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Cargaba la cámara en sus manos, con las fotos de Hanma entrando a la tienda de videojuegos abandonado.

Descubrir su escondite había sido más fácil de lo esperado. El chico literalmente se paseaba como si nada por las calles golpeando personas y riendo como un maniático, agregando que su apariencia era imposible de olvidar y no estaba tan lejos de su escuela.

Luego de salir del área camino directamente al hospital para visitar a Draken y a su hermano.

En la recepción le dieron el número de habitación y mandaron a llamar por el alta voz a Tenma. Por mientras se dirigió al cuarto de su amigo y apenas abrió se sorprendió al ver a un Takemichi vestido de una manera muy peculiar.

—Hanagaki—exclamo en forma de regaño—Te di dinero para que te comparas buena ropa, ¿que diablos llevas puesto?

Tanto potencial que veía en el pobre novio de su amiga y este no ayudaba. Lloraría de solo ver lo que tenía puesto.

—¡Udai-san!—grito nervioso al verla en la entrada de la puerta.

—No grites, te escucho perfectamente—nego avanzando hasta quedar a un lado del más alto—Me alegro de que estés bien, Draken-kun—lo abrazo sin llegar a lastimarlo.

El contrario suspiro acariciando la cabeza de la chica con lastima, conociendo lo que había pasado con sus amigos, prefirió no tocar el tema tan delicado e incómodo que sería escuchar hasta un punto.

—Oh, Takemichi, espero que te quede el traje de Mikey—habló de la nada viendo como el teñido escondía rápidamente el uniforme al ver la amenazante mirada de Draken sobre él—Estoy bien chicos... No hay necesidad de que me traten de esa manera.

—Lamento mucho los inconvenientes y desiciones de Mikey—se disculpó el más alto volteando para otro lado sin saber que decir.

Ambos eran sus amigos, y el que hayan roto su noviazgo estando él en medio era como estar en dos bandos diferentes. No le gustaba para nada lo que le dijo Mikey a la albina, pero estaba ahí presente.

—Yo digo que Mikey no lo dijo con esas intenciones, él la quiere mucho—agregó Takemichi moviendo las manos de un lado a otro—Estoy seguro que en el futuro volverán a estar juntos.

La noticia volaba.

Si las miradas pudieran matar Takemichi estaría tres metros bajo tierra por Draken, quien con los ojos le decía que cerrará la boca para que dejara de decir cosas o iría a golpearlo.

Todo eso lo noto Oyuki y rió al verlos.

—Dejen de hacer eso. Mikey tomo su camino y pues yo no estaba en el, no lo culpen ni me vean tan depresiva—aclaró dejando su mochila en la cama—No podemos obligar a nadie a estar con una persona.

La sonrisa que les dio los tranquilizo, pensando que era muy fuerte como para decirlo tan a la ligera.

Saco de su mochila un bento con fruta y se la extendió a Draken para que comiera mientras este le daba ánimos a Takemichi para fuera a buscar a Mikey.

—Es posible que se encuentre durmiendo en la azotea—menciono él de la trenza mordiendo otro trozo de manzana picada.

Una vez quedando solos el chico miro a la fémina que se mantuvo en silencio escuchando atentamente. Queriendo preguntar si realmente estaba bien.

Apenas con las palabras en la boca una tercera persona ingreso a la habitación; un jóven con unas proporcionadas ojeras y cabello desarreglado camino hasta ellos y se sentó en la silla a un lado de la camilla con cansancio.

—Creo que nunca te e presentado correctamente a mi hermano mayor Draken-kun—se levantó y se paro detrás del peli negro, tomándolo de los hombros para sacudirlo—Tenma Udai, él es mi amigo, Ryiguji Ken, más conocido como Draken.

—Hola—saludo el mayor levantando su mano mientras con la otro apartaba a su hermana menor.

Para Oyuki le era agradable que ellos dos se conocieran, ya que compartían muchas cosas en común y se preocupan de más por sus seres queridos, sería como una amistad de personas que parecían padres.

Un rato más aviso que tendría que irse para ver a Baji, ambos le dijieron que tuviera mucho cuidado al mismo tiempo, algo gracioso a su parecer.

Mas tarde por fin se pudo escapar y salió del hospital marcando al número de su mejor amigo para confirmar que se verían en la cafetería de siempre.

En lo más alto del edificio se encontraba una cabellera rubia mirando con tristeza a la albina irse, quitando la idea de que quizá podría ir tras ella y decir lo que realmente pensaba. Era demaciado tarde, se había ido y él se lo permitió.

Los botines suenan por cada paso que daba Oyuki, miraba con una pequeña felicidad la información que había recopilado en tan poco tiempo, quería darle todo lo que consiguió para Baji y que este la felicitara o reconociera su trabajo.

