no ha dejado de hacerlo.
—Lo entiendo, Joey —estaba acostumbrada—. No te preocupes.
El hombre me sonrió y agarró mi equipaje antes de empezar a andar delante de mí.
No sé si alguien llegó a reconocerme, porque nadie se acercó a mí. De todas formas, normal. Quiero decir, Joey era un tipo enorme con traje negro y gafas de sol, cualquiera daría por echo que es mi guardaespaldas o algo así.
Cuando llegamos a casa mamá fue la primera en venir corriendo a abrazarme.
—Mi niña, pero qué guapa estás —dijo mientras me estrujaba entre sus brazos.
—Mamá, me estás asfixiando —dije fingiendo falta de aire.
Mamá me soltó y miró a Joey.
—Joey, nunca tengas hijas —le dijo, provocándonos una sonrisa a los presentes.
Avanzamos hacia el interior de la casa. Busqué con la mirada a mis hermanos, pero no había ni rastro de ninguno.
—¿Dónde están los niños? —pregunté extrañada.
Solo me permitía hablar español con ella una vez estuviéramos solas o con algún miembro de la familia, ya que me parecía una falta de educación hablarlo cuando una persona que no podía entendernos estaba presente.
Aunque alguna vez lo haya hecho.
—Han ido a pasar el fin de semana con tu abuela —respondió mientras acomodaba los cojines del sofá—. Pensamos que con todo este lío de la premiere tal vez lo mejor era que no estuvieran aquí.
Asentí con la cabeza y me senté en una de las esquinas del sofá.
—¿Está todo bien, cielo? —preguntó mientras se sentaba a mi lado con gesto preocupado.
—Claro, ¿por qué no lo estaría? —respondí haciéndome la desentendida.
Obviamente me pasaba algo, pero no quería hablar de tema.
—Mackenzie —dijo enarcando una ceja.
Oh, oh.
—Estoy bien —mentí—. No me pasa nada.
Mi madre suspiró y me acarició en pelo.
—La verdad es que no pareces muy contenta con todo esto. ¿Es eso? ¿No quieres ir a la premiere?
Y usó la mirada. Esa mirada que usaba para que me sintiera mal por ella y le contara lo que me pasaba. Solté un suspiro.
—No es eso —murmuré—. Es solo que me pone nerviosa el hecho de tener que ir ahí y gustarle a la gente.
—¡Pero si todos te adoran!
—Ya pero... ¿y si no lo hacen?
Mi madre suspiró. Se venía charla maternal.
—Mack. En nuestro mundo es importante gustarle a la gente. Es muy importante, pero eso lo sabes. Tienes que entender que no les vamos a gustar a todos. Es imposible que no haya ni una sola persona a la que no le gustes y no pasa nada. Está bien, siempre que esos comentarios no te afecten.
Agaché la cabeza y mi madre me levantó el mentón.
—Ya lo hemos hablado, Mack —me dijo más tranquila—. En el momento en el que sientas que esto te supera puedes desaparecer. Puedes quitarte las redes sociales, puedes dejar de hacer proyectos por un tiempo, puedes dejar de venir a los eventos...
—No quiero dejar de actuar —dije—. Puedo con esto. Solo son nervios. Puedo aguantarlo.
¿A quién de las dos tratas de convencer?
Mi madre pareció pensar lo mismo, pero creo que prefirió no decir nada.
—Confío en ti, cielo —besó mi frente—. Sé perfectamente que puedes con esto y con más.
Se puso de pie y salió de la habitación.
Subí a mi cuarto y, al abrir la puerta, sonreí. Todo estaba exactamente como lo había dejado. Las fotos sobre la cómoda, el ordenador en el escritorio, la ropa del vestidor ordenada por colores y por estaciones... todo estaba exactamente igual.
Me tumbé en la cama y saqué el móvil, que aún seguía en modo avión, de mi bolsillo.
Sonreí nada más ver la bandeja de notificaciones.
Scobell: ¿Qué tal el vuelo? ¿Estás ya en casa?
Me regañé a mi misma por sonreír así al ver el mensaje. ¿Por qué tenía que ser siempre tan absurdamente adorable?
Le mandé un selfie de mí tumbada en la cama mientras sonreía. Pasaron unos minutos cuando vi que me llegaba un mensaje de voz.
