Capítulo 6 Sacrificio y Muerte ꪜ
Athena no paraba de dar vueltas en círculos por la pequeña sala donde Shion se entretenía apilando algunos libros ya leídos en el estante, y es que simplemente su diosa no se calmaba ni por un segundo, a veces aquello terminaba poniéndole de los pelos, pero al ser el patriarca debía mantener la calma de lo contrario podía afectar la salud mental de los caballeros. Sin embargo Saori no podía pensar en eso en aquellos momentos.
— Estoy muy preocupada por Elizabeth —Soltó Athena, mientras observaba al patriarca acomodar unos libros— a pesar de ya estar estable, no recupera la conciencia...
— Si, es un poco extraño —coincidió el peliverde— por ahora solo podemos esperar —añadió dando un vistazo a la repisa— igual tanto Mü como Shaka están pendientes de su situación.
— Si, lo sé —respondió cerrando sus ojos— puedo sentir su presencia, pero la presencia de Elizabeth es muy débil, como si hubiera estado peleando en su interior —añadió al visualizar el cosmos de la joven
— Al parecer, cuando ella se desmayó vio algo y según mi teoría, esa visión fue tan fuerte que perdió sus energías y el control de sus poderes —soltó Shion dandole una mirada al pasillo en busca de Kari.
— Yo, creo que deberíamos contactar con su superiora para que nos ayude —dijo Saori, mientras se dirigía al escritorio con la necesidad de hacer una llamada.
— Tiene razón —respondió, más Saori ya se encontraba sumergida en una conversación.
— ¿Qué? ¿Ella solo desapareció...? —exclamo Saori, mientras apretaba fuertemente el teléfono— entiendo, haremos lo posible por ayudar —prometió tras colgar.
— ¿Qué sucedió, Athena? —preguntó el peliverde al observar la atónita expresión en su diosa
— La superiora del Templo Ninna-ji desapareció, al igual que los representantes de otros templos —respondió Saori sin poder creerlo— iba a llamar a los demás templos, pero ya se han comunicado entre ellos, actualmente los están buscando
— ¿Qué? ¡Esto es terrible! —soltó Shion
— Por ahora, no debemos decirles a los demás —pidió nerviosa— al menos hasta que tengamos una idea de que está sucediendo, sin embargo... tengo un muy mal presentimiento.
— No se preocupe, no diré nada —prometió Shion comprendiendo la situación.
Ya era muy tarde, el cansancio les ganaba a los presentes, en especial a Evelyn que había hecho todo lo posible por monitorear a cada momento el estado de Elizabeth, quien seguía sin recobrar la conciencia, algunas de sus compañeros en lo que quedaba del día le habían visitado, más nada había cambiado.
— Ya revisé todo su organismo, pero no hay daño alguno —soltó al terminar su evaluación— al parecer todo es mental, y en eso, yo no puedo hacer nada —respondió apenada la joven.
— No debe disculparse —negó Shaka, bastante agradecido— usted ha hecho todo lo que está a su alcance, así que solo debemos esperar —finalizo el caballero de virgo, mientras observaba a su protegida.
— El poder de su cosmos es muy débil —observó Mü también evaluando la situación— según mi maestro, cree que ella está peleando por algo —añadió.
— Deberías descansar, Evelyn —le recomendó Arley— yo me quedaré a cuidarla
— Eso haré, ya que si deseo ayudarla mis poderes deben estar óptimos —reconoció, pues no podía negarse o sería una carga.
— Me alegra que se quede a cuidar de Elizabeth —soltó Shaka con una sonrisa.
— ¡No es nada! —respondió Arley ligeramente sonrojada— somos compañeras, por ende debemos apoyarnos —añadió más seria, mientras Mü descubría una nueva faceta de ella
— Ese es un pensamiento muy bueno y noble —le reconoció Shaka dandole una palmaditas en la cabeza.
— ¡Gracias! —soltó con una gran sonrisa
— ¡Ah! no... —se unió una cuarta voz.
— ¿Señorita Elizabeth? —le llamó Mü al escucharla susurrar.
— Es un sueño, ella está teniendo una visión —observó Arley tocando su frente— no debemos interrumpirla, de lo contrario el mensaje no llegará a nosotros —añadió algo apenada pues sabía que su compañera estaba sufriendo al ser su respiración agitada.
— Bien —soltaron ambos no muy convencidos
La joven de cabellos castaños se hallaba totalmente sumergida en su sueño o al menos esa era la conclusión a la que habían llegado sus compañeras, más no era así, Elizabeth se encontraba atrapada en una técnica bastante oscura y antigua, por ello sus compañeros no habían podido notarlo, manteniéndola en aquel estado de constantes pesadillas, creando un ruidoso coro de voces que susurraban desgracias futuras
— Tengo que terminar con esta técnica —soltó Elisabeth al sentir la energía, sin embargo una voz antigua y profunda se hizo escuchar.
"Todo eso yo lo traeré, tú lo sabias, y aún así lo quisiste, lo tendrás, este es el precio por encerrarme, sin embargo... esto es solo el comienzo de mi venganza"
— ¿Por qué me enseñas esto? —cuestionó la joven al ver pasar rápidas imágenes oscuras, junto a aquella voz que susurraba en la sombras.