—¡Señorita Udai!—le gritaron a sus espaldas a lo que ella volteo para encontrarse con un jóven de mascarilla negra y cabello largo con el uniforme de la Tokyo Manji—Puede acercarse para hablar con el capitán de la quinta división.

¿Mucho-san?—penso confundida la chica sin dar un paso.

No sabía el motivo del por que quisiera hablar con ella. El carro negro detrás del apuesto chico le daba una pequeña inquietud, definitivamente algo andaba mal.

La ventana polarizada del asiento trasero bajo mostrando efectivamente a Mucho serio, dándole un gesto para que se acercara.

—¿Qué se te ofrece?—apesar de estar con el mal presentimiento le habló fingiendo una voz animada como el de la última vez, esperando que no lo notara.

—¿Conoces a Baji?

Definitivamente la charla no era para nada amigable.

Revisó su celular y se dio cuenta que sus mensajes no había llegado al chico; en cambio Mucho levanto el teléfono de su mejor amigo mostrando que lo tenía en su mano recibiendo la llamada.

—Santo cielo~ —murmuro colgando y guardando su propio celular en el pantalón, manteniendo la calma de la situación—No me gusta repetir las cosas.... Dime que se te ofrece.

—Hablemos en un lugar más privado. Sanzu—le dio una pequeña orden al otro chico con la mirada, quien sujeto el hombro de la albina con cuidado para ambos rodear el carro y abrirle la puerta para que entrara.

—Al menos hay un hombre caballeroso aquí—bramo colocando su mochila en sus piernas viendo como el chico de la mascarilla y cabello blanco entraba como piloto en el auto.

El carro avanzó sin más.

Nadie decía nada, la albina podía notar de vez en cuando las discretas miradas que le daban.

—Ponte esto en los ojos—dijo Mucho a su lado dándole una venda obscura.

—¿Me van a matar?—cuestionó sonriendo de lado con sarcasmo—Uff, que divertido, cuando se entere Mikey o Draken estarán furiosos con alguien....—jugó con su suerte, teniendo las posibilidades de que el chico aún no se haya enterado de que ya no era novia del capitán de la pandilla. Por dentro si quería morirse de los nervios y del miedo, pero se calmo un poco al escuchar una risita de quien conducía—Bueno, a Sanzu si le dio gracia.

Distrayendo con eso a los dos con su plática fue bajando su mano derecha al bolsillo de su pantalón para mandarle su ubicación a quien sea, la mochila en sus piernas cubría la visión de lo que hacia.

—¿Qué relación tienes con Baji?—pregunto directo el mayor.

—Es un conocido—respondió con obviedad.

—¿Mikey lo sabe?

Eso sería un ataque de preguntas y respuestas.

—¿Qué me secuestraron? No lo creo, a menos de qué tenga un sensor de peligro y pueda rastrearme.

—Seré sincero. Estas acabando con mi paciencia y normalmente ya te habria golpeado para que me respondas, pero no lo hago por que eres la novia de Mikey.

Ah.... que ingenuo. Le había dado información a Oyuki, ahora conocía que él aún no sabía sobre su relación actual y eso le daría una ventaja para usarlo a su favor.

Cruzó las piernas pasando su lengua por sus labios para humedecerlos.

—¿Eso será mi problema?—contraatacó victoriosa.

—Lo será cuando veas a Baji.

Mierda. La albina había olvidado ese detalle por estar pensando en escapar.

Temía por la seguridad de su mejor amigo.

—Ahora deja de responder con sarcasmo o terminarás mal—clamó irritado.

—¿Me estas amenazando?—quedarse callada le parecía poco divertido, era intocable contra Mucho y eso lo sabían—No me subestimes.

Los animales más hermosos también son los más peligrosos de la tierra.

«𝘚𝘪 𝘵𝘦 𝘮𝘦𝘵𝘪𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘶𝘯 𝘱𝘳𝘰𝘣𝘭𝘦𝘮𝘢 𝘯𝘰 𝘥𝘶𝘥𝘢𝘣𝘢 𝘦𝘯 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘳𝘵𝘦; 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘷𝘦𝘻 𝘧𝘶𝘦 𝘵𝘶 𝘵𝘶𝘳𝘯𝘰 𝘦𝘯 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘳𝘮𝘦 𝘺 𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘢𝘳 𝘪𝘯𝘷𝘰𝘭𝘶𝘤𝘳𝘢𝘥𝘰, 𝘦𝘴 𝘨𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘰𝘭𝘰 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘳𝘥𝘢𝘳»

Quede como payaso ayer pensando que sería el Baji-truco. 🤡🤡

Yo cambio más de foto de perfil que de calzones.

¡Gracias por leer!

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎🔥

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