<<Mack, amor mío —conseguí reconocer la voz de Dior—, pásatelo genial en la premiere, te queremos, vamos a echarte de menos... ¡LEAH DAME EL MÓVIL! ... ¡MACK ES MÍA ,PESADA! —vale, esa debía de ser Leah—. Mándanos muchas fotos, ¿vale? ¡Y llámanos! Te tenemos que dejar o Walker nos matará, un besito, ¡te queremos!>>
Juro que no pude dejar de reír hasta unos segundos después de haber terminado de escuchar el audio, que fue cuando Walker me mandó otro mensaje.
Scobell: No sé si Dior y Leah seguirán vivas cuando vuelvas.
Y una vez más, el maldito rubio me hizo sonreír.
No las mates, son mis únicas amigas.
Una parte de mí esperaba que dijera algo como ¿Y yo qué soy? o alguna chorrada así. Pero no fue el resultado que obtuve.
Scobell: Voy a decírselo a Aryan.
Apreté los labios antes de responder.
No, por favor, lo que sea menos eso.
¿Se habría reído? Seguro que sí. Soy graciosisima.
Scobell: Deberías descansar, allí ya debe de ser tarde.
Miré el mensaje con decepción, ¿es que no le gustaba hablar conmigo? Miré la hora, la verdad es que sí que se estaba haciendo tarde, pero había dormido bastante durante el vuelo.
Increíble, ¿verdad? Todo gracias al rubito.
Seguí mirando la pantalla de mi móvil, pensando en qué responder. Acabé suspirando y escribí mi respuesta.
Adiós.
Una respuesta muy madura, Mackenzie, totalmente poético.
A veces una chica solo tiene que ignorar a su conciencia y sus ganas de llorar y tumbarse a ver su película de confianza. En mi caso, esa película era Casper.
Apagué el móvil y encendí la televisión, maldiciendo a Walker Scobell en voz baja.
★☆★
Y el día de la premiere llegó. Mentiría si dijera que no estaba nerviosa, porque estaba aterrada. Había tres chicas a mi alrededor retocándome el maquillaje y el peinado. Ya llevaba el vestido puesto, y no dejaba de alisarme arrugas invisibles con las manos.
Cuando los retoques terminaron, las chicas se apartaron y me dejaron verme en el espejo. Mi maquillaje y mi pelo eran muy sencillos, lo suficiente como para que no pareciera una muerta, mi vestido era de un color rosa palo oscuro —nada chillón, gracias a Dios—, era de tirantes finos y tenía un pequeño escote acabado en V, también tenía algún que otro volante en la falda.
Para ser un vestido elegido por Stella, me gustaba bastante.
Di una vuelta sobre mí misma y las chicas me aplaudieron.
Me miré en el espejo por última vez y me sonreí con confianza.
Estaba lista.
Bajé rápidamente y subí a la limusina. Mis padres estaban esperándome allí.
—¿Nerviosa? —preguntó Joey.
—Ya me conoces —bromeé, como si no tuviera importancia—. Estoy muerta de miedo.
—No se preocupe, señorita Mack, ya verá como todo va bien.
Me sonrió a través del espejo retrovisor y le devolví la sonrisa.
Mis padres me esperaban cuando llegué al lugar del evento. Me saludaron, dijeron que iba muy guapa y dijeron que llegaba tarde.
Lo de siempre.
—Camina —dijo mi madre, haciéndome avanzar por el lugar—. Tienes que hacer un par de entrevistas.
Me señalaron a una chica y a un chico con una cámara y me acerqué a ellos con mi mejor sonrisa.
La chica me presentó y empezó a hacerme preguntas. Una chica muy agradable.
—¿Cómo está yendo tu nuevo proyecto? —preguntó—. ¿Cómo se siente trabajar sin mamá y papá?
Me resistí a poner mala cara, tomé aire disimuladamente y seguí sonriendo.
Odio ser una nepo baby.
—Estoy muy emocionada —respondí con sinceridad—. Tengo las expectativas muy altas con este proyecto, además, es algo en lo que me gusta mucho trabajar ya que soy muy fan de la historia desde hace años.
—En tus redes sociales dices que eres fan de la franquicia Marvel, ¿te gustaría trabajar con ellos?
Me encogí de hombros.
