05

Nunca imagino conocer a su padre, al menos no tan de repente.

Era un sábado por la mañana, tocaron la puerta de la casa de los Udai. Madre e hija se miraron intrigadas, se hablaban con la mirada, preguntándose quienes era y porque tocaba tan temprano.

No las dejaron pensar tanto porque volvieron a tocar el timbre del departamento.

Las dos corrieron a la entrada, mirándose una última vez la mayor abrió la puerta, detrás de ella se encontraban dos perso, uno claramente un adulto y el otro posiblemente un preadolescente de cabello largo y negro como la misma noche.

—Tenma—murmuro la mujer abranzado fuertemente al jóven, como si estuviera apuntó de llorar de felicidad.

—Lamento llegar de imprevisto Udai-san—se disculpó el hombre peli blanco y con unas facciones finas, de un buen vestir con zapatos ilustrados y limpios, remarcando lo pulcro que lucia—Necesitamos hablar—comentó mirando a la pequeña niña sin entender quienes eran esas personas frente su puerta.

La mujer oculto detrás suya a la niña y les hizo un ademán con la cabeza para que pasarán.

Pasaron a la pequeña morada analizando todo, o más bien el señor porque el menor buscaba la mirada de la niña desesperadamente.

—Fue difícil hayar con ustedes, Tenma insistió mucho al enterarse sobre la existenvia de Oyuki—inició tomando asiento en el sillón—Me sorprende como esta el lugar considerando que estas con una niña en tus manos, prácticamente son dos niñas conviviendo juntas.

—Jugar con mi hija no me convierte en una niña de cuatro años, Nozel. Si llegas a mi casa hablando de como educó a Oyuki será mejor que te retires de inmediato, porque ya no serás bienvenido en todo caso.

La voz de la mujer no era para nada pacífica, divertida y gritona como lo era normalmente, al contrario, era neutral y friolienta.

Oyuki miro al hombre llamado Nozel, prácticamente era su copia. Por su cabeza pasaba la idea de que quizá el era su padre, quien la abandono días antes de su nacimiento y desapareció.

Tampoco le enojaba que la haya abandonado, no conocía toda la historia ni tampoco le importaba.

—Hablemos en privado—insistió dándole una mirada a Tenma para que se llevará a la pequeña. El chico le extendió su mano a la niña para que lo acompañara a otro lado.

—Mamá...

—Ve con él a tu cuarto, muestrale tus medallas o que estas ya dominas leer—le sonrió su madre levantando sus pulgares, como diciéndole que todo estaría bien.

Indecisa miro la mano del muchacho pasando de ella, se encaminó a su cuarto señalando que la siguiera rápido.

Una vez con la puerta cerrada la menor se sentó el centro de la habitación con las piernas cruzadas al igual que sus brazos. Varios minutos se quedó así en silencio.

—Oyuki... —le habló el de cabello largo curioso por lo que hacia la mencionada.

—Callate, estoy pensando—silencio frunciendo el ceño.

Que carácter—pensó Tenma amarrando su cabello en una coleta baja.

El chico no pasaba de los doce años y aún así se veía cansado, como si fuera un adulto que tuviera muchas preocupaciones como pagar la luz y agua, tenía unos ojos azul obscuro y debajo de ellos se veían unas ojeras pequeñas pero notorias.

—Nombre, edad y razón de porque están aquí—ordeno tronando sus dedos como le había enseñado Baji, apurandolo a responder.

—Tenma, diez años y vinimos por tí—respondió sentándose enfrente de ella—Ahora cuentame de tí.

—Oyuki Udai, siete años y no me interesa que vengan por mi, pueden irse a donde quiera que provienen.

—¿Todas esa medallas son tuyas?—ignoro lo que dijo viendo con atención las tres medallas colgadas.

—Dos de oro y una de plata, la de bronce la tire a la basura.

—Yo también tiro las de bronce—susurro—¿Quien es él?—pregunto mirando la mayoría de fotos en la que se encontraba el mismo niño junto a la albina.

—Mi mejor amigo.

—A ya.

Quedaron nuevamente en silencio. Tenma quería decirle muchas cosas pero simplemente las palabras no salían de su boca.

—Tenma, Oyuki, nos vamos—anuncio el hombre abriendo la puerta—Saldremos juntos un rato.

La niña confundida buscó respuestas de su madre quien solo la miro apenada susurrando un lo siento. Los pequeños orbes azules súper claros miraron a los adultos sin entender, se levantó buscando respuestas.

—¿Voy a regresar?—pregunto temorosa por la respuesta.

—Claro que si, solo iremos por una nieve juntos querida—contestó el mayor saliendo de la habitación siguiéndolo su hijo mayor hasta quedarse solas ambas mujeres.

—Todos estará bien Oyuki, lo vas a entender, regresa pronto y cuidate—beso su frente con cariño y agarrando sus hombros—Te esperare con una deliciosa cena, ¿como que se te antoja?

—Lo que sea esta bien mamá—limpio las lágrimas de su progenitora con tranquilidad.

—Okey, entonces preparare palomitas para ver una película juntas en la noche, y si no te sientes cómoda puedes decirle a Nozel que me llame—habló preocupada y ansiosa, besando muchas beses su rostro.

—No hagas eso, me da calor—clamó apartándose de su madre—Ya regreso.

Apenas cruzo la puerta la mujer callo de rodillas llorando por su hija y todo el coraje que sentía al ver como se iba con ese hombre.

Esperanzada de que no notará el alto intelectuo como una vez sucedió con su hijo mayor, arrebatandolo de sus manos luego de tantos años sin poder verlo hasta ahorita.

Dicen que el dolor de una madre llorando por sus hijos es lo más triste e impactante en la vida de una mujer. Dejándolas como las débiles, echandoles la culpa por la falta de una figura paterna.

Oyuki desde el asiento trasero miraba con asombro el carro impecablemente limpio y brillante. Llevando unos minutos de camino.

—A Keisuke le encantaría estar aquí—murmuro mirando con asombro el auto.

—Oh—exclamó Tenma sin expresión.

—¿Keisuke?—pregunto extrañado el padre.

—Su mejor amigo—le dijo con un tono bastante seco.

—Oh.

«𝘕𝘰𝘻𝘦𝘭 𝘺 𝘛𝘦𝘯𝘮𝘢 𝘯𝘰 𝘴𝘰𝘯 𝘮𝘢𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘴.... 𝘈ú𝘯 𝘢𝘴í 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘳𝘶𝘮𝘱𝘪𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘷𝘪𝘥𝘢 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘰 𝘢 𝘵í 𝘮𝘶𝘺 𝘣𝘳𝘶𝘴𝘤𝘢𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘺 𝘢𝘶𝘯𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘦 𝘢 𝘦𝘯𝘵𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳𝘭𝘰, 𝘮𝘪 𝘤𝘰𝘳𝘢𝘻ó𝘯 𝘯𝘰 𝘢𝘤𝘦𝘱𝘵𝘢𝘣𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭𝘭𝘰𝘴 𝘵𝘦𝘯í𝘢𝘯 𝘳𝘢𝘻ó𝘯. 𝘓𝘢 𝘮𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘩𝘢𝘣í𝘢 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘢𝘥𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘢𝘳𝘳𝘦𝘣𝘢𝘵𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘮á𝘴 𝘢𝘮𝘢𝘣𝘢 𝘺 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘤𝘪𝘢𝘣𝘢 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘦 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰»

Perdón gente, tenía que poner a Nozel por que también lo amo mucho 😩✋

Perdón por faltas de ortografía.

Ayame_hatake🔥

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