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Lo seguía.

Estaba misterioso.

Cualquier estupidez en la que parecía querer entrar, ella también estaría a su lado o al menos de lejos.

Veía desde la distancia, Baji se detuvo volteando a donde estaba ella quien se había alcanzado a esconder, espero unos minutos y volvió a asomarse sin tener rastro del peli negro.

Lo perdió.

Golpeo el carro con furia y salió completamente mirando a su alrededor, buscando pistas de donde se había ido. Aceptaba que su instinto era tremendamente increíble, tanto que apenas sintió que lo estaban siguiendo desapareció.

Concentrándose para saber donde diablos estaba se dio cuenta de un detalle, la cárcel de Tokyo estaba muy cerca.

—Kazutora... —exclamó recordando que por estas fechas seria libre.

No lo pensó mucho y camino directo al reformatorio esperando encontrarse con los dos chicos. No les tenía rencor, fue un trágico accidente del cual pudo haber hecho más, pero ya paso y no podía culparse de algo del pasado que no podría cambiar.

Al llegar se quedó sentada en la banqueta esperando a que aparecieran o salieran del lugar, no quería entrar pero esperaría gustosa.

Recordó que no había traído nada para darle a su amigo que igualmente cumplió años estando encerrado en un cuarto con rejas.

Parece que Keisuke fue el único en recordar su salida, nadie más había venido a recibirlo y eso era triste. La chica jugó con sus dedos nerviosa, quería verlo y darle un enorme abrazo, decirle que no fue su culpa, que todo estaría bien y esta pensó en llevarlo a comer algo.

Espero y espero.... Pero nunca aparecieron, imaginando que ya se habían ido o se había equivocado de fecha.

Llamó a Baji con esperanza de saber donde estaba pero rechazo la llamada dejándola con un mal sabor de boca, volvió a marcar pero recibió la misma respuesta, le había vuelto a colgar. Le estaba preocupando demaciado que no contestará, rogaba que estuviera bien y no le haya pasado nada malo.

—¿Señorita Oyuki?—hablaron a su lado. Un chico de cabello rojo la miraba sorprendido, parecía reconocerla.

—Si, ¿tú quién eres?—pregunto desconfiada, apartándose un poco del jóven claramente mayor que ella.

—Agni, supongo que no me reconoce—murmuro avergonzado—Usted hace unos años me derribó junto a mis compañeros y nos dió una lección.

Inmediatamente lo recordó.

—Nunca puede olvidarla, saber que una niña nos pateó a todos fue increíble y me motivo mucho a mejorar—aclaró emocionado. Dejando muy confundida a la albina, nunca pensó que ella podía crear tal motivación por unos golpes—Estudie cómo usted dijo y en pocos días haré el examen de la univeraidad, ya no reprobe y estoy entrenando artes marciales.

Cada cosa que decía era más impresionante que la otra, dejando en blanco a la pobre chica que seguía impactada por lo que pudo hacer por golpear al chico que parecía admirarla.

—Eh, eso es increíble, me alegro por ti Agni.

Su corta respuesta fue suficiente para que los ojos del chico brillaban emocionado.

—Bueno, me tengo que ir, felicidades Agni, te superaste como persona—levanto el dedo pulgar, lista para irse el chico la alcanzó caminando a su lado.

—Señorita, ¿aún esta metida con los pandilleros?

—Espacio personal invadido—exclamó con fuerza haciendo que el peli rojo se apartara siguiendo sus órdenes. Suspiro cansada viendo al chico—Oye, ¿tu siges en una pandilla?—le regreso la pregunta.

Quería ir a casa, ya no tenía nada que hacer ahí y había perdido por completo de vista a Baji.

—No e tenido tiempo.... Pero espero unirme a una, me gusta el ambiente que existe entre las pandillas—contestó sonriendo—Encontré a un tipo muy genial y estoy esperando la oportunidad a unirme a él.

Si que cambio. La primera vez que se conocieron era todo un mal educado que la subestimó por ser mujer, ahora era todo lo contrario y hasta su peinado junto a su estilo cambio por completo. Como si fuera otra persona.

—¿Por qué quisieras regresar a este ambiente si pronto serás un honorable estudiante universitario con un buen futuro por delante?—le daba un poco de curiosidad, sabiendo que el chico se esforzó tanto para cambiar y repentinamente quería volver a las pandillas era confuso y no tenía sentido.

—Usted... No esta en las mismas condiciones de querer proteger a alguien?

Claro que las estaba. Por esa razón prefirió no brincar años y se quedó esperando a sus amigos, fácilmente pudo estar uno o dos años más adelante, ¡pero no!, ella decidido regresar a Japón apenas vio la oportunidad.

—Me tengo que ir, espero que pases tu examen Agni—se despidió, terminando para irse y no dejarlo hablar.