"Porque esto es lo que sucederá y mientras más lo niegues, más tiempo pierdes..."
— ¡Yo no deseo que suceda eso! —negó tapando sus oídos en un intento de ya no escuchar aquella voz— sé muy bien que eres nuestro enemigo y si crees que puedes controlarme, estás muy equivocada... —declaró buscando mantenerse firme ante aquella oscura presencia.
Oh... ¿Realmente crees que deseo controlarte? Pues en realidad, solo quería tenerte ocupada, para que así no pudieras prevenirlos
— ¡Me utilizaste! ¡debo salir de aquí! —exclamó al notar como había caído tan fácilmente en su trampa— ¡si no les aviso, los asesinará!
Creo que ya es tarde, querida... adiós...
—¡No! —gritó, mientras se despertaba bruscamente, observó la habitación reconociendo el mundo real, más se encontraba totalmente sola— ¡dios, no! —soltó en una grito ahogado, abandonando la habitación rápidamente en busca de Athena
Mientras Elizabeth se encontraba inconsciente, los caballeros habían sentido una presencia maligna en el salón principal, por lo que se apresuraron a ir al lugar, dejando una barrera en la habitación de la sacerdotisa que solo podría deshacerse desde adentro. Al llegar al salón encontraron a Shion que protegía a Athena, mientras se veía a tres personas encapuchas y detrás de ellos una columnas en donde estaban los representantes de cada sello del que provenían las doncellas.
— ¿Qué planean hacer con esas personas? —inquirió Saori, mientras observaba con extrema preocupación los rostros de los presentes, de seguro tendrían frío debido a la lluvia
— Athena... —masculló Shou— es muy simple, solo queremos que nos entregues a las sacerdotisas y estas personas vivirán —explicó, mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa sombría
— ¡Eso es imposible, ustedes solo quieren destruir este mundo! —respondió Saori, tratando de hallar una solución para salvar a aquellas personas.
— Debemos atacarlos —ordenó Shion telepáticamente a los caballeros, haciendo que tomaran posturas de ataque y se lanzaran a combate.
— No creo que puedan hacerlo... —masculló divertido, mientras aparecía una barrera que repelió a los caballeros fácilmente.
— Es muy fuerte —soltó Milo, ahogando un quejido de dolor.
— Esa barrera es producto de sangre antigua —observó Saori al comprender que sin importar que, para sus caballeros dorados sería imposible romperla.
— ¡Sacerdotisas, no se atrevan a utilizar sus poderes o los mataremos! —les amenazó rápidamente
— Maldición... —masculló Jenn con los puños apretados, era realmente frustrante.
— ¡No es justo, son nuestras familias! —soltó Kari al borde de las lágrimas
— Si no interpones, los lastimarán —negó Ainhoa tratando de controlar su rabia e impotencia
— ¡Son unos cobardes! —exclamó Arley, mientras era retenido por Mü
— ¿Qué harás, Athena? —cuestionó Shou
¡No lo haga, diosa Athena! ¡proteja a las sacerdotisas! ¡la sangre de nuestros ancestros! ¡aléjense! ¡no lo escuche!
— No puedo entregártelas... —respondió con los ojos llenos de lágrimas al escuchar las súplicas de las víctimas
— Entonces... ¡¡morirán!! —gritó empleando una técnica de cortes, matando a cada uno de los presentes sin piedad alguna
— ¡¡No!! —gritó Elizabeth al contemplar la escena sangriento junto a aquellos ensordecedores lamentos, y sin importarle su propia seguridad buscó ir hacia ellos, más Shaka le detuvo— ¡suéltame, Shaka! ¡déjame!
— ¡No puedo hacer eso! —negó el caballero totalmente avergonzado— aunque vayas solo te asesinará... por favor, no se arriesgue —le pidió, abrazándole fuertemente— ¡no haga que el sacrificio de sus parientes sea en vano!
— ¡Son unos malditos! —exclamó Arley roja de la ira— ¡¿Cómo pudieron?! —dijo antes de romper en llanto, mientras abrazaba fuertemente a Evelyn.
— ¿Por qué...? —balbuceó, mientras las lágrimas recorrían sus mejillas
— ¡Son unos miserables! —exclamó Kari, mientras abrazaba a Rin que había perdido la conciencia, debido al shock
— ¡Es lo que ganan por desafiar a mi señora! ¡Medusa! —soltó Shou con una sonrisa orgullosa, mientras se limpiaba la sangre.
— ¡Los mataré! —gritó Arley, mientras era sostenida por Hiruda, quien solo podía llorar en esos momentos— ¡Déjame ir, Hiruda!
— No te preocupes, Athena —soltó irónico— nosotros volveremos y la próxima vez no serán unas cuantas muertes —añadió desapareciendo junto a aquellas sombras.
— ¡Todo es mi culpa...! —negó Elizabeth sin poder calmar su llanto, pues tal y como había ocurrido en aquel sueño, la sangre se escurría por el suelo siendo únicamente llevada por el agua de lluvia.
Sexto capítulo revisado y corregido uwu
Att: Andysakurai15
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