Friday.

Después de todo aclarado, Jimin se sentía mejor. Ya no mas secretos y habían prometido luchar y seguir adelante con su relación.

Era viernes, y cuando Jimin despertó la luz solar se filtraba en toda su habitación. Eran las 9:30am aproximadamente, no acostumbraba despertar a esas horas, pero la noche anterior la lluvia se había extendido y habían llegado pasadas las doce.

Con mucha pereza se levantó a darse una ducha, de seguro Taehyung ya estaba en el restaurante.

Pasado unos minutos después salió del baño y se cambió con una ropa cómoda, había tomado la decisión de no ir a trabajar por ese día.

Salió de su cuarto y bajo a la sala, allí estaba su madre y abuela, está primera dejo el teléfono en la mesa, al parecer alguien le había hablado y no le había dado una buena noticia.

- Buenos días.

- Hola cariño. - Saludo su madre, Jimin dejo un beso a su abuela y luego a su madre.

- ¿Todo en orden?. -

- Sí. Bueno me acaban de llamar para decirme que tú abuelo acaba de morir. -

- ¿Y qué pasa con eso?. Nunca tuve comunicación con la familia de mi padre.

Quiso saber. Jimin jamás conoció a sus abuelos paternos. Ni la demás familia, sus propios abuelos hacían de menos a su padre y este al no soportar más los tratos decidió huir de casa, y hacer una Nueva vida.

Su padre siempre pasaba trabajando, ya tenía una semana de no estar en casa, y esperaba que la próxima ya estuviese en casa. Y aunque miles de veces Jimin le había dicho que dejara de trabajar, no hacía caso.

- ¿Sabe mi papá?

- No. - respondió su madre.

- Ellos solo lo buscan para que se haga cargo de los gastos del funeral.

Dijo su abuela. Y era de esperarse. Eran unos hipócritas qué solo buscaban a su padre cuando necesitaban de él.

Cuando tenían más hijos e hijas, su padre siempre cargaba con todo el gasto.

- Le avisaremos a papá después. Yo me haré cargo de todo el gasto. Pero de allí no recibirán más.

Y de paso, les diría sus verdades.

[🌷]

Jimin llegó a casa de Jungkook, tocó el timbre esperando que alguien le abriera. Y para su suerte fue el mismo Jungkook quién lo hizo.

- Precioso, iba justo a tu casa. - Jungkook se acercó y le dejo un pequeño beso en los labios.

- ¿Acaso no habrá día en que no me busques?.

Bromeó Jimin. Eso de "te voy amar los siete días de la semana" le estaba gustando mucho.

- Claro que no. Ya te dije, seré como un chicle.

Jimin sonrió, pero recordó a que venía también.

- Kook. Vine a buscarte por qué quiero que me acompañes a un lugar.

- Contigo iría hasta el fin del mundo.

Dijo Jungkook. Estaba recargado en la puerta.

- No estoy bromeando. - Respondió Jimin.

- Yo tampoco nene.

Jimin negó, estaba claro que Jungkook seguía siendo el mismo se antes y eso le gustaba mucho.

- Kookie, esto es serio.

- Ok, espérame aquí. - Jungkook entró a la casa buscando lo que le iba a dar a Jimin ese día. - Tenías mucho que no me decías Kookie.

Dijo una vez afuera y empezando a caminar.

- Hmm bueno pues ahora lo empezaré hacer de nuevo.

Jungkook sonrió ante eso. Luego recordó la bolsita que traía consigo.- Hace poco visite a Hoseok, no sabía que le estaba yendo tan bien con su negocio de pulseritas. - Aún recuerda como este decía que haría negocio con sus pulseras, y paso de vender sus pulseras en la secundaria a tener su propio lugar donde las hacía y le pedían encargos personalizados.
- Me ayudo a hacer estar pulseras, son de pareja.