Incómoda por lo raro de esa conversación, el tipo no le daba una muy buenas vibras...

Las palabras del chico la dejaron pensando un poco, pero prefirió dejarlo a un lado y volvió a llamar a Baji para invitarlo a comer como excusa para saber donde estaba.

En otro lado se encontraba un peli negro en un callejón golpeando a unos tipos por información y también para desestresarse por todo lo que a ocurrido. Una dulce melodía sonaba a un lado de donde estaba Keisuke pegándole al desconocido con ferocidad y sin compasión.

Cargó al contrario y lo lanzo al enorme contenedor de basura, sacudió sus manos con orgullo de ver a todas esas personas y les cerro la tapa para dejarlos encerrardos.

Impaciente de volver a escuchar la irritante música que le había puesto Chifuyu limpio sus manos en el pantalón y agarro el celular para ver quien lo estaba interrumpiendo desde hace ya un rato. No fue una sorpresa ver varias llamadas y mensajes de Oyuki pidiendo saber su ubicación o si se encontraba bien; una pequeña sonrisita apareció un sus labios.

Lo hacía por ella.

De todas formas no le regreso la llamada y tampoco le contestó.

Estaba cien por ciento seguro que si decía algo de más ella haría algo al respecto, y no quería involucrarla.

Necesitaba descubrir más a fondo que tramaba ese chico que se acercó a Mikey.

—¿Baji-kun?

—Carajo—bramo para sí mismo al ver los zapatos lustrados y esa mirada seria, viéndolo reprobatorio.

Regresando con la albina.

La fémina parecía haber encontrado otra persona que conoció hace unos años y que también cambio radicalmente.

Ambos se miraban congelados y en silencio, manteniendo una expresión neutra pero desafiante al mismo tiempo, para saber quién sería el primero en romper esa enorme tensión competitiva.

Todos cambiaron—pensó la chica al haber examinado al muchacho en un microsegundo antes de quedar frente a frente.

—Udai-senpai—habló el chico siendo el primero en romper el silencio y hacer una pequeña inclinación por respeto, dando como ganadora a la mencionada.

—Parece que te esta golpeando la pubertad, mocoso—respondió con supremacía y arrogancia en broma—Pero tengo que admitir que me agradaba más tu peinado anterior.

—Eso es irrelevante comparado con mi cerebro.

Al parecer su actitud tranquila y sumisa también cambiaron con la pubertad.

—¿Igual que tus cejas?

—Por favor deje de ofenderme, senpai.

Y aunque parecía más cortante y seco, aun le hablaba con respeto y ese diminutivo que utilizaba desde de niño—No lo hago. Sigo algo impactada con tu cambio de amm... ¿Todo?—resalto moviendo las manos por su cara y altura.

—Quería probar algo nuevo—rasco su mejilla incómodo.

En cambio la chica decidió hablar de otra cosa, conociendo perfectamente el sentimiento de incomodidad.

—¿Aún juegas ajedrez?—se ánimo a preguntar caminando junto al chico sin rumbo.

—Si quiere invitarme a verla perder, le aseguró que no la decepcionare—contestó sin verla, manteniendo su seriedad—Últimamente me siento más seguro de mi mismo.

—Ya lo noté. Pero dejame decirte que no seré tan blanda como lo fui antes, voy a destrozarte otra vez y mantendré mi puesto como la mejor jugadora.

No lo decía con intenciones de ofenderlo o provocarlo, siempre fueron así y se picaban para saber quién era el mejor.

La competitividad de ambos fluían por sus venas cada vez que se veían.

—Voy a ganar—gruño avanzando más rápido, ligeramente molesto—Demostrare que soy mejor, incluso si es contra una mujer.

—Tan agradable como siempre.... Kisaki.

«𝘌𝘴𝘢 𝘧𝘶𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘵𝘢𝘳𝘥𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘤𝘰𝘴. 𝘘𝘶𝘪𝘦𝘯 𝘶𝘣𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘴𝘰𝘴𝘱𝘦𝘤𝘩𝘢𝘥𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘮𝘪 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘪𝘯𝘤𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘢𝘫𝘦𝘥𝘳𝘦𝘻 𝘴𝘦𝘳í𝘢 𝘯𝘶𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘦𝘯𝘦𝘮𝘪𝘨𝘰 𝘱𝘳𝘪𝘯𝘤𝘪𝘱𝘢𝘭»

Dos capítulos en un día....

Estoy aburrida y tengo demaciados borradores esperando a ser publicados. 🤷🏻‍♀️

¡OJO CON EL PERSONAJE DE AGNI!
Yo nomás digo.

Una disculpa si hay faltas de ortografía, sinceramente no me gusto el capítulo.

@𝙰𝚢𝚊𝚖𝚎_𝚑𝚊𝚝𝚊𝚔𝚎🔥

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