—En caso de que me ofrecieran trabajo... —se me escapó una risa nerviosa—, supongo que es una oportunidad que solo tendría una vez en la vida.
—¿Crees que sería así aunque tú padre ya haya trabajado con ellos?
Cogí aire. Esa pregunta me resultaba muy impertinente, pero no podía negarme a responder.
—Me gusta que se me reconozca por mi trabajo, no por mis raíces —respondí con seriedad, pero sin borrar mi sonrisa.
—¡Mackenzie! —escuché a mis espaldas.
Mi madre me llamaba para que me hicieran unas fotos rápidas y pudiera salir de allí. No iba a quedarme a ver la película.
—Ups —dijo la periodista—, se acabó el tiempo.
Sonreí y me despedí de la cámara con la mano antes de alejarme de allí e ir a la zona de los fotógrafos.
Me hicieron un par de fotos sola y algunas con mis padres y otros miembros del elenco de la película.
—Buen trabajo, enana —me felicitó mi padre—. Tú trabajo aquí ha terminado.
—Menos mal —suspiré.
Mis padres sonrieron y mi madre me acarició el pelo.
—Joey te espera en la entrada —dijo.
Abracé a ambos fuertemente por el cuello antes de darme prisa y salir de allí.
Había muchos paparazzi cuando salí. Joey los alejó a todos y pude subir al coche sin problemas.
—Gracias, Joey —le dije cuando él también subió al coche.
—No me las dé, señorita Mack —respondió con una pequeña sonrisa.
Llegué a casa totalmente demacrada. Esos eventos solían absorberme toda la energía. Me cambié de ropa y me encerré en el baño para lavarme la cara y los dientes.
Me tumbé en la cama y, como solía hacer después de cada evento, llamé a Shay.
—Hey —saludó desde la otra línea—, ¿qué tal la premiere?
—Los periodistas son tan insoportables como los recordaba —suspiré.
Escuché un ruido de desagrado por parte de Shay.
—Sí, no mucha gente es demasiado comprensiva —respondió—. No les hagas caso.
—Lo sé, lo sé —me pasé una mano por el pelo con frustración—. No sé, tal vez es cierto que no soy lo bastante buena.
—No digas eso —murmuró Shay.
—Shay, la gente no deja de repetírmelo tal vez sea cierto.
Hubo una pausa. Escuché a Shay suspirar.
—Mackencie, no desprecies tu trabajo de esa manera.
Su voz sonó tan seria que me sentí intimidada.
—Te dejas la piel en cada cosa que haces, porque la heces de corazón, no todos los artistas hacen eso.
Apreté los labios.
—Sé que no te gusta hablar de esto —continuó—, si quieres, podemos dejarlo.
—Sí, tal vez... —murmuré.
—Buenas noches, Mack.
Miré al techo durante un par de segundos con los labios temblando.
—Sí, buenas noches.
Tiré el móvil hacia el otro lado de la cama y me encogí en mi lugar. Abracé a una de mis muñecas, la Señorita Odette, hasta que me calmé.
—Eres lista, eres buena, eres... importante —murmuré mientras acariciaba el pelo de la muñeca.
Pensé que no lograría dormir esa noche, pero lo hice.
A la mañana siguiente me desperté cerca del medio día. Tenía tantas legañas que apenas podía abrir los ojos.
Fruncí el ceño al ver mi móvil.
Tres llamadas perdidas de Shay.
Dos de mis padres.
Y otra de Walker.
Por no hablar de todos los mensajes y notificaciones que me habían llegado.
Entré a una de ellas, confundida. Mis ojos se abrieron exageradamente cuando leí la noticia.
<<¿Se le ha subido la fama a la cabeza a Mackenzie Hermsworth?>>
Oh, no.
★☆★
¡Hola! Bueno, supongo que os debo una disculpa por haber tardado tanto en actualizar, además de que el capítulo no es lo que se dice muy largo.
Agradezco muchísimo el apoyo que estoy recibiendo, tanto por aquí como por tiktok (por cierto, mi user es dpsgirl por si queréis echarle un vistazo jiji), y muchas gracias a la gente que comenta y vota. No os imagináis lo bonito que es ver que a la gente le gusta lo que escribo.
Bueno, ya no hablo más.
Muchísimos besos, les amo.
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