Capítulo 12 La Liebre y la Tortuga ꪜ

Aquella mañana estaba cubierta por una pequeña capa de neblina brindándole cierta "soledad" al santuario, incluso podría darle un aspecto algo tétrico debido a las ya destruidas paredes del lugar, donde únicamente los templos y el coliseo parecían estar intactos e inmaculados, simplemente el tiempo había olvidado pasar por ellos o quizás era obra de su diosa protectora Athena. Hiruda sabía que aquella mañana estaba "meditando" bastante, el clima era en parte culpable de eso junto a su libro de poemas que reposaba en sus manos, deseaba seguir disfrutando de esa tranquila mañana por siempre, pero alguien debía llegar y romperle su burbuja de comodidad.

— ¿Sigues leyendo ese libro? —inquirió un hombre bastante robusto con largo cabello azulado

— Estaba intentando disfrutar de la buena mañana —soltó Hiruda en respuesta ligeramente molesta— ¿no crees que hoy será un buen día?

— ¿Un buen día? —inquirió el hombre sarcástico chasqueando la lengua en desaprobación— lo dudo mucho con este clima

— Me parece que no entiendes como funciona —suspiró la joven totalmente resignada— si el clima es así de templado quiere decir que hará sol luego, lo suficiente como para tostarse

— Interesante, sin embargo nuestro tema principal de conversación debería ser basado en el entrenamiento, no en el clima —negó esta vez el caballero de Géminis, ganándose una mirada de cansancio de la contraria

— Al menos podríamos empezar bien, siento que nos tratamos como extraños cuando estás aquí en calidad de mi "maestro" ¿verdad? —cuestionó dejando finalmente de lado el pequeño libro para volcar sus ojos obsidiana al caballero frente a ella.

— ¿Qué quieres decir con eso? —inquirió sin comprender del todo el trasfondo de esa pregunta.

— Eres el caballero de Géminis, Kanon ¿verdad? —cuestionó recibiendo rápidamente la aprobación del contrario— bien, yo soy Hiruda Fairbrook, a partir de hoy estaré a tu cuidado —añadió realizando una pequeña reverencia.

— Entiendo, haré lo posible para que puedas aprender a defenderte en caso de un ataque sorpresa, ahora dime ¿cuáles son tus habilidades? —cuestionó dirigiendo toda su atención a la joven.

— Domino lo que es Psicoquinesis y Levitación, también soy muy buena regresando los ataques de los enemigos —respondió con toda sinceridad bajo aquella mirada.

— Puedes levitar y tienes influencia en la materia —estudió Kanon bastante interesado en sus habilidades— con respecto a lo último ¿cómo funciona?

— Hum, los ataques llegan a mi, pero puedo cambiar su trayectoria y dirigirlos a su fuente de origen —esperaba que su explicación satisficiera a Kanon.

— Entonces ejerce de una manera diferente a las técnicas de Mü, él por medio de su "muro de cristal" puede hacer que todo ataque que lo toque se anule y regrese a su ejecutor —procedió en explicarle a la joven con total tranquilidad— sin embargo tú no necesitas algo así.

— No, simplemente si quiero cambiarlo lo haré —aseguró

— Bien, primero deberíamos hacer algo de entrenamiento básico para ver tu forma de reacción, por ende haremos eso —decidió luego de pensarlo unos instantes— primero da unas vueltas al lugar, después te "atacaré" por ende debes defenderte o ser enviada a otra dimensión

— Hum, entiendo... —balbuceó por lo bajo con molestia

— ¿Sucede algo? —inquirió Kanon al percibirlo

— Quizás debería decirlo por si acaso, pero... no me gusta mucho que me digan que es lo que debo hacer —soltó en respuesta Hiruda descolocando totalmente a Kanon

— Eso es realmente un problema, pero si realmente quieres proteger la vida de miles, piensa en el sacrificio que hicieron tus familiares aquel día —respondió Kanon logrando tensar a Hiruda, quien pronto tenía una mirada fría en su rostro

— No es necesario que saques eso a flote ¿no crees? —inquirió sarcástica y con ganas de golpearle, más no debía hacerlo— nunca podré perdonarme... nunca podré borrar sus lágrimas y su sangre correr por el frío piso de piedra, mientras la lluvia acallaba sus lamentos...

— Entonces esfuérzate, deja de lado al menos ahora esa rebeldía y enfócate —sentenció Kanon con una mirada decidida y fría— sino puedes simplemente morir y llevar contigo la carga de muchas más vidas inocentes, tú eliges —dio por finalizo aquello dandole finalmente la espalda, pues no podía ser blando

— Lo odio, odio todo esto, pero... aún así... —quería gritar y mandar todo al carajo, quería hacerlo realmente, pero las palabras y deseos de su familia calaban cada rincón de su mente.