Jungkook le mostró las pulseras. Una era rosada y la otra amarilla, la cual era la de Jimin. Le habían puesto un conejito rosa, y la de él,llevaba un pollito.

La de Jimin aparte del conejito rosa, también llevaba un girasol y figuritas de chefs.

La de Jungkook también llevaba un girasol.

- Kook están hermosas- Dijo Jimin. Le causaban mucha ternura.

Jungkook se la puso y luego él hizo lo mismo.

- Me alegra que te guste. Mira qué se me complicó un poco.

Se quejó Jungkook. Jimin lo tomo del cuello de su camisa y estampó sus labios con los delgados de Jungkook.
Y luego empezó a caminar.

Jungkook tuvo que correr para alcanzarlo, ya que se había quedado sorprendido por ese beso.

[🌷]

Jimin se estaba arrepintiendo de pedirle a Jungkook su compañía. Y es que el jamás dejaría de tener un alma de niño.

Estaba en la funeraria, buscando una caja para su difunto "abuelo", mientras que Jungkook abría y cerraba las cajas. Gracias al cielo no acepto la ayuda de un empleado.

- Quieres parar Kook.

Le dijo, pero este no hizo caso.

- Vaya~ es tan suave. - susurro para si mismo tocando lo acolchonado.- ¿Y si me acuesto?.

Pero Jimin llegó hasta a él.

- Jungkook, se lo que estás pensando. Y no. Que no sabes que es malo acostarse en una caja cuando aún estás vivo. Mi abuela dice que te maldices.

- ¿Enserio?. No lo creó. Mira qué cómoda es Jimin.

- Ya deja eso. Ayúdame a encontrar una caja de una vez.

- Pero... No entiendo, ¿Por qué tienes que hacerte cargo tu de esto, o siquiera mi suegro? Ellos jamás estuvieron para él,o para tí.

Y Jimin le dio la razón a Jungkook. Pero ésta sería la última vez que ellos ayudaban a esa clase de personas.

- Quiero decirles muchas cosas Kook. Y creeme que está sera la última vez.

- Oh, mi pollito malvado. Quiero verlo en acción
- Dijo picoteando sus labios.

- Ya, ayúdame mejor.

Jimin se dio la vuelta y siguió buscando. Creyendo que Jungkook le seguiría.
Pero claro, él era Jeon Jungkook y no se quedaría con las ganas de estar dentro de una caja, pero es que esas cajas se miraban demasiado cómodas.

Así que se escabulló y logró encontrar una caja.

Solo esperaba que no los sacarán a patadas del lugar.

Una vez dentro de la caja, se acomodó bien, ! y estaba en lo cierto! La caja era demasiado cómoda. Cerro la ventanilla y sonrió, podría hasta dormir allí.

Cuando intento abrir, no pudo. El espacio era demasiado pequeño para él y no podía levantar sus brazos.

Mientras que Jimin cuando se dio cuenta de que Jungkook no lo seguía, se preocupo.
Y es que él lo conocía tan bien. Sin ser tan alarmante y llamar la atención empezó a buscarlo.

Había varios pasillos, salió de uno para entrar a otro, pero no había señales de Jungkook, cuando entro al siguiente un ruido llamo su atención, se acerco. Y vaya su sorpresa, la ventanilla se abrió dejando ver a Jungkook quién de una se sentó.

- Jimin,

- Jungkook.

Ambos se miraron por unos segundos, Jimin quería jalarle las orejas por ser un desobediente.

- Creo que por más cómoda que sea, no quiero estar allí. Ya me retracte.

Jimin negó, ese era su Jungkook, su Kookie.

- Sal de allí. He encontrado una caja.

Jungkook con mucho cuidado salió de la caja, fue donde Jimin y le tomo la mano.

Ambos hicieron los trámites. Luego salieron de allí.

Jimin no pensaba tomarse demasiado tiempo, solo dejaría esa caja les diría sus verdades y se iría a su casa con Jungkook.

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