"Por favor Hiruda, protege a todos, no te preocupes por nosotros..."

— Tsk... —maldijo finalmente por lo bajo antes de marcharse a hacer el calentamiento.

Kanon observaba fijamente a Hiruda, no tenía quejas pues la joven realizaba correctamente sus ejercicios y era rápida en comparación a cuando empezaron todas juntas. Una vez que se completó el calentamiento Kanon lanzó varios de sus ataques esperando ver la rapidez con la que reaccionaba y contraatacaba, no era mala, sin embargo podía ser más rápida.

— Tienes que trabajar más, era algo lenta —habló Kanon a su lado durante el descanso, la joven por su parte se sentía cansada, mientras varias gotas de sudor caían al suelo.

— L...Lo e...estoy intentando —balbuceó como pudo.

— ¿Realmente lo estás intentando? Creo que pronto caeré dormido por tu lentitud —buscó provocarle, más Hiruda sobre dibujó una sonrisa en su rostro

— ¿Acaso no conoces el cuento de la liebre y la tortuga? —inquirió divertida— pues dormirte si quieres, pero cuando despiertes yo ya te habré sobrepasado y dejado atrás —añadió orgullosa

— Sigue pensando eso y la liebre te bajará de esa nube —se limitó en responder antes de volver a atacarla sin descanso

— ¡Eres un malvado! ¡espera! —pidió tratando de evitar los ataques.

— ¡Tu enemigo no esperará! ¡solo buscará matarte! —soltó en respuesta, haciendo que Hiruda trastabillara y cayera sentada sobre su trasero

— ¡Auch! ¡oye, idiota! —exclamó claramente molesta

— ¿Qué dijiste? —cuestionó Kanon descolocado por la cambiante actitud de la chica— ¿así es como te refieres a tú mentor?

— Me importa un rábano si eres mi mentor o no, ¿sabes lo qué es un dolor en el trasero? No lo creo, solo espera y te haré probarlo ¡liebre idiota! —volvió a insultarle sin una sola pizca de arrepentimiento en su rostro.

— Bien, me temo que este entrenamiento continuará

— ¡Claro, te haré morder el polvo!

Nuevamente comenzó una sesión de varios ataques que Hiruda atajó rápidamente, Kanon por su parte sabía que está vez la joven estaba dándolo todo en esos momentos, por ende aumentó la velocidad sin seguir un patrón determinado, sin embargo Hiruda se defendió de él e hizo uso de su levitación en varias ocasiones, hasta finalmente al regresar varios ataques del caballero de Géminis aprovechó la distracción situándose detrás del hombre y presionando por detrás de sus piernas le hizo caer sentado también sobre su trasero

— Creo que está vez gané yo —festejó Hiruda contenta, más Kanon la jaló haciéndola caer en su regazo.

— Descuida, no dejaré que tu "trasero" aterrice dos veces en el suelo, he perdido —concedió finalmente.

— ¿Te duele? —inquirió

— Procuraré de ahora en adelante pensarlo dos veces antes de hacer que alguien aterrice en su trasero —soltó entre risas.

— Me parece Liebre, entonces ¿la tortuga también puede ser ingeniosa? —cuestionó con una pequeña sonrisa

— Oh, si, claro y por mucho —afirmó divertido

— ¡Creo que vas a agradarme mucho, mi mentor Liebre! —reconoció sin una pizca de pena

— ¿Eso es un cumplido? —inquirió confundido

— Viniendo de mi, ¡claro! —aseguró la joven de cabellos castaños

— Bueno, la tortuga debe trabajar mucho de ahora en adelante, Hiruda esto es solo el comienzo —concedió, más ella no debía bajar la guardia

— Lo sé, pero mientras te tenga estaré bien —se permitió expresar bajo la atenta mirada del caballero, quien solo pudo dibujar una suave sonrisa en su rostro

Todo estaría bien para ella, continuaría su entrenamiento junto a aquella persona, su mentor liebre, quien estaba segura le protegería siempre, desde ese momento algo nuevo nació en ella, más podría ser una gran desventaja que una sacerdotisa comenzara a albergar sentimientos por alguien que podría ser usado como una carta de atracción.

— Influencia en la materia... —observó fascinado al haber encontrado algo nuevo— junto a sentimientos... —canturreó extasiado con la idea de finalmente hallar un talón de Aquiles.





¡Nuevo capítulo! Disculpen la demora, pero estuve un poco enferma :( Fue muy divertido para mi usar a la liebre y la tortuga jajaja creo que le da un toque diferente, sin embargo está vez no conseguimos un objeto sino... ¿sentimientos...? ¿qué será más peligroso?

Att: Andysakurai15

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